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Un artículo publicado hace pocos días en PLOS ONE revela que las herramientas de madera encontradas en 2015 en la excavaciones arqueológicas de Aranbaltza en el País Vasco son las más antiguas encontradas utilizadas por Neandertales.
El estudio, dirigido por Joseba Ríos-Garaizar, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza dos herramientas de madera que se hallaron en buen estado de conservación, una de ellas de 15 centímetros de longitud. La datación por luminiscencia del sedimento en que se encontraron indica que fueron depositadas hace unos 90.000 años, y por tanto fueron creadas por Neandertales.
Su examen reveló que el tronco de tejo del que proceden fue cortado longitudinalmente en dos mitades. Una de ellas fue raspada con una herramienta de piedra y tratada luego con fuego para endurecerla y obtener así la forma puntiaguda. Del análisis de su desgaste los arqueólogos dedujeron que se utilizaba para cavar en busca de alimento, de *******nal, o para hacer agujeros en el suelo.
La conservación de herramientas de madera de tal antigüedad es rara, y solo en ambientes muy específicos, como los sedimentos anegados de Aranbalta, ha sido posible encontrar ejemplares de este tipo. Otros ejemplos aparecieron en el travertino del Abric Romaní en Cataluña, mientras que en el resto de Europa solo hay cuatro yacimientos más con hallazgos similares.
Se trata de uno de los ejemplos más raros en que se puede profundizar en el estudio de la tecnología de la madera paleolítica y en su relevancia para las comunidades neandertales, algo percibido casi siempre a través de fuentes indirectas de evidencia.
El yacimiento de Aranbaltza, situado en el término municipal de Barrika en Vizcaya, es el único de la cultura Chatelperroniense al aire libre de la Península Ibérica, y uno de los más ricos en materiales líticos. Los diferentes estratos de ocupación se remontan desde hace unos 100.000 años hasta hace 40.000 años, lo que convierte, según los investigadores, a sus ocupantes en los últimos neandertales de la Europa Occidental.
Su importancia reside en que el período Chatelperroniense está muy pobremente representado en la Península Ibérica, con solo tres yacimientos de cueva encontrados en la región Cantábrica, dos de ellos en el País Vasco. Al ser un yacimiento al aire libre, semejante a otros en el entorno de Bayona o Bergerac en Francia, representa un momento en que la vida fuera de las cuevas debió cobrar especial importancia.
El proyecto arqueológico de Aranbaltza comenzó en 2013 y en él participan especialistas del CENIEH, INRAP, Ikerbasque, Arkeologi Museoa y las univesidades de Adelaida, Burdeos, Burgos, Barcelona y País Vasco.
FUENTE
El estudio, dirigido por Joseba Ríos-Garaizar, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza dos herramientas de madera que se hallaron en buen estado de conservación, una de ellas de 15 centímetros de longitud. La datación por luminiscencia del sedimento en que se encontraron indica que fueron depositadas hace unos 90.000 años, y por tanto fueron creadas por Neandertales.
Su examen reveló que el tronco de tejo del que proceden fue cortado longitudinalmente en dos mitades. Una de ellas fue raspada con una herramienta de piedra y tratada luego con fuego para endurecerla y obtener así la forma puntiaguda. Del análisis de su desgaste los arqueólogos dedujeron que se utilizaba para cavar en busca de alimento, de *******nal, o para hacer agujeros en el suelo.
La conservación de herramientas de madera de tal antigüedad es rara, y solo en ambientes muy específicos, como los sedimentos anegados de Aranbalta, ha sido posible encontrar ejemplares de este tipo. Otros ejemplos aparecieron en el travertino del Abric Romaní en Cataluña, mientras que en el resto de Europa solo hay cuatro yacimientos más con hallazgos similares.
Se trata de uno de los ejemplos más raros en que se puede profundizar en el estudio de la tecnología de la madera paleolítica y en su relevancia para las comunidades neandertales, algo percibido casi siempre a través de fuentes indirectas de evidencia.
El yacimiento de Aranbaltza, situado en el término municipal de Barrika en Vizcaya, es el único de la cultura Chatelperroniense al aire libre de la Península Ibérica, y uno de los más ricos en materiales líticos. Los diferentes estratos de ocupación se remontan desde hace unos 100.000 años hasta hace 40.000 años, lo que convierte, según los investigadores, a sus ocupantes en los últimos neandertales de la Europa Occidental.
Su importancia reside en que el período Chatelperroniense está muy pobremente representado en la Península Ibérica, con solo tres yacimientos de cueva encontrados en la región Cantábrica, dos de ellos en el País Vasco. Al ser un yacimiento al aire libre, semejante a otros en el entorno de Bayona o Bergerac en Francia, representa un momento en que la vida fuera de las cuevas debió cobrar especial importancia.
El proyecto arqueológico de Aranbaltza comenzó en 2013 y en él participan especialistas del CENIEH, INRAP, Ikerbasque, Arkeologi Museoa y las univesidades de Adelaida, Burdeos, Burgos, Barcelona y País Vasco.
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