SadButTrue
Madmaxista
OPINIÓN
Los inconvenientes de la RGI en Euskadi
Un familiar mío se encontró hace unos meses que, en una casa que llevaba vacía ocho años, seguían viviendo supuestamente cinco personas de origen paquistaní que cobraban un subsidio mensual. Notificó al ayuntamiento que no residían allí y, cuando menos, le dieron las gracias. En junio se supo que un peluquero argelino residente en la Costa Azul francesa llevaba cobrando ayudas en Euskadi desde 2014, hasta sumar 123.000 euros.
Le pilló la Policía Nacional, que le ha imputado delitos contra la hacienda pública y la seguridad social. Un año antes, la Brigada de Extranjería detuvo a un senegalés que había cobrado más de un millón de euros en Euskadi creando 62 identidades falsas, todas con derecho a RGI y direcciones físicas en las que un tercero recibía notificaciones en su nombre. Un funcionario de Lanbide detectó algo extraño y lo puso en conocimiento de la Ertzaintza, que en un primer momento decidió no intervenir.
Los inconvenientes de la RGI en Euskadi
Los inconvenientes de la RGI en Euskadi
Hace unos años, como empresario, un candidato al que había hecho una oferta de trabajo muy razonable decidió rechazarla porque le acababan de conceder la RGI, la renta de garantía de ingresos, y prefería pasarse una temporada de vacaciones pagadas. Que un joven con formación y ninguna limitación...
cronicavasca.elespanol.com
Un familiar mío se encontró hace unos meses que, en una casa que llevaba vacía ocho años, seguían viviendo supuestamente cinco personas de origen paquistaní que cobraban un subsidio mensual. Notificó al ayuntamiento que no residían allí y, cuando menos, le dieron las gracias. En junio se supo que un peluquero argelino residente en la Costa Azul francesa llevaba cobrando ayudas en Euskadi desde 2014, hasta sumar 123.000 euros.
Le pilló la Policía Nacional, que le ha imputado delitos contra la hacienda pública y la seguridad social. Un año antes, la Brigada de Extranjería detuvo a un senegalés que había cobrado más de un millón de euros en Euskadi creando 62 identidades falsas, todas con derecho a RGI y direcciones físicas en las que un tercero recibía notificaciones en su nombre. Un funcionario de Lanbide detectó algo extraño y lo puso en conocimiento de la Ertzaintza, que en un primer momento decidió no intervenir.