“En el crimen de Alcàsser había dos pelos más; creo que la niña de Málaga murió antes de golpearla el tren...”

david53

Madmaxista
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1. Pelos en el crimen de Alcàsser

Desireé, Miriam y Antonia desaparecieron el 13 de noviembre de 1992.

Desireé, Miriam y Antonia desaparecieron el 13 de noviembre de 1992. EE

Las niñas de Alcàsser eran cuatro: Miriam, Toñi, Desirée y Esther. Cuatro amigas de 14 y 15 años que iban a ir un viernes a una fiesta que celebraba su instituto en la discoteca Coolor de Picassent, a unos 2 kilómetros de su pueblo. Pero la gripe que pasaba por Valencia aquellos días acabó jugando un papel determinante en los sucesos posteriores: aquel viernes Esther estaba muy resfriada y se quedó en casa. Sus tres amigas fueron a visitarla para intentar, sin éxito, que se animase a salir.


Miriam telefoneó desde allí a su padre, Fernando, para pedirle que las acercase a las tres a la discoteca. Pero Fernando también estaba muy constipado y se había metido en cama. Se disculpó porque no podía levantarse, coger el coche, ir a casa de Esther, llevarlas a la fiesta y volver a encamarse. Las tres niñas decidieron entonces hacer autoestop. Paró un Opel Corsa en el que viajaban Antonio Anglés y Miguel Ricart, dos delincuentes de poca monta de un pueblo cercano llamado Catarroja. Las tres niñas se subieron en el coche aquel fatídico 13 de noviembre de 1992.


Los apicultores José Sala y Gabriel Aquino caminaban por una montaña de Tous (Valencia) la mañana del 28 de enero de 1993. Fueron a comprobar las colmenas porque tenían miedo de que las heladas hubiesen apiolado a las abejas. Aquino se sentó tomar aire en una piedra, a la altura del barranco de La Romana. Al sentarse miró a su derecha y vio que del suelo salía una mano.


Los cadáveres de las niñas, desmembrados, aparecieron envueltos en una alfombra. El por entonces secretario de Estado para la Seguridad en el Gobierno de Felipe González, Rafael Vera, llamó a Luis Frontela para que se sumase al equipo forense.


"Luis, te necesitamos, súbete al primer avión y vente a Valencia", cuenta Frontela que le dijo Vera. Ese mismo día, el doctor aterrizaba en el aeropuerto de Manises.


En aquella alfombra, Frontela encontró cuatro pelos distintos. Dice estar seguro de que uno era de Anglés y otro de Ricart. Pero que aún tenía que hacer un análisis “más exhaustivo del cabello”.


“De repente, me llamaron desde la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia. Me pidieron que entregase esas muestras. No sé qué hizo con ellas. Pero era evidente que no eran pelos de los dos hombres a los que inculparon. Ya no me dejaron analizarlas más”.

“En el crimen de Alcàsser había dos pelos más; creo que la niña de Málaga murió antes de golpearla el tren...”
 
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