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Enrique Moreno es de Montijo, acaba de cumplir 44 años y se acaba de convertir en notario. No es de los más mayores de los 92 que han aprobado en toda España, donde hay algunas personas que superan los 50. 
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La de notario es posiblemente la oposición más dura de España junto a la de abogado del Estado, registrador de la propiedad y juez. Entre quienes se atreven a intentar entrar en el cuerpo de notarios la media para aprobar no baja de ocho años estudiando sin descanso. Enrique Moreno es de Montijo y ha tardado 16 años. En 2018 se casó y dos años antes de los exámenes tuvo un hijo, pero lo ha conseguido. Su nombre está en el Boletín Oficial del Estado desde el pasado 10 de diciembre y ya piensa en hacer las maletas en cuanto pueda elegir plaza en una notaría con una vacante, normalmente por jubilación. Asume que, habiendo quedado el 77 de 92, su destino laboral puede estar en cualquier punto del país.
Sin embargo, su satisfacción es máxima porque pocas personas llevan tanto tiempo dedicadas a esta oposición que se convoca cada dos años. A esta última llamada han concurrido 780 aspirantes y este año ha sucedido algo excepcional, ya que cinco extremeños han conseguido plaza cuando normalmente no suelen ser más de dos. Se trata de José Ángel Soto Pérez-Cortés (en el puesto número 4), de Olivenza; David Herrera Boyero (13), de Badajoz; María Elena Muñoz Molinero (18), de Mérida; Mónica Peña Gómez (40), de Villafranca de los Barros; y Enrique Moreno González (77), de Montijo.
José Ángel Soto es hijo y nieto de notarios, pero reconoce que eso sirve de poco ante semejante desafío. Estudió Derecho y Administración de Empresas en la Universidad de Complutense de Madrid y ahora tiene 28 años. «Tardé tiempo en tomar la decisión por las diferentes ofertas laborales que me iban llegando, pero me lo recomendaron en mi casa, probé, me gustó el Derecho Civil y me lancé a la oposición». Según cuenta, empezó a estudiar en enero de 2020 y terminó en junio de 2024, cuatro años y medio (muy por debajo de la media) estudiando sin parar. «Le dedicaba como mínimo diez horas al día, pero lo normal eran doce y cuando llegaban los exámenes hasta dieciséis. Solo descansaba los sábados y esos días los dedicaba a dar una vuelta por el campo para despejar la cabeza», relata este joven que ahora mismo está de prácticas en la notaría madrileña de su preparador, el notario cacereño Antonio Domínguez Mena. Aún no sabe qué notaría vacante elegirá. «Intentaré que esté en Extremadura o en Castilla la Mancha», dice.
Los notarios son a la vez profesionales del Derecho y funcionarios públicos y como tal es el autorizado para dar fe, conforme a las leyes, de los contratos y demás actos extrajudiciales.
Por todo lo anterior, esta profesión la ampara el Ministerio de Justicia, aunque los notarios no cobren un sueldo del Estado. Para fijar la cifra de notarías, el ministerio tiene en cuenta criterios sociales y económicos. Por un lado, valora que todos los ciudadanos puedan tener una notaría cerca. Por otro, esta debe poder sustentarse económicamente, por lo que se contempla que haya un mínimo tráfico jurídico y económico.
La cifra de notarías se revisa cada cinco o diez años como máximo, pero suele ser estable. La última vez que se crearon muchas plazas en otras poblaciones fue cuando el gobierno dio luz verde en 1999 a que la profesión de corredor de comercio se fusionara con la de notario.
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El segundo ejercicio oral fue en febrero con 51 temas de Derecho Mercantil entre los cuales había que desarrollar oralmente dos en 14 minutos cada uno; a continuación 62 temas de legislación hipotecaria para desarrollar dos en 12 minutos cada uno; 34 de legislación notarial, de los que tocaba uno para desarrollar en 6 minutos; más 38 temas de Derecho Procesal y Administrativo a exponer en un minuto cada uno.
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La siguiente prueba, en junio, consistió en elaborar un dictamen, esta vez por escrito, que consistió en desarrollar un caso práctico en un examen que dura seis horas ininterrumpidas. Quien aprueba ya se convierte en notario, si bien hay que afrontar una cuarta prueba que no modifica el sumatorio de las tres primeras. De hecho, la lista de los nuevos 92 notarios apareció publicada en el Boletín Oficial del Estado del pasado 10 de diciembre atendiendo a una resolución de 22 de noviembre de 2024 de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.
Este cuarto examen es sobre matemática financiera y se refiere básicamente a operaciones bancarias, tipos de interés, métodos de amortización y otras nociones básicas que se dan en el día a día en un despacho. Por último, para elegir notaría de entre las casi cien vacantes que hay en España, hay que afrontar un concurso, seguramente en enero, en el que también se tienen en cuenta los puntos de otros notarios que ya están trabajando.
Para Enrique Moreno, montijano que acaba de aprobar esta oposición, «la gente quiere estar en Extremadura. Yo tengo familia y un hijo y me gustaría poder elegir aquí, pero creo que me tocará viajar».
«Uno no puede engañarse a sí mismo. La media para aprobar son siete u ocho años y yo tardé 16 años en los que he estado estudiando a diario entre ocho y diez horas. La vida se te va y hay un momento en que te dices tengo 33 años y estoy metido en un cuarto. Los amigos, en cambio evolucionan, personal y profesionalmente y te van adelantando por la izquierda y por la derecha. Es muy duro porque puedes aprobar o no, por eso es muy importante tener un círculo familiar que te apoye. Yo me casé en 2018 y si no es por mi mujer hubiera sido imposible», cuenta este extremeño que descansaba únicamente un día a la semana. «Ese día daba paseos, hacía deporte o me iba al campo con mi padre».
Ante la pregunta de si ha merecido la pena Enrique se queda callado unos segundos. «Si pudiera volver atrás no sé qué haría. Es que te quedas solo. No puedes ir a un bautizo, a una paella que te invitan... y la gente no te espera. Supongo que merece la pena porque mi vida empezará a cambiar ahora en cuanto me den mi plaza. Ya estoy haciendo prácticas en Montijo y este me parece un trabajo muy bonito», declara.
Cinco extremeños aprueban la oposición a notario: «Estudiaba diez horas al día» | Hoy
Tras dos pruebas orales y una escrita 92 personas en España, de casi 800, han superado una de las oposiciones más duras que servirán para cubrir vacantes, de las que ahor
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Cinco extremeños aprueban la oposición a notario: «Estudiaba diez horas al día»
Tras dos pruebas orales y una escrita 92 personas en España, de casi 800, han superado una de las oposiciones más duras que servirán para cubrir vacantes, de las que ahora hay siete en la región
La de notario es posiblemente la oposición más dura de España junto a la de abogado del Estado, registrador de la propiedad y juez. Entre quienes se atreven a intentar entrar en el cuerpo de notarios la media para aprobar no baja de ocho años estudiando sin descanso. Enrique Moreno es de Montijo y ha tardado 16 años. En 2018 se casó y dos años antes de los exámenes tuvo un hijo, pero lo ha conseguido. Su nombre está en el Boletín Oficial del Estado desde el pasado 10 de diciembre y ya piensa en hacer las maletas en cuanto pueda elegir plaza en una notaría con una vacante, normalmente por jubilación. Asume que, habiendo quedado el 77 de 92, su destino laboral puede estar en cualquier punto del país.
Sin embargo, su satisfacción es máxima porque pocas personas llevan tanto tiempo dedicadas a esta oposición que se convoca cada dos años. A esta última llamada han concurrido 780 aspirantes y este año ha sucedido algo excepcional, ya que cinco extremeños han conseguido plaza cuando normalmente no suelen ser más de dos. Se trata de José Ángel Soto Pérez-Cortés (en el puesto número 4), de Olivenza; David Herrera Boyero (13), de Badajoz; María Elena Muñoz Molinero (18), de Mérida; Mónica Peña Gómez (40), de Villafranca de los Barros; y Enrique Moreno González (77), de Montijo.
José Ángel Soto es hijo y nieto de notarios, pero reconoce que eso sirve de poco ante semejante desafío. Estudió Derecho y Administración de Empresas en la Universidad de Complutense de Madrid y ahora tiene 28 años. «Tardé tiempo en tomar la decisión por las diferentes ofertas laborales que me iban llegando, pero me lo recomendaron en mi casa, probé, me gustó el Derecho Civil y me lancé a la oposición». Según cuenta, empezó a estudiar en enero de 2020 y terminó en junio de 2024, cuatro años y medio (muy por debajo de la media) estudiando sin parar. «Le dedicaba como mínimo diez horas al día, pero lo normal eran doce y cuando llegaban los exámenes hasta dieciséis. Solo descansaba los sábados y esos días los dedicaba a dar una vuelta por el campo para despejar la cabeza», relata este joven que ahora mismo está de prácticas en la notaría madrileña de su preparador, el notario cacereño Antonio Domínguez Mena. Aún no sabe qué notaría vacante elegirá. «Intentaré que esté en Extremadura o en Castilla la Mancha», dice.
76 notarías en la región
En Extremadura hay 76 notarías demarcadas, de las que 69 están cubiertas y 7 están vacantes. Según el Colegio Notarial de Extremadura, tras la última que se cubrió el viernes pasado en Badajoz, estas se ubican actualmente en Cáceres, Cabeza del Buey, Zalamea de la Serena, Hornachos, Torrejoncillo, Olivenza y Villanueva de la Serena.Los notarios son a la vez profesionales del Derecho y funcionarios públicos y como tal es el autorizado para dar fe, conforme a las leyes, de los contratos y demás actos extrajudiciales.
Para sacar una plaza la media ronda los ocho años estudiando diez horas al día, seis días a la semana
Solo entre en enero y octubre hubo en Extremadura 104.949 actos notariales autorizados, y en todo 2023 fueron 153.279. Según el Colegio Notarial de Extremadura, los cinco actos notariales más habituales en la región en los diez primeros meses de este año han sido compraventa de inmuebles (15.092), testamento unipersonal abierto (11.311), préstamos, créditos y descuentos sin afianzamiento (7.393), actas de tras*parencia material según Ley 5/2019 (6.081) y tro tipo de apoderamientos o autorizaciones (5.733).Por todo lo anterior, esta profesión la ampara el Ministerio de Justicia, aunque los notarios no cobren un sueldo del Estado. Para fijar la cifra de notarías, el ministerio tiene en cuenta criterios sociales y económicos. Por un lado, valora que todos los ciudadanos puedan tener una notaría cerca. Por otro, esta debe poder sustentarse económicamente, por lo que se contempla que haya un mínimo tráfico jurídico y económico.
La cifra de notarías se revisa cada cinco o diez años como máximo, pero suele ser estable. La última vez que se crearon muchas plazas en otras poblaciones fue cuando el gobierno dio luz verde en 1999 a que la profesión de corredor de comercio se fusionara con la de notario.
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Así es el examen
Los exámenes que han superado los extremeños se han celebrado en Barcelona organizados por el Colegio Notarial de Cataluña. En total son cuatro ejercicios y el primero arrancó en octubre de 2023. Había que dominar 125 temas de Derecho Civil y 35 temas de Derecho Fiscal. De este temario preguntaban tres temas de Derecho Civil a desarrollar oralmente en 18 minutos y uno de Derecho Fiscal en seis minutos.El segundo ejercicio oral fue en febrero con 51 temas de Derecho Mercantil entre los cuales había que desarrollar oralmente dos en 14 minutos cada uno; a continuación 62 temas de legislación hipotecaria para desarrollar dos en 12 minutos cada uno; 34 de legislación notarial, de los que tocaba uno para desarrollar en 6 minutos; más 38 temas de Derecho Procesal y Administrativo a exponer en un minuto cada uno.
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La siguiente prueba, en junio, consistió en elaborar un dictamen, esta vez por escrito, que consistió en desarrollar un caso práctico en un examen que dura seis horas ininterrumpidas. Quien aprueba ya se convierte en notario, si bien hay que afrontar una cuarta prueba que no modifica el sumatorio de las tres primeras. De hecho, la lista de los nuevos 92 notarios apareció publicada en el Boletín Oficial del Estado del pasado 10 de diciembre atendiendo a una resolución de 22 de noviembre de 2024 de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.
Este cuarto examen es sobre matemática financiera y se refiere básicamente a operaciones bancarias, tipos de interés, métodos de amortización y otras nociones básicas que se dan en el día a día en un despacho. Por último, para elegir notaría de entre las casi cien vacantes que hay en España, hay que afrontar un concurso, seguramente en enero, en el que también se tienen en cuenta los puntos de otros notarios que ya están trabajando.
Para Enrique Moreno, montijano que acaba de aprobar esta oposición, «la gente quiere estar en Extremadura. Yo tengo familia y un hijo y me gustaría poder elegir aquí, pero creo que me tocará viajar».
Enrique Moreno, 16 años estudiando: «Es muy duro, por eso es muy importante el apoyo de la familia»
Enrique Moreno es de Montijo, acaba de cumplir 44 años y se acaba de convertir en notario. No es de los más mayores de los 92 que han aprobado en toda España, donde hay algunas personas que superan los 50. En su caso, estudió Derecho en la Universidad de Navarra y al finalizar un gabinete de orientación laboral le explicó en qué consistía opositar a notario. Cuando tomó la decisión fue a por todas y aún así ha tardado 16 años en entrar en el cuerpo de notarios. En 2018 se casó y hace dos años y ocho meses tuvo un hijo, eventos especiales que reconoce que no ha podido saborear como cualquier otra persona.«Uno no puede engañarse a sí mismo. La media para aprobar son siete u ocho años y yo tardé 16 años en los que he estado estudiando a diario entre ocho y diez horas. La vida se te va y hay un momento en que te dices tengo 33 años y estoy metido en un cuarto. Los amigos, en cambio evolucionan, personal y profesionalmente y te van adelantando por la izquierda y por la derecha. Es muy duro porque puedes aprobar o no, por eso es muy importante tener un círculo familiar que te apoye. Yo me casé en 2018 y si no es por mi mujer hubiera sido imposible», cuenta este extremeño que descansaba únicamente un día a la semana. «Ese día daba paseos, hacía deporte o me iba al campo con mi padre».
Ante la pregunta de si ha merecido la pena Enrique se queda callado unos segundos. «Si pudiera volver atrás no sé qué haría. Es que te quedas solo. No puedes ir a un bautizo, a una paella que te invitan... y la gente no te espera. Supongo que merece la pena porque mi vida empezará a cambiar ahora en cuanto me den mi plaza. Ya estoy haciendo prácticas en Montijo y este me parece un trabajo muy bonito», declara.