Vlad_Empalador
Será en Octubre
Los médicos de Cantabria empiezan una huelga por incumplimiento de los acuerdos de 2019
El Servicio Cántabro de Salud ha convocado esta tarde al Comité de Huelga para seguir negociando. Según el Sindicato Médico de Cantabria, elseguimiento real está siendo "de entre el 60 y el 70%
El consejero de Sanidad de Cantabria, Raúl Pesquera, en una visita al Centro de Salud Covadonga.SCS
Este lunes ha empezado la huelga de médicos de atención primaria de Cantabria convocada por el Sindicato Médico de Cantabria (SMC) por el incumplimiento de los acuerdos de 2019 que se firmaron para acabar con otros paros. Según el Servicio Cántabro de Salud, esta mañana el seguimiento se ha situado en un 19,5% a las 10:00 horas, mientras que el sindicato estima que se han sumado al menos un 60% de los facultativos. La negociación continuará a primera hora de esta tarde, aunque de momento no parece haber acuerdo a la vista.
Según la Consejería de Sanidad, de los 700 médicos de la plantilla de atención primaria, a esa hora 137 habían secundado la movilización. El resto de la plantilla realiza sus funciones con normalidad. Hay que tener en cuenta que se han fijado como servicios mínimos dos médicos de familia por Zona Básica de Salud y un pediatra y un 50% de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), contando con los cinco efectivos de Emergencias 061.
Santiago Raba, vicepresidente del SMC, señala que el seguimiento real está siendo "de entre el 60 y el 70%" y que Sanidad no está teniendo en cuenta los servicios mínimos, bajas, etc.
El objetivo de la huelga es hacer efectivo el acuerdo de 2019, fundamentalmente para reducir la sobrecarga laboral de los facultativos. El acuerdo de 2019 establece unas agendas máximas de 28 pacientes al día por profesional (35 en circunstancias excepcionales) que, sin embargo serían más bien de 60 u 80 pacientes. El pacto también incluía filtros a la demanda asistencial y la mejora de la retribución de la hora de guardia para equipararlo a la media de las seis comunidades que más pagaran.
La toma de medidas para evitar y sancionar las agresiones a sanitarios, el control de riesgos psicosociales de la plantilla, modificar el plan de atención primaria procediendo a una "negociación real" ydeterminar los puestos de difícil cobertura y los incentivos para los profesionales son otras de las reclamaciones del sindicato.
En declaraciones recogidas por EFE, el director gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Rafael Sotoca, ha asegurado que el sindicato tiene "encima de la mesa" una propuesta del SCS que incluye una "apuesta clara por la seguridad", un aumento retributivo de las guardias y de la financiación de la jornada extraordinaria para "desatascar las agendas", a lo que se destinarían 1,4 millones, y nuevas plazas.
Sin embargo, a tenor de la valoración de Raba, de momento hay pocos visos de acuerdo. El vicepresidente del SMC indica que "el único punto de acuerdo de momento ha sido el de implantar un procedimiento para asegurar que se sancionen adecuadamente las agresiones contra el personal sanitario", teniendo en cuenta su estatus como autoridad pública.
Por otra parte, reconoce que Sanidad ha ofertado subir la partida destinada al pago de jornadas extraordinarias y autocoberturas de 0,5 millones a 2 millones, pero critica que "el SCS se niega a garantizar las agendas", que es la reivindicación fundamental del sindicato, "lo que significa que ellos mismos saben que esa partida es insuficiente".
"Queremos que se dé la instrucción de que se cumplan las agendas. A partir de ahí, tendrá que ser la gerente de atención primaria la que haga sus estimaciones sobre las jornadas extraordinarias. El problema es que una cantidad variable, muy difícil de calcular. Queremos que se haga como en hospitales: que se hagan las cosas a priori, se calcule lo que hay que pagar y se habilite una partida".
Tampoco hay acuerdo en el caso de las 74 plazas de médicos de continuidad que Sanidad pretende crear con el objetivo de cubrir varios centros en un radio de 50 kilómetros, figura muy criticada por el sindicato por provocar que los pacientes pierdan a su médico de referencia.
HUELGA MÉDICA EN NAVARRA CON TRES MESES DE PREAVISO
Por su parte, tras meses advirtiéndolo, el jueves pasado el Sindicato Médico de Navarra (SMN), mayoritariamente respaldado en las asambleas convocadas la anterior semana, concretó y convocó oficialmente una huelga médica indefinida que, sobre el papel, comenzará en febrero, exactamente al día siguiente del cierre de los Presupuestos Generales de Navarra para 2023, y solo si esos presupuestos no recogen las "reivindicaciones básicas" de los médicos.
¿Cuáles son esas peticiones básicas? La junta directiva del SMN recuerda que estaban reflejadas en el acuerdo de fin de huelga que el sindicato firmó con la Administración el 24 de diciembre de 2019, y que "la mayoría no se han cumplido". En esencia, subida de salarios que equipare las nóminas médicas con las de otras comunidades; fin de la exclusividad, "de forma que el médico pueda tener su consulta privada sin pérdida de retribuciones, y que solo se mantiene en tres autonomías" y adopción de medidas tendentes a evitar la "sobrecarga laboral" y que valoren y traten el burnout que sufren los médicos, "fruto, en gran medida, de esa sobrecarga".
Esta suerte de huelga en diferido, con tanto tiempo de preaviso y supeditada al contenido de los próximos presupuestos autonómicos, da al Gobierno de María Chivite un amplio margen de hipotética negociación para evitar la concreción de los paros, y eso es, de hecho, lo segundo que el SMN ha puesto sobre la mesa, tras la convocatoria oficial de huelga: su predisposición a negociar con la Administración.
A finales de noviembre, aseguran, convocarán nuevas asambleas en todos los centros sanitarios de la región para informar a los médicos del tras*curso de esas negociaciones..., si es que existen. La última vez que Chivite recibió al SMN -recuerda el sindicato- fue en septiembre de 2021. "Tras más de un año de espera y solicitando una nueva reunión, aún no hemos recibido contestación".
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Como ejemplo de su buena predisposición, el comité de huelga asegura que suspenderá los paros durante los periodos vacacionales, pero matiza que la huelga indefinida "se mantendrá el tiempo necesario para conseguir nuestros objetivos".
La que se cerró en diciembre del año 2019 -con el acuerdo que, según el Sindicato Médico, no se ha cumplido- lo hizo después de 16 jornadas alternas de huelga, que se convocaron en diferentes momentos a lo largo de ese año. La que plantean ahora, para el mes de febrero, tiene, en principio, carácter indefinido.
cobi19
- N. MONSÓ / F. GOIRI / EFE
Madrid
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El Servicio Cántabro de Salud ha convocado esta tarde al Comité de Huelga para seguir negociando. Según el Sindicato Médico de Cantabria, elseguimiento real está siendo "de entre el 60 y el 70%
El consejero de Sanidad de Cantabria, Raúl Pesquera, en una visita al Centro de Salud Covadonga.SCS
Este lunes ha empezado la huelga de médicos de atención primaria de Cantabria convocada por el Sindicato Médico de Cantabria (SMC) por el incumplimiento de los acuerdos de 2019 que se firmaron para acabar con otros paros. Según el Servicio Cántabro de Salud, esta mañana el seguimiento se ha situado en un 19,5% a las 10:00 horas, mientras que el sindicato estima que se han sumado al menos un 60% de los facultativos. La negociación continuará a primera hora de esta tarde, aunque de momento no parece haber acuerdo a la vista.
Según la Consejería de Sanidad, de los 700 médicos de la plantilla de atención primaria, a esa hora 137 habían secundado la movilización. El resto de la plantilla realiza sus funciones con normalidad. Hay que tener en cuenta que se han fijado como servicios mínimos dos médicos de familia por Zona Básica de Salud y un pediatra y un 50% de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), contando con los cinco efectivos de Emergencias 061.
Santiago Raba, vicepresidente del SMC, señala que el seguimiento real está siendo "de entre el 60 y el 70%" y que Sanidad no está teniendo en cuenta los servicios mínimos, bajas, etc.
El objetivo de la huelga es hacer efectivo el acuerdo de 2019, fundamentalmente para reducir la sobrecarga laboral de los facultativos. El acuerdo de 2019 establece unas agendas máximas de 28 pacientes al día por profesional (35 en circunstancias excepcionales) que, sin embargo serían más bien de 60 u 80 pacientes. El pacto también incluía filtros a la demanda asistencial y la mejora de la retribución de la hora de guardia para equipararlo a la media de las seis comunidades que más pagaran.
La toma de medidas para evitar y sancionar las agresiones a sanitarios, el control de riesgos psicosociales de la plantilla, modificar el plan de atención primaria procediendo a una "negociación real" ydeterminar los puestos de difícil cobertura y los incentivos para los profesionales son otras de las reclamaciones del sindicato.
En declaraciones recogidas por EFE, el director gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Rafael Sotoca, ha asegurado que el sindicato tiene "encima de la mesa" una propuesta del SCS que incluye una "apuesta clara por la seguridad", un aumento retributivo de las guardias y de la financiación de la jornada extraordinaria para "desatascar las agendas", a lo que se destinarían 1,4 millones, y nuevas plazas.
Sin embargo, a tenor de la valoración de Raba, de momento hay pocos visos de acuerdo. El vicepresidente del SMC indica que "el único punto de acuerdo de momento ha sido el de implantar un procedimiento para asegurar que se sancionen adecuadamente las agresiones contra el personal sanitario", teniendo en cuenta su estatus como autoridad pública.
Por otra parte, reconoce que Sanidad ha ofertado subir la partida destinada al pago de jornadas extraordinarias y autocoberturas de 0,5 millones a 2 millones, pero critica que "el SCS se niega a garantizar las agendas", que es la reivindicación fundamental del sindicato, "lo que significa que ellos mismos saben que esa partida es insuficiente".
"Queremos que se dé la instrucción de que se cumplan las agendas. A partir de ahí, tendrá que ser la gerente de atención primaria la que haga sus estimaciones sobre las jornadas extraordinarias. El problema es que una cantidad variable, muy difícil de calcular. Queremos que se haga como en hospitales: que se hagan las cosas a priori, se calcule lo que hay que pagar y se habilite una partida".
Tampoco hay acuerdo en el caso de las 74 plazas de médicos de continuidad que Sanidad pretende crear con el objetivo de cubrir varios centros en un radio de 50 kilómetros, figura muy criticada por el sindicato por provocar que los pacientes pierdan a su médico de referencia.
HUELGA MÉDICA EN NAVARRA CON TRES MESES DE PREAVISO
Por su parte, tras meses advirtiéndolo, el jueves pasado el Sindicato Médico de Navarra (SMN), mayoritariamente respaldado en las asambleas convocadas la anterior semana, concretó y convocó oficialmente una huelga médica indefinida que, sobre el papel, comenzará en febrero, exactamente al día siguiente del cierre de los Presupuestos Generales de Navarra para 2023, y solo si esos presupuestos no recogen las "reivindicaciones básicas" de los médicos.
¿Cuáles son esas peticiones básicas? La junta directiva del SMN recuerda que estaban reflejadas en el acuerdo de fin de huelga que el sindicato firmó con la Administración el 24 de diciembre de 2019, y que "la mayoría no se han cumplido". En esencia, subida de salarios que equipare las nóminas médicas con las de otras comunidades; fin de la exclusividad, "de forma que el médico pueda tener su consulta privada sin pérdida de retribuciones, y que solo se mantiene en tres autonomías" y adopción de medidas tendentes a evitar la "sobrecarga laboral" y que valoren y traten el burnout que sufren los médicos, "fruto, en gran medida, de esa sobrecarga".
Esta suerte de huelga en diferido, con tanto tiempo de preaviso y supeditada al contenido de los próximos presupuestos autonómicos, da al Gobierno de María Chivite un amplio margen de hipotética negociación para evitar la concreción de los paros, y eso es, de hecho, lo segundo que el SMN ha puesto sobre la mesa, tras la convocatoria oficial de huelga: su predisposición a negociar con la Administración.
A finales de noviembre, aseguran, convocarán nuevas asambleas en todos los centros sanitarios de la región para informar a los médicos del tras*curso de esas negociaciones..., si es que existen. La última vez que Chivite recibió al SMN -recuerda el sindicato- fue en septiembre de 2021. "Tras más de un año de espera y solicitando una nueva reunión, aún no hemos recibido contestación".
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La que se cerró en diciembre del año 2019 -con el acuerdo que, según el Sindicato Médico, no se ha cumplido- lo hizo después de 16 jornadas alternas de huelga, que se convocaron en diferentes momentos a lo largo de ese año. La que plantean ahora, para el mes de febrero, tiene, en principio, carácter indefinido.
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