EN BUSCA DE HEDONIA ( documental noche temática ) y los cerdos " homínidosexuales "

ATARAXIO

Madmaxista
Desde
6 Mar 2017
Mensajes
89.773
Reputación
206.782
LOS VICIOS son deseos que no se quieren desear.

Las personas que tienen vicios sufren !

sufren todo el tiempo excepto el instante en el que acceden a su vicio evanescente.
dicho de otra manera :

- " el intervalo de tiempo que un fumador pasa sin respirar humo con droja, es el máximo que ha podido soportar de sufrimiento. Llega un momento que no puede retrasar más el chute para no volverse loco "


Las drojas alteran los receptores de nuestra propia bioquímica, que es la misma que todos nuestros parientes animales.
La bioquímica a través del placer y del dolor nos encauza hacia el camino correcto de la vida.

técnicamente el síndrome de abstinencia de un fumador, es el mismo sufrimiento que el de un enamorado que ha perdido a su pareja o un padre que se le ha muerto su hijo. Ese dolor emocional es para que aprenda las razones que le han llevado a esa situación y no las vuelva a repetir.


como una imagen vale más que 1000 palabras, los cerdos que son usados como lechetales en las granjas, se pasan el día chillando esperando que les llegue el momento del electroshock. Son adictos a la masturbación realizada por el operario y solo escuchar sus pasos ya se excitan .
Están " enamorados " de quien les provoca esa sensación que ellos mismos no pueden obtener, como sí pueden los monos.
La masturbación es la estereotipia más habitual entre los primates encerrados en los zoos, entre otras cosas porque tienen manos y los demás animales tienen garras o pezuñas.


https://zoovetesmipasion.com/wp-content/uploads/2018/04/recoleccion-del-leche.jpg


Hace cincuenta años, el doctor Robert Heath encontró el lugar del placer en el cerebro. Lo llamó Hedonia. Treinta años después y en base a sus investigaciones, resurgió la idea de adentrarse en el cerebro para curar la mente. Los neurocirujanos más ambiciosos están tratando una amplia gama de enfermedades cerebrales con la neuromodulación cerebral. La neuróloga Helen Mayberg fue la primera persona en probar la estimulación del cerebro para entender el estado de ánimo; El padre de los cyborgs: A finales de los 90, el doctor Phil Kennedy apareció en los titulares de prensa por implantar varios electrodos de alambre en el cerebro de un hombre paralítico y enseñarle a controlar el cursor de un ordenador con su mente. Kennedy llamó a su paciente el primer cyborg y la prensa calificó su hazaña como la primera vez que una persona se comunicaba a través de una interfaz cerebro-ordenador.

Schopenhauer en " el arte de ser feliz "

la felicidad y el goce son puras quimeras que nos muestran una ilusión en las lejanías, mientras que el sufrimiento y el dolor son reales, que se manifiestan a sí mismos inmediatamente sin necesitar la ilusión y la esperanza. Si esta enseñanza trae frutos, entonces cesamos de buscar felicidad y goce y sólo procuramos escapar en lo posible al dolor y al sufrimiento.

«El prudente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor», Aristóteles

lo mejor que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y soportable: si lo alcanzamos, sabemos apreciarlo y nos guardamos mucho de estropearlo con un anhelo incesante de alegrías imaginarias o con angustiadas preocupaciones cara a un futuro siempre incierto que, por mucho que luchemos, no deja de estar en manos del destino.

«Nunca serás feliz si te atormenta que algún otro es más feliz que tú», Séneca,

La alegría desmesurada y el dolor intenso siempre se dan en la misma persona, porque ambos se condicionan mutuamente.
No son producto de la actualidad, sino de la anticipación del futuro.

Puesto que toda felicidad y todo placer son de carácter negativo, mientras que el dolor es positivo, resulta que la vida no tiene la función de ser disfrutada, sino que nos es infligida, hemos de padecerla; [vive la vida, la vida se termina, escapa a los peligros].

Quien ha atravesado su vida sin mayores dolores físicos o psíquicos, ha tenido la mayor suerte que ha podido encontrar;
no le ocurre lo mismo a quien ha encontrado las mayores alegrías y placeres.
Quien pretende medir el curso de la vida según estos últimos, aplica un parámetro totalmente equivocado: porque las alegrías son negativas; pensar que puedan hacernos feliz no es más que una ilusión cultivada y acariciada por la envidia, puesto que no se las experimenta positivamente; en cambio, sí a los dolores, de modo que éstos son el parámetro de la felicidad de la vida, y se miden por su ausencia.

No hay que comprar los placeres al precio de dolores, aunque sólo sean dolores posibles, porque de otro modo se paga algo negativo e ilusorio con algo positivo y real.


No hay nada más implacable y cruel que la envidia: y sin embargo, ¡nos esforzamos incesante y principalmente en suscitar envidia!>

Este hilo lo abro para incidir en el hecho de que cuando la pronografía es gratis el precio eres tú .

( la familia y los hijos que no tienes porque como adicto al sesso , nada importa nada más que el siguiente chute )

La ansiedad y en síndrome de abstinencia es lo que te motiva y te mueve en la vida . Un ataque de ingeniería social a la población española para drojarles con lo que más tienen a mano .



864184fee63ec8eb0818ec6baafacab7.jpg




Existe un "botón" del placer que muy pocos seres humanos conocen. Esta es la razón
dw8iiqeucbuaf6dk9tne.jpg

Cuando los investigadores inyectaron el tras*misor de impulsos nerviosos llamado acetilcolina en el área septal de una paciente, los investigadores registraron una “actividad vigorosa”, un placer descrito por la paciente como “intenso” que llegaba a producirle orgasmos que duraban hasta treinta minutos.


Con esta información, una tarde de 1976 Heath acababa su jornada de trabajo. El hombre toma su coche para regresar a casa cuando al pasar por una calle oscura divisa a un joven tumbado en el suelo. Parecía borracho o herido. Heath detiene el coche y se baja para atenderle. Allí, delante del tipo postrado en el suelo, piensa que ese chico podría ser un sujeto potencial para sus estudios.

Lo recoge, lo lleva a una clínica y antes de despedirse le da una tarjeta con su dirección de trabajo. Le dice que se pase por su despacho, que es posible que tenga algo para él. Pocos días después el joven se encuentra en el despacho del doctor. El joven le cuenta la mala suerte que ha tenido en la vida, le dice que es gays y que ahora sólo siente apatía por el sesso, un aburrimiento intenso en la vida y un complejo de inferioridad al resto, depresivo, apesadumbrado… el chico termina confesándole al doctor que el suicidio rondaba por su cabeza últimamente.

Tras ese primer encuentro Heath no tuvo ninguna duda. Ese chico iba a ser el paciente B-19, el candidato perfecto para un experimento que llevaba tiempo contemplando. Tras años investigando la estimulación eléctrica del cerebro en el área septal, la cual desencadenaba sentimientos de intenso placer y excitación sensual, Heath se había preguntado si su investigación podría cambiar a un ser humano. B-19 debía ser la respuesta.

.....
un improvisado dispositivo del doctor que permitía a B-19 apretar el botón y lanzarse él mismo el tratamiento de choque. Dicho de otra forma, le había construido una herramienta para “saciarse” cada vez que quisiera. Era, como Heath dijo “igual que dejar suelto en una tienda de dulces a un adicto al chocolate”. Durante una sesión de tres horas, B-19 llegó a presionar el botón más de 1.500 veces, aproximadamente una vez cada siete segundos. Para Heath:

Durante estas sesiones, B-19 se estimuló a sí mismo hasta el punto de que, tanto en su comportamiento como forma introspectiva, estaba experimentando una euforia casi abrumadora… y dicha euforia tenía que ser desconectada.
De esta forma, al final de cada sesión B-19 se quejaba y pedía que no le quitaran el botón del placer. Suplicaba a diario que le dejaran presionarlo una vez más. Fue una etapa donde el sujeto parecía encontrarse bastante bien. El investigador registró que su libido se había disparado porque estaba expresando interés sensual en casi todo aquello que tuviera connotaciones de esta índole, incluso en las mismas enfermeras que trabajaban para el doctor. Cuando Heath le mostró la película prono a B-19 otra vez, el joven ya era otro:

Las imágenes lo convirtieron en una máquina de excitación sensual. De repente, el joven tenía una rigidez* y más tarde comenzó a querersese hasta llegar al orgasmo. Realmente, estábamos ante otro, el hombre había cambiado.
....

organizó un encuentro con una cortesana en 21 años, una joven que debía visitar el laboratorio. A la chica se le había advertido que la situación no iba a ser lo que se dice normal, sino más bien... un tanto distinta. Sin inmutarse, la joven intrépida aceptó el trato por 50 dólares.

Tras el éxtasis, las palabras de Heath no pudieron ser más que una exclamación: Misión cumplida!!. En lo que se refiere a Heath, B-19 era ahora un heterosexual sin la menor duda. Unos días más tarde Heath liberaba al joven viril al mundo. El doctor comprobaría su progreso un año más tarde, y anotaba con satisfacción que las nuevas inclinaciones heterosexuales de B-19 aparentemente habían persistido, ya que el paciente le había informado de una aventura con una mujer casada.
....
EL DESEO ES EL RECUERDO DEL PLACER .

El botón del placer en ratas… y seres humanos que se autoestimulan como adolescentes dándole al botón de una consola de videojuegos (I)

Lo que sucedió quizá sea el experimento más impresionante de la historia de la neurociencia de la conducta: las ratas llegaron a pulsar la palanca hasta siete mil veces por hora para estimularse el cerebro, tal y como explica David J. Linden en La brújula del placer:

Varios experimentos posteriores revelaron que las ratas preferían la estimulación del circuito del placer a la comida (aunque estuvieran hambrientas) o al agua (aunque pasaran sed). Las ratas macho que se autoestimulaban no hacían caso de una hembra en celo, y, para llegar a la palanca, cruzaban una y otra vez una rejilla electrificada que les aplicaba descargas en los pies. Las ratas hembra abandonaban a su camada recién nacida para seguir pulsando la palanca. Algunas ratas llegaron a autoestimularse hasta dos mil veces por hora durante veinticuatro horas con exclusión de cualquier otra actividad. Para impedir que murieran de inanición había que desconectarlas del aparato.

Las ratas que prefirieron el placer a la comida ... y a la vida

El botón del placer en ratas… y seres humanos que se autoestimulan como adolescentes dándole al botón de una consola de videojuegos (I)

Lo que nos enseñan las ratas de nuestros propios orgasmos

Pack Elsa Punset (2 ebooks): Inocencia radical y Brújula para navegantes emocionales

 
Última edición:
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Volver