M. Priede
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Y falta por saber lo de Canadá, el único país de América que no es una república. Tampoco Australia lo es. Me dio por mirar porque estaba leyendo a Michael Hudson, y dice:
Y en ese almacén cerrado al público se hace el conteo. En su día expulsaron a los rusos como observadores en el Reino Unido (a Rusia siempre la acusan de fraude, seguramente con razón; pero en las fincas de Su Graciosa Majestad, una de ellas Australia, todo es maravilloso, no es posible el engaño):
EL VOTO ES OBLIGATORIO, O SEA, QUE LOS OBLIGAN A PARTICIPAR EN LA FARSA, y tampoco es muy extraño teniendo en cuenta que se fundó como presidio y con exterminio de los aborígenes, con lo cual es normal las medidas brutales de confinamiento y de inyección obligatoria que estamos viendo últimamente.
Viven bien, y por eso nadie se preocupa de saber la verdad.
Y es que la democracia es un mito, la predican y la imponen a los demás quienes nunca la han llevado a cabo, lo mismo que el liberalismo económico.
Voto obligatorio y, como en EE.UU, largos días de recuento, cuando contar los votos de una urna y cubrir las actas lleva poco más de dos horas; antes de rellenarlas se envían los datos vía electrónica y al instante se sabe el resultado, por eso los colegios electorales cierran a las ocho de la tarde y a las once de la noche se conocen más del 90% de los votos, que se harán oficiales semanas después por la junta electoral central, que a su vez atenderá las posibles reclamaciones que pueda haber, pero que casi nunca tienen relevancia, salvo un diputado más o menos de 350, generalmente si se produce una diferencia mínima y obliga a un nuevo recuento de actas y votos, pero son casos muy puntuales. El recuento es público y todo el mundo puede tomar anotaciones según se va sacando la papeleta a la vista de todos y cantando el voto, con lo cual el fraude resulta casi imposible, porque tendrían que ponerse todos de acuerdo para robar votos al que no está, más todo el público asistente. Asunto diferente es el voto por correo, del que crecen día a día las sospechas. En Francia lo prohibieron hace décadas.
MICHAEL HUDSON: En cualquier caso, nunca se ha sabido que Australia hiciera algo que Estados Unidos o Londres no quisieran.
Bueno, una vez que Australia eligió a un primer ministro socialista, y de repente los representantes británicos dijeron, no, no se le permite elegir a nadie que la reina de Inglaterra no reconozca; tienes que cancelar la elección.
Y lo hicieron. No dijeron que queremos ser libres de Inglaterra. Dijeron, oh, está bien, ¿a quién deberíamos elegir? Y Estados Unidos le dijo a Inglaterra que le dijera a Australia que eligiera.
Lo de EE.UU no hace falta contarlo, pero es interesante el caso británico porque el de Australia es calcado:
No se hace el recuento en la mesa donde se vota, con el presidente más dos adjuntos y los representantes de los partidos políticos más todo el público que quiera asistir y quepa en la sala, sino que se tras*porta lejos de allí:Y en ese almacén cerrado al público se hace el conteo. En su día expulsaron a los rusos como observadores en el Reino Unido (a Rusia siempre la acusan de fraude, seguramente con razón; pero en las fincas de Su Graciosa Majestad, una de ellas Australia, todo es maravilloso, no es posible el engaño):
EL VOTO ES OBLIGATORIO, O SEA, QUE LOS OBLIGAN A PARTICIPAR EN LA FARSA, y tampoco es muy extraño teniendo en cuenta que se fundó como presidio y con exterminio de los aborígenes, con lo cual es normal las medidas brutales de confinamiento y de inyección obligatoria que estamos viendo últimamente.
Viven bien, y por eso nadie se preocupa de saber la verdad.
Y es que la democracia es un mito, la predican y la imponen a los demás quienes nunca la han llevado a cabo, lo mismo que el liberalismo económico.
Voto obligatorio y, como en EE.UU, largos días de recuento, cuando contar los votos de una urna y cubrir las actas lleva poco más de dos horas; antes de rellenarlas se envían los datos vía electrónica y al instante se sabe el resultado, por eso los colegios electorales cierran a las ocho de la tarde y a las once de la noche se conocen más del 90% de los votos, que se harán oficiales semanas después por la junta electoral central, que a su vez atenderá las posibles reclamaciones que pueda haber, pero que casi nunca tienen relevancia, salvo un diputado más o menos de 350, generalmente si se produce una diferencia mínima y obliga a un nuevo recuento de actas y votos, pero son casos muy puntuales. El recuento es público y todo el mundo puede tomar anotaciones según se va sacando la papeleta a la vista de todos y cantando el voto, con lo cual el fraude resulta casi imposible, porque tendrían que ponerse todos de acuerdo para robar votos al que no está, más todo el público asistente. Asunto diferente es el voto por correo, del que crecen día a día las sospechas. En Francia lo prohibieron hace décadas.
Una característica clave del sistema electoral es el registro de votantes obligatorio y el voto obligatorio para casi todas las elecciones nacionales, regionales y municipales . Australia tiene 16,4 millones de votantes registrados, con una participación en la mayoría de las elecciones nacionales y regionales de más del 90%. Las elecciones ocurren al menos cada tres años a nivel nacional, con elecciones regionales cada cuatro años y elecciones municipales con la misma frecuencia. Las elecciones nacionales y la mayoría de las elecciones regionales implican la elección de dos cámaras parlamentarias utilizando diferentes reglas de votación.
Como resultado, los australianos tienen el deber de votar con frecuencia; sin embargo, para emitir un voto válido deben seguir reglas diferentes en las elecciones nacionales, regionales y municipales . Además, el recuento de votos para los diversos sistemas de votación de representación proporcional preferencial utilizados para la mayoría de las elecciones de la cámara alta (segunda cámara) es complejo. Por lo general, se necesitan semanas de recuento de papeletas para determinar la composición de la cámara alta nacional (el Senado) y sus contrapartes regionales ( Smith y Gauja 2019 ).
Australia: e-voting and electoral integrity - Agenda Pública
Despite the complexity of Australia’s electoral system, the country has a long history of running successful elections whose outcomes are overwhelmingly viewed as legitimate by parties, candidates and voters. This context is very important for...
agendapublica.es
Si te pillan votando varias veces, no pasa nada. Aquí hay dos que han votado en 11 mesas diferentes:El fraude electoral australiano aumentó en un 125% en las elecciones federales de 2016 en comparación con las cifras de 2013. En las Elecciones Federales de este año, más de 18,000 personas presuntamente votaron varias veces, un fuerte aumento con respecto a las elecciones de 2013 con solo alrededor de 8,000 votantes múltiples.
Aunque se esperaba que la mayoría se debiera a errores administrativos, dos votantes supuestamente acudieron a las urnas once veces, y de manera similar, otros tenían cuatro o tres votos registrados junto con su nombre.
Según la Ley Electoral del Commonwealth, si se le declara culpable de emitir varios votos, podría enfrentar hasta un año en la guandoca o una multa de $ 10,800 por sus acciones. De manera similar, si se descubre que se ha hecho pasar por otra persona en las urnas, las sanciones incluyen seis meses en la guandoca o una multa de $ 1,800.
A pesar de estas reglas, ni una sola persona fue procesada por múltiples votos en las Elecciones Federales de 2013 y parece que 2016 seguirá su ejemplo. De los casos sospechosos en 2013, solo 65 casos fueron investigados por la Policía Federal Australiana (AFP) sin que se registraran condenas.
Australian voter fraud up 125% in the 2016 Federal Election - Australia Business News
Australian voting fraud increased by 125% in the 2016 Federal Election in comparison to the 2013 figures. In this years Federal Election over 18,000 people allegedly voted multiple times, a steep increase from the 2013 election with only around 8,000 multiple voters. Although most were expected...
australiabusinessnews.com.au
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