Emakunde reeducará a jóvenes con comportamientos machistas «problemáticos»

El programa Gizonduz, puesto en marcha en 2007 y por el que han pasado 32.000 personas, se tras*formará en el Servicio vasco para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad

El machismo sigue presente, igual que el negacionismo de su existencia por parte de algunos sectores. De ahí que el Gobierno vasco y Emakunde hayan tras*formado el programa Gizonduz en el Servicio vasco para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad. Y una de las principales acciones que impulsarán este año, en el que el presupuesto crece un 59% (hasta los 230.000 euros), es una experiencia piloto dirigida a hombres, sobre todo jóvenes, con «comportamientos machistas problemáticos» para que modifiquen «esas actitudes».

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, y la directora del Instituto Vasco de la Mujer, Miren Elgarresta, han dado a conocer este lunes las iniciativas que emprenderá a lo largo de este año el nuevo servicio. En el caso de la experiencia piloto, la responsable de Emakunde ha puntualizado que «todavía están sin definir» los colectivos «con los que se va a trabajar», aunque ha mencionado que tienen como referencia «experiencias en otras comunidades como Cataluña», que interviene en «casos de comportamientos de masculinidades que no son adecuadas, que son tóxicas».

Melgosa ha recordado, en esa línea, que «llevamos tiempo trabajando diferentes» iniciativas de «buenas prácticas en determinados colectivos» y ha puesto como ejemplo el programa de «nuevas masculinidades» que comenzó el pasado año en la guandoca de Basauri. Aunque las acciones de sensibilización abarcarán también otros perfiles. Además de crear una línea de asesoramiento a entidades públicas y privadas para el diseño de proyectos relacionados con la igualdad, formarán a profesionales que trabajan con menores, entre ellos, y en colaboración con la Dirección de Deportes y las federaciones, a quienes trabajan en el ámbito deportivo.

Gizonduz también organizará talleres, en colaboración con el Departamento de Educación, entre el profesorado para ofrecerles pautas que ayuden a prevenir la violencia de género. En ese sentido, en la presentación ha intervenido Iñigo Esnaola, profesor del centro de FP Mendizabala de Vitoria, que considera «importante» que los docentes tomen parte en este tipo de sesiones en un momento en el que, además, «las redes sociales» dificultan controlar la información que llega a los jóvenes.

La titular del departamento ha apuntado que, en algunos momentos, «había personas que no apostaban por este programa», puesto en marcha en 2007 y por el que han pasado 32.000 personas. Sin embargo, ha incidido, ha demostrado que «trabajar con hombres nos ayuda a allanar el camino hacia la igualdad», en la que la consejera aprecia avances. «El porcentaje dedicado por los hombres al cuidado y las labores domésticas ha pasado de un 28% en 2007 a un 33% en la actualidad; el uso de excedencias solicitadas por hombres para el cuidado de hijos, de un 5% en 2007 al 14% en la actualidad...», ha enumerado.

Bilbao forma a agentes y mandos de la Policía Municipal
Iñaki Elexalde, director de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao, es una de las 32.000 personas que se han formado con Gizonduz. Conoció el programa cuando trabajaba en la Ertzaintza y, tras su experiencia, le pareció «el enfoque adecuado» para convertir la Policía Municipal de la villa en un lugar más igualitario. El comité y el grupo motor del primer plan de igualdad de la guardia urbana, aprobado el pasado año, están recibiendo una «formación profunda en materia de igualdad y desarrollo de políticas con enfoque feminista». Son 19 personas, desde personal directivo hasta agentes, oficiales, subcomisarias... «Sería el grupo inicial. Una de las cuestiones que nos planteamos es extender esta formación hacia el resto de la plantilla», ha avanzado. Entiende que este tipo de sesiones son «imprescindibles» en ámbitos «masculinizados» como son las policías. En ese sentido, ha detallado algunas cuestiones que se deben «corregir». «En numerosas instituciones policiales ni siquiera se contempla, por ejemplo, la posibilidad de que haya buzos de trabajo para hombres y mujeres, y tampoco se analiza que determinados instrumentos de trabajo, como pueden ser las motos, deben adquirirse con un enfoque de género», ha señalado.