UNA TRIBUNA EN CARTAGENA
Madmaxista
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Carlos Hernández de Miguel y eldiario.es de Ignacio Escolar
una herramienta de repruebo al servicio del enfrentamiento entre los españoles
[Img #11582]
Profesor Guillermo Rocafort
Ya no nos sorprende la capacidad de agitar el avispero nacional de Ignacio Escolar y sus acólitos, muchos de ellos “apesebrados” en torno a las empresas y subvenciones públicas y en parte financiados por George Soros, a través de sus terminales de desestabilización de las Naciones europeas, como es la Fundación “Open Society”.
Ahora cargan contra el General Millán Astray, y todo porque un grupo de Veteranos Legionarios ha conseguido en el marco de La Ley mantener la calle del Fundador de La Legión en la capital de España, a los que calumnian con el calificativo de “ultraderechistas”.
Sus diatribas, sus mensajes de repruebo, los insultos que generan entre sus fanáticos lectores, muy poquitos por cierto, pero tremendamente “agresivizados”, generan en las redes sociales una carga de tensión de gran efecto dañino para la Sociedad Española. Ese medio y ese tipo de periodismo debería de desaparecer por el bien de la nación porque nos están arrojando al abismo del enfrentamiento.
No me compete el defender al General Millán Astray de las últimas diatribas de los sicarios de la mentira precitados, ansiosos por vincularle con los dirigentes autoritarios que gobernaban otras naciones en Europa entonces, repetitivo “mantra” cansino que a nadie interesa salvo a su parroquia de adictos a la agresividad que genera su periodismo chequista, a esos zombis que deambulan por las redes sociales amenazando e insultando, con un estilo que avergonzaría incluso a los gestores y matones de las checas frentepopulistas durante la guerra civil española.
Pero sí conviene conocer a Carlos Hernández de Miguel, ese francotirador del periodismo que trabaja a las órdenes de Ignacio Escolar y su maquinaria del repruebo.
Este sujeto, muy probablemente por su experiencia profesional, habrá trabajado periodísticamente en los despliegues de La Legión en operaciones internacionales de Paz e incluso haya convivido con ellos y los conozca muy bien, su profesionalidad y seriedad, su patriotismo y valor, y seguro que le habrán tratado muy bien, e incluso sacado de algún apuro o en todo caso tendrá conocimiento de compañeros suyos que han vivido experiencias de esa naturaleza, por eso es todavía aún más grave su afán de difamación e insulto permanente hacia este colectivo tan sacrificado, pero es lo que se puede esperar de la trituradora del repruebo que es el Diario.es de Ignacio Escolar.
Carlos Martínez, la sarama hecha periodismo
Este personaje, dice en su currículum ¡que tiene dos premios periodísticos, de esos que se auto-conceden los periodistas de claro sesgo ideológico!, como forma de avalar sus dudosos trabajos y para garantizarse inmunidad en el insulto y en la provocación. Es una manera de inflar el curriculum de forma sutil pero vergonzante.
Pertenece a ese colectivo de periodistas a sueldo de los políticos, como acredita el hecho de que fue Director de Comunicación del PSOE, durante más de cuatro años, además aupado a esta responsabilidad en Marzo de 2004, gracias a la matanza de 200 españoles en los atentados del 11-M, asunto del cual seguro que ni se interesa y habrá hecho todo lo posible por tapar desde su responsabilidad política, como tampoco le preocupará la fin de veinte mil españoles durante el desastre de Annual en 1920, pues le parece preocupar más lo que pasó hace casi un siglo fuera de España, que los asesinatos masivos que hemos padecido en nuestra Nación recientemente o aquellos que afectan a nuestros nacionales en el último siglo.
Diario Oficial de George Soros en españa
De su paso por la dirección de comunicación del PSOE durante más de cuatro años nos podemos esperar todo (luego se queja de que Millán Astray llevará prensa y propaganda, algo que ponemos en duda que hicera durante muy pocos meses al comienzo de la guerra civil, y además, de ser así, habría sido de manera meramente honorífica pues en términos prácticos no había dinero ni medios para hacer nada).
Sólo podemos conocer la punta del iceberg del paso de Carlos Hernández por los arrabales de aquella luctuosa época.
Según el periodista Antonio Martín Beaumont, éste sí bastante más serio que él, Carlos actuaba sectariamente en las ruedas de prensa en la sede de Ferraz del PSOE, impidiendo que medios independientes y críticos con el presidente Zapatero cubrieran las noticias de este partido político.
Esta experiencia de sectarismo periodístico la experimenta con especial frenesí el susodicho periodista laureado con premios desprestigiados, de marzo de 2004 a septiembre de 2008, momento en que da el salto como enchufado a una ¡¡¡empresa pública!!!, Paradores Nacionales, empresa fundada por el Gobierno de Don Miguel Primo de Rivera, General del Ejército de Tierra, este sí laureado por su acrisolado patriotismo y heroísmo asombroso, padre de José Antonio Primo de Rivera, empresa que recibió gran impulso durante el franquismo, hechos que sin duda no le habrán afectado para nada en la asunción de semejante responsabilidad donde ganaría una verdadera pasta.
Dura época en la que mientras se despedía a muchos y honrados trabajadores en aquella empresa pública azotada por la crisis, él medraba y se garantizaba así una vida cómoda en plena crisis económica, que él como responsable de comunicación del PSOE se había encargado convenientemente de ocultar.
Escolar el esbirro en España de George Soros
Y de aquí, otra vez al PSOE, hasta que con la pérdida del poder por Zapatero, es acogido a continuación por George Soros e Ignacio Escolar en el Diario.es como periodista sectario.
Según el medio El Semanal Digital, en su paso por la dirección de comunicación del PSOE “cosechó hitos históricos en la balanza del sectarismo”.
Así se relata de forma estremecedora y con un final propio de chekista:
El (problema) que nos afectó a nosotros estuvo directamente relacionado con una información en la que desvelábamos cómo Hernández difundía cortes de audio del periodista Federico Jiménez Losantos -entonces en la Cadena COPE- a ciertos medios cercanos al PSOE. Su defensa consistió en el ataque, primero, negando la veracidad de la información y, más tarde, la descalificación. La publicación posterior por parte de El Semanal Digital de las pruebas -un correo electrónico enviado por él mismo al director de un periódico- dejó a cada cual en su sitio. Y el de Hernández no fue muy alto.
Ése fue nuestro delito, contar los tejemanejes nada profesionales de Carlos Hernández, que no nos ha sido perdonado, parece, pese a los intentos sinceros de reconducir las relaciones como corresponden a un medio de comunicación y a un partido político. Justo es reconocer que sólo por Hernández, no por su sucesor ni por los dirigentes socialistas que siempre se han mostrado dispuestos a atender nuestras peticiones con un ejemplar savoir faire. Nada que ver con el comportamiento de quien ha antepuesto sus fobias personales a su responsabilidad laboral como responsable de Comunicación de uno de los grandes partidos españoles.
Han pasado más de cinco años de aquella información que tanto incomodó a Hernández. Su cruzada personal parece continuar, de manera más sibilina. Aunque algo parece haber aprendido desde aquellos tiempos de prepotencia y SMS del tipo "Mátalo, no es nadie" que tuvo que soportar un redactor de El Mundo -otro ejemplo más de sus maneras- a nuestros días: la utilidad de los problemas de espacio como excusa (para no permitir a determinados medios el cubrir noticias del PSOE).
Ahora, en el momento presente, Carlos gravita en torno a las subvenciones de la Memoria Histórica; siempre habrá un pesebre para profesionales de la mentira y del vivir del esfuerzo ajeno, y quizá esté preparando su vuelta al periodismo al servicio de los partidos políticos. No nos extrañaría verle dada su reciente radicalización como responsable de comunicación en Podemos o incluso en Bildu, llevando allí las ruedas de prensa “a toque de silbato”.
Vamos, al lado de este hombre, Millán Astray era un colegial, que digo, un recién nacido, en temas de prensa y propaganda.
Precisamente lo paradójico de todo esto es que en las palabras que sí que uso Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca aquel lejano 12 de octubre de 1936, ya nos advertía de personas como Carlos Hernández e Ignacio Escolar, que con el léxico se dedicaban a llenar de repruebo las cabezas de los españoles. Estos “periodistas” sí que son un peligro para la estabilidad de España.
No les veremos nunca escribiendo libros o artículos de cómo don Juan March financió el Alzamiento Nacional porque a los anunciantes no se les toca, ni tampoco le veremos analizando los entresijos de George Soros, porque a los especuladores mecenas financieros se les agradece y obedece sumisamente.
En el fondo son unos pobres desgraciados, meros peones en un tablero de Ajedrez manejados por un jugador que pretende destruirnos a todos utilizando la estrategia llamada “repruebo”.
una herramienta de repruebo al servicio del enfrentamiento entre los españoles
[Img #11582]
Profesor Guillermo Rocafort
Ya no nos sorprende la capacidad de agitar el avispero nacional de Ignacio Escolar y sus acólitos, muchos de ellos “apesebrados” en torno a las empresas y subvenciones públicas y en parte financiados por George Soros, a través de sus terminales de desestabilización de las Naciones europeas, como es la Fundación “Open Society”.
Ahora cargan contra el General Millán Astray, y todo porque un grupo de Veteranos Legionarios ha conseguido en el marco de La Ley mantener la calle del Fundador de La Legión en la capital de España, a los que calumnian con el calificativo de “ultraderechistas”.
Sus diatribas, sus mensajes de repruebo, los insultos que generan entre sus fanáticos lectores, muy poquitos por cierto, pero tremendamente “agresivizados”, generan en las redes sociales una carga de tensión de gran efecto dañino para la Sociedad Española. Ese medio y ese tipo de periodismo debería de desaparecer por el bien de la nación porque nos están arrojando al abismo del enfrentamiento.
No me compete el defender al General Millán Astray de las últimas diatribas de los sicarios de la mentira precitados, ansiosos por vincularle con los dirigentes autoritarios que gobernaban otras naciones en Europa entonces, repetitivo “mantra” cansino que a nadie interesa salvo a su parroquia de adictos a la agresividad que genera su periodismo chequista, a esos zombis que deambulan por las redes sociales amenazando e insultando, con un estilo que avergonzaría incluso a los gestores y matones de las checas frentepopulistas durante la guerra civil española.
Pero sí conviene conocer a Carlos Hernández de Miguel, ese francotirador del periodismo que trabaja a las órdenes de Ignacio Escolar y su maquinaria del repruebo.
Este sujeto, muy probablemente por su experiencia profesional, habrá trabajado periodísticamente en los despliegues de La Legión en operaciones internacionales de Paz e incluso haya convivido con ellos y los conozca muy bien, su profesionalidad y seriedad, su patriotismo y valor, y seguro que le habrán tratado muy bien, e incluso sacado de algún apuro o en todo caso tendrá conocimiento de compañeros suyos que han vivido experiencias de esa naturaleza, por eso es todavía aún más grave su afán de difamación e insulto permanente hacia este colectivo tan sacrificado, pero es lo que se puede esperar de la trituradora del repruebo que es el Diario.es de Ignacio Escolar.
Carlos Martínez, la sarama hecha periodismo
Este personaje, dice en su currículum ¡que tiene dos premios periodísticos, de esos que se auto-conceden los periodistas de claro sesgo ideológico!, como forma de avalar sus dudosos trabajos y para garantizarse inmunidad en el insulto y en la provocación. Es una manera de inflar el curriculum de forma sutil pero vergonzante.
Pertenece a ese colectivo de periodistas a sueldo de los políticos, como acredita el hecho de que fue Director de Comunicación del PSOE, durante más de cuatro años, además aupado a esta responsabilidad en Marzo de 2004, gracias a la matanza de 200 españoles en los atentados del 11-M, asunto del cual seguro que ni se interesa y habrá hecho todo lo posible por tapar desde su responsabilidad política, como tampoco le preocupará la fin de veinte mil españoles durante el desastre de Annual en 1920, pues le parece preocupar más lo que pasó hace casi un siglo fuera de España, que los asesinatos masivos que hemos padecido en nuestra Nación recientemente o aquellos que afectan a nuestros nacionales en el último siglo.
Diario Oficial de George Soros en españa
De su paso por la dirección de comunicación del PSOE durante más de cuatro años nos podemos esperar todo (luego se queja de que Millán Astray llevará prensa y propaganda, algo que ponemos en duda que hicera durante muy pocos meses al comienzo de la guerra civil, y además, de ser así, habría sido de manera meramente honorífica pues en términos prácticos no había dinero ni medios para hacer nada).
Sólo podemos conocer la punta del iceberg del paso de Carlos Hernández por los arrabales de aquella luctuosa época.
Según el periodista Antonio Martín Beaumont, éste sí bastante más serio que él, Carlos actuaba sectariamente en las ruedas de prensa en la sede de Ferraz del PSOE, impidiendo que medios independientes y críticos con el presidente Zapatero cubrieran las noticias de este partido político.
Esta experiencia de sectarismo periodístico la experimenta con especial frenesí el susodicho periodista laureado con premios desprestigiados, de marzo de 2004 a septiembre de 2008, momento en que da el salto como enchufado a una ¡¡¡empresa pública!!!, Paradores Nacionales, empresa fundada por el Gobierno de Don Miguel Primo de Rivera, General del Ejército de Tierra, este sí laureado por su acrisolado patriotismo y heroísmo asombroso, padre de José Antonio Primo de Rivera, empresa que recibió gran impulso durante el franquismo, hechos que sin duda no le habrán afectado para nada en la asunción de semejante responsabilidad donde ganaría una verdadera pasta.
Dura época en la que mientras se despedía a muchos y honrados trabajadores en aquella empresa pública azotada por la crisis, él medraba y se garantizaba así una vida cómoda en plena crisis económica, que él como responsable de comunicación del PSOE se había encargado convenientemente de ocultar.
Escolar el esbirro en España de George Soros
Y de aquí, otra vez al PSOE, hasta que con la pérdida del poder por Zapatero, es acogido a continuación por George Soros e Ignacio Escolar en el Diario.es como periodista sectario.
Según el medio El Semanal Digital, en su paso por la dirección de comunicación del PSOE “cosechó hitos históricos en la balanza del sectarismo”.
Así se relata de forma estremecedora y con un final propio de chekista:
El (problema) que nos afectó a nosotros estuvo directamente relacionado con una información en la que desvelábamos cómo Hernández difundía cortes de audio del periodista Federico Jiménez Losantos -entonces en la Cadena COPE- a ciertos medios cercanos al PSOE. Su defensa consistió en el ataque, primero, negando la veracidad de la información y, más tarde, la descalificación. La publicación posterior por parte de El Semanal Digital de las pruebas -un correo electrónico enviado por él mismo al director de un periódico- dejó a cada cual en su sitio. Y el de Hernández no fue muy alto.
Ése fue nuestro delito, contar los tejemanejes nada profesionales de Carlos Hernández, que no nos ha sido perdonado, parece, pese a los intentos sinceros de reconducir las relaciones como corresponden a un medio de comunicación y a un partido político. Justo es reconocer que sólo por Hernández, no por su sucesor ni por los dirigentes socialistas que siempre se han mostrado dispuestos a atender nuestras peticiones con un ejemplar savoir faire. Nada que ver con el comportamiento de quien ha antepuesto sus fobias personales a su responsabilidad laboral como responsable de Comunicación de uno de los grandes partidos españoles.
Han pasado más de cinco años de aquella información que tanto incomodó a Hernández. Su cruzada personal parece continuar, de manera más sibilina. Aunque algo parece haber aprendido desde aquellos tiempos de prepotencia y SMS del tipo "Mátalo, no es nadie" que tuvo que soportar un redactor de El Mundo -otro ejemplo más de sus maneras- a nuestros días: la utilidad de los problemas de espacio como excusa (para no permitir a determinados medios el cubrir noticias del PSOE).
Ahora, en el momento presente, Carlos gravita en torno a las subvenciones de la Memoria Histórica; siempre habrá un pesebre para profesionales de la mentira y del vivir del esfuerzo ajeno, y quizá esté preparando su vuelta al periodismo al servicio de los partidos políticos. No nos extrañaría verle dada su reciente radicalización como responsable de comunicación en Podemos o incluso en Bildu, llevando allí las ruedas de prensa “a toque de silbato”.
Vamos, al lado de este hombre, Millán Astray era un colegial, que digo, un recién nacido, en temas de prensa y propaganda.
Precisamente lo paradójico de todo esto es que en las palabras que sí que uso Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca aquel lejano 12 de octubre de 1936, ya nos advertía de personas como Carlos Hernández e Ignacio Escolar, que con el léxico se dedicaban a llenar de repruebo las cabezas de los españoles. Estos “periodistas” sí que son un peligro para la estabilidad de España.
No les veremos nunca escribiendo libros o artículos de cómo don Juan March financió el Alzamiento Nacional porque a los anunciantes no se les toca, ni tampoco le veremos analizando los entresijos de George Soros, porque a los especuladores mecenas financieros se les agradece y obedece sumisamente.
En el fondo son unos pobres desgraciados, meros peones en un tablero de Ajedrez manejados por un jugador que pretende destruirnos a todos utilizando la estrategia llamada “repruebo”.