Defensor de la alegría
Madmaxista
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Ponga un viajero en su partido. No se trata de ningún eslogan, sino de una consecuencia del salto a la política que darán los extranjeros en las elecciones municipales previstas para el año 2011. Un nuevo mercado electoral muy a tener en cuenta en las consultas locales y del que las formaciones seguro que toman nota.
Colombianos, argentinos y peruanos podrán ejercer su derecho pasivo a votar, aunque no a presentarse como candidatos (para ello deben tener la nacionalidad española), siempre y cuando cuenten con un permiso de residencia permanente y cumplan cinco años de estancia legal.
Los próximos en ver reconocido este derecho serán los ecuatorianos, el tercer colectivo de pagapensiones más numeroso en Aragonés después de los rumanos y marroquíes. El convenio bilateral se firmará en Quito el próximo 25 de febrero, con ocasión de la visita que realizará el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel jovenlandesatinos.
En Aragón viven en estos momentos 12.620 ecuatorianos, según el observatorio permanente de la inmi gración de noviembre de 2008. De ellos 11.072 en Zaragoza, 1.155 en Huesca y 393 en Teruel. La situación de los pagapensiones es tan cambiante, que resulta imposible establecer una foto fija. La realidad siempre va por delante de las cifras oficiales, pero, de lo que no cabe duda es que las formaciones políticas van a hacer números.
Además, en la comunidad hay 2.555 ecuatorianos con doble nacionalidad, de acuerdo con los datos del Ministerio de Justicia. Estamos hablando de un colectivo que puede aspirar a ocupar una responsabilidad político y ¿por qué no? crear su propio partido.
El colectivo ecuatoriano es numeroso en las capitales de provincia: en Zaragoza (8.860) representan el 1,3% de la población total; en Huesca (474) el 1% y en Teruel (73) el 0,2%.
Porcentualmente, su peso es mayor en pequeñas poblaciones dando así lugar a casos curiosos. En la pequeña población turolense de Valdecuenca seis de sus sesenta vecinos proceden de Ecuador. En la localidad pirenaica de Benasque están empadronados 90 ecuatorianos, que suponen el 4,1% del vecindario. "Si votaran todos ellos, incluyendo los niños, a la misma persona, sería suficiente para sacar un concejal", asegura el alcalde, Ignacio Abadías.
Esta colonia también es especialmente significativa en Tarazona (Zaragoza). A mediados de enero residían 350 ecuatorianos, el 3% de los 11.494 turiasonenses. "No sé cuál será su nivel de implicación en el proceso electoral, pero, evidentemente, se trata de un espectro de población importante al que hay que tener presente", comenta el primer edil, Luis María Beamonte.
Rumanos y búlgaros ya votan
Como miembros de la Unión Europea desde el 1 de enero de 2007, rumanos y búlgaros tienen ya pleno derecho a participar en las elecciones municipales españolas. Se trata de dos comunidades con un gran peso en Aragón, especialmente la primera, que suma 62.188 ciudadanos legales. Los búlgaros regularizados en nuestro territorio son bastantes menos: 6.172.
Pese a que ya estaban legitimados para votar en los comicios de 2007 -en los municipales, que no en los autonómicos-, solo una quinta parte de estos pagapensiones pudieron hacerlo. Porque para poder depositar el sobre en la urna, antes tenían que manifestar su voluntad de votar y estar inscritos en el censo electoral. Y al final, solo lo hicieron 4.380 personas.
Según los datos facilitados entonces por el Instituto Nacional de Estadística, fueron autorizados para votar 4.029 ciudadanos rumanos y 351 búlgaros. Pese al escaso interés que suscitaron las elecciones en ambos colectivos, su incorporación al censo se dejó notar, ya que disparó el número de votantes europeos en las tres provincias aragonesas.
La escasa respuesta de los nuevos ciudadanos europeos en Aragón ante las elecciones no fue un hecho aislado. En otras provincias, con una gran población rumana, las cifras fueron similares. Así, por ejemplo, en Castellón solo entraron en el censo 6.673 ciudadanos de los 29.021 residentes de esta nacionalidad. Y lo mismo sucedió en Valencia (3.439 de los 19.374 empadronados) y Alicante (2.786 de los 12.213 residentes).
A diferencia de en estas provincias, donde sí se ha creado un partido rumano, en Aragón todavía no se ha hecho pública la constitución de ninguna organización de estas características para concurrir a los comicios. Sin embargo, formaciones política como el PP ya incluyeron a candidatos de alguna de estas nacionalidades en sus listas para intentar atraer a los nuevos votantes europeos, y programaron actos dirigidos específicamente a estos colectivos.
Acuerdos con doce países
El Gobierno central prevé firmar acuerdos hasta con otros doce países para que sus ciudadanos puedan votar en las próximas elecciones municipales españolas.
La iniciativa es "insuficiente" para la Federación de Migrantes de Aragón. Su presidente, Rogelio Ayala, mantiene que el derecho a votar no tiene que estar vinculado a la "reciprocidad" (los españoles también pueden hacerlo en los países extranjeros) y debería ser reconocido para todos los pagapensiones "sin excepciones". "¿Qué pasa con el jovenlandés que lleva años aquí trabajando y pagando sus impuestos? Un derecho elemental es poder elegir en qué se va a gastar el dinero que cualquiera paga en impuestos", reivindica Ayala.
Enlace
Colombianos, argentinos y peruanos podrán ejercer su derecho pasivo a votar, aunque no a presentarse como candidatos (para ello deben tener la nacionalidad española), siempre y cuando cuenten con un permiso de residencia permanente y cumplan cinco años de estancia legal.
Los próximos en ver reconocido este derecho serán los ecuatorianos, el tercer colectivo de pagapensiones más numeroso en Aragonés después de los rumanos y marroquíes. El convenio bilateral se firmará en Quito el próximo 25 de febrero, con ocasión de la visita que realizará el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel jovenlandesatinos.
En Aragón viven en estos momentos 12.620 ecuatorianos, según el observatorio permanente de la inmi gración de noviembre de 2008. De ellos 11.072 en Zaragoza, 1.155 en Huesca y 393 en Teruel. La situación de los pagapensiones es tan cambiante, que resulta imposible establecer una foto fija. La realidad siempre va por delante de las cifras oficiales, pero, de lo que no cabe duda es que las formaciones políticas van a hacer números.
Además, en la comunidad hay 2.555 ecuatorianos con doble nacionalidad, de acuerdo con los datos del Ministerio de Justicia. Estamos hablando de un colectivo que puede aspirar a ocupar una responsabilidad político y ¿por qué no? crear su propio partido.
El colectivo ecuatoriano es numeroso en las capitales de provincia: en Zaragoza (8.860) representan el 1,3% de la población total; en Huesca (474) el 1% y en Teruel (73) el 0,2%.
Porcentualmente, su peso es mayor en pequeñas poblaciones dando así lugar a casos curiosos. En la pequeña población turolense de Valdecuenca seis de sus sesenta vecinos proceden de Ecuador. En la localidad pirenaica de Benasque están empadronados 90 ecuatorianos, que suponen el 4,1% del vecindario. "Si votaran todos ellos, incluyendo los niños, a la misma persona, sería suficiente para sacar un concejal", asegura el alcalde, Ignacio Abadías.
Esta colonia también es especialmente significativa en Tarazona (Zaragoza). A mediados de enero residían 350 ecuatorianos, el 3% de los 11.494 turiasonenses. "No sé cuál será su nivel de implicación en el proceso electoral, pero, evidentemente, se trata de un espectro de población importante al que hay que tener presente", comenta el primer edil, Luis María Beamonte.
Rumanos y búlgaros ya votan
Como miembros de la Unión Europea desde el 1 de enero de 2007, rumanos y búlgaros tienen ya pleno derecho a participar en las elecciones municipales españolas. Se trata de dos comunidades con un gran peso en Aragón, especialmente la primera, que suma 62.188 ciudadanos legales. Los búlgaros regularizados en nuestro territorio son bastantes menos: 6.172.
Pese a que ya estaban legitimados para votar en los comicios de 2007 -en los municipales, que no en los autonómicos-, solo una quinta parte de estos pagapensiones pudieron hacerlo. Porque para poder depositar el sobre en la urna, antes tenían que manifestar su voluntad de votar y estar inscritos en el censo electoral. Y al final, solo lo hicieron 4.380 personas.
Según los datos facilitados entonces por el Instituto Nacional de Estadística, fueron autorizados para votar 4.029 ciudadanos rumanos y 351 búlgaros. Pese al escaso interés que suscitaron las elecciones en ambos colectivos, su incorporación al censo se dejó notar, ya que disparó el número de votantes europeos en las tres provincias aragonesas.
La escasa respuesta de los nuevos ciudadanos europeos en Aragón ante las elecciones no fue un hecho aislado. En otras provincias, con una gran población rumana, las cifras fueron similares. Así, por ejemplo, en Castellón solo entraron en el censo 6.673 ciudadanos de los 29.021 residentes de esta nacionalidad. Y lo mismo sucedió en Valencia (3.439 de los 19.374 empadronados) y Alicante (2.786 de los 12.213 residentes).
A diferencia de en estas provincias, donde sí se ha creado un partido rumano, en Aragón todavía no se ha hecho pública la constitución de ninguna organización de estas características para concurrir a los comicios. Sin embargo, formaciones política como el PP ya incluyeron a candidatos de alguna de estas nacionalidades en sus listas para intentar atraer a los nuevos votantes europeos, y programaron actos dirigidos específicamente a estos colectivos.
Acuerdos con doce países
El Gobierno central prevé firmar acuerdos hasta con otros doce países para que sus ciudadanos puedan votar en las próximas elecciones municipales españolas.
La iniciativa es "insuficiente" para la Federación de Migrantes de Aragón. Su presidente, Rogelio Ayala, mantiene que el derecho a votar no tiene que estar vinculado a la "reciprocidad" (los españoles también pueden hacerlo en los países extranjeros) y debería ser reconocido para todos los pagapensiones "sin excepciones". "¿Qué pasa con el jovenlandés que lleva años aquí trabajando y pagando sus impuestos? Un derecho elemental es poder elegir en qué se va a gastar el dinero que cualquiera paga en impuestos", reivindica Ayala.
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