EL VOTO FEMENINO EN ESPAÑA
Este año nuestro país cumple 40 años desde que se instauró la democracia y se celebraron las primeras elecciones tras la dictadura de Franco.
1977 no solo trajo consigo la posibilidad para el pueblo español de elegir a sus dirigentes, sino que además supuso la igualdad de la mujer a la hora de ejercer su derecho al voto de nuevo.
Desde que se proclamó la Segunda República en 1931, muchas mujeres que lucharon por poder ejercer su derecho a voto, ya que la ley les permitía ser parlamentarias, pero no participar en votaciones. Fue entonces cuando Clara Campoamor, diputada por el Partido Radical, impulsó el voto femenino y luchó por la igualdad jurídica ante el hombre y el derecho al divorcio.
El 19 de noviembre de 1933, las más de 6.500.000 millones de mujeres con derecho a voto, pudieron elegir a sus representantes, convirtiéndose en ciudadanas de pleno derecho.
Poco duró esta igualdad entre hombres y mujeres ya que, con la llegada de la Guerra Civil y posterior dictadura, la mujer perdió derechos y poder de decisión, quedando excluida su presencia de la política, la cultura y del trabajo remunerado.
La imagen de la mujer durante las décadas posteriores fue relegada a progenitora, esposa y guardiana del hogar y la familia. Se suprimían así los avances en cuestión de derechos que se habían conseguido antes de 1936. Su nueva “obligación” en la sociedad era obedecer a su marido no pudiendo hacer ningún tipo de gestión sin el consentimiento del mismo. El Estado instauró la educación segregada entre niños y niñas, inculcando las ideas sobre cuál era la labor de cada sesso en la sociedad. Se llegó a tal extremo en cuanto al sexismo, que incluso había un código de vestimenta para ellas, pudiendo ser encarceladas si lo incumplían.
Las elecciones libres de 1977, en plena tras*ición, fueron un hito histórico y esperanzador para todo el pueblo español, pero de manera especial para la mujer, que había sido ninguneada y privada de sus derechos durante décadas.
El voto femenino en España
Este año nuestro país cumple 40 años desde que se instauró la democracia y se celebraron las primeras elecciones tras la dictadura de Franco.
1977 no solo trajo consigo la posibilidad para el pueblo español de elegir a sus dirigentes, sino que además supuso la igualdad de la mujer a la hora de ejercer su derecho al voto de nuevo.
Desde que se proclamó la Segunda República en 1931, muchas mujeres que lucharon por poder ejercer su derecho a voto, ya que la ley les permitía ser parlamentarias, pero no participar en votaciones. Fue entonces cuando Clara Campoamor, diputada por el Partido Radical, impulsó el voto femenino y luchó por la igualdad jurídica ante el hombre y el derecho al divorcio.
El 19 de noviembre de 1933, las más de 6.500.000 millones de mujeres con derecho a voto, pudieron elegir a sus representantes, convirtiéndose en ciudadanas de pleno derecho.
Poco duró esta igualdad entre hombres y mujeres ya que, con la llegada de la Guerra Civil y posterior dictadura, la mujer perdió derechos y poder de decisión, quedando excluida su presencia de la política, la cultura y del trabajo remunerado.
La imagen de la mujer durante las décadas posteriores fue relegada a progenitora, esposa y guardiana del hogar y la familia. Se suprimían así los avances en cuestión de derechos que se habían conseguido antes de 1936. Su nueva “obligación” en la sociedad era obedecer a su marido no pudiendo hacer ningún tipo de gestión sin el consentimiento del mismo. El Estado instauró la educación segregada entre niños y niñas, inculcando las ideas sobre cuál era la labor de cada sesso en la sociedad. Se llegó a tal extremo en cuanto al sexismo, que incluso había un código de vestimenta para ellas, pudiendo ser encarceladas si lo incumplían.
Las elecciones libres de 1977, en plena tras*ición, fueron un hito histórico y esperanzador para todo el pueblo español, pero de manera especial para la mujer, que había sido ninguneada y privada de sus derechos durante décadas.
El voto femenino en España