CUARTELES Y BARRIOS DE CLASE ALTA, REFUGIO DE VOX EN EUSKAL HERRIA
Y como botón de muestra, Iruñea. Solo hay cuatro mesas en las que Vox superó el 10% de los votos: dos se corresponden a la Avenida de Galicia (Comandancia de la Guardia Civil) y otras dos a la antigua avenida del Ejército, residencia de militares.
BEÑAT ZALDUA
INPRIMATU
BIDALI
467122
Un resultado menor al esperado después de ver cómo se inflaba mediáticamente la burbuja ultra ha hecho que los 24 escaños de Vox en el Congreso de los Diputados parezcan poca cosa. Es más, en Hego Euskal Herria apenas tardamos unas horas en sacar pecho por ser uno de los territorios con menos papeletas a la extrema derecha. Está bien destacarlo, pero conviene no desdeñar los votos obtenidos por la versión más de derechas que la derecha española ha presentado al gran público en los últimos años. En las elecciones al Congreso obtuvo en Hego Euskal Herria 45.722 votos. Que cada quien calcule si es mucho o poco.
Un vistazo a los resultados del 28A segregados por secciones y mesas electorales ayuda a situar los principales focos en los que Abascal tiene algo qué decir. El resumen es sencillo: con permiso de la Ribera navarra, cuyos resultados merecerían otra reflexión a largo plazo (10,97% en Tutera, 14,30% en Fitero, 10,99% en Cintruénigo...), los caladeros de Vox en Euskal Herria se concentran en los cuarteles y en los barrios ricos.
Buena muestra de lo primero es Iruñea. En la capital navarra, Vox logró un 4,23% de los votos. Destacan, sin embargo, dos secciones en las que la extrema derecha logra llegar a los dos dígitos. La primera, en la que se enfila al 24,33%, corresponde a la Avenida Galicia; que es donde se sitúa la Comandancia de la Guardia Civil. La segunda, en la que llegó al 12,53%, está situada en la avenida Catalina Foix. Quiénes son los vecinos de la zona lo explica mejor el nombre que hasta hace poco tenía dicha vía: Avenida del Ejército. En el centro está la residencia militar.
Sin salir de Iruñerria, la Cendea de Zizur –no confundir con Zizur Nagusia– es el ejemplo de la segunda afirmación que se desliza en el titular: el que vincula la condición económica con el voto a Vox. Abascal logró en este municipio vinculado a menudo a gente del Opus (la Universidad está muy cerca) un nada desdeñable 13,28%. Un porcentaje que se enfiló hasta el 20,24% en una de las mesas del municipio. Como ya dejan entrever los chalets esparcidos a lo largo y ancho de Zizur Txikia, es uno de los municipios más ricos de Nafarroa. Concretamente, la renta media presentada por sus vecinos en la declaración de 2017 fue de 29.785 euros, segunda más alta del herrialde.
Los pobres votan menos, los ricos peor
Estas elecciones no han sido una excepción para la regla de que en los barrios ricos se vota más que en los pobres. En una urbe como Bilbo, la participación en algunas mesas de Abando o Indautxu supera en más de 30 puntos a otras situadas en Otxarkoaga o San Francisco. Esto requiere una reflexión mucho más extensa de lo que ambiciona este texto, pero por un día invirtamos los términos: puede que los pobres voten menos que los ricos, pero quizá lo hacen mejor.
Comprobémoslo sin salir de Bilbo, donde Vox logró de media un 3,07% de los votos. En las diez mesas con mayor participación (entre el 82% y el 86%), situadas en su gran mayoría en Abando e Indautxu –barrios de rentas altas–, Abascal llegó al 4,56%. En las diez mesas con menor participación (entre un 52% y un 60%), situadas en Otxarkoaga, Txurdinaga y San Francisco –rentas bajas–, Vox se quedó en un 2,61%.
También cabe destacar, en esta línea, que en Bizkaia solo hay cinco mesas electorales (de un total de 1.396) en las que Vox supera el 10% de los votos. Una está en Bilbo; las otras cuatro en Getxo, uno de los municipios más ricos de Euskal Herria.
En el resto de herrialdes encontramos también indicios parecidos. Sobre Gipuzkoa cabe destacar que es la circunscripción en la que menos se vota a Vox (1,63%). De hecho, no hay ni una mesa enque la extrema derecha alcance el 10%. Hay dos en Donostia, eso sí, que se acercan mucho. Se encuentran en la sección 4-014. No hay más que mirar el mapa para constatar que se trata de las mesas que tocan al cuartel militar de Loiola.
Araba, con un 3,16% de voto a Vox, no es diferente al resto. Varias de las mesas con mayor afluencia de papeletas para la extrema derecha están situadas en zonas como Mendizorrotza –el barrio con mayor renta en todo Gasteiz–, aunque las dos únicas mesas que superan la barrera del 10% corresponden a la calle Sansomendi. No debería ser ya una sorpresa descubrir que allí se encuentra la Comandancia de la Guardia Civil.
Y como botón de muestra, Iruñea. Solo hay cuatro mesas en las que Vox superó el 10% de los votos: dos se corresponden a la Avenida de Galicia (Comandancia de la Guardia Civil) y otras dos a la antigua avenida del Ejército, residencia de militares.
BEÑAT ZALDUA
INPRIMATU
BIDALI
467122
Un resultado menor al esperado después de ver cómo se inflaba mediáticamente la burbuja ultra ha hecho que los 24 escaños de Vox en el Congreso de los Diputados parezcan poca cosa. Es más, en Hego Euskal Herria apenas tardamos unas horas en sacar pecho por ser uno de los territorios con menos papeletas a la extrema derecha. Está bien destacarlo, pero conviene no desdeñar los votos obtenidos por la versión más de derechas que la derecha española ha presentado al gran público en los últimos años. En las elecciones al Congreso obtuvo en Hego Euskal Herria 45.722 votos. Que cada quien calcule si es mucho o poco.
Un vistazo a los resultados del 28A segregados por secciones y mesas electorales ayuda a situar los principales focos en los que Abascal tiene algo qué decir. El resumen es sencillo: con permiso de la Ribera navarra, cuyos resultados merecerían otra reflexión a largo plazo (10,97% en Tutera, 14,30% en Fitero, 10,99% en Cintruénigo...), los caladeros de Vox en Euskal Herria se concentran en los cuarteles y en los barrios ricos.
Buena muestra de lo primero es Iruñea. En la capital navarra, Vox logró un 4,23% de los votos. Destacan, sin embargo, dos secciones en las que la extrema derecha logra llegar a los dos dígitos. La primera, en la que se enfila al 24,33%, corresponde a la Avenida Galicia; que es donde se sitúa la Comandancia de la Guardia Civil. La segunda, en la que llegó al 12,53%, está situada en la avenida Catalina Foix. Quiénes son los vecinos de la zona lo explica mejor el nombre que hasta hace poco tenía dicha vía: Avenida del Ejército. En el centro está la residencia militar.
Sin salir de Iruñerria, la Cendea de Zizur –no confundir con Zizur Nagusia– es el ejemplo de la segunda afirmación que se desliza en el titular: el que vincula la condición económica con el voto a Vox. Abascal logró en este municipio vinculado a menudo a gente del Opus (la Universidad está muy cerca) un nada desdeñable 13,28%. Un porcentaje que se enfiló hasta el 20,24% en una de las mesas del municipio. Como ya dejan entrever los chalets esparcidos a lo largo y ancho de Zizur Txikia, es uno de los municipios más ricos de Nafarroa. Concretamente, la renta media presentada por sus vecinos en la declaración de 2017 fue de 29.785 euros, segunda más alta del herrialde.
Los pobres votan menos, los ricos peor
Estas elecciones no han sido una excepción para la regla de que en los barrios ricos se vota más que en los pobres. En una urbe como Bilbo, la participación en algunas mesas de Abando o Indautxu supera en más de 30 puntos a otras situadas en Otxarkoaga o San Francisco. Esto requiere una reflexión mucho más extensa de lo que ambiciona este texto, pero por un día invirtamos los términos: puede que los pobres voten menos que los ricos, pero quizá lo hacen mejor.
Comprobémoslo sin salir de Bilbo, donde Vox logró de media un 3,07% de los votos. En las diez mesas con mayor participación (entre el 82% y el 86%), situadas en su gran mayoría en Abando e Indautxu –barrios de rentas altas–, Abascal llegó al 4,56%. En las diez mesas con menor participación (entre un 52% y un 60%), situadas en Otxarkoaga, Txurdinaga y San Francisco –rentas bajas–, Vox se quedó en un 2,61%.
También cabe destacar, en esta línea, que en Bizkaia solo hay cinco mesas electorales (de un total de 1.396) en las que Vox supera el 10% de los votos. Una está en Bilbo; las otras cuatro en Getxo, uno de los municipios más ricos de Euskal Herria.
En el resto de herrialdes encontramos también indicios parecidos. Sobre Gipuzkoa cabe destacar que es la circunscripción en la que menos se vota a Vox (1,63%). De hecho, no hay ni una mesa enque la extrema derecha alcance el 10%. Hay dos en Donostia, eso sí, que se acercan mucho. Se encuentran en la sección 4-014. No hay más que mirar el mapa para constatar que se trata de las mesas que tocan al cuartel militar de Loiola.
Araba, con un 3,16% de voto a Vox, no es diferente al resto. Varias de las mesas con mayor afluencia de papeletas para la extrema derecha están situadas en zonas como Mendizorrotza –el barrio con mayor renta en todo Gasteiz–, aunque las dos únicas mesas que superan la barrera del 10% corresponden a la calle Sansomendi. No debería ser ya una sorpresa descubrir que allí se encuentra la Comandancia de la Guardia Civil.