Cirujano de hierro
Será en Octubre
El Gobierno autonómico ha anunciado que van a luchar «con uñas y dientes para defender los intereses del sector.
Cuando parece que la polémica por la calidad de la carne ha quedado un poco aparcada de momento, otra cuestión ha puesto en pie al sector primario y agroalimentario de nuevo. Se trata de la propuesta del Parlamento Europeo, aún en fase de estudio, de añadir en el etiquetado del vino información sobre el riesgo de su consumo por considerarlo «cancerígeno», de manera similar a como se hace ya en las cajetillas de tabaco.
La reacción se produce después de que el Comité Especial para Derrotar al Cáncer, organismo creado en el Parlamento Europeo para combatir esta enfermedad, haya aprobado un informe en el que piden a los estados miembros introducir «etiquetas de advertencia sanitaria» en las bebidas espirituosas, además de subir los impuestos al alcohol. Desde el comité hacen referencia a un estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) donde estiman que un 10 por ciento de los casos en los hombres y un tres por ciento de los casos en mujeres de Europa están asociados a la ingesta de bebidas alcohólicas.
Algo que también afecta a la lavanda, planta aromática muy presente en Castilla-La Mancha, para la que también piden que se retire de cosmética por considerarlo un producto «químico», y no natural.
Una propuesta que ha sentado muy mal en Castilla-La Mancha, por ser el mayor viñedo del mundo y por tener una de las mayores superificies de lavanda de España y de Europa.
«No estamos en absoluto de acuerdo con estas dos cuestiones», ha manifestado la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, Blanca Fernández, quien ha explicado que el aceite esencial de lavanda se extrae por medios mecánicos y, por lo tanto, es «aceite esencial natural, no químico». Por ello, ha dicho que van a hacer todo lo posible por que esta decisión no salga adelante.
«Entendemos que esto puede responder a intereses económicos, y no precisamente de protección de la salud», ha afirmado la portavoz del Gobierno regional, que ha anunciado que van a trabajar con sus eurodiputados y con el grupo parlamentario socialista «para defender los intereses de Castilla-La Mancha, porque entendemos que son razonables». Ha destacado, además, que el sector de la lavanda es «pujante» y da empleo.
Por lo que se refiere al etiquetado del vino, ha querido dejar claro que «no es cancerígeno y no se puede homologar a las bebidas destiladas en ningún caso, sino todo lo contrario, cuando se ha demostrado sus efectos positivos sobre la salud y los taninos, y más si se trata de un buen vino, como mayoritariamente se hace en Castilla-La Mancha».
Blanca Fernández ha recordado que Castilla-La Mancha es el mayor viñedo del mundo y es de las principales potencias en exportación de vino, junto con La Rioja, por lo que genera mucho empleo y fija población en el medio rural en la lucha contra la despoblación. Por todo ello, califica de «injusta» la propuesta del Parlamento Europeo, que cree que «no se sostiene en criterios científicos», y ha anunciado que van a luchar «con uñas y dientes para defender los intereses de un sector que no sólo nos hace sentir orgullo, sino que hace que tengamos empleo y que exportemos marca España y Castilla-La Mancha con vinos de mejor calidad cada día».
El vino «cancerígeno» y la lavanda «química» de la UE ponen en pie al campo de Castilla-La Mancha
Cuando parece que la polémica por la calidad de la carne ha quedado un poco aparcada de momento, otra cuestión ha puesto en pie al sector primario y agroalimentario de nuevo. Se trata de la propuesta del Parlamento Europeo, aún en fase de estudio, de añadir en el etiquetado del vino información sobre el riesgo de su consumo por considerarlo «cancerígeno», de manera similar a como se hace ya en las cajetillas de tabaco.
La reacción se produce después de que el Comité Especial para Derrotar al Cáncer, organismo creado en el Parlamento Europeo para combatir esta enfermedad, haya aprobado un informe en el que piden a los estados miembros introducir «etiquetas de advertencia sanitaria» en las bebidas espirituosas, además de subir los impuestos al alcohol. Desde el comité hacen referencia a un estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) donde estiman que un 10 por ciento de los casos en los hombres y un tres por ciento de los casos en mujeres de Europa están asociados a la ingesta de bebidas alcohólicas.
Algo que también afecta a la lavanda, planta aromática muy presente en Castilla-La Mancha, para la que también piden que se retire de cosmética por considerarlo un producto «químico», y no natural.
Una propuesta que ha sentado muy mal en Castilla-La Mancha, por ser el mayor viñedo del mundo y por tener una de las mayores superificies de lavanda de España y de Europa.
«No estamos en absoluto de acuerdo con estas dos cuestiones», ha manifestado la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, Blanca Fernández, quien ha explicado que el aceite esencial de lavanda se extrae por medios mecánicos y, por lo tanto, es «aceite esencial natural, no químico». Por ello, ha dicho que van a hacer todo lo posible por que esta decisión no salga adelante.
«Entendemos que esto puede responder a intereses económicos, y no precisamente de protección de la salud», ha afirmado la portavoz del Gobierno regional, que ha anunciado que van a trabajar con sus eurodiputados y con el grupo parlamentario socialista «para defender los intereses de Castilla-La Mancha, porque entendemos que son razonables». Ha destacado, además, que el sector de la lavanda es «pujante» y da empleo.
Por lo que se refiere al etiquetado del vino, ha querido dejar claro que «no es cancerígeno y no se puede homologar a las bebidas destiladas en ningún caso, sino todo lo contrario, cuando se ha demostrado sus efectos positivos sobre la salud y los taninos, y más si se trata de un buen vino, como mayoritariamente se hace en Castilla-La Mancha».
Blanca Fernández ha recordado que Castilla-La Mancha es el mayor viñedo del mundo y es de las principales potencias en exportación de vino, junto con La Rioja, por lo que genera mucho empleo y fija población en el medio rural en la lucha contra la despoblación. Por todo ello, califica de «injusta» la propuesta del Parlamento Europeo, que cree que «no se sostiene en criterios científicos», y ha anunciado que van a luchar «con uñas y dientes para defender los intereses de un sector que no sólo nos hace sentir orgullo, sino que hace que tengamos empleo y que exportemos marca España y Castilla-La Mancha con vinos de mejor calidad cada día».
El vino «cancerígeno» y la lavanda «química» de la UE ponen en pie al campo de Castilla-La Mancha
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