Txomin43
Madmaxista
Cualquiera que haya venido desde Francia dirección Madrid por Euskadi lo habrá sufrido, y seguramente además si ha sido en época de operación salida, de muy mala leche, sintiéndose estafado y comentando con el copiloto, entre diversos juramentos, lo macho cabríoes que son estos vascos y cómo se pueden hacer las cosas tan mal.
Lo primero, después de atravesar Donosti (Ñoñosti como la conocemos popularmente los que no somos de allí) siguiendo las indicaciones dirección Madrid, con la esperanza de subir por la N1 (Autovía pública y gratuíta) que te encuentras sin posibilidad de escapatoria en el peaje de Zarautz. Qué macho cabríoes, es lo primero que te viene a la mente. Esa jugada de indicarte únicamente la posibilidad de pago también se ha hecho en Bilbao con la Supersur, pero lo comento más abajo.
Después de marear a los críos y a la parienta por la A8 nos desviamos por la AP1, túnel tras túnel hasta llegar a Álava, donde el trazado se suaviza, y donde aparecen los problemas. Después del peaje, carísimo para una autovía que adolece hasta de un servicio decente de quitanieves en invierno, nos encontramos con un monumental atasco. A algún espabilado se le ha ocurrido que mejor que alargar la autopista unos kilómetros hasta la N1 (que por cierto, por la autovía gratuita hubiéramos tardado lo mismo) era mejor desembocar en la N622, la autovía Vitoria-Altube, y justo en el nudo del centro comercial y del inoperante aeropuerto de Foronda.
Los tres carriles se convierten en 2 antes de incorporarse el tráfico procedente del centro comercial, y confluye mediante un estratégico Ceda el Paso a la autovía que une Vitoria con Bilbao, y por supuesto, con su semidenso tráfico.
Atasco monumental a la salida de la autopista. Pero aún queda lo peor. Hay que incorporarse a la N1 para seguir hacia el sur. Y entre la incorporación a la N622 y la N1, un atasco que ocupa uno de los carriles. Porque para entrar en la N1 tenemos el carril lateral, la salida con su curva a derecha, la incorporación mediante estratégico Ceda el Paso al carril lateral de la N1 y posterior Ceda el Paso para entrar en la N1, que en ese punto viene saturada de los que se saben la jugada del peaje de la AP1.
Después de alguna horita de espera en este punto, a veces aderezado por avezados agentes de tráfico que para evitar el colapso del centro comercial desvían el tráfico procedente de la AP1 en fila de a uno hasta el aeropuerto para hacerles volver y someterles a un Ceda al Paso adicional, el de los vehículos del centro comercial, la carretera se ensancha unos kilómetros más adelante y coge tres carriles.
Esto nos hace respirar aliviados hasta que pasados unos 15 kilómetros, nos encontramos el carril de la derecha colapsado, y el central con tráfico denso de los que se intentan meter a la derecha. Algún ingeniero de caminos, canales y puertos ha creído que modificando la entrada a la AP68, la autopista de Burgos, de manera que en vez de como estaba antes, desvío directo al peaje con dos carriles que enseguida se ensanchaban a varios más a la entrada al peaje, y poniendo en su lugar un sólo carril de una longitud aproximada de un kilómetro se iba a cubrir de gloria. Y efectivamente, se ha cubierto de gloria.
A partir de ahí, aparecerán otros problemas de tráfico, pero ya fuera del Eusko Txiringuito.
Y ya que hablamos del tráfico y de esos dos puntos neցros, no podíamos dejar de comentar una de las mayores burradas que se han hecho en ésta nuestra tierra, un efecto mariposa que ningún político quiere ver ni asumir su responsabilidad, y del que ya nos estamos acostumbrando a que nos lo achaquen a la crisis.
Se inauguró la Supersur, una faraónica obra consistente en una autopista de varios carriles horadando un porrón de túneles al sur de Bilbao, con el fin de aliviar el tráfico en la Solución Sur. Pues bien, a alguien se le ocurrió que sería buena idea hacerla autopista de pago, y no solo eso, sino que si se obligaba al tráfico pesado a circular por ella, se aliviaría la Solución Sur.
Y efectivamente, así ha sido. El tráfico pesado no pasa por la Solución Sur... se desvía por el corredor del Txorierri, al norte de la ciudad. Y sin tráfico de camiones en la Solución Sur... ¿para qué vas a coger la autopista? Pues tenemos un precioso monumento a la nada lleno de túneles y con una factura negativa que no tardaremos en rescatar. Y si además retirábamos todos los carteles entrando desde Cantabria dirección Vitoria dirigiendo maliciosamente el tráfico hacia la autopista, pues eso que ganábamos. Pero no ha colado, mala suerte, la gente se lo sabe y no entra ni a esas.
Pero eso no es lo mejor de la burrada política. Si eres camionero y quieres coger el corredor del Txorierri... ¿para qué vas a bajar por la AP68 como habías hecho siempre, si puedes hacerlo por la N232, la del puerto de Barazar, y sales directamente a la entrada de la otra autovía. El puerto de Barazar, 6 kilómetros de curvilíneo puerto, los dos primeros y los dos últimos con doble carril, los dos centrales con el mismo trazado que hace 50 años. Día sí y día también escuchas por la mañana en Radio Euskadi, nuestra radio, la información del tráfico, donde la N232 y el puerto Barazar tienen un lugar especial, con camiones volcados o estropeados ocupando uno de los carriles.
Y no hay que olvidar que desde que se accede a Lemoa hasta la entrada a la autovía, son casi 20 kilómetros en entorno semiurbano. ¿A qué se debe esta modificación del tráfico? Según los responsables de tráfico del Gobierno Vasco, sesudos altos cargos que se han ganado su puesto gracias a algún dedo mágico, a la crisis, que hace que los camioneros se quieran ahorrar el peaje. En fin, pilarín.
¿Seguimos? Bueno, por comentar. La entrada a Bilbao por Sabino Arana, que estaba siempre atascada se cierra y se abre nueva superchachi piruli... de menor capacidad. Y con un acceso desde la Solución Sur con un sospechoso 60 que creemos que en breve pasará a compensar la falta de ingresos de la Supersur con un estratégico radar. Pero como es más larga, el atasco no llega hasta la autopista.
¿Otra entrada superguay? La de Vitoria desde la autovía de Bilbao, y la superrotonda de la Plaza de América Latina, donde coincide el tráfico de entrada al centro de la ciudad con el que se cruza de los barrios y polígonos industriales periféricos. Con un centro comercial cercano, el hospital, cruce del tranvía, parada de autobuses urbanos y la nueva Estafación de Autobuses. Sólo falta que por allí cruce el Tren de Alta Velocidad, pero todo se hará. La impresionante regulación semafórica hace que en muchas ocasiones te imagines al responsable de tráfico de la capital alavesa colgado de los güevos del semáforo de entrada, mientras ves pasar tranvías, autobuses urbanos y señoras con carritos de niños por delante tuya sin que avances.
La gente pensará que en cuanto se modernicen las infraestructuras se acabará con estos problemas. Sin embargo, todas y cada una de las infraestructuras mencionadas tienen menos de 15 años, o sea, son relativamente nuevas, y algunas no llegan a 5 escasos años.
Si quieres conocer más sobre mí, puedes leer mis novelas, (puedes informarte aquí) de estilo variado, desde el humor de "Por un puñado de polvos" hasta el género fantástico de "La fin de Adam", pasando por la novela policíaca de "Crimen perfecto" o "El sueño español, sí se puede", sobre la corrupción en España, recientemente publicada. En junio publiqué, "El final de la cuenta atrás" sobre la posibilidad de un ataque nuclear sobre Nueva York. Y mi última novela, "El pacto con la fin de Emil Kosztka", un recorrido por la II guerra mundial desde los ojos de un profesor de matemáticas
Artículo original aquí
Lo primero, después de atravesar Donosti (Ñoñosti como la conocemos popularmente los que no somos de allí) siguiendo las indicaciones dirección Madrid, con la esperanza de subir por la N1 (Autovía pública y gratuíta) que te encuentras sin posibilidad de escapatoria en el peaje de Zarautz. Qué macho cabríoes, es lo primero que te viene a la mente. Esa jugada de indicarte únicamente la posibilidad de pago también se ha hecho en Bilbao con la Supersur, pero lo comento más abajo.
Después de marear a los críos y a la parienta por la A8 nos desviamos por la AP1, túnel tras túnel hasta llegar a Álava, donde el trazado se suaviza, y donde aparecen los problemas. Después del peaje, carísimo para una autovía que adolece hasta de un servicio decente de quitanieves en invierno, nos encontramos con un monumental atasco. A algún espabilado se le ha ocurrido que mejor que alargar la autopista unos kilómetros hasta la N1 (que por cierto, por la autovía gratuita hubiéramos tardado lo mismo) era mejor desembocar en la N622, la autovía Vitoria-Altube, y justo en el nudo del centro comercial y del inoperante aeropuerto de Foronda.
Los tres carriles se convierten en 2 antes de incorporarse el tráfico procedente del centro comercial, y confluye mediante un estratégico Ceda el Paso a la autovía que une Vitoria con Bilbao, y por supuesto, con su semidenso tráfico.
Atasco monumental a la salida de la autopista. Pero aún queda lo peor. Hay que incorporarse a la N1 para seguir hacia el sur. Y entre la incorporación a la N622 y la N1, un atasco que ocupa uno de los carriles. Porque para entrar en la N1 tenemos el carril lateral, la salida con su curva a derecha, la incorporación mediante estratégico Ceda el Paso al carril lateral de la N1 y posterior Ceda el Paso para entrar en la N1, que en ese punto viene saturada de los que se saben la jugada del peaje de la AP1.
Después de alguna horita de espera en este punto, a veces aderezado por avezados agentes de tráfico que para evitar el colapso del centro comercial desvían el tráfico procedente de la AP1 en fila de a uno hasta el aeropuerto para hacerles volver y someterles a un Ceda al Paso adicional, el de los vehículos del centro comercial, la carretera se ensancha unos kilómetros más adelante y coge tres carriles.
Esto nos hace respirar aliviados hasta que pasados unos 15 kilómetros, nos encontramos el carril de la derecha colapsado, y el central con tráfico denso de los que se intentan meter a la derecha. Algún ingeniero de caminos, canales y puertos ha creído que modificando la entrada a la AP68, la autopista de Burgos, de manera que en vez de como estaba antes, desvío directo al peaje con dos carriles que enseguida se ensanchaban a varios más a la entrada al peaje, y poniendo en su lugar un sólo carril de una longitud aproximada de un kilómetro se iba a cubrir de gloria. Y efectivamente, se ha cubierto de gloria.
A partir de ahí, aparecerán otros problemas de tráfico, pero ya fuera del Eusko Txiringuito.
Y ya que hablamos del tráfico y de esos dos puntos neցros, no podíamos dejar de comentar una de las mayores burradas que se han hecho en ésta nuestra tierra, un efecto mariposa que ningún político quiere ver ni asumir su responsabilidad, y del que ya nos estamos acostumbrando a que nos lo achaquen a la crisis.
Se inauguró la Supersur, una faraónica obra consistente en una autopista de varios carriles horadando un porrón de túneles al sur de Bilbao, con el fin de aliviar el tráfico en la Solución Sur. Pues bien, a alguien se le ocurrió que sería buena idea hacerla autopista de pago, y no solo eso, sino que si se obligaba al tráfico pesado a circular por ella, se aliviaría la Solución Sur.
Y efectivamente, así ha sido. El tráfico pesado no pasa por la Solución Sur... se desvía por el corredor del Txorierri, al norte de la ciudad. Y sin tráfico de camiones en la Solución Sur... ¿para qué vas a coger la autopista? Pues tenemos un precioso monumento a la nada lleno de túneles y con una factura negativa que no tardaremos en rescatar. Y si además retirábamos todos los carteles entrando desde Cantabria dirección Vitoria dirigiendo maliciosamente el tráfico hacia la autopista, pues eso que ganábamos. Pero no ha colado, mala suerte, la gente se lo sabe y no entra ni a esas.
Pero eso no es lo mejor de la burrada política. Si eres camionero y quieres coger el corredor del Txorierri... ¿para qué vas a bajar por la AP68 como habías hecho siempre, si puedes hacerlo por la N232, la del puerto de Barazar, y sales directamente a la entrada de la otra autovía. El puerto de Barazar, 6 kilómetros de curvilíneo puerto, los dos primeros y los dos últimos con doble carril, los dos centrales con el mismo trazado que hace 50 años. Día sí y día también escuchas por la mañana en Radio Euskadi, nuestra radio, la información del tráfico, donde la N232 y el puerto Barazar tienen un lugar especial, con camiones volcados o estropeados ocupando uno de los carriles.
Y no hay que olvidar que desde que se accede a Lemoa hasta la entrada a la autovía, son casi 20 kilómetros en entorno semiurbano. ¿A qué se debe esta modificación del tráfico? Según los responsables de tráfico del Gobierno Vasco, sesudos altos cargos que se han ganado su puesto gracias a algún dedo mágico, a la crisis, que hace que los camioneros se quieran ahorrar el peaje. En fin, pilarín.
¿Seguimos? Bueno, por comentar. La entrada a Bilbao por Sabino Arana, que estaba siempre atascada se cierra y se abre nueva superchachi piruli... de menor capacidad. Y con un acceso desde la Solución Sur con un sospechoso 60 que creemos que en breve pasará a compensar la falta de ingresos de la Supersur con un estratégico radar. Pero como es más larga, el atasco no llega hasta la autopista.
¿Otra entrada superguay? La de Vitoria desde la autovía de Bilbao, y la superrotonda de la Plaza de América Latina, donde coincide el tráfico de entrada al centro de la ciudad con el que se cruza de los barrios y polígonos industriales periféricos. Con un centro comercial cercano, el hospital, cruce del tranvía, parada de autobuses urbanos y la nueva Estafación de Autobuses. Sólo falta que por allí cruce el Tren de Alta Velocidad, pero todo se hará. La impresionante regulación semafórica hace que en muchas ocasiones te imagines al responsable de tráfico de la capital alavesa colgado de los güevos del semáforo de entrada, mientras ves pasar tranvías, autobuses urbanos y señoras con carritos de niños por delante tuya sin que avances.
La gente pensará que en cuanto se modernicen las infraestructuras se acabará con estos problemas. Sin embargo, todas y cada una de las infraestructuras mencionadas tienen menos de 15 años, o sea, son relativamente nuevas, y algunas no llegan a 5 escasos años.
Si quieres conocer más sobre mí, puedes leer mis novelas, (puedes informarte aquí) de estilo variado, desde el humor de "Por un puñado de polvos" hasta el género fantástico de "La fin de Adam", pasando por la novela policíaca de "Crimen perfecto" o "El sueño español, sí se puede", sobre la corrupción en España, recientemente publicada. En junio publiqué, "El final de la cuenta atrás" sobre la posibilidad de un ataque nuclear sobre Nueva York. Y mi última novela, "El pacto con la fin de Emil Kosztka", un recorrido por la II guerra mundial desde los ojos de un profesor de matemáticas
Artículo original aquí