El Telegraph: "Ucrania y Occidente se enfrentan a una derrota devastadora" BOOOOM BOOOOOOM REQUETEBOOOOOOM

Desde que los tanques de pilinguin entraron en territorio ucraniano el año pasado, tres opciones han estado sobre la mesa sobre cómo terminaría esta guerra: la victoria de un lado o del otro, un conflicto congelado o un acuerdo negociado. Los comentarios públicos realizados esta semana por Oleksiy Arestovych , exasesor del jefe de gabinete de Volodymyr Zelensky, parecen indicar que esto último puede ser más probable de lo que se pensaba anteriormente.

Arestovych planteó la posibilidad de que Ucrania haga concesiones territoriales a cambio de que el resto del país reciba la garantía de seguridad más sólida que existe: la membresía en la OTAN. Estos comentarios han resultado muy controvertidos. Tal resultado no solo sería desagradable para muchos en Kiev y otras capitales europeas, sino que plantearlo como una posibilidad destaca una creciente incertidumbre sobre la sostenibilidad a largo plazo de la guerra, particularmente entre los partidarios occidentales de Ucrania.

La sugerencia de Arestovych llega en un momento crucial. La contraofensiva planeada desde hace mucho tiempo, ahora en su segundo mes, se ha topado con varios problemas , entre ellos que Kiev todavía está esperando aproximadamente la mitad del equipo militar occidental prometido a principios de año. Mientras tanto, sus fuerzas están bajo una presión cada vez mayor para comprometer sus reservas ya que las tropas rusas, a pesar de los informes de baja jovenlandesal en el frente, permanecen atrincheradas, aparentemente comprometidas con la defensa de cada centímetro de territorio ucraniano capturado desde el año pasado.

A medida que los campos de minas rusos cobran su precio en los tanques suministrados por Occidente y los zapadores ucranianos, hasta ahora sus fuerzas han retomado aproximadamente cinco millas de las sesenta millas que necesitan para dividir el puente terrestre que conecta Rusia con Crimea. La tierra entre Mariupol en el este y Melitopol en el oeste se ve como el terreno vital para lograr esto.

Es increíblemente difícil para los ucranianos. Carecen de cobertura aérea y jets avanzados para proteger a sus fuerzas terrestres de los helicópteros y cazas de ataque rusos. Mientras tanto, sus soldados deben sortear kilómetros de campos minados, trampas para tanques y, en última instancia, las redes de trincheras rusas fuertemente excavadas.

Este esfuerzo agotador siempre iba a llevar más tiempo del que la audiencia internacional ocasionalmente impaciente estaba dispuesta a esperar. Es un esfuerzo militar de proporciones inmensas, donde la masa, la mano de obra, la jovenlandesal, el equipo, las existencias, la logística, la determinación y la suerte juegan papeles vitales. Hasta ahora, los ucranianos están mostrando todas estas cualidades militares.

La variable que no está de su lado es el tiempo. En la guerra, el tiempo es quizás el factor más cruel que no se puede cambiar. Vimos esto en la operación de la OTAN en Afganistán, donde los talibanes se deleitaron con la narración de un famoso proverbio afgano; “usted puede tener los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo”.

El verano pronto comenzará a rodar hacia el otoño. De hecho, ya estamos en la mitad de la temporada. La lucha comenzará a detenerse en frío a medida que el invierno helado socave la capacidad de las tropas para llevar a cabo una guerra de alta intensidad. Esto solo le dará a Rusia más tiempo para fortalecer aún más sus defensas , como lo hizo el invierno pasado.

En este punto, en Occidente, mientras tanto, todos los ojos estarán puestos en las próximas elecciones estadounidenses , con más atención política desviada por las elecciones generales del Reino Unido. Kiev sabe que tiene una ventana de oportunidad más corta para capitalizar su iniciativa en el campo de batalla y recuperar tanto terreno como pueda.

Si Kiev fracasa en sus esfuerzos en el campo de batalla para dividir ese puente terrestre y recuperar gran parte de su propio territorio para el invierno, es probable que los llamados a hacer concesiones territoriales para obtener resultados políticos marginales sean mucho más frecuentes, no solo en Ucrania, sino también en las capitales occidentales. a medida que la llamada “fatiga de guerra” comienza a afectar, las reservas internacionales de equipos y municiones se marchitan y los políticos comienzan a preocuparse por los presupuestos internos antes de las elecciones nacionales.

Si bien aún queda mucho por hacer en las tierras de cultivo del sur de Ucrania en los próximos meses, los gobiernos de todo el oeste deben estar preparados para la sombría perspectiva de concesiones territoriales como un posible resultado político de una contraofensiva fallida. Es extremadamente dudoso que un Kremlin pilinguinista respetaría tal acuerdo si Kiev recibiera promesas de seguridad que no fueran la membresía plena de la OTAN .

De todos modos, este sería sin duda un resultado favorable para la élite de política exterior del “guerrero lobo” gobernante de China. Beijing estaría absolutamente encantado si la guerra terminara con Ucrania dividida, las tropas rusas permanentemente en el Donbas acosando a Kiev y Europa, y la OTAN dividida en líneas políticas. Tal resultado sería un regalo para China ahora que Xi Jinping comienza a intensificar sus propias ambiciones imperialistas y extraterritoriales en el Indo-Pacífico, y una derrota devastadora para Occidente.

dischcatfish dijo:

Poder aereo que tampoco van a tener aunque les den los aviones. Los aviones en una guerra moderna (no contra cabreros) son un puro tiro al blanco, que se lo digan a los rusos. Si los tanques en la guerra moderna son material obsoleto, los aviones ni te digo

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