El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La escena de la música electrónica en Berlín tiene la fama internacional que merece. La red de clubes y la presencia constante a través de las décadas de múltiples artistas que han renovado el género la han convertido en la Meca de la música electrónica. Desde hace una década, una campaña trataba de que se reconociese la cultura techno y los clubes berlineses como patrimonio inmaterial. El comité de expertos de la UNESCO les ha concedido finalmente la distinción.
La campaña, que ha sido liderada por la organización sin ánimo de lucro Rave the Planet, impulsora también de la Berlin Parade (antigua Love Parade) defendía que “si el techno se reconoce como un bien cultural y no sólo como música de fiesta hedonista o para el consumo de drojas, ayudaría enormemente a los artistas, sellos, productores y promotores. Quizá también tendría el mismo efecto que los monumentos históricos, protegiendo algunas salas importantes, como Tresor, del aburguesamiento invasor”.
Entre las personalidades que impulsaban esta iniciativa estaban Alan Oldham, alias DJ T-1000, pionero del techno de Detroit y residente en Berlín; Ellen Allien, DJ, locutora y productora alemana, o Dimitri Hegeman, director del conocido sello y club Tresor. Aunque técnicamente el estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial no tiene una repercusión material, los impulsores de la campaña creen que esta distinción reducirá “los obstáculos y requisitos para la apertura y el mantenimiento de locales culturales”, tal y como se establece en los propios objetivos de la UNESCO.
El hecho de que Berlín recibiera este estatus cultural podría allanar el camino para que otras ciudades, como es el caso de Detroit, la verdadera cuna del género, obtuvieran un reconocimiento similar
La campaña, que ha sido liderada por la organización sin ánimo de lucro Rave the Planet, impulsora también de la Berlin Parade (antigua Love Parade) defendía que “si el techno se reconoce como un bien cultural y no sólo como música de fiesta hedonista o para el consumo de drojas, ayudaría enormemente a los artistas, sellos, productores y promotores. Quizá también tendría el mismo efecto que los monumentos históricos, protegiendo algunas salas importantes, como Tresor, del aburguesamiento invasor”.
Entre las personalidades que impulsaban esta iniciativa estaban Alan Oldham, alias DJ T-1000, pionero del techno de Detroit y residente en Berlín; Ellen Allien, DJ, locutora y productora alemana, o Dimitri Hegeman, director del conocido sello y club Tresor. Aunque técnicamente el estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial no tiene una repercusión material, los impulsores de la campaña creen que esta distinción reducirá “los obstáculos y requisitos para la apertura y el mantenimiento de locales culturales”, tal y como se establece en los propios objetivos de la UNESCO.
El hecho de que Berlín recibiera este estatus cultural podría allanar el camino para que otras ciudades, como es el caso de Detroit, la verdadera cuna del género, obtuvieran un reconocimiento similar
El "techno" de Berlín ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO
La escena de clubes más pujante y vanguardista de Europa logra un reconocimiento internacional a su cultura
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