El tandem aberro-feminista Scheinbaum-Montero es un reflejo del ya viejo vínculo masónico trasatlántico entre México y España

Es un gran error dejar pasar tan desapercibido este asunto. Esta acción conjunta se remonta a tiempos muy anteriores a estas dos petardas y sus aquelarres en Madrid y en la capital mexicana.

Se pueden dar saltos atrás en el tiempo, desde los más recientes -hay quien incluye al mismo Rajoy- algo más lejanos pero trascendentales, como es el caso de los republicanos con Cárdenas, los casos casi calcados de la persecución cristera y la de sus homólogos republicanos... hasta tiempos más lejanos como las desamortizaciones a ambos lados, también casi simultáneas. La masonería mexicana y la española en realida son un solo cuerpo, donde probablemente la mexicana esté un escalón superior, por ser esta a su vez vasalla de las angloamericanas.

La Internacional de Mujeres Feministas denuncia el "engaño" de "líderes populistas" como Irene Montero (elindependiente.com)


Recordad, amix, el vínculo España-México -me refiero al de los buenos, porque el de los malos es potentísimo- será el último de la Hispanidad que se restablezca por ser ese, junto con el de Madrid-Lima, el que conform el triángulo fundamental de las Españas.

Hale, ya tenéis tema pal finde...

dabrute 2.0 dijo:

Cuadra.

El feminismo es una más sucursal del marxismo y lo único que los marxistas odian más que a la humanidad es a ellos mismos.

La cajera, como el chepas, como la mayoría de marxistas van a acabar mal, como siempre ha pasado.

Por cierto, el marxismo es el tipo de ideología que pierde aun cuando gana. La única diferencia entre ganar y perder para ellos es cuánto sufrimiento son capaces de causar.

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Claro, los primeros que acaban mal son las gentes que se entregan a semejantes causas equivocadas. Pagan también su precio. Cuando se nos enseña el amor al enemigo piénsese no en un dejarse arrollar por estas huestes sino el desearles el bien en el sentido de que se salgan de las garras del mal al que se han subordinado, bien sea por engaño, ira, venganza, resentimiento, etc.