HaCHa
Rojo cabrón, en tu ojo ciego es leyenda
Como sabéis, ya hace unos años que me tiro la mayor parte de la jornada laboral colaborando con la dirección de varios centros e instalaciones sanitarias, en calidad de técnico de sistemas.
Pues bien, el otro día me mandaron a un geriátrico, con una chavala de prácticas que tengo masajeando rueda, a mirar ordenadores. Es una faena mucho más chusca que cuando me endilgan cosas de soporte vital o que cuando me toca tratar con intensivistas, pero eh, todo suma. Teníamos que mirar temas de farmacia, de stocks y de prescripciones de medicamentos a los yayos. Al parecer, había varios descuadres en almacén al respecto de lo que se andaba recetando y podía ser cosa del software y tal. Un aburrimiento, pero se lió.
Total, que nos ponemos a cruzar listados de prescripciones, expendios y acopios de medicamentos, echamos humo media mañana por las coronillas, arreglamos el tinglao y, cuando ya andamos sumarizando explicaciones a la jefa del centro, la conversación se pone tal que así:
-...y luego están estas entradas de balance, que tienen un importe total que no baja porque estáis expendiendo viagra a cascoporro.
-Qué va, si aquí apenas tenemos a cuatro pichabravas. Esto es una especie de mortuorio. ¿Has visto que aquí haya bingos o salas de baile? Nos llegan demasiado cascados.
-Pero... si sale a que les estáis soltando dos pirulas azules por semana a uno de cada ocho yayos.
-Sí, más o menos eso. Pues lo normal en un mortuorio.
Mi compi de prácticas y yo nos miramos con cara de WTF total. La jefa del tinglado suelta una risa sencilla y dice:
-¿Pero vosotros qué es lo que creéis que se hace en un asilo de ancianos de los de ahora, almas de cántaro?
-Pues no sé yo, pero me había pensado que aquí se venía a ver reposiciones de pelis de Concha Velasco.
La tía me aparta del teclado, cierra la cuenta y abre la de un centro de los caros. De los que sí tienen salas de bingo, clases de taichi, karaokes y cursos de bailes de salón. Me hace cuatro consultas y... dos pirulas azules por semana a uno de cada cinco yayos casi. Mi compi la de prácticas descuelga la mandíbula hasta el puñetero suelo.
-¡Pero si mi abuelita Yaiza vive en uno como ese!
-Pues que sepas que lo más probable es que se haya tirado a medio centro ya. Y para muestra un botón.
Le mete más estopa al sistema de consultas y nos saca el top de recetas de algunas semanas.
Al nivel de consumo del omeprazol hay un fungicida vaginal.
Me desorino un segundo y luego pongo mi cara de "faltan aliens" y me quedo tope serio:
-Pero esto... ¿me estás diciendo que hay una conspiración para silenciarlo? ¡Esto es un escándalo y la gente de la calle ni se lo imagina! Y yo no creo en las conspir...
-Quita, atontao. ¿Qué conspiración ni que niño muerto? Aquí lo que pasa es que de esto no se habla porque para qué. ¿Que quieres, que su abuelita Yaiza le explique que ya se ha calzado a todo Cristo menos al celador? ¿Y para qué haría eso su abuelita Yaiza? ¿Te crees que los médicos lo quieren airear, que a mí me gusta contarlo, que las geriatras se divierten separándolos cada vez que los seniles se les enganchan a cuatro patas en plena clase ejercicios de memorización? ¿Y si ahora van y te lo cuentan a ti, irás a cascarle a media oficina que tu padre está amando más a los ochenta que a los veinte? Esto no es que sea ningún secreto, es que es una vergüenza, pero déjalos, que no hacen daño a nadie y ya son mayorcitos.
Creo que voy a aprovecharme de lo desolada que se ha quedado la de prácticas con lo de su abuelita Yaiza. La cría tiene uno de esos culos de adicta al spinning que me ponen mucho. Con suerte el día menos pensado me las ingenio para rompérselo.
Pues bien, el otro día me mandaron a un geriátrico, con una chavala de prácticas que tengo masajeando rueda, a mirar ordenadores. Es una faena mucho más chusca que cuando me endilgan cosas de soporte vital o que cuando me toca tratar con intensivistas, pero eh, todo suma. Teníamos que mirar temas de farmacia, de stocks y de prescripciones de medicamentos a los yayos. Al parecer, había varios descuadres en almacén al respecto de lo que se andaba recetando y podía ser cosa del software y tal. Un aburrimiento, pero se lió.
Total, que nos ponemos a cruzar listados de prescripciones, expendios y acopios de medicamentos, echamos humo media mañana por las coronillas, arreglamos el tinglao y, cuando ya andamos sumarizando explicaciones a la jefa del centro, la conversación se pone tal que así:
-...y luego están estas entradas de balance, que tienen un importe total que no baja porque estáis expendiendo viagra a cascoporro.
-Qué va, si aquí apenas tenemos a cuatro pichabravas. Esto es una especie de mortuorio. ¿Has visto que aquí haya bingos o salas de baile? Nos llegan demasiado cascados.
-Pero... si sale a que les estáis soltando dos pirulas azules por semana a uno de cada ocho yayos.
-Sí, más o menos eso. Pues lo normal en un mortuorio.
Mi compi de prácticas y yo nos miramos con cara de WTF total. La jefa del tinglado suelta una risa sencilla y dice:
-¿Pero vosotros qué es lo que creéis que se hace en un asilo de ancianos de los de ahora, almas de cántaro?
-Pues no sé yo, pero me había pensado que aquí se venía a ver reposiciones de pelis de Concha Velasco.
La tía me aparta del teclado, cierra la cuenta y abre la de un centro de los caros. De los que sí tienen salas de bingo, clases de taichi, karaokes y cursos de bailes de salón. Me hace cuatro consultas y... dos pirulas azules por semana a uno de cada cinco yayos casi. Mi compi la de prácticas descuelga la mandíbula hasta el puñetero suelo.
-¡Pero si mi abuelita Yaiza vive en uno como ese!
-Pues que sepas que lo más probable es que se haya tirado a medio centro ya. Y para muestra un botón.
Le mete más estopa al sistema de consultas y nos saca el top de recetas de algunas semanas.
Al nivel de consumo del omeprazol hay un fungicida vaginal.
Me desorino un segundo y luego pongo mi cara de "faltan aliens" y me quedo tope serio:
-Pero esto... ¿me estás diciendo que hay una conspiración para silenciarlo? ¡Esto es un escándalo y la gente de la calle ni se lo imagina! Y yo no creo en las conspir...
-Quita, atontao. ¿Qué conspiración ni que niño muerto? Aquí lo que pasa es que de esto no se habla porque para qué. ¿Que quieres, que su abuelita Yaiza le explique que ya se ha calzado a todo Cristo menos al celador? ¿Y para qué haría eso su abuelita Yaiza? ¿Te crees que los médicos lo quieren airear, que a mí me gusta contarlo, que las geriatras se divierten separándolos cada vez que los seniles se les enganchan a cuatro patas en plena clase ejercicios de memorización? ¿Y si ahora van y te lo cuentan a ti, irás a cascarle a media oficina que tu padre está amando más a los ochenta que a los veinte? Esto no es que sea ningún secreto, es que es una vergüenza, pero déjalos, que no hacen daño a nadie y ya son mayorcitos.
Creo que voy a aprovecharme de lo desolada que se ha quedado la de prácticas con lo de su abuelita Yaiza. La cría tiene uno de esos culos de adicta al spinning que me ponen mucho. Con suerte el día menos pensado me las ingenio para rompérselo.