M. Priede
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Pero qué inteligencia y arte de la adivinación tenía la policía secreta zarista. Acertó en todo en aquello de los "Protocolos de los sabios de Ojrana"
Craig Roberts
www.paulcraigroberts.org
Paul Craig Roberts
Las universidades ya no producen personas educadas y las personas educadas están dejando de existir. Es una cuestión interesante, que no se discutirá aquí, si la desaparición de las personas educadas es causa o resultado del aumento de la barbarie que se está apoderando del mundo.
Miremos donde miremos, vemos degeneración. Desde Bach, Mozart, Beethoven hasta rap de cuatro letras. La literatura ha dejado de escribirse y leerse. El arte se ha convertido en garabatos que dan fe de lo sin sentido. Tanto la inclinación como la capacidad para leer están en declive. Menos gente puede utilizar su lengua. Los ensayos de los estudiantes universitarios son escritos por inteligencias artificiales insensibles. La gente ya no entiende las metáforas y alusiones que se utilizan en el lenguaje, porque se les ha negado la literatura.
La gran literatura explora la condición humana y prepara a las personas para una vida consciente. Protege contra la ingenuidad. Enseña la riqueza y la utilidad del lenguaje, mejora las habilidades de comunicación, habilidades esenciales que se han perdido en la formación técnica actual y en la inteligencia artificial de “servicio al cliente”.
Hoy en día, la comunicación se basa en mensajes de texto no verbales y abreviados. La revolución digital, la inteligencia artificial y el tras*humanismo están eliminando la comunicación humana. Cada vez más, los servicios de atención al cliente obligan a los seres humanos a comunicarse con una voz programada e irreflexiva que no reconoce ninguna pregunta para la que no ha sido programada. Basta pensar en lo difícil que es tratar con un proveedor de servicios. Lo que antes era una cuestión de una llamada telefónica de tres minutos que se respondía al tercer timbre, ahora puede ser una tarea de varias horas e incluso de varios días. La falta de seguridad en Internet significa que, incluso si se contacta con un ser humano, no se puede tomar ninguna decisión ni solución. Tiene que subir un nivel, ya que cada vez se confía menos en los empleados para que tomen una decisión.
La revolución digital ha provocado una explosión de delitos y estafas. En Florida, por ejemplo, hay tantos que no quieren que denuncie uno más.
La revolución digital se vendió a las empresas como una forma de reducir costos al reemplazar a los representantes de servicio al cliente por IA. Pero la IA no es sensible y no puede ocuparse de nada para lo que no está programada. El objetivo principal de las “relaciones con los clientes” de la IA es hacer que sea demasiado costoso en tiempo corregir una factura incorrecta. Es más barato simplemente pagar la factura sobreestimada.
Cada vez hay menos empresas de servicios en las que puedes contactar con un humano con la capacidad de corregir un problema sin invertir horas de tiempo. Mi favorito es cuando no hay Internet y llamas al proveedor de servicios y te dicen que te pongas en contacto con el chat de su sitio web.
Hace años, el lobby israelí acusó a Shakespeare de ser antisemita. Shakespeare vivió entre 1564 y 1616. El término antisemita no existía y no había lobby israelí. Esto no impidió que Shakespeare fuera etiquetado como antisemita en el siglo XX y eliminado de los cursos de literatura de la escuela secundaria y la universidad. En consecuencia, se le negó el uso más notable de la lengua inglesa a los estudiantes que se vieron privados de la comprensión de partes de su propia lengua debido a las objeciones judías a Shakespeare. La literatura de Shakespeare, por supuesto, no es una literatura de antisemitismo. Pero aquí y allá dice algunas cosas sobre los judíos que todos creían entonces y muchos todavía creen hoy. En literatura ocurre lo mismo con todas las etnias, pero son solo los judíos los que se quejan.
El Foro Económico Mundial, una institución maligna a la que los políticos y ejecutivos corporativos occidentales anhelan pertenecer, tiene un agente tras*humanista que dice que la IA ha hecho que la vida humana sea innecesaria e incómoda. La necesidad de deshacerse de los humanos superfluos ha llevado a discusiones sobre una vida legalizada. Predije hace muchos años que el aborto conduciría a la eutanasia forzada.
Pregúntate de quién es la mano que lleva a los geeks a hacer que los humanos sean superfluos. ¿Por qué es más importante que una IA responda al teléfono que un humano? Si hay que deshacerse de los humanos, ¿quién va a comprar los productos de los robots? ¿No te parece extraordinario que los defensores de la IA nunca se hayan planteado esta pregunta? ¿Cómo avanza la humanidad al encontrar siempre nuevas formas de tras*ferir la función humana a un robot? ¿Cómo se llegó a que el objetivo principal de la ciencia sea hacer que los humanos sean irrelevantes?
A lo largo de mi vida he visto cómo una época oscura se apoderaba poco a poco del mundo. Trump dice que va a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, pero ¿cómo lo va a hacer cuando ya no existen los materiales para construirlo? ¿Cuál es la definición de grandeza de Trump?
El desmantelamiento de nuestra civilización ha dejado un pueblo bárbaro que no sería capaz de entender a Shakespeare si lo leyera.
Si se puede admitir la verdad, fueron los propios profesores de literatura y los críticos quienes destruyeron la gran literatura al inundar las obras con todo tipo de tonterías modernas, distorsionando y destruyendo su significado.
Y ahora es la Universidad de Princeton la que va a malinterpretar la literatura, la historia y la arquitectura a través de la lente de la comunidad LGBTQ+. Lo que el viento se llevó será rescatada de la lista de películas prohibidas y nos enteraremos de que Scarlett O'hara, una lesbiana tras*género, quería hacer el amor con la sirvienta de color Prissy, pero se vio disuadida por sentimientos de supremacía racista blanca.
A medida que la literatura se va eliminando de los estudios universitarios, la pronografía se instala en ellos.
Este informe de The Guardian describe la difícil situación de la educación en Inglaterra:
“El anuncio de que la Universidad Christ Church de Canterbury en Kent dejará de ofrecer títulos de literatura inglesa ha hecho que muchas liebres corran, la mayoría de ellas en la dirección equivocada. La universidad dijo, en efecto, que casi nadie quería estudiar literatura inglesa a nivel de licenciatura y que, por lo tanto, el curso ya no era viable. Si no puedes estudiar literatura inglesa en la ciudad de Chaucer y Marlowe, ¿dónde puedes hacerlo?
“La historia de Canterbury es conocida. La literatura inglesa está en retirada total en el nivel A, con cifras que bajaron de 83.000 en 2013 a 54.000 en 2023, y también ha habido un declive en la universidad durante la última década, aunque las estadísticas son controvertidas porque la materia se estudia a nivel de grado en muchas formas, incluida la escritura creativa y la lingüística. En general, las materias de humanidades parecen estar perdiendo su atractivo , con solo el 38% de los estudiantes tomando un curso en 2021/22, por debajo de casi el 60% entre 2003/4 y 2015/16.
“Es probable que la caída se deba a las tasas de matrícula y a la necesidad de estudiar una materia elegida para recuperar la importante inversión realizada por el estudiante. El peligroso estado de las finanzas universitarias también está dando lugar a profundos recortes, como la pérdida del prestigioso curso de química en Hull la semana pasada. Pero lo más preocupante es el cierre generalizado de departamentos de artes y humanidades (arte, música, teatro, danza), con instituciones como Goldsmiths, Oxford Brookes y Surrey que han despedido a cientos de académicos. [En otras palabras, la sociedad ya no necesita personas educadas. En cambio, las universidades producen personas con las habilidades que necesitan las corporaciones.]
“La literatura inglesa puede parecer un blanco fácil. Estudiar Beowulf ya no es tan atractivo como lo era cuando el Estado lo pagaba. Mientras tanto, quienes están del lado liberal del argumento culpan a las reformas curriculares de 2013 de Michael Gove , que marcaron el comienzo de una era de cursos con mucho contenido evaluados mediante exámenes finales. Los sucesivos ministros de educación conservadores también elogiaron la ciencia y la tecnología mientras se burlaban de las perspectivas profesionales de los graduados en artes.
“Estudiar literatura es inherentemente algo bueno. Virginia Woolf, a quien le mortificaba que su padre no quisiera dejarla ir a la universidad, veía los libros como una forma de trascender el yo. La universidad debería preocuparse por fomentar la investigación racional y el libre juego del intelecto; no se trata de crear zánganos útiles y es lamentable que las tasas de matrícula hayan convertido la experiencia en algo tras*accional. Los cursos deberían desafiar a los estudiantes, haciendo hincapié en la descodificación de los textos en lugar de en la lectura superficial. [La descodificación de textos contribuyó a destruir la literatura.]
“El cierre del curso de la Universidad Christ Church de Canterbury coincidió con un informe del National Literacy Trust que revelaba que sólo el 35% de los jóvenes de entre 8 y 18 años disfrutan de la lectura por placer, una caída de casi 9 puntos porcentuales en un año. Las tasas de lectura están cayendo, la brecha de género se está ampliando y las causas van desde el dominio de las redes sociales hasta el cierre de bibliotecas y la reducción de la capacidad de atención. (¿Deberíamos leer algo en la brevedad del ganador del premio Booker de este año ? ¿Cómo le habría ido a Nuestro amigo común?) Algunos profesores de escuela sugieren reemplazar a Dickens con estudios de redes sociales, pero, como podría replicar Scoop de Evelyn Waugh: "Hasta cierto punto, Lord Copper".
“Deberíamos estar preocupados por el cierre del curso de Literatura Inglesa en Canterbury. Las universidades están en un estado alarmante y el nuevo gobierno apenas ha comenzado la tarea hercúlea de estabilizar el sector. Esto es más que un fracaso institucional. Señala un cambio cultural que corre el riesgo de dejar a las generaciones futuras sin las herramientas críticas, empáticas e intelectuales que proporciona la literatura. “No hay amigo más leal que un libro”, dijo Hemingway. La dependencia de los influencers de Instagram solo puede llevarte hasta cierto punto. Todavía necesitamos a Nuestro Amigo Común ”.
The Guardian view on humanities in universities: closing English Literature courses signals a crisis
Una de las mejores universidades de Estados Unidos ofrece cursos sobre prespitación (el eufemismo actual es “trabajo sensual”) y estudios queer
Por una matrícula anual de 60.000 dólares, la Universidad de Princeton te enseñará cómo ser cortesana.
Top US university offers courses on sex work and queer studies
Craig Roberts
La humanidad occidental, que ya no se sostiene con la educación, se encuentra en estertores de fin
No Longer Sustained by Education, Western Humanity Is in Death Throes |
www.paulcraigroberts.org
La humanidad occidental, que ya no se sostiene con la educación, se encuentra en estertores de finPaul Craig Roberts
Las universidades ya no producen personas educadas y las personas educadas están dejando de existir. Es una cuestión interesante, que no se discutirá aquí, si la desaparición de las personas educadas es causa o resultado del aumento de la barbarie que se está apoderando del mundo.
Miremos donde miremos, vemos degeneración. Desde Bach, Mozart, Beethoven hasta rap de cuatro letras. La literatura ha dejado de escribirse y leerse. El arte se ha convertido en garabatos que dan fe de lo sin sentido. Tanto la inclinación como la capacidad para leer están en declive. Menos gente puede utilizar su lengua. Los ensayos de los estudiantes universitarios son escritos por inteligencias artificiales insensibles. La gente ya no entiende las metáforas y alusiones que se utilizan en el lenguaje, porque se les ha negado la literatura.
La gran literatura explora la condición humana y prepara a las personas para una vida consciente. Protege contra la ingenuidad. Enseña la riqueza y la utilidad del lenguaje, mejora las habilidades de comunicación, habilidades esenciales que se han perdido en la formación técnica actual y en la inteligencia artificial de “servicio al cliente”.
Hoy en día, la comunicación se basa en mensajes de texto no verbales y abreviados. La revolución digital, la inteligencia artificial y el tras*humanismo están eliminando la comunicación humana. Cada vez más, los servicios de atención al cliente obligan a los seres humanos a comunicarse con una voz programada e irreflexiva que no reconoce ninguna pregunta para la que no ha sido programada. Basta pensar en lo difícil que es tratar con un proveedor de servicios. Lo que antes era una cuestión de una llamada telefónica de tres minutos que se respondía al tercer timbre, ahora puede ser una tarea de varias horas e incluso de varios días. La falta de seguridad en Internet significa que, incluso si se contacta con un ser humano, no se puede tomar ninguna decisión ni solución. Tiene que subir un nivel, ya que cada vez se confía menos en los empleados para que tomen una decisión.
La revolución digital ha provocado una explosión de delitos y estafas. En Florida, por ejemplo, hay tantos que no quieren que denuncie uno más.
La revolución digital se vendió a las empresas como una forma de reducir costos al reemplazar a los representantes de servicio al cliente por IA. Pero la IA no es sensible y no puede ocuparse de nada para lo que no está programada. El objetivo principal de las “relaciones con los clientes” de la IA es hacer que sea demasiado costoso en tiempo corregir una factura incorrecta. Es más barato simplemente pagar la factura sobreestimada.
Cada vez hay menos empresas de servicios en las que puedes contactar con un humano con la capacidad de corregir un problema sin invertir horas de tiempo. Mi favorito es cuando no hay Internet y llamas al proveedor de servicios y te dicen que te pongas en contacto con el chat de su sitio web.
Hace años, el lobby israelí acusó a Shakespeare de ser antisemita. Shakespeare vivió entre 1564 y 1616. El término antisemita no existía y no había lobby israelí. Esto no impidió que Shakespeare fuera etiquetado como antisemita en el siglo XX y eliminado de los cursos de literatura de la escuela secundaria y la universidad. En consecuencia, se le negó el uso más notable de la lengua inglesa a los estudiantes que se vieron privados de la comprensión de partes de su propia lengua debido a las objeciones judías a Shakespeare. La literatura de Shakespeare, por supuesto, no es una literatura de antisemitismo. Pero aquí y allá dice algunas cosas sobre los judíos que todos creían entonces y muchos todavía creen hoy. En literatura ocurre lo mismo con todas las etnias, pero son solo los judíos los que se quejan.
El Foro Económico Mundial, una institución maligna a la que los políticos y ejecutivos corporativos occidentales anhelan pertenecer, tiene un agente tras*humanista que dice que la IA ha hecho que la vida humana sea innecesaria e incómoda. La necesidad de deshacerse de los humanos superfluos ha llevado a discusiones sobre una vida legalizada. Predije hace muchos años que el aborto conduciría a la eutanasia forzada.
Pregúntate de quién es la mano que lleva a los geeks a hacer que los humanos sean superfluos. ¿Por qué es más importante que una IA responda al teléfono que un humano? Si hay que deshacerse de los humanos, ¿quién va a comprar los productos de los robots? ¿No te parece extraordinario que los defensores de la IA nunca se hayan planteado esta pregunta? ¿Cómo avanza la humanidad al encontrar siempre nuevas formas de tras*ferir la función humana a un robot? ¿Cómo se llegó a que el objetivo principal de la ciencia sea hacer que los humanos sean irrelevantes?
A lo largo de mi vida he visto cómo una época oscura se apoderaba poco a poco del mundo. Trump dice que va a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, pero ¿cómo lo va a hacer cuando ya no existen los materiales para construirlo? ¿Cuál es la definición de grandeza de Trump?
El desmantelamiento de nuestra civilización ha dejado un pueblo bárbaro que no sería capaz de entender a Shakespeare si lo leyera.
Si se puede admitir la verdad, fueron los propios profesores de literatura y los críticos quienes destruyeron la gran literatura al inundar las obras con todo tipo de tonterías modernas, distorsionando y destruyendo su significado.
Y ahora es la Universidad de Princeton la que va a malinterpretar la literatura, la historia y la arquitectura a través de la lente de la comunidad LGBTQ+. Lo que el viento se llevó será rescatada de la lista de películas prohibidas y nos enteraremos de que Scarlett O'hara, una lesbiana tras*género, quería hacer el amor con la sirvienta de color Prissy, pero se vio disuadida por sentimientos de supremacía racista blanca.
A medida que la literatura se va eliminando de los estudios universitarios, la pronografía se instala en ellos.
Este informe de The Guardian describe la difícil situación de la educación en Inglaterra:
“El anuncio de que la Universidad Christ Church de Canterbury en Kent dejará de ofrecer títulos de literatura inglesa ha hecho que muchas liebres corran, la mayoría de ellas en la dirección equivocada. La universidad dijo, en efecto, que casi nadie quería estudiar literatura inglesa a nivel de licenciatura y que, por lo tanto, el curso ya no era viable. Si no puedes estudiar literatura inglesa en la ciudad de Chaucer y Marlowe, ¿dónde puedes hacerlo?
“La historia de Canterbury es conocida. La literatura inglesa está en retirada total en el nivel A, con cifras que bajaron de 83.000 en 2013 a 54.000 en 2023, y también ha habido un declive en la universidad durante la última década, aunque las estadísticas son controvertidas porque la materia se estudia a nivel de grado en muchas formas, incluida la escritura creativa y la lingüística. En general, las materias de humanidades parecen estar perdiendo su atractivo , con solo el 38% de los estudiantes tomando un curso en 2021/22, por debajo de casi el 60% entre 2003/4 y 2015/16.
“Es probable que la caída se deba a las tasas de matrícula y a la necesidad de estudiar una materia elegida para recuperar la importante inversión realizada por el estudiante. El peligroso estado de las finanzas universitarias también está dando lugar a profundos recortes, como la pérdida del prestigioso curso de química en Hull la semana pasada. Pero lo más preocupante es el cierre generalizado de departamentos de artes y humanidades (arte, música, teatro, danza), con instituciones como Goldsmiths, Oxford Brookes y Surrey que han despedido a cientos de académicos. [En otras palabras, la sociedad ya no necesita personas educadas. En cambio, las universidades producen personas con las habilidades que necesitan las corporaciones.]
“La literatura inglesa puede parecer un blanco fácil. Estudiar Beowulf ya no es tan atractivo como lo era cuando el Estado lo pagaba. Mientras tanto, quienes están del lado liberal del argumento culpan a las reformas curriculares de 2013 de Michael Gove , que marcaron el comienzo de una era de cursos con mucho contenido evaluados mediante exámenes finales. Los sucesivos ministros de educación conservadores también elogiaron la ciencia y la tecnología mientras se burlaban de las perspectivas profesionales de los graduados en artes.
“Estudiar literatura es inherentemente algo bueno. Virginia Woolf, a quien le mortificaba que su padre no quisiera dejarla ir a la universidad, veía los libros como una forma de trascender el yo. La universidad debería preocuparse por fomentar la investigación racional y el libre juego del intelecto; no se trata de crear zánganos útiles y es lamentable que las tasas de matrícula hayan convertido la experiencia en algo tras*accional. Los cursos deberían desafiar a los estudiantes, haciendo hincapié en la descodificación de los textos en lugar de en la lectura superficial. [La descodificación de textos contribuyó a destruir la literatura.]
“El cierre del curso de la Universidad Christ Church de Canterbury coincidió con un informe del National Literacy Trust que revelaba que sólo el 35% de los jóvenes de entre 8 y 18 años disfrutan de la lectura por placer, una caída de casi 9 puntos porcentuales en un año. Las tasas de lectura están cayendo, la brecha de género se está ampliando y las causas van desde el dominio de las redes sociales hasta el cierre de bibliotecas y la reducción de la capacidad de atención. (¿Deberíamos leer algo en la brevedad del ganador del premio Booker de este año ? ¿Cómo le habría ido a Nuestro amigo común?) Algunos profesores de escuela sugieren reemplazar a Dickens con estudios de redes sociales, pero, como podría replicar Scoop de Evelyn Waugh: "Hasta cierto punto, Lord Copper".
“Deberíamos estar preocupados por el cierre del curso de Literatura Inglesa en Canterbury. Las universidades están en un estado alarmante y el nuevo gobierno apenas ha comenzado la tarea hercúlea de estabilizar el sector. Esto es más que un fracaso institucional. Señala un cambio cultural que corre el riesgo de dejar a las generaciones futuras sin las herramientas críticas, empáticas e intelectuales que proporciona la literatura. “No hay amigo más leal que un libro”, dijo Hemingway. La dependencia de los influencers de Instagram solo puede llevarte hasta cierto punto. Todavía necesitamos a Nuestro Amigo Común ”.
The Guardian view on humanities in universities: closing English Literature courses signals a crisis
Una de las mejores universidades de Estados Unidos ofrece cursos sobre prespitación (el eufemismo actual es “trabajo sensual”) y estudios queer
Por una matrícula anual de 60.000 dólares, la Universidad de Princeton te enseñará cómo ser cortesana.
Top US university offers courses on sex work and queer studies