El sector de las renovables acusa al del gas de recibir primas de mil millones - 13/02/10 - 1908276 - elEconomista.es
Las patronales 'verdes' dicen que el sector gasista se beneficia de los incentivos a la cogeneración. APPA, Asif, AEE y Protermosolar urgen un pacto de Estado de la energía al margen de la política.
Las energías renovables se han convertido en el blanco perfecto de sus detractores, sobre todo del sector gasista, por las primas que reciben. Que si son caras, que si son imprevisibles, que si encarecen la tarifa eléctrica... Un sinfín de críticas con las que luchar a contracorriente. Pero las patronales verdes se han lanzado al ataque y les acusan de que el gas recibe 1.000 millones en concepto de primas a través de la cogeneración y la gestión de residuos.
¿Qué fue antes: el huevo o la gallina? Las patronales Protermosolar, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) y la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), se defienden de las críticas lanzadas y aseguraron, en un encuentro con elEconomista, que los sectores que se presentan ahora más críticos con las subvenciones energéticas, son los mismos que también se benefician de parte de estos incentivos. Pero que también en su día fueron ayudados para impulsar otras tecnologías.
El secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, tiene clara su defensa. "La opinión pública debería saber que las energías renovables no son las únicas con primas", dijo con contundencia en el encuentro con este diario. En este sentido, recalcó que el gas natural tiene, en el régimen especial, primas por más de 1.000 millones de euros. "El gas también está mojando, así como el carbón, que también recibe ayudas".
Por su parte, el presidente de APPA, José María González Vélez, precisó que en 2009, el régimen especial recibió 4.537 millones de euros, de los que 3.471 millones correspondieron a las renovables, mientras que 1.065 millones fueron para el sector del gas, a través de la cogeneración y la gestión de residuos. De esta manera, el pasado año el 24 por ciento de las primas del régimen especial no corresponde a renovables.
Además, estas asociaciones defienden su terreno a la hora de justificar los incentivos que reciben, en un momento donde el sector gasista también pide primas por el respaldo que ofrecen a las renovables en momentos donde no están disponibles, como por ejemplo si no hay viento en el caso de la energía eólica.
Respecto a la puesta en marcha de una ley de renovables que impere, Javier Anta apuntó que "hay un vacío de esta parte", que están cubriendo las compañías eléctricas unilateralmente, "con buen criterio muchas veces", aunque "no hay punto de equilibrio, y no va a haber la uniformidad que sería conveniente".
Todos los presidentes de las patronales estuvieron de acuerdo en la necesidad de que se alcance un pacto de Estado sobre la energía, aunque José Donoso, de AEE, estima conveniente sacar el tema del ámbito político para que no sea un arma arrojadiza entre partidos.
Los vaivenes regulatorios
Además de la pelea con otros sectores, el sector de energías verdes mantiene las espadas en alto con el Ejecutivo, a raíz de los "constantes cambios regulatorios", tal como denuncia el presidente de la Asif, Javier Anta. La última revuelta fue consecuencia de los últimos cupos fijados para las renovables. "El tema de cupos es pésimo, tiene muchas ineficacias, y dentro de la cadena de valor favorece a quienes menos a los agentes que menos valor añaden", criticó Anta.
Según el presidente de Asif, hasta que el Gobierno no abandone su condición de margen cero "no se podrá ir a ningún sitio". "Hasta que no deje de un lado esta política de rigidez seguiremos abocados a esta situación", apuntó.
Por su parte, el presidente de la AEE, José Donoso, explicó que a la energía eólica se ha aplicado "un traje que no le viene". "No había necesidad, porque nosotros hemos tenido un crecimiento estable, sin picos. Querer aplicarnos una fórmula que no sirve para nuestro sector, sólo ha provocado un shock institucional que ha paralizado las plantas", criticó.
Además, recordó que el sector eólico, además de ser una fuente de energía, es una fuente de creación de trabajos. Y es que en España, unas 40.000 familias dependen de esta actividad y la legislación ha supuesto un parón en las plantas durante los últimos ocho meses. En opinión de Donoso, los últimos cupos aprobados "son innecesarios" porque de acuerdo con el plan energético de energías renovables la eólica "iba a cumplir los objetivos".
Parón en las fábricas
Además, puntualizó que "el eólico es el sector más castigado", en tanto que mantenía una media de 2.100 megavatios al año y "se le ha penalizado en un 15 por ciento para los próximos años", con "la problemática adicional de que las fábricas han ido acumulando material".
Por su parte, González Vélez recordó que APPA ya advirtió de las consecuencias negativas de los último cambios. El presidente de esta patronal consideró que el decreto 661, de mayo, tiene origen en la asintonía entre administraciones autonómicas y el Ministerio de Industria en cuanto a la incidencia que podía tener las primas en la tarifa. "Lo que quiso el Ministerio fue detener este desarrollo para reconsiderar su postura", añadió. Además, a su juicio, el arma que tiene el Gobierno es el precio y no los cupos.
Las patronales 'verdes' dicen que el sector gasista se beneficia de los incentivos a la cogeneración. APPA, Asif, AEE y Protermosolar urgen un pacto de Estado de la energía al margen de la política.
Las energías renovables se han convertido en el blanco perfecto de sus detractores, sobre todo del sector gasista, por las primas que reciben. Que si son caras, que si son imprevisibles, que si encarecen la tarifa eléctrica... Un sinfín de críticas con las que luchar a contracorriente. Pero las patronales verdes se han lanzado al ataque y les acusan de que el gas recibe 1.000 millones en concepto de primas a través de la cogeneración y la gestión de residuos.
¿Qué fue antes: el huevo o la gallina? Las patronales Protermosolar, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) y la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), se defienden de las críticas lanzadas y aseguraron, en un encuentro con elEconomista, que los sectores que se presentan ahora más críticos con las subvenciones energéticas, son los mismos que también se benefician de parte de estos incentivos. Pero que también en su día fueron ayudados para impulsar otras tecnologías.
El secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, tiene clara su defensa. "La opinión pública debería saber que las energías renovables no son las únicas con primas", dijo con contundencia en el encuentro con este diario. En este sentido, recalcó que el gas natural tiene, en el régimen especial, primas por más de 1.000 millones de euros. "El gas también está mojando, así como el carbón, que también recibe ayudas".
Por su parte, el presidente de APPA, José María González Vélez, precisó que en 2009, el régimen especial recibió 4.537 millones de euros, de los que 3.471 millones correspondieron a las renovables, mientras que 1.065 millones fueron para el sector del gas, a través de la cogeneración y la gestión de residuos. De esta manera, el pasado año el 24 por ciento de las primas del régimen especial no corresponde a renovables.
Además, estas asociaciones defienden su terreno a la hora de justificar los incentivos que reciben, en un momento donde el sector gasista también pide primas por el respaldo que ofrecen a las renovables en momentos donde no están disponibles, como por ejemplo si no hay viento en el caso de la energía eólica.
Respecto a la puesta en marcha de una ley de renovables que impere, Javier Anta apuntó que "hay un vacío de esta parte", que están cubriendo las compañías eléctricas unilateralmente, "con buen criterio muchas veces", aunque "no hay punto de equilibrio, y no va a haber la uniformidad que sería conveniente".
Todos los presidentes de las patronales estuvieron de acuerdo en la necesidad de que se alcance un pacto de Estado sobre la energía, aunque José Donoso, de AEE, estima conveniente sacar el tema del ámbito político para que no sea un arma arrojadiza entre partidos.
Los vaivenes regulatorios
Además de la pelea con otros sectores, el sector de energías verdes mantiene las espadas en alto con el Ejecutivo, a raíz de los "constantes cambios regulatorios", tal como denuncia el presidente de la Asif, Javier Anta. La última revuelta fue consecuencia de los últimos cupos fijados para las renovables. "El tema de cupos es pésimo, tiene muchas ineficacias, y dentro de la cadena de valor favorece a quienes menos a los agentes que menos valor añaden", criticó Anta.
Según el presidente de Asif, hasta que el Gobierno no abandone su condición de margen cero "no se podrá ir a ningún sitio". "Hasta que no deje de un lado esta política de rigidez seguiremos abocados a esta situación", apuntó.
Por su parte, el presidente de la AEE, José Donoso, explicó que a la energía eólica se ha aplicado "un traje que no le viene". "No había necesidad, porque nosotros hemos tenido un crecimiento estable, sin picos. Querer aplicarnos una fórmula que no sirve para nuestro sector, sólo ha provocado un shock institucional que ha paralizado las plantas", criticó.
Además, recordó que el sector eólico, además de ser una fuente de energía, es una fuente de creación de trabajos. Y es que en España, unas 40.000 familias dependen de esta actividad y la legislación ha supuesto un parón en las plantas durante los últimos ocho meses. En opinión de Donoso, los últimos cupos aprobados "son innecesarios" porque de acuerdo con el plan energético de energías renovables la eólica "iba a cumplir los objetivos".
Parón en las fábricas
Además, puntualizó que "el eólico es el sector más castigado", en tanto que mantenía una media de 2.100 megavatios al año y "se le ha penalizado en un 15 por ciento para los próximos años", con "la problemática adicional de que las fábricas han ido acumulando material".
Por su parte, González Vélez recordó que APPA ya advirtió de las consecuencias negativas de los último cambios. El presidente de esta patronal consideró que el decreto 661, de mayo, tiene origen en la asintonía entre administraciones autonómicas y el Ministerio de Industria en cuanto a la incidencia que podía tener las primas en la tarifa. "Lo que quiso el Ministerio fue detener este desarrollo para reconsiderar su postura", añadió. Además, a su juicio, el arma que tiene el Gobierno es el precio y no los cupos.