El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Vagamundo' y 'Los ratones coloraos' con una distintiva carcajada y la coletilla de "cuñaaaaooo", hoy Juan Joya Borja, El Risitas, atraviesa un delicado momento de salud pese a contar con tan solo 64 años. Vive en un hospital rodeado de ancianos, vagabundos y necesitados, ha sufrido la amputación de una pierna y además lucha contra la diabetes.
La complicada situación que atraviesa El Risitas
El Risitas pasa sus días en el sevillano Hospital de la Caridad creado por la Hermandad del mismo nombre para atender a mayores necesitados, solos y sin recursos. Son los voluntarios de esta Corporación los que cuidan del humorista, que el pasado mes de septiembre ya había tenido que ser ingresado en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva como consecuencia de un un problema vascular que acabaría derivando en la amputación de una de sus piernas.
En pleno proceso de cicatrización de esa intervención, la vida del Risitas no corre peligro, si bien a sus problemas de movilidad se une una diabetes que complica mucho más su estado de salud. No obstante, el humorista sigue luchando por mostrar progresos día a día.
El Risitas, que formó un tándem junto al ya fallecido Peíto que alcanzaría una gran popularidad en España después de que se hicieran célebres en Canal Sur al amparo de Jesús Quintero, acabaría trascendiendo más allá de nuestras fronteras. Así, en Francia se haría protagonista de memes y vídeos virales bajo el sobrenombre de 'Issue', que vendría a ser la traducción de 'Jezuuuu', la manera en que se dirigía a Quintero con su particular carcajada.
Incluso llegaría a protagonizar un anuncio de una cadena de pizzas low cost de Finlandia, llegando su imagen sin varias piezas dentales y sobre todo, su risa hasta lugares tan dispares como Estadops Unidos y China. Tal fue la fama que alcanzó el Risitas que llegaría a tener una aparición en el mundo del cine, cuando Santiago Segura decidió darle cabida en la película 'Torrente 3: el protector'.
Una vez apeado de la cresta de la ola, y tras una temporada contando chistes por locales de Punta Umbría, en Huelva, El Risitas vive los peores momentos de su vida, muy alejado ya de los focos y con una salud que le convierte en su mayor enemigo.
El Risitas vive en una situación dramática: en un hospital, sin una pierna y con diabetes
La complicada situación que atraviesa El Risitas
El Risitas pasa sus días en el sevillano Hospital de la Caridad creado por la Hermandad del mismo nombre para atender a mayores necesitados, solos y sin recursos. Son los voluntarios de esta Corporación los que cuidan del humorista, que el pasado mes de septiembre ya había tenido que ser ingresado en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva como consecuencia de un un problema vascular que acabaría derivando en la amputación de una de sus piernas.
En pleno proceso de cicatrización de esa intervención, la vida del Risitas no corre peligro, si bien a sus problemas de movilidad se une una diabetes que complica mucho más su estado de salud. No obstante, el humorista sigue luchando por mostrar progresos día a día.
El Risitas, que formó un tándem junto al ya fallecido Peíto que alcanzaría una gran popularidad en España después de que se hicieran célebres en Canal Sur al amparo de Jesús Quintero, acabaría trascendiendo más allá de nuestras fronteras. Así, en Francia se haría protagonista de memes y vídeos virales bajo el sobrenombre de 'Issue', que vendría a ser la traducción de 'Jezuuuu', la manera en que se dirigía a Quintero con su particular carcajada.
Incluso llegaría a protagonizar un anuncio de una cadena de pizzas low cost de Finlandia, llegando su imagen sin varias piezas dentales y sobre todo, su risa hasta lugares tan dispares como Estadops Unidos y China. Tal fue la fama que alcanzó el Risitas que llegaría a tener una aparición en el mundo del cine, cuando Santiago Segura decidió darle cabida en la película 'Torrente 3: el protector'.
Una vez apeado de la cresta de la ola, y tras una temporada contando chistes por locales de Punta Umbría, en Huelva, El Risitas vive los peores momentos de su vida, muy alejado ya de los focos y con una salud que le convierte en su mayor enemigo.
El Risitas vive en una situación dramática: en un hospital, sin una pierna y con diabetes