Chapapote1
Madmaxista
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La idea la han presentado esta semana unos productores de Estados Unidos que, al menos por el momento, no tienen el consentimiento de la autora J.K. Rowling
Rupert Grint, Emma Watson y Daniel Radcliffe.
En el mundo mágico de Harry Potter abundan criaturas de todas las formas y colores, pero, para los críticos de J.K. Rowling y su universo de fantasía, la variedad de los personajes en cuanto a identidad de género, raza o inclinación sensual brilla por su ausencia. Es por eso que, tras la polémica que ha engullido la imagen pública de la escritora por referirse a las "mujeres" como "personas que menstrúan", hay quien ha planteado ya un proyecto serio para llevar a cabo una reedición de las películas de la saga desde un punto de vista más inclusivo.
La idea la han presentado esta semana unos productores de Estados Unidos que, al menos por el momento, no tienen el consentimiento de Rowling para comercializar ni alterar el universo que ella misma creó hace más de 20 años. Aun así, la idea es que esta nueva versión de las películas, que será emitida en forma de serie web, empiece a grabarse entre junio y julio de este mismo año, y por el momento no solo se conoce ya parte del guion, pues Harry no será el protagonista, sino que también han ido apareciendo los requisitos que se piden para poder presentarse al casting.
Para el papel de James Potter, por ejemplo, se pide un actor "asiático, neցro, descendiente de jovenlandeses, étnicamente ambiguo, multirracial, indígena, latino, hispano, de Oriente Medio, surasiático, indio o habitante de las islas del Pacífico". Para el de Lily Evans, es decir, el de la progenitora del 'chico que sobrevivió', basta con que sea alguien "no acorde a los convencionalismos de género, no binario o tras*exual femenino".
Lo mismo pasa con otros papeles como el de Sirius Black, que no puede ser interpretado por un actor blanco, por ejemplo. Remus Lupin ya no tendrá por qué ser un hombre, aunque no son excluyentes en este sentido, pero Peter Pettigrew, el 'animago' convertido en rata doméstica de los Weasley, sí que deberá ser interpretado por una persona "no conforme a los cánones de género, no binario o tras*género masculino".
Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson.
Pese a que se espera una respuesta en los tribunales por parte de Rowling, no solo creadora del universo, sino también propietaria de los derechos de todo lo que tenga que ver con la marca 'Harry Potter', los productores van muy en serio y ya han contratado a un famoso agente de casting en Los Ángeles. "Intentamos reflejar la diversidad que existe dentro de la comunidad de fans en los personajes que tanto quieren, de forma que haya personas de todos los colores, que existan tramas queer y que veamos también a personas de distintas religiones", apunta Megan Mckelli, productora de vídeos en TikTok y una de las personas detrás del proyecto.
EL QUIDDITCH TAMBIÉN ABANDONA A ROWLING
Las críticas contra J.K. Rowling empezaron en junio de 2020 después de que la escritora reivindicase el hecho de que no se diluyera el concepto "mujer" al utilizar expresiones como "persona que menstrúa". Sus declaraciones provocaron una oleada de presión en su contra refrendada incluso por actores como Daniel Radcliffe (Harry Potter) y Emma Watson (Hermione Granger,) que decidieron distanciarse de ella. Desde entonces la polémica, lejos de enfriarse, ha ido multiplicándose dentro de la comunidad que componen los fans de la comunidad, también llamados potterheads.
Recientemente Rowling tuvo que acudir a la policía quejándose de que unos críticos habían ido a su residencia en Edimburgo y que habían publicado una fotografía en redes sociales donde se viese claramente la dirección de la escritora. Ella, dentro de este clima de presión en su contra, argumentaba que esto podría fomentar el acoso contra su persona. La Policía Escocesa, sin embargo, acaba de confirmar que no se produjo ningún hecho constitutivo de delito.
Sin embargo, no son solo los actores y los propios fans los que se han posicionado en contra de Rowling en este asunto, sino que hace un mes tres organizaciones de Quidditch en Reino Unido y Estados Unidos decidieron cambiar el nombre del deporte para distanciarse de ella, aunque aún no han elegido uno de forma definitiva. El Quidditch, que es un deporte que practican los magos de la saga montados en escobas voladoras persiguiendo pelotas encantadas, dejará de llamarse así no solo por un motivo ético, sino también económico, pues la marca 'Quidditch', propiedad de Warner Studios, limitaba al deporte a la hora de recaudar ingresos estableciendo patrocinios.
Otra cosa más para destrozar la saga. Ya no se basa en ganar dinero, sino en hacer propaganda.
Rupert Grint, Emma Watson y Daniel Radcliffe.
En el mundo mágico de Harry Potter abundan criaturas de todas las formas y colores, pero, para los críticos de J.K. Rowling y su universo de fantasía, la variedad de los personajes en cuanto a identidad de género, raza o inclinación sensual brilla por su ausencia. Es por eso que, tras la polémica que ha engullido la imagen pública de la escritora por referirse a las "mujeres" como "personas que menstrúan", hay quien ha planteado ya un proyecto serio para llevar a cabo una reedición de las películas de la saga desde un punto de vista más inclusivo.
La idea la han presentado esta semana unos productores de Estados Unidos que, al menos por el momento, no tienen el consentimiento de Rowling para comercializar ni alterar el universo que ella misma creó hace más de 20 años. Aun así, la idea es que esta nueva versión de las películas, que será emitida en forma de serie web, empiece a grabarse entre junio y julio de este mismo año, y por el momento no solo se conoce ya parte del guion, pues Harry no será el protagonista, sino que también han ido apareciendo los requisitos que se piden para poder presentarse al casting.
Para el papel de James Potter, por ejemplo, se pide un actor "asiático, neցro, descendiente de jovenlandeses, étnicamente ambiguo, multirracial, indígena, latino, hispano, de Oriente Medio, surasiático, indio o habitante de las islas del Pacífico". Para el de Lily Evans, es decir, el de la progenitora del 'chico que sobrevivió', basta con que sea alguien "no acorde a los convencionalismos de género, no binario o tras*exual femenino".
Lo mismo pasa con otros papeles como el de Sirius Black, que no puede ser interpretado por un actor blanco, por ejemplo. Remus Lupin ya no tendrá por qué ser un hombre, aunque no son excluyentes en este sentido, pero Peter Pettigrew, el 'animago' convertido en rata doméstica de los Weasley, sí que deberá ser interpretado por una persona "no conforme a los cánones de género, no binario o tras*género masculino".
Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson.
Pese a que se espera una respuesta en los tribunales por parte de Rowling, no solo creadora del universo, sino también propietaria de los derechos de todo lo que tenga que ver con la marca 'Harry Potter', los productores van muy en serio y ya han contratado a un famoso agente de casting en Los Ángeles. "Intentamos reflejar la diversidad que existe dentro de la comunidad de fans en los personajes que tanto quieren, de forma que haya personas de todos los colores, que existan tramas queer y que veamos también a personas de distintas religiones", apunta Megan Mckelli, productora de vídeos en TikTok y una de las personas detrás del proyecto.
EL QUIDDITCH TAMBIÉN ABANDONA A ROWLING
Las críticas contra J.K. Rowling empezaron en junio de 2020 después de que la escritora reivindicase el hecho de que no se diluyera el concepto "mujer" al utilizar expresiones como "persona que menstrúa". Sus declaraciones provocaron una oleada de presión en su contra refrendada incluso por actores como Daniel Radcliffe (Harry Potter) y Emma Watson (Hermione Granger,) que decidieron distanciarse de ella. Desde entonces la polémica, lejos de enfriarse, ha ido multiplicándose dentro de la comunidad que componen los fans de la comunidad, también llamados potterheads.
Recientemente Rowling tuvo que acudir a la policía quejándose de que unos críticos habían ido a su residencia en Edimburgo y que habían publicado una fotografía en redes sociales donde se viese claramente la dirección de la escritora. Ella, dentro de este clima de presión en su contra, argumentaba que esto podría fomentar el acoso contra su persona. La Policía Escocesa, sin embargo, acaba de confirmar que no se produjo ningún hecho constitutivo de delito.
Sin embargo, no son solo los actores y los propios fans los que se han posicionado en contra de Rowling en este asunto, sino que hace un mes tres organizaciones de Quidditch en Reino Unido y Estados Unidos decidieron cambiar el nombre del deporte para distanciarse de ella, aunque aún no han elegido uno de forma definitiva. El Quidditch, que es un deporte que practican los magos de la saga montados en escobas voladoras persiguiendo pelotas encantadas, dejará de llamarse así no solo por un motivo ético, sino también económico, pues la marca 'Quidditch', propiedad de Warner Studios, limitaba al deporte a la hora de recaudar ingresos estableciendo patrocinios.
Planean una reedición transgénero y multirracial de las películas de Harry Potter
En el mundo mágico de Harry Potter abundan criaturas de todas las formas y colores, pero, para los críticos de J.K. Rowling y su universo de fantasía, la variedad de los...
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Otra cosa más para destrozar la saga. Ya no se basa en ganar dinero, sino en hacer propaganda.