El primer incendio de un coche eléctrico en Baleares evidencia su compleja extinción (mientras cambiaba baterías de litio)

El incendio el miércoles de un Jaguar eléctrico en s’Arenal de Llucmajor, mientras estaba cargando sus baterías de litio, puso en evidencia la compleja extinción de las llamas en este tipo de vehículos. Se trata del primer fuego devastador que consume un automóvil propulsado por energía eléctrica en Balears.


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Los fuegos en coches propulsados por combustibles fósiles son muy frecuentes. El protocolo de los bomberos pasa por desconectar la batería de 12 voltios y sofocar las llamas. En los vehículos eléctricos esta tarea es mucho más compleja y la actuación es bien distinta. Las baterías de estos turismos son de unos 700 voltios, lo que supone que los servicios de extinción se exponen a una alta tensión.


«Al exponerse a alta tensión, los bomberos tienen que ir equipados con guantes dieléctricos y ropa aislante», precisó ayer Pedro Ladaria, jefe de Bombers de Mallorca. «Lo primero es una primera extinción. Luego, cada cierto tiempo, hay que comprobar la temperatura con una cámara térmica», subrayó.

Esto es un no parar. La UE lo lleva crudo para tratar de imponernos esa cosa.