Vlad_Empalador
Será en Octubre
La guerra sucia del Gobierno contra el Partido Popular existe, está a la vista y al alcance de todos los españoles y todo anuncia que continuará animada por la orquesta gubernamental de medios públicos y privados, encargados de proclamar las continuas filtraciones del sumario Gürtel y de jalear gestos indignos de un gobierno democrático como la orden que la vicepresidenta del gobierno, De la Vega, dio a la fiscalía para reabrir la investigación en contra de Francisco Camps, que acababa de archivar el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Basta recordar la gran cacería de Bermejo con toda la "troupe" judicial y policial de Garzón, para entender como las gasta este gobierno de Zapatero para ocultar su incompetencia en la crisis económica e intentar frenar su creciente deterioro político y electoral.
Por ello, al Partido Popular no le queda más campo de acción que el de las elecciones, y como Zapatero se niega a adelantar los comicios generales, el PP podría abrir un proceso electoral permanente de aquí a los comicios municipales de 2011, adelantando este otoño las elecciones autonómicas de Valencia, y en la primavera de 2010, las autonómicas de Madrid. Dos citas en las que el PSOE puede sufrir sendos y sonados revolcones, que abrirían heridas en las ya debilitadas federaciones socialistas de las Comunidades valenciana y madrileña.
Además, ambas citas electorales permitirían dentro del PP, por un lado, dar a Camps la oportunidad de renovar su victoria y, posteriormente, a Aguirre el recomponer su mala relación con Rajoy. Y ambas elecciones entrarían en campaña en los momentos más difíciles y calientes de la crisis económica con lo que el discurso político del PSOE se vería arrasado por la cruda y a la vez imparable realidad. Asimismo, semejante calendario, al que luego se unirían las elecciones catalanas del otoño de 2010 -condicionadas por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán-, mantendría a Zapatero, su gobierno y al PSOE en una permanente alerta electoral y con bastantes probabilidades de salir derrotado en las citas de Valencia, Madrid y Barcelona, sumando tres fracasos a los recientes de Galicia y Europeas.
Conocido es que a Mariano Rajoy no es proclive a grandes decisiones, pero esta vez tiene la oportunidad de tomar la iniciativa y romper la estrategia de Zapatero que considera expedito el campo electoral hasta 2011, a la espera de una recuperación económica que le permita recuperar el pulso político y rehacer su deteriorado liderazgo.
Por otra parte, las elecciones anticipadas en Valencia y Madrid permitirán al PP concentrar sus esfuerzos en otras Comunidades como las de Castilla La Mancha y Andalucía, donde el PSOE, sin José Bono y Manuel Chaves, puede perder posiciones importantes.
Pero sobre todo el adelanto electoral valenciano y madrileño servirá para que el gobierno someta, en plena crisis económica y social, su política y su gestión a un sector importante y cualificado del electorado. Precisamente las Comunidades donde Zapatero y sus publicistas han montado su nuevo y gran espectáculo del caso Gürtel. Las últimas filtraciones de este sumario, nuevamente difundidas e infladas ayer por el diario El País y replicadas en el gran aparato audiovisual del PSOE dan una idea del otoño "escandaloso" con el que Zapatero intentará paliar las nuevas cifras del paro, y la caída en picado del PIB. De ahí la importancia de que empiecen a manifestarse en las urnas y cuando antes los ciudadanos de Valencia y Madrid.
Estrella Digital - Opinion: Pablo Sebastián, Adelanto electoral en Valencia y Madrid
Por ello, al Partido Popular no le queda más campo de acción que el de las elecciones, y como Zapatero se niega a adelantar los comicios generales, el PP podría abrir un proceso electoral permanente de aquí a los comicios municipales de 2011, adelantando este otoño las elecciones autonómicas de Valencia, y en la primavera de 2010, las autonómicas de Madrid. Dos citas en las que el PSOE puede sufrir sendos y sonados revolcones, que abrirían heridas en las ya debilitadas federaciones socialistas de las Comunidades valenciana y madrileña.
Además, ambas citas electorales permitirían dentro del PP, por un lado, dar a Camps la oportunidad de renovar su victoria y, posteriormente, a Aguirre el recomponer su mala relación con Rajoy. Y ambas elecciones entrarían en campaña en los momentos más difíciles y calientes de la crisis económica con lo que el discurso político del PSOE se vería arrasado por la cruda y a la vez imparable realidad. Asimismo, semejante calendario, al que luego se unirían las elecciones catalanas del otoño de 2010 -condicionadas por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán-, mantendría a Zapatero, su gobierno y al PSOE en una permanente alerta electoral y con bastantes probabilidades de salir derrotado en las citas de Valencia, Madrid y Barcelona, sumando tres fracasos a los recientes de Galicia y Europeas.
Conocido es que a Mariano Rajoy no es proclive a grandes decisiones, pero esta vez tiene la oportunidad de tomar la iniciativa y romper la estrategia de Zapatero que considera expedito el campo electoral hasta 2011, a la espera de una recuperación económica que le permita recuperar el pulso político y rehacer su deteriorado liderazgo.
Por otra parte, las elecciones anticipadas en Valencia y Madrid permitirán al PP concentrar sus esfuerzos en otras Comunidades como las de Castilla La Mancha y Andalucía, donde el PSOE, sin José Bono y Manuel Chaves, puede perder posiciones importantes.
Pero sobre todo el adelanto electoral valenciano y madrileño servirá para que el gobierno someta, en plena crisis económica y social, su política y su gestión a un sector importante y cualificado del electorado. Precisamente las Comunidades donde Zapatero y sus publicistas han montado su nuevo y gran espectáculo del caso Gürtel. Las últimas filtraciones de este sumario, nuevamente difundidas e infladas ayer por el diario El País y replicadas en el gran aparato audiovisual del PSOE dan una idea del otoño "escandaloso" con el que Zapatero intentará paliar las nuevas cifras del paro, y la caída en picado del PIB. De ahí la importancia de que empiecen a manifestarse en las urnas y cuando antes los ciudadanos de Valencia y Madrid.
Estrella Digital - Opinion: Pablo Sebastián, Adelanto electoral en Valencia y Madrid
