1990. Las notas de Bárcenas arrancan en pleno caso Naseiro
Veamos.
1989
El Partido Popular exculpará oficialmente a las personas del partido presuntamente relacionadas con el empresario Gustavo Durán -acusado de intento de soborno a dos parlamentarios regionales de Madrid para que apoyaran la moción de censura contra el socialista Joaquín Leguina-, según se desprende de la versión facilitada ayer por dirigentes de esa formación política tras escuchar el informe de Félix Pastor Ridruejo, encargado de la investigación del caso, para el comité ejecutivo. El informe incluye entre los investigados a Federico Trillo, secretario general, y a Rosendo Naseiro, tesorero.
El PP exculpa a sus dirigentes presuntamente implicados en los escándalos de soborno político | Edición impresa | EL PAÍS
El empresario Gustavo Durán, denunciado el pasado sábado por ofrecer 100 millones de pesetas al parlamentario de Izquierda Unida Miguel Ángel Olmos para que apoyase la moción de censura contra el presidente de la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina, ha afirmado en conversaciones privadas que recientemente contactó con dirigentes del Partido Popular para estudiar ofrecimientos a diputados que con su voto asegurasen la victoria del PP y el CDS. Portavoces de ambos partidos negaron haber realizado encargo alguno a Durán , si bien algunos colaboradores directos de Manuel Fraga reconocieron "tener referencias" previas de Durán
...
En parecidos términos se expresó el portavoz del PP en la Asamblea madrileña y candidato de su partido y del CDS a la presidencia regional, Alberto Ruiz Gallardón. "A ese señor Durán no le conozco. No he hablado nunca con él. Hasta ayer (por el sábado) no sabía quién era. Y nadie del partido me ha hablado jamás de él. Por otra parte, nunca aceptaría ser presidente con el voto de un diputado de IU".
Durán era ya muy conocido en Alianza Popular en 1984, cuando colaboraba con el entonces tesorero aliancista, Ángel Sanchís, para recaudar dinero para el partido e intentaba obtener de la Xunta, en manos de AP, la adjudicación de determinadas obras a constructoras que él representaba, según el libro De Fraga a Fraga, de Carlos Dávila y Luis Herrero.
Durán ha llegado a afirmar en una conversación para conseguir apoyos a la moción de censura que cuando Fraga le había preguntado si se podía persuadir, como le estaba proponiendo, a algún parlamentario, él le había asegurado: "Yo soy un profesional". Asimismo, indicó que había disponibles 4.500 millones para gratificar a quienes asegurasen la victoria de la moción.
...
Por otra parte, la patronal del sector de la construcción, SEOPAN, manifestó ayer en un comunicado que "no reconoce ningún mandato ni representación para actuar en su nombre a nadie fuera de las asociaciones libres y democráticas. Es, por tanto, falso y malicioso pretender para particular alguno dicha representación, y menos aún para actos de esta naturaleza". Por su parte, Julio Anguita, secretario general del PCE, dijo ayer a Europa Press que "este asunto vergonzoso lo ha empezado el PSOE, que es el padre del invento".
El empresario Gustavo Durán asegura contar con el respaldo del PP para captar apoyos contra Leguina | Edición impresa | EL PAÍS
1990
El secretario de finanzas del Partido Popular (PP), Rosendo Naseiro, y un concejal de ese partido en Valencia, Salvador Palop, fueron detenidos ayer por orden judicial acusados de un delito de cohecho (soborno a un funcionario público) en relación con unas irregularidades urbanísticas no precisadas. Además de ellos, han sido detenidos en Alicante y Valencia dos constructores, un promotor urbanístico y un arquitecto. El juez ha ordenado para los seis la prisión incomunicada, situación en la que se encontraban anoche
El equipo jurídico del PP, junto con el secretario general del partido, Francisco Álvarez Cascos, permaneció reunido en la tarde de ayer en la sede nacional de la calle de Génova, de Madrid, desde que se conocieron las detenciones de Rosendo-Naseiro y de Salvador Palop.
Horas más tarde, elaboraron un comunicado en el que señalaban que todas las indagaciones realizadas por el partido para conocer el origen y las causas de la denuncia habían sido inútiles, y subrayaban que "la prisión incomunicada que se ha decretado para estas personas es una medi da restrictiva y que en la práctica judicial sólo se viene aplicando en casos extremos como los relativos a delitos de terrorismo o pertenencia a bandas armadas y tráfico de drojas, lo que no deja de causar sorpresa".
En el comunicado, el PP urge a las autoridades que no prolonguen "ni un minuto más" las detenciones, por la trascendencia y el daño jovenlandesal que el simple silencio puede ocasionar a las personas afectadas
Un juez ordena la detención incomunicada del tesorero del PP y de un concejal de Valencia, acusados de cohecho | Edición impresa | EL PAÍS
Luis Manglano, el juez de Valencia que mandó detener el lunes al tesorero del PP y a otras cinco personas, todos ellos acusados de cohecho, manifestó a los periodistas la pasada medianoche que este caso tiene ramificaciones en otros puntos de España.
...
Manglano afirmó que la investigación judicial no había partido de denuncia alguna, y agregó que un asunto de drojas, "incidental y sin relación con el fondo del asunto", había precipitado los acontecimientos.
Manglano insistió en que el delito de cohecho no es el único por el que fueron detenidos el pasado lunes las seis personas.
El juez del 'caso Naseiro' asegura que los hechos que investiga tienen ramificaciones en otras provincias | Edición impresa | EL PAÍS
La investigación del juez de Valencia Luis Manglano en el caso Naseiro apunta a la financiación del PP mediante negocios inmobiliarios, según confirmaron ayer a este diario fuentes relacionadas con el caso del delito de cohecho cometido presuntamente por seis personas. Entre los detenidos figuran el responsable de finanzas M PP, Rosendo Naseiro, y el concejal popular de Valencia Salvador Palop. Los otros detenidos son tres constructores y el arquitecto municipal de Cullera. Estas fuentes dijeron ayer que la investigación comenzó hace cuatro meses e incluyó escuchas telefónicas.
La investigación del 'caso Naseiro' apunta a la financiación del PP con negocios inmobiliarios | Edición impresa | EL PAÍS
La dirección del Partido Popular (PP) se ha dirigido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que intervenga en el caso Naseiro y determine si las actuaciones del juez Luis Manglano se ajustan a las normas procesales. El escrito, firmado por el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, destaca el hecho de que, pasadas más de 48 horas desde la detención de su tesorero y del concejal del PP en Valencia, Salvador Palop, ni sus familiares, ni sus abogados, ni el propio partido conozcan la causa de las actuaciones judiciales contra ellos.Subraya asimismo el contraste que supone la ausencia de esa información y "el restrictivísimo régimen de incomunicación aplicado a los detenidos" con Ias reiteradas comparecencias; del señor juez en ruedas de prensa". El PP considera que la aparición de Manglano ante los medios de comunicación "para dar noticias que procesalmente niega a los defensores," puede vulnerar el secreto sumarial decretado por él mismo y que sus manifestaciones; públicas "vienen a agravar el daño al honor" que sobre las personas y las instituciones, ocasiona toda actuación judicial.
El PP pide al Poder Juidicial que intervenga | Edición impresa | EL PAÍS
José María Aznar hizo ayer todo lo posible por evitar cualquier asomo de dramatismo al estado de inculpación en que se encuentra sometido el Partido Popular como consecuencia de las detenciones de Rosendo Naseiro y Salvador Palop. Presumiblemente interesado en mostrar que el caso Naseiro no le ha angustiado y para probar que no ha estado encerrado en la habitación de un hotel en Tenerife durante sus cortas vacaciones, Aznar lució con orgullo ante los periodistas el tonalidad moreno de su rostro. Tan bronceado que tenía parcialmente despellejada al frente, lo que le permitió a algún periodista comentarle, con cierta ironía, que parecía "quemado".
Un aspecto que contrastaba con la palidez del jefe del equipo jurídico del PP, Alberto Ruiz Gallardón, y especialmente del secretario general del partido, Francisco Alvarez Cascos, cansado y ojeroso, a quien ha retenido durante toda la Semana Santa, en la sede nacional del partido la detención de Naseiro y Palop.
Sonrisas y bromas para distender el ambiente | Edición impresa | EL PAÍS
La refundación del Partido Popular y los éxitos electorales alcanzados por José María Aznar y Manuel Fraga le han costado caros a esta formación política. El PP obtuvo créditos electorales por valor de 2.550 millones de pesetas durante el año pasado, -de los cuales sólo puede devolver 941,5 con cargo a las subvenciones que el Estado le adeuda por los votos y escaños conseguidos. Deja, por tanto, 1.608 millones sin la cobertura de los fondos públicos. Además, el PP cerró el ejercicio económico de 1989 con un déficit de funcionamiento de 206 millones, entendiendo por tal el presupuesto ordinario de un partido que, como los demás, paga alquileres, suministros, personal, encuestas, imagen y otros gastos.
Según la lacónica explicación facilitada por el PP, este desfase entre ingresos y gastos "se ha financiado mediante créditos bancarios y financiación de proveedores", es decir, con más préstamos y el aplazamiento de pagos pendientes.Estos datos proceden de un documento sobre la contabilidad del Partido Popular, que fue preparado por el propio tesorero del PP, Rosendo Naseiro, cuatro semanas antes de su inesperada detención. El documento, que fue realizado a petición de este periódico, no responde a muchos de los detalles solicitados por EL PMS -que se han intentado completar con gestiones posteriores-, pero sí refleja claramente que el Partido Popular gasta mucho más dinero del que oficialmente tiene.Cuatro fuentes conocidas
Según otras fuentes del PP, que piden expresamente el anonimato, este partido tiene cuatro fuentes conocidas de financiación: las subvenciones públicas entregadas por el Estado, los donativos que han efectuado ciertas compañías -se apunta al sector eléctrico- y la petición de dinero a empresarios y particulares, simpatizantes de la opción conservadora, unas veces a través de cartas -por el sistema mailing -otras por medio de cenas y otros actos públicos, en los que se solicita donativos a los asistentes. Este último método se aplicaba mucho en época de Manuel Fraga.
Ninguna de estas vías de financiación aparece reflejada en el documento remitido a EL PAÍS por Rosendo Naseiro, en el que todas las cifras de ingresos se atribuyen a las subvenciones públicas y a los préstamos bancarios recibidos, amén de pequeñas cantidades atribuidas genéricamente a "otros ingresos".
Con cargo a los ingresos previstos Para este año, el PP prevé 437 millones para amortización de créditos, una cifra muy inferior a la que debe. Y, además, en 1990 hay previstas otras dos campañas electorales -autonómicas de Andalucía y el País Vasco-, que normalmente generarán nuevas necesidades de endeudamiento.
Según el informe de Naseiro, el Partido Popular obtuvo un total de 2.550 millones de pesetas en préstamos bancarios para las elecciones generales, europeas y gallegas del año 1989. La gran mayoría de ese dinero fue pedida para la campaña europea, en que el cabeza de lista era Marcelino Oreja, y para la elección general, donde el líder era José María Aznar. La campaña gallega de Manuel Fraga se realizó con un exquisito equilibrio entre ingresos y gastos, hasta el punto de que sobraron 200.000 pesetas exactamente, siempre según la fuente antes identificada.
En el año anterior, que coincide con la etapa de gestión de Antonio Hernández Mancha, el Partido Popular -entonces llamadoAlianza Popular- tuvo un déficit de, 114 millones de pesetas, si bien faltan los datos de la campaña autonómica de Cataluña. Sobre 1987 no hay datos fiables: únicamente el que recoge el informe del Tribunal de Cuentas respecto a la contabilidad de ese año, según el cual AP tuvo un superávit de 360 millones en el segundo semestre. Sobre el primer semestre, en el que precisamente se registró una triple convocatoria electoral, el Tribunal de Cuentas cierra los ojos y tampoco hay dato alguno en el documento remitido por Naseiro a EL PAÍS.
Un miembro relevante del equipo de Antonio Hernández Mancha asegura que este último se hizo cargo de AP a principios de 1987, después de que Manuel Fraga hubiera comprometido las pestañas propias y ajenas en las elecciones legislativas de 1986, en las que se jugaba el todo por el todo. Cabe recordar que aquella campaña contó con una generosa financiación bancaria a la llamada Operación Roca.
En concreto -según la citada fuente del equipo de Hernández Mancha-, Fraga había solicitado un crédito de 1.861 millones para las elecciones de 1986, para lo cual comprometió el ciento por ciento de lo que recibiría de subvenciones estatales hasta junio de 1987. Según estas fuentes manchistas, los entonces responsables del Partido Demócrata Popular y del Partido Liberal, óscar Alzaga y José Antonio Segurado -entones aliados de Fraga-, no vieron bien que Fraga comprometiera también la parte de las ayudas estatales que ellos creían debían ser administradas por ellos mismos.
A ello se unía una deuda de 320 millones de pesetas que la Alianza Popular de Fraga legó a su sucesor referente a nóminas de varios meses, Seguridad Social, alquileres, electricidad, teléfono -que llegó a ser cortado por impago-, proveedores, y otros.
El drama económicoEl drama económico del equipo manchista es que tomó las riendas en febrero de 1987, pero hastajunio de ese año la totalidad de las subvenciones iban directamente de las arcas del Estado a la cámara acorazada de los bancos sin pasar por Génova, 13, sede del partido. De añadidura, los manchistas se encontraron con una maraña de flecos de deudas económicas de anteriores campañas, cuyo monto es estimado por antiguos dirigentes populares en unos 500 millones. Campaña autonómica al Parlamento vasco de 1986, autonómica gallega de 1985 y préstamos con entidades bancarias como la Cazar y la Caja de Ahorros de Plasencia, entre otras.
Los entonces responsables financieros de AP optaron por una drástica reducción de gastos y, una vez que las subvenciones quedaron liberadas de la deuda de Fraga, solicitaron nuevos créditos, que rondaron los 570 millones de pesetas para la campaña municipal, autonómica y europea de 1987. Asimismo, lograron otro crédito de 75 millones "para vivir". Los ex dirigentes manchistas afirman que tras su salida, en enero de 1989, el partido había prácticamente liquidado la deuda Fraga, pero aún quedaba la histórica, cifrada en tor no a 2.000 millones de pesetas.
Las cifras de Naseiro | Edición impresa | EL PAÍS
Según la lacónica explicación facilitada por el PP, este desfase entre ingresos y gastos "se ha financiado mediante créditos bancarios y financiación de proveedores", es decir, con más préstamos y el aplazamiento de pagos pendientes.Estos datos proceden de un documento sobre la contabilidad del Partido Popular, que fue preparado por el propio tesorero del PP, Rosendo Naseiro, cuatro semanas antes de su inesperada detención. El documento, que fue realizado a petición de este periódico, no responde a muchos de los detalles solicitados por EL PMS -que se han intentado completar con gestiones posteriores-, pero sí refleja claramente que el Partido Popular gasta mucho más dinero del que oficialmente tiene.Cuatro fuentes conocidas
Según otras fuentes del PP, que piden expresamente el anonimato, este partido tiene cuatro fuentes conocidas de financiación: las subvenciones públicas entregadas por el Estado, los donativos que han efectuado ciertas compañías -se apunta al sector eléctrico- y la petición de dinero a empresarios y particulares, simpatizantes de la opción conservadora, unas veces a través de cartas -por el sistema mailing -otras por medio de cenas y otros actos públicos, en los que se solicita donativos a los asistentes. Este último método se aplicaba mucho en época de Manuel Fraga.
Ninguna de estas vías de financiación aparece reflejada en el documento remitido a EL PAÍS por Rosendo Naseiro, en el que todas las cifras de ingresos se atribuyen a las subvenciones públicas y a los préstamos bancarios recibidos, amén de pequeñas cantidades atribuidas genéricamente a "otros ingresos".
Con cargo a los ingresos previstos Para este año, el PP prevé 437 millones para amortización de créditos, una cifra muy inferior a la que debe. Y, además, en 1990 hay previstas otras dos campañas electorales -autonómicas de Andalucía y el País Vasco-, que normalmente generarán nuevas necesidades de endeudamiento.
Según el informe de Naseiro, el Partido Popular obtuvo un total de 2.550 millones de pesetas en préstamos bancarios para las elecciones generales, europeas y gallegas del año 1989. La gran mayoría de ese dinero fue pedida para la campaña europea, en que el cabeza de lista era Marcelino Oreja, y para la elección general, donde el líder era José María Aznar. La campaña gallega de Manuel Fraga se realizó con un exquisito equilibrio entre ingresos y gastos, hasta el punto de que sobraron 200.000 pesetas exactamente, siempre según la fuente antes identificada.
En el año anterior, que coincide con la etapa de gestión de Antonio Hernández Mancha, el Partido Popular -entonces llamadoAlianza Popular- tuvo un déficit de, 114 millones de pesetas, si bien faltan los datos de la campaña autonómica de Cataluña. Sobre 1987 no hay datos fiables: únicamente el que recoge el informe del Tribunal de Cuentas respecto a la contabilidad de ese año, según el cual AP tuvo un superávit de 360 millones en el segundo semestre. Sobre el primer semestre, en el que precisamente se registró una triple convocatoria electoral, el Tribunal de Cuentas cierra los ojos y tampoco hay dato alguno en el documento remitido por Naseiro a EL PAÍS.
Un miembro relevante del equipo de Antonio Hernández Mancha asegura que este último se hizo cargo de AP a principios de 1987, después de que Manuel Fraga hubiera comprometido las pestañas propias y ajenas en las elecciones legislativas de 1986, en las que se jugaba el todo por el todo. Cabe recordar que aquella campaña contó con una generosa financiación bancaria a la llamada Operación Roca.
En concreto -según la citada fuente del equipo de Hernández Mancha-, Fraga había solicitado un crédito de 1.861 millones para las elecciones de 1986, para lo cual comprometió el ciento por ciento de lo que recibiría de subvenciones estatales hasta junio de 1987. Según estas fuentes manchistas, los entonces responsables del Partido Demócrata Popular y del Partido Liberal, óscar Alzaga y José Antonio Segurado -entones aliados de Fraga-, no vieron bien que Fraga comprometiera también la parte de las ayudas estatales que ellos creían debían ser administradas por ellos mismos.
A ello se unía una deuda de 320 millones de pesetas que la Alianza Popular de Fraga legó a su sucesor referente a nóminas de varios meses, Seguridad Social, alquileres, electricidad, teléfono -que llegó a ser cortado por impago-, proveedores, y otros.
El drama económicoEl drama económico del equipo manchista es que tomó las riendas en febrero de 1987, pero hastajunio de ese año la totalidad de las subvenciones iban directamente de las arcas del Estado a la cámara acorazada de los bancos sin pasar por Génova, 13, sede del partido. De añadidura, los manchistas se encontraron con una maraña de flecos de deudas económicas de anteriores campañas, cuyo monto es estimado por antiguos dirigentes populares en unos 500 millones. Campaña autonómica al Parlamento vasco de 1986, autonómica gallega de 1985 y préstamos con entidades bancarias como la Cazar y la Caja de Ahorros de Plasencia, entre otras.
Los entonces responsables financieros de AP optaron por una drástica reducción de gastos y, una vez que las subvenciones quedaron liberadas de la deuda de Fraga, solicitaron nuevos créditos, que rondaron los 570 millones de pesetas para la campaña municipal, autonómica y europea de 1987. Asimismo, lograron otro crédito de 75 millones "para vivir". Los ex dirigentes manchistas afirman que tras su salida, en enero de 1989, el partido había prácticamente liquidado la deuda Fraga, pero aún quedaba la histórica, cifrada en tor no a 2.000 millones de pesetas.
Las cifras de Naseiro | Edición impresa | EL PAÍS
Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, reconoció ayer en Madrid que la financiación de las fuerzas políticas es uno de los problemas pendientes del sistema democrático y que "mientras sea tan oscura como ahora, las cosas Irán mal".
En su opinión, la multiplicación de las convocatorias electorales, hasta tres cada año, "sin una limitación real de los gastos", está en el trasfondo de este problema.
Fraga se negó ayer, tras su entrevista con Felipe González, a realizar comentario alguno sobre el denominado caso Naseiro. No obstante, reiteró que "es evidente que ha habido dos varas y dos medidas", en alusión al distinto tratamiento judicial que han tenido el escándalo protagonizado por Juan Guerra y el que implica, al tesorero de su partido.
Por otra parte, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Enrique Beltrán, afirmó anoche, en el programa de Televisión Española Punto y Aparte, que las investigaciones sobre el caso Naseiro se iniciaron el pasado 28 de noviembre, por lo que "este caso es anterior a otro asunto en otra latitud".
Fraga reconoce que las finanzas de los partidos son "oscuras" | Edición impresa | EL PAÍS
La investigación del juez Luis Manglano ofrece indicios de que un gran número de empresas entregan dinero neցro de forma habitual a algunos partidos para garantizar decisiones políticas que beneficien sus intereses. Los ayuntamientos, por el volumen de negocios que manejan, constituyen el escenario ideal de esta práctica delictiva. El dinero obtenido de los sobornos enriquece las arcas de los partidos y el bolsillo de los intermediarios. Fuentes relacionadas con la investigación del caso Naseiro han calificado las pruebas obtenidas por el juez valenciano como un "retrato de familia".
Las cintas del juez Manglano ofrecen indicios de sobornos habituales para financiar los partidos | Edición impresa | EL PAÍS
El fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, ha manifestado en privado a algunos miembros del ministerio público que las primeras comprobaciones que se están haciendo sobre el caso Naseiro "no confirman los indicios delictivos" hallados por el juez Luis Manglano en el curso de sus investigaciones. Leopoldo Torres añadió que, de mantenerse esta situación, no descarta que en el plazo de dos meses pida el sobreseimiento del caso.
Estas manifestaciones privadas las ha realizado el fiscal general del Estado en San Sebastián, durante el congreso de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), que ayer se clausuró en la capital guipuzcoana. El fiscal general del Estado, a quien acompañaba el Fiscal del caso Naseiro ante el Tribunal Supremo, Juan Martín Casallo, llegó a plantear, también en privado, la hipótesis de que las conversaciones telefónicas autorizadas por el juez Manglano no fueran más que diálogos en los que los interlocutores "hablaran de farol".Torres ha insistido en que no existen discrepancias entre los fiscales que llevaron el caso en Valencia y los que lo llevan ante el Supremo, a pesar de que el propio fiscal general, en contraste con las declaraciones actuales, en su momento se hizo eco ante este periódico de la impresión que le facilitaban los fiscales Enrique Beltrán y Miguel Ángel Altés sobre la existencia de indicios de criminalidad en las conductas investigadas en el caso Naseiro.
El fiscal del Estado no encuentra materia penal en el 'caso Naseiro' | Edición impresa | EL PAÍS
Las intervenciones telefónicas, la detención y la prisión incomunicada de los implicados en el caso Naseiro "fueron adoptadas por el juez competente y no puede afirmarse fundadamente que produjeran una efectiva indefensión a las personas afectadas". Ésta es la conclusión a la que llegó el juez instructor delegado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Luis Román Puerta, para rechazar que la actuación del juez Luis Manglano respecto a los inculpados en el caso Naseiro estuviese viciada de nulidad.El instructor del Supremo explica que la nulidad de actuaciones exige "una efectiva indefensión", que se produce cuando la tras*gresión judicial de las normas es "grave" y "de consecuencias trascendentes e irremediables".
El juez instructor del Supremo apoya la actuación de Manglano | Edición impresa | EL PAÍS
1992
"LO QUE no está en los autos no está en el mundo", dice un aforismo forense para expresar la independencia con que deben actuar los tribunales frente a cualquier influencia exterior en la toma de sus decisiones. En virtud *de este principio, el Tribunal Supremo ha decidido, por motivos que tienen que ver con cuestiones de procedimiento, dar como inexistente el caso Naseiro en el ámbito de la justicia. Pero es obvio, y no está al alcance de tribunal alguno impedirlo, que el caso Naseiro ha existido en la realidad y que las conversaciones telefónicas declaradas nulas procesalmente no son un invento ni una ficción.A lo largo de este proceso tan controvertido -por la personalidad. de los implicados y por el tipo de imputación referida a supuestas prácticas ilegales de financiación del Partido Popular-, los defensores de los implicados han insistido en que lo que estaba en juego era el Estado de derecho. Se referían con ello a las sospechas de irregularidades procesales que desde los prolegómenos de la instrucción han planeado sobre el caso. Es cierto. Pero también lo es que el Estado de derecho está en juego si, por razones infundadas o no suficientemente sólidas, se hurtan a la acción de la justicia hechos que pueden ser legalmente punibles, además de jovenlandesalmente reprobables.
El Tribunal Supremo ha considerado que en el caso Naseiro el Estado de derecho ha estado más en peligro por lo primero que por lo segundo. Y de ahí que haya declarado nulas las escuchas telefónicas autorizadas por el juez Manglano y que haya negado validez probatoria a las cintas grabadas con las conversaciones de los implicados. Nada hay que objetar al posicionamiento doctrinal del Supremo: es obvio que en el Estado de derecho los procedimientos forman parte de sus contenidos y, si existen dudas fundadas de que aquéllos han sido conculcados, la situación siempre debe ser resuelta a favor del justiciable. Con ello también queda protegida la sociedad.
El Tribunal Supremo ha hecho gala en esta ocasión de un rigor garantista no habitual en la práctica judicial española. Todas sus observaciones sobre la forma de actuación judicial en los casos. de escuchas telefónicas -insuficiencia de las autorizaciones genéricas, control permanente de las diligencias policiales, nueva autorización si se detecta un delito diferente del que se estaba investigando, etcétera- constituyen una desautorización en toda regla a lo que es práctica habitual de la judicatura española en este terreno. Seguramente -y la doctrina meridianamente expuesta ahora por el Supremo en el caso Naseiro muestra que estaban equivocados- la generalidad de los jueces españoles han considerado que su tutela efectiva bastaba para alejar cualquier peligro de vulneración de los derechos de intimidad personal y del secreto de las conversaciones telefónicas, protegidos por la Constitución. El caso Naseiro ha podido tener, como ha considerado el Supremo, múltiples vulneraciones de derechos, pero ha gozado en todo momento de una garantía de la que, lamentablemente, no suelen disfrutar el común de los detenidos: el amparo directo del juez desde él inicio de la investigación policial.
El auto judicial demuestra, de otro lado, la distancia entre el tratamiento jurídico y el político de unos mismos hechos. La absurda pretensión de que sólo existe responsabilidad política cuando la jurídica que da establecida contribuye a aumentar el desconcierto de la opinión pública ante todo lo relacionado con la corrupción. Conviene por ello insistir en que los ciudadanos que escucharon las grabaciones de las con versaciones entre los tesoreros del PP y el concejal Palop no oyeron mal: efectivamente, hablaban de cómo conseguir dinero de los constructores a cambio de de cisiones administrativas. Las garantías establecidas por la ley contra eventuales abusos de poder -en relación a escuchas telefónicas, asistencia letrada, etcétera- constituyen una conquista de la convivencia en libertad, incluso si en ocasiones pueden ser utilizadas para rehuir la sanción. Pero los ciudadanos no oyeron mal: los ahora exculpados son políticamente responsables de prácticas merecedoras de la repulsa social.
No oyeron mal | Edición impresa | EL PAÍS
El Tribunal Supremo ha considerado que en el caso Naseiro el Estado de derecho ha estado más en peligro por lo primero que por lo segundo. Y de ahí que haya declarado nulas las escuchas telefónicas autorizadas por el juez Manglano y que haya negado validez probatoria a las cintas grabadas con las conversaciones de los implicados. Nada hay que objetar al posicionamiento doctrinal del Supremo: es obvio que en el Estado de derecho los procedimientos forman parte de sus contenidos y, si existen dudas fundadas de que aquéllos han sido conculcados, la situación siempre debe ser resuelta a favor del justiciable. Con ello también queda protegida la sociedad.
El Tribunal Supremo ha hecho gala en esta ocasión de un rigor garantista no habitual en la práctica judicial española. Todas sus observaciones sobre la forma de actuación judicial en los casos. de escuchas telefónicas -insuficiencia de las autorizaciones genéricas, control permanente de las diligencias policiales, nueva autorización si se detecta un delito diferente del que se estaba investigando, etcétera- constituyen una desautorización en toda regla a lo que es práctica habitual de la judicatura española en este terreno. Seguramente -y la doctrina meridianamente expuesta ahora por el Supremo en el caso Naseiro muestra que estaban equivocados- la generalidad de los jueces españoles han considerado que su tutela efectiva bastaba para alejar cualquier peligro de vulneración de los derechos de intimidad personal y del secreto de las conversaciones telefónicas, protegidos por la Constitución. El caso Naseiro ha podido tener, como ha considerado el Supremo, múltiples vulneraciones de derechos, pero ha gozado en todo momento de una garantía de la que, lamentablemente, no suelen disfrutar el común de los detenidos: el amparo directo del juez desde él inicio de la investigación policial.
El auto judicial demuestra, de otro lado, la distancia entre el tratamiento jurídico y el político de unos mismos hechos. La absurda pretensión de que sólo existe responsabilidad política cuando la jurídica que da establecida contribuye a aumentar el desconcierto de la opinión pública ante todo lo relacionado con la corrupción. Conviene por ello insistir en que los ciudadanos que escucharon las grabaciones de las con versaciones entre los tesoreros del PP y el concejal Palop no oyeron mal: efectivamente, hablaban de cómo conseguir dinero de los constructores a cambio de de cisiones administrativas. Las garantías establecidas por la ley contra eventuales abusos de poder -en relación a escuchas telefónicas, asistencia letrada, etcétera- constituyen una conquista de la convivencia en libertad, incluso si en ocasiones pueden ser utilizadas para rehuir la sanción. Pero los ciudadanos no oyeron mal: los ahora exculpados son políticamente responsables de prácticas merecedoras de la repulsa social.
No oyeron mal | Edición impresa | EL PAÍS
La Sala Segunda del Tribunal Supremo suprimió ayer de un plumazo todas las evidencias del caso Naseiro al declarar radicalmente nulas las intervenciones telefónicas ordenadas por el juez de Valencia Luis Manglano, cuyo contenido arrojaba serios indicios sobre el cobro de comisiones para financiar el PP a cambio de facilitar licencias y contratas de obra. La resolución señala que las escuchas se realizaron con vulneración del derecho fundamental al secreto de las comunicaciones telefónicas, por lo que ordena la destrucción de las cintas y sus tras*cripciones, sin que puedan ser oídas ante el tribunal.
El Supremo ordena destruir las grabaciones a los dirigentes del PP inculpados en el 'caso Naseiro' | Edición impresa | EL PAÍS
1994
Ángel Sanchis, ex tesorero de Alianza Popular (AP), aseguró ayer en el Congreso que la patronal CEOE, "como tal, nunca dio un duro" a su partido, pero sí "actuó de correa de tras*misión" para recaudar fondos entre los empresarios. "AIgunas personas físicas o jurídicas, en vez de entregar directamente el dinero al partido lo hacían a través de terceros", afirmó el antiguo responsable de finanzas de Manuel Fraga, quien compareció ante la comisión de partidos políticos para informar sobre el caso Naseiro, de presunta financiación ilegal del Partido Popular.
Al contrario que su sucesor, Rosendo Naseiro, que el viernes negó en el Congreso haber pedido "ni una sola peseta a empresa o particular alguno" para su partido, Sanchis admitió haber enviado millares de cartas solicitando fondos y haber organizado cenas para "esquilmar a los amigos, a los conocidos y a los conocidos de los amigos". "No sé dónde está el problema", argumentó. "Recibir dinero era perfectamente legal. No lo he negado nunca".Sanchis se expresó en todo momento con vehemencia y desparpajo, recriminando a los diputados el uso de documentos que, por basarse en un procedimiento judicial anulado por el Supremo, tildaba de ilícitos. Consiguió indignar a la comisión cuando, por tres veces, acusó de mentiroso al representante de IU, Felipe Alcaraz.
Si bien admitió haber recaudado dinero de particulares y empresas, negó rotundamente haberlo hecho a cambio de algún favor político, lo que hubiera constituido cohecho o prevaricación. "La posibilidad de agradecer la tenían ustedes", le dijo al responsable del PSOE. "Era a ustedes a quienes daban dinero, a nosotros sólo nos caían algunas migajillas", apostilló.
Cuando estalló el escándalo, Sanchis se dio de baja en el PP "momentánea y circunstancialmente", pero no renunció al escaño ni dejó el grupo parlamentario, sino que siguió hasta el final de la legislatura como "diputado stand-by". Sanchis, dueño de múltiples bienes en España y Argentina, dijo que, mientras fue parlamentario, realizó la obligatoria declaración de actividades y patrimonio, pero no creyó necesario remitirla al Congreso.
Jaime Ignacio del Burgo, del PP, dijo que el llamado informe Gallardón, que aprobó la dirección del partido, "no ha sido rectificado, pero tampoco cumplido", y criticó al fiscal del Estado por no haber actuado de oficio ante la conducta "claramente prevaricadora" del juez Manglano, instructor del caso Naseiro.
Sanchis dice que la CEOE "actuó como correa de tras*misión" en la recaudación de fondos para AP | Edición impresa | EL PAÍS
FUENTE. Son 11 páginas de lo que es imposible resumir sin dormir a las ovejas.
Del caso FILESA sale otro :: Noticias sobre Filesa | EL PAÍS
Este país acabará mal. Hambre y corrupción.