_Mickey_Mouse_
Madmaxista
- Desde
- 7 Abr 2019
- Mensajes
- 4.049
- Reputación
- 9.050
La otra guerra de pilinguin pasa por crear una Asociación de Países Productores de Materias Primas, una especie de OPEP extendida a los principales productores de materias primas
Hay otra guerra, una silenciosa y sin derramamiento de sangre, que pilinguin ya lleva librando ya desde hace algún tiempo. Es la de controlar los mercados de materias primas. Pero no sólo del gas y del petróleo que están llamados a tener en perspectiva, con el crecimiento (ojalá acelerado) de las fuentes renovables, menor importancia.
En el gran tablero geopolítico están en juego sobre todo los metales estratégicos y las tierras raras. En concreto, las materias primas imprescindibles para la tras*ición energética (como el coche eléctrico) y digital. Basta pensar que en los últimos 70 años el desarrollo industrial y la globalización han multiplicado por ocho el uso y consumo de metales.
La agricultura
Por no hablar de las materias primas agrícolas necesarias para alimentar a 8.000 millones de habitantes de la Tierra (10.000 previstos para 2050). Ucrania, más allá de la inspiración nacionalista y de las invocaciones a la Gran progenitora Rusia, es un gran productor de trigo, colza, titanio (muy utilizado en los aviones).
El oeste es rico en cultivos de cereales; el este de las minas de hierro (Krivoj Rog, Kremenug en el Dnepr y Ker). Las "tierras negras" son de igual fertilidad que las regiones de los grandes lagos americanos, Argentina, Uruguay. Conocidas y codiciadas ya en la época del Imperio Romano.
El 'revival'
La oleada turística rusa de Ucrania tiene algo del siglo XX. Un conflicto con armamento pesado, unidades blindadas, un gran despliegue de infantería. Nos preparábamos para el refinamiento tecnológico de la ciberguerra y nos encontramos empantanados, verbo históricamente adecuado por aquellos lares, en la más tradicional de las campañas bélicas.
Si el "general invierno" está a punto de terminar, el "coronel barro" dificulta el uso de vehículos con neumáticos, a los que sólo las orugas pueden sacar del barro como sucedió antaño con los caballos y mulas del Gran Ejército de Napoleón o con los panzer alemanes que liberaban a los camiones Mercedes.
Y en paralelo hemos redescubierto trágicamente el lado duro físico, pesado y sucio de la economía.
Los precios del gas y el petróleo se disparan
Hay poco virtual en Ucrania. Todo es hierro y sangre, como si todavía nos lo contara Vassilj Grossman, el autor de Vida y destino. Para el escritor judío ucraniano, los totalitarismos eran todos iguales. Cronista seguidor del Ejército Rojo, fue censurado y perseguido en la posguerra por el KGB, el servicio secreto soviético para el que también trabajaba el joven pilinguin.
Si bien todos nosotros, en los últimos días, estamos enfocados en la explosión de los precios del gas y el petróleo, así como en los horrores de la guerra , algo quizás más preocupante está sucediendo en otros mercados.
Níquel y paladio
En la Bolsa de Metales de Londres, el precio del níquel, imprescindible para el acero, se cuadriplicó en dos días hasta superar los 100.000 euros la tonelada. Y una tendencia igualmente explosiva también se registró para el paladio, fundamental para la limpieza de vehículos a través de convertidores catalíticos, ahora por encima de los 3.400 dólares la onza.
Rusia es el principal productor y exportador de paladio; el segundo extractor de níquel, en Norilsk, en la gran Siberia del Norte. El objetivo principal del Kremlin es reafirmar el papel de Rusia como potencia mundial y desplazar sus fronteras estratégicas hacia el oeste, restaurando el área de influencia de la URSS. Además de impedir la ampliación de la OTAN y de oponerse a la ampliación de la Unión Europea.
El 'acondroplásico económico'
Por otro lado, sin necesidad de mover tropas pero haciendo patente la energía nuclear, Moscú apuesta por tejer alianzas con los principales productores de materias primas y con su mayor cliente, China, en intentar liberarse del estatus de "acondroplásico" económico.
Con una población de unos 150 millones de habitantes, en términos de Producto Interior Bruto (PIB), Rusia vale menos que Italia. Pero ocupa el cuarto lugar en el mundo en gasto militar. Tiene el segundo arsenal nuclear más grande. La fuerte recuperación tras las primeras olas de cobi19 y la propia tras*ición energética constituyen una oportunidad única para incrementar el protagonismo económico.
Importaciones
También por el hecho de que en el pasado nunca ha habido un conflicto en el que el agresor se haya financiado gracias al auge de los precios de lo que exporta. Como resultado, la balanza comercial rusa será incluso más rentable que los 113.800 millones registrados en 2020. También tras la previsible caída de las importaciones.
El plan de pilinguin es crear una Asociación de Países Productores de Materias Primas (CPCA), una especie de OPEP extendida a los principales productores de materias primas.
Las negociaciones
Se están llevando a cabo negociaciones muy confidenciales con Arabia Saudí y con Qatar, un gran exportador de gas, muy buscado por los países occidentales, y en particular por Italia, para reemplazar los suministros de gas rusos.
Azerbaiyán, de donde proviene el gas que llega a Puglia, en el sur de Italia, a través del Tap (tras* Adriatic Pipeline), también es receptor de muchas solicitudes de entrega adicionales, pero está estrechamente vinculado a Moscú y forma parte plenamente de ella, junto con otros productores caucásicos en la esfera de influencia política y económica de Moscú.
Y obviamente es funcional al proyecto CPCA. Se están realizando contactos similares con Irán, también tras la recaída del papel militar de pilinguin en la larga guerra en Siria.
Las tierras raras
Incluso el activismo en África de los contratistas rusos del Grupo Wagner tiene el objetivo no secundario de controlar realmente algunas tierras raras. No hace falta añadir más sobre la presencia rusa en Libia (grandes reservas de petróleo), junto a los turcos, intermediarios estratégicos del mercado energético mundial.
El cuadro se completa con el hecho de que un monopolio u oligopolio sobre algunas materias primas no puede ignorar -y aquí vemos todo el peligro potencial para el mundo occidental- la estrecha vinculación con el principal cliente, a saber, China, que importa entre un 25 y un 30% de toda la producción mundial de materias primas y representa el 35% de la oferta mundial de bienes manufacturados.
Pekín y el fin de la dependencia del carbón
Acaba de firmarse un contrato entre Moscú y Pekín para el suministro de 10.000 millones de metros cúbicos de gas siberiano por año durante los próximos 30 años. El acuerdo final se firmó con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno. Y quizás esta sea también una de las razones por las que la intervención militar esperó al final de las competiciones olímpicas.
El oleoducto Power of Siberia ha estado en servicio desde 2019. Gazprom planea dos más con China: el primero a través de Mongolia y el segundo desde el Lejano Oriente ruso. China quiere reducir el uso de carbón que, en 2020, aún representaba el 57% de su producción de electricidad.
Materiales estratégicos
A lo largo de la Ruta de la Seda y desde algunos puertos importantes, como Vladivostock, Rusia abastece a China de materias primas. Los cereales salen principalmente de Odesa. La parte más valiosa se refiere a los materiales estratégicos que Pekín necesitará particularmente en el futuro, mientras controla, como afirma el servicio geológico de EEUU, el 60% de las tierras raras del mundo.
Estamos hablando de platino, paladio, rodio, cobalto, berilio, borato, hafnio, niobio, tantalio. Desconocidos para el gran público, pero muy extendidos en la vida cotidiana (en nuestro teléfono móvil, por ejemplo).
Sin neodimio, praseodimio y terbio, los parques eólicos no funcionan. Y sin europio, cerio y disprosio, los coches eléctricos no se mueven.
amp.elmundo.es
Hay otra guerra, una silenciosa y sin derramamiento de sangre, que pilinguin ya lleva librando ya desde hace algún tiempo. Es la de controlar los mercados de materias primas. Pero no sólo del gas y del petróleo que están llamados a tener en perspectiva, con el crecimiento (ojalá acelerado) de las fuentes renovables, menor importancia.
En el gran tablero geopolítico están en juego sobre todo los metales estratégicos y las tierras raras. En concreto, las materias primas imprescindibles para la tras*ición energética (como el coche eléctrico) y digital. Basta pensar que en los últimos 70 años el desarrollo industrial y la globalización han multiplicado por ocho el uso y consumo de metales.
La agricultura
Por no hablar de las materias primas agrícolas necesarias para alimentar a 8.000 millones de habitantes de la Tierra (10.000 previstos para 2050). Ucrania, más allá de la inspiración nacionalista y de las invocaciones a la Gran progenitora Rusia, es un gran productor de trigo, colza, titanio (muy utilizado en los aviones).
El oeste es rico en cultivos de cereales; el este de las minas de hierro (Krivoj Rog, Kremenug en el Dnepr y Ker). Las "tierras negras" son de igual fertilidad que las regiones de los grandes lagos americanos, Argentina, Uruguay. Conocidas y codiciadas ya en la época del Imperio Romano.
El 'revival'
La oleada turística rusa de Ucrania tiene algo del siglo XX. Un conflicto con armamento pesado, unidades blindadas, un gran despliegue de infantería. Nos preparábamos para el refinamiento tecnológico de la ciberguerra y nos encontramos empantanados, verbo históricamente adecuado por aquellos lares, en la más tradicional de las campañas bélicas.
Si el "general invierno" está a punto de terminar, el "coronel barro" dificulta el uso de vehículos con neumáticos, a los que sólo las orugas pueden sacar del barro como sucedió antaño con los caballos y mulas del Gran Ejército de Napoleón o con los panzer alemanes que liberaban a los camiones Mercedes.
Y en paralelo hemos redescubierto trágicamente el lado duro físico, pesado y sucio de la economía.
Los precios del gas y el petróleo se disparan
Hay poco virtual en Ucrania. Todo es hierro y sangre, como si todavía nos lo contara Vassilj Grossman, el autor de Vida y destino. Para el escritor judío ucraniano, los totalitarismos eran todos iguales. Cronista seguidor del Ejército Rojo, fue censurado y perseguido en la posguerra por el KGB, el servicio secreto soviético para el que también trabajaba el joven pilinguin.
Si bien todos nosotros, en los últimos días, estamos enfocados en la explosión de los precios del gas y el petróleo, así como en los horrores de la guerra , algo quizás más preocupante está sucediendo en otros mercados.
Níquel y paladio
En la Bolsa de Metales de Londres, el precio del níquel, imprescindible para el acero, se cuadriplicó en dos días hasta superar los 100.000 euros la tonelada. Y una tendencia igualmente explosiva también se registró para el paladio, fundamental para la limpieza de vehículos a través de convertidores catalíticos, ahora por encima de los 3.400 dólares la onza.
Rusia es el principal productor y exportador de paladio; el segundo extractor de níquel, en Norilsk, en la gran Siberia del Norte. El objetivo principal del Kremlin es reafirmar el papel de Rusia como potencia mundial y desplazar sus fronteras estratégicas hacia el oeste, restaurando el área de influencia de la URSS. Además de impedir la ampliación de la OTAN y de oponerse a la ampliación de la Unión Europea.
El 'acondroplásico económico'
Por otro lado, sin necesidad de mover tropas pero haciendo patente la energía nuclear, Moscú apuesta por tejer alianzas con los principales productores de materias primas y con su mayor cliente, China, en intentar liberarse del estatus de "acondroplásico" económico.
Con una población de unos 150 millones de habitantes, en términos de Producto Interior Bruto (PIB), Rusia vale menos que Italia. Pero ocupa el cuarto lugar en el mundo en gasto militar. Tiene el segundo arsenal nuclear más grande. La fuerte recuperación tras las primeras olas de cobi19 y la propia tras*ición energética constituyen una oportunidad única para incrementar el protagonismo económico.
Importaciones
También por el hecho de que en el pasado nunca ha habido un conflicto en el que el agresor se haya financiado gracias al auge de los precios de lo que exporta. Como resultado, la balanza comercial rusa será incluso más rentable que los 113.800 millones registrados en 2020. También tras la previsible caída de las importaciones.
El plan de pilinguin es crear una Asociación de Países Productores de Materias Primas (CPCA), una especie de OPEP extendida a los principales productores de materias primas.
Las negociaciones
Se están llevando a cabo negociaciones muy confidenciales con Arabia Saudí y con Qatar, un gran exportador de gas, muy buscado por los países occidentales, y en particular por Italia, para reemplazar los suministros de gas rusos.
Azerbaiyán, de donde proviene el gas que llega a Puglia, en el sur de Italia, a través del Tap (tras* Adriatic Pipeline), también es receptor de muchas solicitudes de entrega adicionales, pero está estrechamente vinculado a Moscú y forma parte plenamente de ella, junto con otros productores caucásicos en la esfera de influencia política y económica de Moscú.
Y obviamente es funcional al proyecto CPCA. Se están realizando contactos similares con Irán, también tras la recaída del papel militar de pilinguin en la larga guerra en Siria.
Las tierras raras
Incluso el activismo en África de los contratistas rusos del Grupo Wagner tiene el objetivo no secundario de controlar realmente algunas tierras raras. No hace falta añadir más sobre la presencia rusa en Libia (grandes reservas de petróleo), junto a los turcos, intermediarios estratégicos del mercado energético mundial.
El cuadro se completa con el hecho de que un monopolio u oligopolio sobre algunas materias primas no puede ignorar -y aquí vemos todo el peligro potencial para el mundo occidental- la estrecha vinculación con el principal cliente, a saber, China, que importa entre un 25 y un 30% de toda la producción mundial de materias primas y representa el 35% de la oferta mundial de bienes manufacturados.
Pekín y el fin de la dependencia del carbón
Acaba de firmarse un contrato entre Moscú y Pekín para el suministro de 10.000 millones de metros cúbicos de gas siberiano por año durante los próximos 30 años. El acuerdo final se firmó con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno. Y quizás esta sea también una de las razones por las que la intervención militar esperó al final de las competiciones olímpicas.
El oleoducto Power of Siberia ha estado en servicio desde 2019. Gazprom planea dos más con China: el primero a través de Mongolia y el segundo desde el Lejano Oriente ruso. China quiere reducir el uso de carbón que, en 2020, aún representaba el 57% de su producción de electricidad.
Materiales estratégicos
A lo largo de la Ruta de la Seda y desde algunos puertos importantes, como Vladivostock, Rusia abastece a China de materias primas. Los cereales salen principalmente de Odesa. La parte más valiosa se refiere a los materiales estratégicos que Pekín necesitará particularmente en el futuro, mientras controla, como afirma el servicio geológico de EEUU, el 60% de las tierras raras del mundo.
Estamos hablando de platino, paladio, rodio, cobalto, berilio, borato, hafnio, niobio, tantalio. Desconocidos para el gran público, pero muy extendidos en la vida cotidiana (en nuestro teléfono móvil, por ejemplo).
Sin neodimio, praseodimio y terbio, los parques eólicos no funcionan. Y sin europio, cerio y disprosio, los coches eléctricos no se mueven.
El plan secreto de Putin: una alianza con China y Arabia Saudí para el petróleo y las materias primas
Hay otra guerra, una silenciosa y sin derramamiento de sangre, que pilinguin ya lleva librando ya desde hace algún tiempo. Es la de controlar los mercados de materias primas. Pero no s
