El otro día envíe un breve video de Marc Vidal por whatsapp, era un video de un minuto y medio, bien argumentado y con conclusiones razonables, la respuesta mayoritaria poco tuvo que ver con el contenido del vídeo y sí con la persona, que si este es ese que sale con Iker Jiménez, que si sale con Carlos Herrera, que ya sabemos de qué píe cojea. Yo intento profundizar en el mensaje y no quedarme únicamente en el mensajero y les digo:" ¿pero habéis escuchado lo que dice?". la respuesta no se hace esperar, me contestan: "no hace falta viendo de quien viene".
Conclusión a la que llego, aunque el mensaje sea sensato, si quien lo dice no está alineado dentro del equipo del cual soy ferviente bufandero, ni siquiera se escucha y se da por propaganda enemiga. Por contra, si alguien a quien apoyo, incondicionalmente, me dice que se ha controlado la inflación, saco pecho con esa noticia que muestra el éxito y buen hacer de nuestro gobierno, más nuestro que nunca y que se joroben quienes lo critican, aunque este comprando el litro de aceite de oliva que el año pasado ya costaba 11 euro a 15 euros, o el paquete de café que el año pasado costaba a 2,60 euros a 3,10 euros. Un analista afín nos puede decir que hace un sol radiante en medio de una tormenta y lo daremos por bueno, un analista al que consideramos contrario nos puede decir que está lloviendo con intensidad y diremos que no nos lo creemos porque ya sabemos de quien viene aunque nos llegue el agua hasta las rodillas.