arangul
Madmaxista
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La familia de Marta del Castillo ha roto su silencio y apunta directamente al PSOE de Sevilla por su implicación en el caso de su fin. Concretamente hablan de María García Mendaro, hija de Ángela Mendaro, quien es una importante cargo socialista en Sevilla. Ángela Mendaro era la novia de Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, el malo confeso de Marta del Castillo.
En definitiva, una de las salpicadas por el caso Marta del Castillo es hija de una mujer muy importante del PSOE de Sevilla y, precisamente, esta semana los magistrados se han negado a investigar, entre otros, su teléfono móvil. Y en la familia tienen muy claro a qué se debe.
En teoría, García Mendaro estuvo estudiando en la casa del crimen la noche de la desaparición de Marta del Castillo. Para Antonio del Castillo, su implicación en la trama ha provocado la entrada de una «mano de color política» que ha evitado descubrir el cuerpo de Marta.
La Fiscalía pedía 5 años de prisión a García Mendaro por un delito de encubrimiento y contra la integridad, aunque finalmente fue absuelta. Es decir, estaba en el lugar de los hechos la noche del crimen… y misteriosamente está fuera del caso. Precisamente sobre todo esto ha hablado el padre de Marta del Castillo y lo ha hecho con estas palabras:
«Mi familia y yo siempre hemos pensado que si en este caso no hubiera habido una mujer involucrada en el caso, ‘hija de’ y ‘con los contactos de’, este caso se habría resuelto muy rápido. ¿Qué pasó después? Para mí, que hubo muchas llamadas de teléfono. Muchas. De hecho, todos entraron en prisión menos la susodicha mujer esta. Todos entran en prisión menos ella. ¿Por qué? ¿La Ley no es igual para todos? Eran los mismos delitos. Y ahí nadie pensó por qué esta mujer no entraba. Pues, en mi pensamiento, una mano de color política».
Antonio del Castillo está convencido de que “en parte” no se ha descubierto el paradero del cuerpo de hija debido a la implicación de una alto cargo socialista de Sevilla en el caso. Y, para rematar, se refiere así sobre el PSOE en Andalucía:
“Todo el mundo sabía que esto era un cortijo. Aquí han estado 40 años y ha sido un cortijo. Lo sabíamos todos los andaluces, sabíamos lo que había. Porque aunque se piensen que la gente de la calle somos orates o ciegos, no es así. Lo que pasa es que la gente de la calle no denuncia”.
En definitiva, una de las salpicadas por el caso Marta del Castillo es hija de una mujer muy importante del PSOE de Sevilla y, precisamente, esta semana los magistrados se han negado a investigar, entre otros, su teléfono móvil. Y en la familia tienen muy claro a qué se debe.
En teoría, García Mendaro estuvo estudiando en la casa del crimen la noche de la desaparición de Marta del Castillo. Para Antonio del Castillo, su implicación en la trama ha provocado la entrada de una «mano de color política» que ha evitado descubrir el cuerpo de Marta.
La Fiscalía pedía 5 años de prisión a García Mendaro por un delito de encubrimiento y contra la integridad, aunque finalmente fue absuelta. Es decir, estaba en el lugar de los hechos la noche del crimen… y misteriosamente está fuera del caso. Precisamente sobre todo esto ha hablado el padre de Marta del Castillo y lo ha hecho con estas palabras:
«Mi familia y yo siempre hemos pensado que si en este caso no hubiera habido una mujer involucrada en el caso, ‘hija de’ y ‘con los contactos de’, este caso se habría resuelto muy rápido. ¿Qué pasó después? Para mí, que hubo muchas llamadas de teléfono. Muchas. De hecho, todos entraron en prisión menos la susodicha mujer esta. Todos entran en prisión menos ella. ¿Por qué? ¿La Ley no es igual para todos? Eran los mismos delitos. Y ahí nadie pensó por qué esta mujer no entraba. Pues, en mi pensamiento, una mano de color política».
Antonio del Castillo está convencido de que “en parte” no se ha descubierto el paradero del cuerpo de hija debido a la implicación de una alto cargo socialista de Sevilla en el caso. Y, para rematar, se refiere así sobre el PSOE en Andalucía:
“Todo el mundo sabía que esto era un cortijo. Aquí han estado 40 años y ha sido un cortijo. Lo sabíamos todos los andaluces, sabíamos lo que había. Porque aunque se piensen que la gente de la calle somos orates o ciegos, no es así. Lo que pasa es que la gente de la calle no denuncia”.