Se le conoce como 'Paco' y está compuesta por los residuos de la pasta base de cocaína, mezclada con raticidas y otros productos químicos. Su consumo se ha disparado un 200% en los últimos cinco años en Sudamérica, principalmente entre la población toxicómana más humilde y marginal. En países como Argentina, Colombia y Brasil arroja cifras realmente escalofriantes: una fin al día.
Según informes de la Sedronar (el organismo argentino responsable de coordinar las políticas nacionales de lucha contra las adicciones en Argentina) esta sustancia altamente peligrosa y adictiva ya ha desembarcado en Europa: principalmente, entre la población marginal de España, Portugal e Italia.
Aquí se le conoce como 'basuco' o 'teke'. Todavía no hay indicios concretos de que exista un alerta roja por cifras de víctimas o número de consumidores, pero el perfil de muchos toxicómanos en condiciones de extrema vulnerabilidad (que se ha incrementado en los largos años de crisis) convierten a este segmento en eventualmente vulnerable y en factor de alto riesgo frente al 'paco'.
Portavoces de la Fundación Manantiales, una ONG que trabaja en la prevención y lucha contra las drojas, advierten en un estudio que España es el país europeo en el que más cocaína se consume. "Se trata de la droja más habitual en las consultas toxicológicas que llegan a urgencias, aunque los expertos alertan de los peligros de otros tipos de drojas, nuevas y menos conocidas, como el basuco", señala la Fundación en su página web.
Aunque las consecuencias a largo plazo de la pasta base de cocaína, mezclada con raticidas y otros adulterantes, pueden ser muy dañinas, sobre todo si han lesionado órganos, el riesgo de esta droja está muy asociado al consumo agudo.
La Dirección General de Salud Pública cataloga al 'paco' o basuco como una sustancia que aún no es de uso común, pero la ha incluido en sus registros. Las ONGs y los centros de desintoxicación, no obstante, ya reciben desde hace tiempo casos de politoxicómanos que han realizado abusos del consumo de esta sustancia.
El basuco es el residuo químico resultante de mezclar las hojas secas de coca con productos intermedios, como el ácido sulfúrico y el queroseno. Se le adultera con sustancias que abarcan desde la cafeína, los ácidos, herbicidas, amoniaco, plomo, solventes como la acetona hasta residuos de hidrocarburos, que provocan que el 'paco' sea la droja más nociva y tóxica para la población vulnerable. En límites extremos, se le ha llegado a mezclar con raticidas.Efectos devastadores
Los efectos del 'paco' en el organismo son devastadores: su cóctel de químicos es tan letal que, además de generar una dependencia de la adicción que multiplica por 10 los efectos de las drojas convencionales, actúa como una bomba en el organismo. El torrente de residuos de la pasta base de cocaína se introduce vía sanguínea directamente al cerebro y ocasiona trastornos psicóticos de máxima magnitud, además de problemas pulmonares, cardiacos y vasculares. Su nivel de mortalidad la sitúa como la droja más peligrosa en la actualidad.
Se le denomina también la droja de los más humildes, porque sus precios están al alcance de las personas con menos recursos. Una dosis no supera los 80 céntimos de euro. Por este motivo, su círculo en España tiene dos sectores bien diferenciados: la población ya arruinada por otros tipos de consumo, que buscan en esta sustancia un estímulo rápido para saciar su politoxicomanía (es el caso de los toxicómanos más marginales que pululan por poblados como el de Las Barranquillas, de Madrid), y el de los consumidores sumamente pobres de áreas periféricas de las grandes ciudades a los que el dinero no alcanza para un estupefaciente más puro. Con la crisis, este grupo se ha incrementado.
De todas formas, en Latinoamérica, la Sedronar ya ha advertido que el 'paco' "está perforando el techo de las poblaciones vulnerables y se está extendiendo a los sectores medios". Los casos de adicción por 'paco' o 'basuco' ya son considerados como prioridad de salud pública, y no de salud mental, porque ello produce la internación compulsiva cuando los factores de la situación anterior al consumo suelen diferir radicalmente.