¿Qué se les apareció en el cielo a los Reyes Magos?
La estrella de Belén era un OVNI
¿Qué fenómeno celeste vieron los Reyes Magos para llegar a Belén? Analizamos los eventos celestes significativos que tuvieron lugar en aquella época.
CienciaXplora Simulación con el software Stellarium del aspecto del cielo aquel 31 de marzo del año 5 aC.
Antonio P. Verde | @aperezverde
Madrid
Publicado: 25.12.2013 09:52
Actualizado: 25.12.2013 09:52
“Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban vigilias de la noche sobre su rebaño.” Lucas, 2. 6-8.
Todo el mundo ha visto representada la estrella de Belén, tanto en árboles de Navidad como en Nacimientos, mostrándose como una estrella seguida de una coma, a modo de cometa surcando el cielo que, según la leyenda guió a los Reyes Magos desde Oriente hasta Belén. Pero, astronómicamente, hay cierta controversia para interpretar qué pudo ser eso que vieron esos reyes para llegar a Belén.
Varias son las posibilidades: el planeta Venus, conjunciones, un cometa, una nova… ¿Qué fue lo que sucedió? Analizamos los eventos celestes significativos que tuvieron lugar en aquella época.
Descartando opciones
Venus, tras el Sol y la Luna, es el tercer cuerpo del Sistema Solar más brillante visto desde la Tierra. Es sorprendentemente llamativo y, en determinadas épocas, es visible al Oeste tras la puesta de Sol, como sucede estos días. Pero este planeta lleva observándose en detalle desde hace 4.000 años, conociéndose sus ciclos, y, por lo tanto, es descartable la idea de que ejerciera de estrella de Belén.
Del cometa más famoso, el Halley, se conocen con gran exactitud los momentos en los que podía observarse desde la Tierra. Simulando por ordenador los momentos en los que el cuerpo cometario fue visible y, comparando con tablas chinas de la época, el instante más cercano nos lleva al año 12 a. C., por lo tanto también queda al margen de la hipótesis.
Candidatos a estrella
Por aquella época, se dieron varias conjunciones de planetas, pero, tal vez, la más significativa es la que sucedió a finales de abril y principios de mayo del año 5 a. C., donde los planetas Júpiter, Venus y Saturno quedaron alineados y equidistantes en la constelación de Piscis, pudiendo interpretarse como una señal.
También hay que tener en cuenta a los astrónomos chinos, los más avanzados de aquella época. De acuerdo a los grabados que realizaron, una brillante luz apareció en el cielo en lo que hoy podemos interpretar como una nova entre las constelaciones del águila y capricornio el día 31 de marzo del año 5 a. C., mostrando en el dibujo su posición en el cielo.
Un meteoro extremadamente brillante partiendo del Este y viajando hacia el Oeste, también pudo ser el objeto que, según la leyenda, marcó el camino a los Reyes Magos desde Oriente hasta Belén.
En cuanto al marco social, los eventos que tuvieron lugar en aquella época como por ejemplo la matanza de los Santos Inocentes, reinados de reyes y fechas de censos, también señalan los años 6 a. C. o 5 a. C. como el momento del nacimiento de Jesús de Nazaret.
El 25 de diciembre
Lo que sí es cierto, con total posibilidad, es que Jesús de Nazaret no nació el 25 de diciembre. Y esto se puede obtener de una de las frases que encabezan el texto: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban vigilias de la noche sobre su rebaño.”
No es muy normal ni muy recomendable que los pastores vigilen los rebaños a la intemperie en épocas Navideñas, cuando las temperaturas nocturnas no superan los 10º C y pueden llegar a bajar hasta los -3º C. Además, la época de pastoreo en la zona solía terminar a mediados de octubre.
El hecho de que se celebre en esta fecha procede de un concilio eclesiástico celebrado en el siglo V de nuestra era, donde se pusieron de acuerdo en hacerlo coincidir con fechas próximas al solsticio de invierno para intentar atenuar las celebraciones paganas que tenían lugar en esta fecha.
En resumidas cuentas y teniendo en cuenta el marco social unido a la conjunción y la nova del año 5 a. C., tal vez coincidentes en el tiempo, hacen probable este año como el del nacimiento de Jesús de Nazaret.
Lo que sí sucede es que no sabemos a ciencia cierta qué fue realmente lo que apareció en el cielo en forma de mensaje guía, y al ser un objeto no identificado, podemos asegurar que la estrella de Belén no fue otra cosa que un OVNI, el OVNI de la estrella de Belén.
08 de Enero de 2019
¿La estrella de Belén un O.V.N.I.?
Por: Luz Mary López
Publicado en: Alternativa Extraterrestre
SEGUIR ESTE BLOG
Siempre estuvieron Aquí
Fuente: Fasciculo 27 EL Mundo de los OVnis. JJBenitez
Andreas Faber-Kaiser (Barcelona, 5 de abril de 1944 – ibídem, 14 de marzo de 1994) fue un ufólogo y escritor español de ascendencia alemana especializado en la investigación de los aspectos misteriosos y ocultos de nuestra historia, sobre todo en la relación existente de los dioses de la antigüedad con los actuales ovnis, habiendo participado como ponente en numerosos congresos internacionales dedicados a este tipo de temáticas, tanto en Europa como en América.
De la mano del gran ufólogo Andreas Faber káiser, director de la revista Mundo Desconocido, nos introducimos en tema de la misteriosa relación “OVNI -Antigüedad”. Un capitulo tan apasionante como obligado en este análisis del fenómeno.
“Estaban velando en aquellos contornos unos pastores, y haciendo centinela de noche sobre su rey, cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y cerco los con su resplandor una luz divina..” (Lucas 2, 8-9). Sirva esta cita para señalar únicamente la similitud entre la ambientación de una escena y la de las apariciones marianas, y para las conclusiones de esta comparación puedan sacarse cuando el ‘ángel’ anuncia el nacimiento de Belén. Volvamos, pues, a la estrella.
Viasheslav Zaitsev cita la Narración de los tres reyes Magos –apócrifo. Escrito al parecer en latín a mediados del siglo III y traducido más tarde a otras lenguas- en su versión bielorrusa del siglo XV, donde puede leerse que “un día entero ‘sin perturbar el aire’, pendió la estrella sobre el monte Wans” y refiere algunos libros según los cuales Jesucristo salió de esa estrella. “pero la estrella no era como en nuestros países la pintan en las iglesias: tenia alas como las águilas y muchos rayos largos, que la ‘movían en círculo’ cuando descendía al monte Wans”.
os evangelios apócrifos o extracanónicos son los escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret que no fueron incluidos ni aceptados en el canon del Tanaj judío hebreo-arameo, de la Biblia israelita Septuaginta griega, así como tampoco de ninguna de las versiones de la Biblia usadas por distintos grupos de cristianos como la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana e Iglesias protestantes. Entre esos escritos se encuentran los Manuscritos de Nag Hammadi.
En Apogrifos, tomo II, aparece otra leyenda que vuelve a citar la misma forma: “Durante el viaje, que duró trece días, los Magos no tomaron necesidad de ello, y este periodo les pareció que no había durado más que un día (1). Cuando más se acercaban a Belén, más intenso era el brillo de la estrella; ésta tenía la forma de un águila, volando a través de los aires y agitando sus alas”.
En Patr, grecque, tomo X, aparece una leyenda atribuida a Julio Africano, cronógrafo del siglo III, en que se relata el descenso de una estrella en Persia, que anuncia el nacimiento de Belén, y que guía a los Magos.
Caldicio (2) informa que los caldeos “vieron esta estrella viajando durante la noche”.
En el libro de Set se habla de la “aparición futura de esta estrella” y de que “los Magos glorificaban a Dios en el silencio y en voz baja”. Se dice más adelante que “oraban y alababan a Dios en silencio durante tres días; esto lo hacían durante cada generación, siempre esperando, por si casualmente aparecida esta estrella de dicha durante su generación. Por fin apareció sobre este monte de la Victoria, en forma de un niño pequeño y presentando la figura de una cruz (recordemos nuevamente las apariciones marianas) les habló, les instruyo y les ordenó que emprendieran el camino de ****a”. Singular comportamiento para una estrella. “La estrella les pareció así durante dos años, y ni el plan ni el agua les faltaron jamás en sus viajes”. También en el Éxodo se produce una ayuda semejante con el maná.
En su estudio de la Epístola de los Efesios, capitulo XIX, san Ignacio subraya la “novedad de esa estrella, que hacia que los que la contemplaban se quedaran mudos de estupor”.
Y el teólogo y exegeta Diodoro de tarso, que vivió en el siglo IV, afirma (·) que “esta estrella no era una de esas que pueblan el cielo, sino una cierta virtud o fuerza urano-diurna, que había asumido la forma de un astro”(4)
Antiquitates rerum humanarum et divinarum ( Antigüedades de las cosas humanas y divinas ) [1] fue una de las obras principales de Marco Terencio Varro (siglo I aC). El trabajo se ha perdido , pero después de haber sido citado sustancialmente por Agustín en su De Civitate Dei (publicado 426 dC), su contenido se puede reconstruir en partes. En menor medida, las citas de la obra también han sido tras*mitidas por otros autores, incluyendo (entre otros) Plinio (1ª c.), Gellius (2ª c.), Censorino (3ª c.), Servius (4ª / 5ª c. ), Nonius (4to / 5to c.), Macrobius (5to c.), Priscian (5to / 6to c.).
Otra estrella prometedora nos refiere Varron en las Antiquitates rerum humanarum, en las que refiriéndose a la leyenda de Eneas, dice que “cuando hubo partido de Troya, cio todos los días y durante el día la estrella de Venus, hasta que llegó a los campos Laurentino, donde dejó de verla, lo cual le dio a entender que aquellas eran las tierras señaladas por el Destino”. Está claro que una “estrella” que se ve durante el día y que de repente deja de verse, mal podía ser Venus -¿o es que ya entonces, como en nuestros días, el sufrido lucero del alba cargaba oficialmente con las visiones de O.V.N.I.?
Refiriéndose a la estrella de Belén se pregunta Zaitsev: “¿No contribuiría la interpretación cósmica de la versión del apócrifo la narración de los tres reyes magos, a revelar el misterio?”.
Veamos aun otros pasajes, para volver luego sobre la estrella de Belén.
Las citas de la nube luminosa o de otro objeto luminoso se suceden a lo largo de los textos bíblicos, también acompañando a voces surgidas de las alturas. Pondremos sólo dos ejemplos. En el Evangelio de San Mateo leemos (17, 1): “Seis días después tomó Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó aparte, a un monte algo. Y se tras*figuró ante ellos, brilló su rostro como el Sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, ¡Qué bien estamos aquí¡ Si quieres , haré aquí tres tiendas, una para ti, una para Moisés y otra para Elías. Aún estaba él hablando, cuando los cubrió una nube resplandeciente, y salió de la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia; escuchadle.
Volviendo a los apócrifos, el Evangelio árabe de la Infancia reza, refiriéndose a Jesús, ya cumplidos sus treinta años (LIV): “…el Padre le dio a conocer públicamente a la orilla del Jordán con esta voz bajada del cielo: “este es mi hijo amado, en quien reposo”, estando presente el Espíritu Santo en forma de blanca paloma”.
Pasemos a la columna de luz. En los apócrifos de la infancia, y concretamente en el citado Evangelio árabe de la Infancia, llamado hace poco más que la redacción árabe del mismo, se dice, con referencia a Jesús (VI, 1): “Y cuando su progenitora, la virgen María, le llevaba gozosa en sus brazos, le vio el anciano Simeón resplandeciente como una columna de luz.” En la redacción siríaca del mismo apócrifo, identificada años más tarde, se dice que fue María a quien el anciano Simeón vio “como una columna de luz”
Volveremos sobre el tema de la nube y de la columna luminosa en el apartado La Biblia.
l libro de Habacuc es el octavo libro de los 12 profetas menores de la Biblia hebrea.1 Es atribuido al profeta Habacuc, y fue compuesto probablemente a finales del siglo VII a. C.
La misma redacción siríaca del citado Evangelio de la Infancia, al halar (VII, 1) de la adoración de los Magos, refiere que la noche misma del nacimiento es enviado a Persia un ángel guardián, que se aparece en forma de estrella brillante a los magnates del reino. Entonces tres reyes, guiados por este mismo ángel que había arrebatado a Habacuc (Daniel 14, 33): “Vivía entonces en Judá el profeta Habacuc, el cual, cocida la comida y mojado el pan en la cazuela, se iba al campo para llevarlo a los segadores. 34 Y tomándole el ángel del Señor dijo a Habacuc: Señor, nunca he visto Babilonia en el foso de los leones. 35 Y tomándole el ángel del Señor por l coronilla, por los cabellos de su cabeza, le llevó a Babilonia, encima del foso, con la velocidad del espíritu”…recibió así Daniel la comida. 39Y levantándose, comió, y al instante el ángel de Dios restituyó a Habacuc a su lugar, guiados los tres reyes pues, como decíamos, por este ángel, llegan a Jerusalén, en donde preguntan por el rey recién nacido. Herodes les somete interrogatorio. Al Salí de su palacio vuelve a aparecérseles la estrella a los Magos, pero esta vez en forma de columna de fuego. Adoran al niño y durante la noche del quinto dia de la semana posterior a la natividad, se les aparece de nuevo el ángel que vieron en Persia en forma de estrella, quien les acompaña hasta que llegan a su país
La estrella de Belén era un OVNI
¿Qué fenómeno celeste vieron los Reyes Magos para llegar a Belén? Analizamos los eventos celestes significativos que tuvieron lugar en aquella época.
CienciaXplora Simulación con el software Stellarium del aspecto del cielo aquel 31 de marzo del año 5 aC.
Antonio P. Verde | @aperezverde
Madrid
Publicado: 25.12.2013 09:52
Actualizado: 25.12.2013 09:52
“Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban vigilias de la noche sobre su rebaño.” Lucas, 2. 6-8.
Todo el mundo ha visto representada la estrella de Belén, tanto en árboles de Navidad como en Nacimientos, mostrándose como una estrella seguida de una coma, a modo de cometa surcando el cielo que, según la leyenda guió a los Reyes Magos desde Oriente hasta Belén. Pero, astronómicamente, hay cierta controversia para interpretar qué pudo ser eso que vieron esos reyes para llegar a Belén.
Varias son las posibilidades: el planeta Venus, conjunciones, un cometa, una nova… ¿Qué fue lo que sucedió? Analizamos los eventos celestes significativos que tuvieron lugar en aquella época.
Descartando opciones
Venus, tras el Sol y la Luna, es el tercer cuerpo del Sistema Solar más brillante visto desde la Tierra. Es sorprendentemente llamativo y, en determinadas épocas, es visible al Oeste tras la puesta de Sol, como sucede estos días. Pero este planeta lleva observándose en detalle desde hace 4.000 años, conociéndose sus ciclos, y, por lo tanto, es descartable la idea de que ejerciera de estrella de Belén.
Del cometa más famoso, el Halley, se conocen con gran exactitud los momentos en los que podía observarse desde la Tierra. Simulando por ordenador los momentos en los que el cuerpo cometario fue visible y, comparando con tablas chinas de la época, el instante más cercano nos lleva al año 12 a. C., por lo tanto también queda al margen de la hipótesis.
Candidatos a estrella
Por aquella época, se dieron varias conjunciones de planetas, pero, tal vez, la más significativa es la que sucedió a finales de abril y principios de mayo del año 5 a. C., donde los planetas Júpiter, Venus y Saturno quedaron alineados y equidistantes en la constelación de Piscis, pudiendo interpretarse como una señal.
También hay que tener en cuenta a los astrónomos chinos, los más avanzados de aquella época. De acuerdo a los grabados que realizaron, una brillante luz apareció en el cielo en lo que hoy podemos interpretar como una nova entre las constelaciones del águila y capricornio el día 31 de marzo del año 5 a. C., mostrando en el dibujo su posición en el cielo.
Un meteoro extremadamente brillante partiendo del Este y viajando hacia el Oeste, también pudo ser el objeto que, según la leyenda, marcó el camino a los Reyes Magos desde Oriente hasta Belén.
En cuanto al marco social, los eventos que tuvieron lugar en aquella época como por ejemplo la matanza de los Santos Inocentes, reinados de reyes y fechas de censos, también señalan los años 6 a. C. o 5 a. C. como el momento del nacimiento de Jesús de Nazaret.
El 25 de diciembre
Lo que sí es cierto, con total posibilidad, es que Jesús de Nazaret no nació el 25 de diciembre. Y esto se puede obtener de una de las frases que encabezan el texto: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban vigilias de la noche sobre su rebaño.”
No es muy normal ni muy recomendable que los pastores vigilen los rebaños a la intemperie en épocas Navideñas, cuando las temperaturas nocturnas no superan los 10º C y pueden llegar a bajar hasta los -3º C. Además, la época de pastoreo en la zona solía terminar a mediados de octubre.
El hecho de que se celebre en esta fecha procede de un concilio eclesiástico celebrado en el siglo V de nuestra era, donde se pusieron de acuerdo en hacerlo coincidir con fechas próximas al solsticio de invierno para intentar atenuar las celebraciones paganas que tenían lugar en esta fecha.
En resumidas cuentas y teniendo en cuenta el marco social unido a la conjunción y la nova del año 5 a. C., tal vez coincidentes en el tiempo, hacen probable este año como el del nacimiento de Jesús de Nazaret.
Lo que sí sucede es que no sabemos a ciencia cierta qué fue realmente lo que apareció en el cielo en forma de mensaje guía, y al ser un objeto no identificado, podemos asegurar que la estrella de Belén no fue otra cosa que un OVNI, el OVNI de la estrella de Belén.
08 de Enero de 2019
¿La estrella de Belén un O.V.N.I.?
Por: Luz Mary López
Publicado en: Alternativa Extraterrestre
SEGUIR ESTE BLOG
Siempre estuvieron Aquí
Fuente: Fasciculo 27 EL Mundo de los OVnis. JJBenitez
Andreas Faber-Kaiser (Barcelona, 5 de abril de 1944 – ibídem, 14 de marzo de 1994) fue un ufólogo y escritor español de ascendencia alemana especializado en la investigación de los aspectos misteriosos y ocultos de nuestra historia, sobre todo en la relación existente de los dioses de la antigüedad con los actuales ovnis, habiendo participado como ponente en numerosos congresos internacionales dedicados a este tipo de temáticas, tanto en Europa como en América.
De la mano del gran ufólogo Andreas Faber káiser, director de la revista Mundo Desconocido, nos introducimos en tema de la misteriosa relación “OVNI -Antigüedad”. Un capitulo tan apasionante como obligado en este análisis del fenómeno.
La de Belén, como puede repasarse en los evangelios, es una estrella que se mueve y que, además, para. No es extraño que una estrella esté aparentemente “parada” en el firmamento, como parecen estarlo las que vemos normalmente, ni tampoco que una estrella se mueva, como es el caso de las estrellas fugaces o de los cometas. Lo que realmente se sale fuera de lo corriente es que una estrella haga ambas cosas: moverse y parar. Y que, además, demuestre ser inteligente: “Y he aquí que la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos, hasta que fue a pararse sobre el sitio en que estaba el niño” (Mateo. 2,9).A muchas personas les intriga la identidad de los ‘Magos’ de Oriente y la naturaleza del fenómeno conocido por la estrella de Belén. Es un pasaje que se presta a las dudas y a la reflexión”.
“Estaban velando en aquellos contornos unos pastores, y haciendo centinela de noche sobre su rey, cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y cerco los con su resplandor una luz divina..” (Lucas 2, 8-9). Sirva esta cita para señalar únicamente la similitud entre la ambientación de una escena y la de las apariciones marianas, y para las conclusiones de esta comparación puedan sacarse cuando el ‘ángel’ anuncia el nacimiento de Belén. Volvamos, pues, a la estrella.
Viasheslav Zaitsev cita la Narración de los tres reyes Magos –apócrifo. Escrito al parecer en latín a mediados del siglo III y traducido más tarde a otras lenguas- en su versión bielorrusa del siglo XV, donde puede leerse que “un día entero ‘sin perturbar el aire’, pendió la estrella sobre el monte Wans” y refiere algunos libros según los cuales Jesucristo salió de esa estrella. “pero la estrella no era como en nuestros países la pintan en las iglesias: tenia alas como las águilas y muchos rayos largos, que la ‘movían en círculo’ cuando descendía al monte Wans”.
os evangelios apócrifos o extracanónicos son los escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret que no fueron incluidos ni aceptados en el canon del Tanaj judío hebreo-arameo, de la Biblia israelita Septuaginta griega, así como tampoco de ninguna de las versiones de la Biblia usadas por distintos grupos de cristianos como la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana e Iglesias protestantes. Entre esos escritos se encuentran los Manuscritos de Nag Hammadi.
En Apogrifos, tomo II, aparece otra leyenda que vuelve a citar la misma forma: “Durante el viaje, que duró trece días, los Magos no tomaron necesidad de ello, y este periodo les pareció que no había durado más que un día (1). Cuando más se acercaban a Belén, más intenso era el brillo de la estrella; ésta tenía la forma de un águila, volando a través de los aires y agitando sus alas”.
En Patr, grecque, tomo X, aparece una leyenda atribuida a Julio Africano, cronógrafo del siglo III, en que se relata el descenso de una estrella en Persia, que anuncia el nacimiento de Belén, y que guía a los Magos.
Caldicio (2) informa que los caldeos “vieron esta estrella viajando durante la noche”.
En el libro de Set se habla de la “aparición futura de esta estrella” y de que “los Magos glorificaban a Dios en el silencio y en voz baja”. Se dice más adelante que “oraban y alababan a Dios en silencio durante tres días; esto lo hacían durante cada generación, siempre esperando, por si casualmente aparecida esta estrella de dicha durante su generación. Por fin apareció sobre este monte de la Victoria, en forma de un niño pequeño y presentando la figura de una cruz (recordemos nuevamente las apariciones marianas) les habló, les instruyo y les ordenó que emprendieran el camino de ****a”. Singular comportamiento para una estrella. “La estrella les pareció así durante dos años, y ni el plan ni el agua les faltaron jamás en sus viajes”. También en el Éxodo se produce una ayuda semejante con el maná.
En su estudio de la Epístola de los Efesios, capitulo XIX, san Ignacio subraya la “novedad de esa estrella, que hacia que los que la contemplaban se quedaran mudos de estupor”.
Y el teólogo y exegeta Diodoro de tarso, que vivió en el siglo IV, afirma (·) que “esta estrella no era una de esas que pueblan el cielo, sino una cierta virtud o fuerza urano-diurna, que había asumido la forma de un astro”(4)
Antiquitates rerum humanarum et divinarum ( Antigüedades de las cosas humanas y divinas ) [1] fue una de las obras principales de Marco Terencio Varro (siglo I aC). El trabajo se ha perdido , pero después de haber sido citado sustancialmente por Agustín en su De Civitate Dei (publicado 426 dC), su contenido se puede reconstruir en partes. En menor medida, las citas de la obra también han sido tras*mitidas por otros autores, incluyendo (entre otros) Plinio (1ª c.), Gellius (2ª c.), Censorino (3ª c.), Servius (4ª / 5ª c. ), Nonius (4to / 5to c.), Macrobius (5to c.), Priscian (5to / 6to c.).
Otra estrella prometedora nos refiere Varron en las Antiquitates rerum humanarum, en las que refiriéndose a la leyenda de Eneas, dice que “cuando hubo partido de Troya, cio todos los días y durante el día la estrella de Venus, hasta que llegó a los campos Laurentino, donde dejó de verla, lo cual le dio a entender que aquellas eran las tierras señaladas por el Destino”. Está claro que una “estrella” que se ve durante el día y que de repente deja de verse, mal podía ser Venus -¿o es que ya entonces, como en nuestros días, el sufrido lucero del alba cargaba oficialmente con las visiones de O.V.N.I.?
Refiriéndose a la estrella de Belén se pregunta Zaitsev: “¿No contribuiría la interpretación cósmica de la versión del apócrifo la narración de los tres reyes magos, a revelar el misterio?”.
Veamos aun otros pasajes, para volver luego sobre la estrella de Belén.
Las citas de la nube luminosa o de otro objeto luminoso se suceden a lo largo de los textos bíblicos, también acompañando a voces surgidas de las alturas. Pondremos sólo dos ejemplos. En el Evangelio de San Mateo leemos (17, 1): “Seis días después tomó Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó aparte, a un monte algo. Y se tras*figuró ante ellos, brilló su rostro como el Sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, ¡Qué bien estamos aquí¡ Si quieres , haré aquí tres tiendas, una para ti, una para Moisés y otra para Elías. Aún estaba él hablando, cuando los cubrió una nube resplandeciente, y salió de la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia; escuchadle.
Volviendo a los apócrifos, el Evangelio árabe de la Infancia reza, refiriéndose a Jesús, ya cumplidos sus treinta años (LIV): “…el Padre le dio a conocer públicamente a la orilla del Jordán con esta voz bajada del cielo: “este es mi hijo amado, en quien reposo”, estando presente el Espíritu Santo en forma de blanca paloma”.
Pasemos a la columna de luz. En los apócrifos de la infancia, y concretamente en el citado Evangelio árabe de la Infancia, llamado hace poco más que la redacción árabe del mismo, se dice, con referencia a Jesús (VI, 1): “Y cuando su progenitora, la virgen María, le llevaba gozosa en sus brazos, le vio el anciano Simeón resplandeciente como una columna de luz.” En la redacción siríaca del mismo apócrifo, identificada años más tarde, se dice que fue María a quien el anciano Simeón vio “como una columna de luz”
Volveremos sobre el tema de la nube y de la columna luminosa en el apartado La Biblia.
l libro de Habacuc es el octavo libro de los 12 profetas menores de la Biblia hebrea.1 Es atribuido al profeta Habacuc, y fue compuesto probablemente a finales del siglo VII a. C.
La misma redacción siríaca del citado Evangelio de la Infancia, al halar (VII, 1) de la adoración de los Magos, refiere que la noche misma del nacimiento es enviado a Persia un ángel guardián, que se aparece en forma de estrella brillante a los magnates del reino. Entonces tres reyes, guiados por este mismo ángel que había arrebatado a Habacuc (Daniel 14, 33): “Vivía entonces en Judá el profeta Habacuc, el cual, cocida la comida y mojado el pan en la cazuela, se iba al campo para llevarlo a los segadores. 34 Y tomándole el ángel del Señor dijo a Habacuc: Señor, nunca he visto Babilonia en el foso de los leones. 35 Y tomándole el ángel del Señor por l coronilla, por los cabellos de su cabeza, le llevó a Babilonia, encima del foso, con la velocidad del espíritu”…recibió así Daniel la comida. 39Y levantándose, comió, y al instante el ángel de Dios restituyó a Habacuc a su lugar, guiados los tres reyes pues, como decíamos, por este ángel, llegan a Jerusalén, en donde preguntan por el rey recién nacido. Herodes les somete interrogatorio. Al Salí de su palacio vuelve a aparecérseles la estrella a los Magos, pero esta vez en forma de columna de fuego. Adoran al niño y durante la noche del quinto dia de la semana posterior a la natividad, se les aparece de nuevo el ángel que vieron en Persia en forma de estrella, quien les acompaña hasta que llegan a su país