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George Church: «En seis años veremos 'mamuts' en Siberia» | XLSemanal
Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos esta semana con el hombre que está empeñado en resucitar elefantes prehistóricos y que asegura, será, solo el principio. Su objetivo es recuperar especies extinguidas para que nos protejan del cambio climático...
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en este tipo de movimientos siempre hay sinvergüenzas de la "angloaristocracia" malthusiana y misántropa
GEORGE CHURCHSABIO 28 | BIÓLOGO PRECURSOR DE LA GENÓMICA«En seis años veremos 'mamuts' en Siberia»
Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos esta semana con el hombre que está empeñado en resucitar elefantes prehistóricos y que asegura, será, solo el principio. Su objetivo es recuperar especies extinguidas para que nos protejan del cambio climático y, de paso, alargar nuestra vida. Pero ¿cuáles son los riesgos?
POR CARLOS MANUEL SÁNCHEZ | FOTOGRAFÍA: RICK FRIEDMAN
Viernes, 04 de Noviembre de 2022, 12:44Tiempo de lectura:5 min.
En 2028 llevaremos los primeros mamuts al Ártico». Es el plazo que se marca el biólogo estadounidense George Church (Florida, 1954), empeñado en recuperar especies extinguidas y proteger las que están en peligro. Church es profesor de Genética en la Escuela Médica de Harvard, donde fundó y lidera el Instituto Wyss de Biología Sintética. No solo es un precursor de la genómica, también es un visionario embarcado en múltiples proyectos científicos y empresariales relacionados con el rejuvenecimiento y el desarrollo de nuevas terapias genéticas. Pero el de los mamuts no solo ha cautivado la imaginación del mundo, sino que ha captado 15 millones de dólares de Silicon Valley.
XLSemanal. Tiene usted tantos proyectos en marcha que habrá que pasar lista. Empecemos con la resurrección del mamut. ¿Cómo van los trabajos?
George Church. Muy bien. Estamos desarrollando un híbrido de elefante asiático, en peligro de extinción, y de mamut lanudo, una especie ya extinguida, combinando los genomas de ambos; el del mamut, a partir de restos fósiles conservados en el hielo. Ya tenemos un método para realizar un gran número de ediciones en el ADN. Y estamos viendo qué partes retocar primero.
XL. ¿Para qué?
G.C. El mamut lanudo se protegía del frío gracias a una capa de grasa y a un abrigo de pelo. Tenía las orejas pequeñas y grandes colmillos. Introduciendo ciertos genes en un elefante podemos conseguir más pelo, más grasa...
XL. ¿Qué dificultades está encontrando?
G.C. Todavía no nos hemos dado contra un muro. Pero será difícil familiarizarse con el desarrollo de los embriones fuera del cuerpo. Nos gustaría hacerlo mediante gestación subrogada, pero hemos optado por un útero artificial para no molestar a las elefantas.
POR QUÉ PASARÁ A LA HISTORIAConsiga o no resucitar a los mamuts, George Church ya se ha ganado un lugar en el olimpo de la genética. Desarrolló el primer método para secuencias el ADN en 1984 y contribuyó a iniciar el Proyecto Genoma Humano, que culminó en 2003 con el mapa de todos nuestros genes.
XL. ¿Por qué hacerlo así si es más difícil?
G.C. Porque la mamá elefanta tiene que pasar por 22 meses de gestación y solo da a luz a una cría. Si fracasamos, habrá perdido dos años de su vida reproductiva. Quedan unas 30.000 hembras fértiles de elefante asiático. Así que no queremos interferir en su reproducción. Además, está otra cuestión: la escala. Hay muy pocas madres subrogadas potenciales. Y queremos llevar miles de ejemplares al Ártico.
XL. ¿Cuándo veremos a esos mamuts, o lo que sean, paseándose por la región de Siberia que han elegido?
G.C. En unos seis años. Ya hay decenas de herbívoros en la zona, bisontes sobre todo, pero no pueden hacer lo que hacen los elefantes, que es derribar los árboles. Para eso se necesitan los mamuts.
XL. ¿Y por qué hay que derribar árboles?
G.C. La idea es aunar la recuperación de especies con la protección del medioambiente. Los mamuts crearon su propio ecosistema hace un millón de años. Una estepa de pastizales que se extendía por casi toda Eurasia y que controlaba el clima a nivel mundial. Los elefantes pueden hacer algo similar: pisotear el terreno y crear una alfombra de pasto que proteja el permafrost, la capa de suelo congelado que se está derritiendo por culpa del calentamiento global. En algunos lugares, el carbón atrapado en el permafrost tiene 500 metros de espesor. Si se derrite, saldría al exterior. Para evitarlo, lo más conveniente es la hierba, que refleja mejor la luz del sol, lo que contribuye a disipar el calor.
XL. En Colossal, la compañía que les financia, están algunos de los inversores más potentes de Silicon Valley, como los gemelos Winklevoss. ¿Dónde acaba el altruismo y empieza el negocio?
G.C. Yo opino que el altruismo no está reñido con el legítimo deseo de conseguir un retorno a tu inversión. Creo que es una motivación extra.
«¿Los peligros de 'Jurassic Park'? Nosotros de momento solo nos centramos en herbívoros, no en carnívoros, lo que hace las cosas un poco más seguras»
XL. Se lo preguntaba porque el proyecto de los mamuts recuerda a Parque Jurásico…
G.C. Y estoy encantado de responderle. Nos interesa la creación de reservas y parques para la vida salvaje. De momento, solo nos centramos en herbívoros, no en carnívoros, lo que hace que las cosas sean un poco más seguras. Pero tenemos que ser muy conscientes de la seguridad, porque los elefantes pueden herir a la gente, aunque no se la vayan a comer. Todos los ensayos los hacemos a pequeña escala. Pero uno de nuestros objetivos es educar a la gente con algo que les resulte emocionante. Y eso era lo bueno de Parque Jurásico. Lo malo ya sabemos lo que fue, y nos puede ayudar a no cometer los mismos errores.
XL. Cambiando de tema. ¿Cómo van las investigaciones para alargar la longevidad?
G.C. Es un terreno muy prometedor, pero se mezclan conceptos. La prioridad es revertir o frenar las enfermedades asociadas al envejecimiento. La segunda meta es mantenerte en buen estado físico y mental la mayor parte de tu vida, lo que no significa que vivas más. Y la tercera es extender la longevidad. Pero ese no es el primer objetivo porque los ensayos clínicos son muy costosos.
XL. Hay gente a la que también le gustaría alargar la vida de sus mascotas…
G.C. No se puede descartar que los perros vivan 50 o 60 años. Hay ballenas que viven 200. Ya hay muchos que clonan a su mascota. Utilizaremos la biotecnología para las necesidades humanas, pero no veo barreras para incluir a animales.
XL. Hemos visto increíbles progresos en biología sintética, como la creación de embriones viables sin óvulos ni esperma. ¿Qué más sorpresas nos esperan?
G.C. Mi proyecto favorito en Harvard es la creación de células que resistan a todo tipo de bichito mediante edición genética. Además, en lo que se refiere al rejuvenecimiento, ya se pueden reprogramar células adultas a su estado embrionario, es decir, puedes coger algunas células de un señor de 70 años y volverlas jóvenes. Pero todavía no sabemos trasladar bien esos cambios a todas las células del cuerpo. También estamos criando cerdos perfectamente sanos que tienen más de 40 cambios en su genoma y cuyos órganos podrían servir para trasplantes.
XL. Hay quien pone objeciones a eso…
G.C. No conozco ninguna religión que se oponga. Expertos fiel a la religión del amores y judíos que se han pronunciado consideran que, si la vida del paciente está en juego, es legítimo. En cuanto a la ética, cada día son sacrificados tres millones de cerdos en todo el mundo. Estos procedimientos supondrían la fin de unos miles al año. Soy vegano, entiendo a la gente que pone pegas. Pero hasta que podamos cultivar órganos in vitro puedan pasar años y, mientras tanto, morirán millones de personas.
XL. Algunos de sus proyectos son controvertidos…
G.C. Procuro ser tras*parente. A mí me encantan las historias de ciencia fi cción, incluso si acaban mal, porque nos ayudan a ver los riesgos, aunque a ningún científico le gusta aparecer como el malo de la película.