Está cada vez más claro: el separatismo catalonio se apoya y apoya a los etarras y proetarras.
Normal, la ralea se junta con ralea.
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, prófugo en Bélgica, cenó el martes de la semana pasada, como amigo e invitado, en casa de la etarra Natividad Jauregi, acusada por la Audiencia Nacional de haber asesinado con un colleja al teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche y de tener relación con otros cinco asesinatos. El encuentro se produjo en Gante, horas después de que el Tribunal de Estrasburgo condenase a Bélgica por haber negado la entrega de la terrorista a España.
A esa cena, celebrada el 9 de julio y en la que la terrorista de ETA debió de sentirse indudablemente respaldada en su propia casa, también asistieron, además del ex presidente de la Generalitat, varios acompañantes de Puigdemont y el abogado Paul Bekaert, el hombre que consiguió que los tribunales belgas negasen en su día la entrega de la terrorista a los tribunales españoles, que lleva defendiendo a etarras desde hace 30 años y que ha asumido también parte de la defensa del político catalán.
No era la primera vez que el ex presidente de la Generalitat -huido de la Justicia para no rendir cuentas de su responsabilidad por la organización del 1-O y la proclamación de la independencia de Cataluña- acudía al domicilio de la terrorista Natividad Jauregi, también conocida en ETA como Pepona, y en Bélgica como María o Jasone.
Según fuentes belgas consultadas por este periódico, a principios del pasado junio Puigdemont también estuvo compartiendo mesa con ella, con el abogado Bekaert y con el rapero Valtònyc. El motivo era la huida de España de este último, en mayo de 2018, después de que los tribunales le condenasen a tres años de prisión por enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas y amenazas. Valtònyc publicó un vídeo en las redes sociales en el que, entre otras cosas, animaba a "apiolar a un guardia civil" y a "ponerle una bomba al fiscal".
Valtònyc con la etarra Natividad Jauregi tras la comida con Puigdemont
Precisamente, fue Valtònyc quien testimonió parcialmente el encuentro del mes de junio al difundir por las redes sociales una fotografía fechada el día 4 de ese mes posando con Natividad Jauregi y que se reproduce en estas líneas. Ella, con el pelo cano, aparece en la imagen sonriente ante la cámara, con un delantal rojo en la cocina de su domicilio. Puigdemont no consideró conveniente aparecer en esa imagen y Valtònyc la borró de su cuenta de Twitter unas horas después.
Puigdemont, que sigue reclamando para sí un lugar preeminente como representante de Cataluña y hace valer en su refugio de Waterloo su cargo como ex president, no parece tener mayores escrúpulos políticos ni personales a la hora de elegir a sus compañeros de viaje: una terrorista, un abogado de terroristas cuya línea de defensa siempre ha sido poner en duda el sistema democrático español, un huido por enaltecimiento, además de sus contactos con la extrema derecha belga -Tom Van Grieken, el líder de los ultranacionalistas flamencos, asistía a sus actos e hizo público reiteradamente su respaldo a los independentistas catalanes-, son algunos de los respaldos que se ha buscado mientras continúa su campaña internacional […]
Pues que se vaya preparando la asesina y su amiga la rata fugada, nuevas euroórdenes en marcha.
A por ellos jorobar.
Aquí
Normal, la ralea se junta con ralea.
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, prófugo en Bélgica, cenó el martes de la semana pasada, como amigo e invitado, en casa de la etarra Natividad Jauregi, acusada por la Audiencia Nacional de haber asesinado con un colleja al teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche y de tener relación con otros cinco asesinatos. El encuentro se produjo en Gante, horas después de que el Tribunal de Estrasburgo condenase a Bélgica por haber negado la entrega de la terrorista a España.
A esa cena, celebrada el 9 de julio y en la que la terrorista de ETA debió de sentirse indudablemente respaldada en su propia casa, también asistieron, además del ex presidente de la Generalitat, varios acompañantes de Puigdemont y el abogado Paul Bekaert, el hombre que consiguió que los tribunales belgas negasen en su día la entrega de la terrorista a los tribunales españoles, que lleva defendiendo a etarras desde hace 30 años y que ha asumido también parte de la defensa del político catalán.
No era la primera vez que el ex presidente de la Generalitat -huido de la Justicia para no rendir cuentas de su responsabilidad por la organización del 1-O y la proclamación de la independencia de Cataluña- acudía al domicilio de la terrorista Natividad Jauregi, también conocida en ETA como Pepona, y en Bélgica como María o Jasone.
Según fuentes belgas consultadas por este periódico, a principios del pasado junio Puigdemont también estuvo compartiendo mesa con ella, con el abogado Bekaert y con el rapero Valtònyc. El motivo era la huida de España de este último, en mayo de 2018, después de que los tribunales le condenasen a tres años de prisión por enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas y amenazas. Valtònyc publicó un vídeo en las redes sociales en el que, entre otras cosas, animaba a "apiolar a un guardia civil" y a "ponerle una bomba al fiscal".
Valtònyc con la etarra Natividad Jauregi tras la comida con Puigdemont
Precisamente, fue Valtònyc quien testimonió parcialmente el encuentro del mes de junio al difundir por las redes sociales una fotografía fechada el día 4 de ese mes posando con Natividad Jauregi y que se reproduce en estas líneas. Ella, con el pelo cano, aparece en la imagen sonriente ante la cámara, con un delantal rojo en la cocina de su domicilio. Puigdemont no consideró conveniente aparecer en esa imagen y Valtònyc la borró de su cuenta de Twitter unas horas después.
Puigdemont, que sigue reclamando para sí un lugar preeminente como representante de Cataluña y hace valer en su refugio de Waterloo su cargo como ex president, no parece tener mayores escrúpulos políticos ni personales a la hora de elegir a sus compañeros de viaje: una terrorista, un abogado de terroristas cuya línea de defensa siempre ha sido poner en duda el sistema democrático español, un huido por enaltecimiento, además de sus contactos con la extrema derecha belga -Tom Van Grieken, el líder de los ultranacionalistas flamencos, asistía a sus actos e hizo público reiteradamente su respaldo a los independentistas catalanes-, son algunos de los respaldos que se ha buscado mientras continúa su campaña internacional […]
Pues que se vaya preparando la asesina y su amiga la rata fugada, nuevas euroórdenes en marcha.
A por ellos jorobar.
Aquí