"El mito de la misoginía" (John Tierney)

Es un texto largo, pero muy interesante: Evidentemente está traducido del inglés con algunas correcciones, porque encontrar algo como esto escrito en castellano, y en España, sería motivo de expediente disciplinario o incluso guandoca para Tierney y Baumeister.

El mito de la misoginía


Supuestamente la misoginia es extrema en la sociedad moderna, pero, ¿dónde, acecha exactamente? Durante décadas, los investigadores han buscado evidencia de discriminación manifiesta contra las mujeres, así como manifestaciones más sutiles, como el sexismo sistémico o el sesgo implicito. Pero en lugar de detectar la misoginia, siguen divisando otra cosa.



Considere un nuevo estudio que es uno de los esfuerzos más sofisticados para analizar el sesgo implícito. Los investigadores anteriores típicamente lo buscaban midiendo las reacciones de dos segundos a las fotos de las caras: cuánto tiempo tarda en asociar cada cara con un atributo positivo o negativo. Algunos estudios informaron que los blancos son más rápidos para asociar rostros neցros con atributos negativos, pero esos experimentos a menudo involucraban pequeñas muestras de estudiantes universitarios.


Para este estudio, un equipo de psicólogos liderado por la Universidad Paul Connor de Columbia reclutó una muestra representativa a nivel nacional de adultos y les mostró algo más que caras. Los participantes vieron fotos de cuerpo completo de hombres y mujeres de diferentes razas y edades, vestidos con tatuajes que van desde trajes y blazers bien adaptados hasta sudaderas desaliñadas, y camisetas sin mangas.

¿Quién estaba sesgado contra quién? Los investigadores no encontraron patrones consistentes por raza o por edad. Los participantes fueron más rápidos en asociar los atributos negativos con la gente con ropa desaliñada, pero ese sesgo era bastante pequeño. Sólo surgió un sesgo fuerte y consistente. Los participantes en todas las categorías y mujeres de todas las razas, edades y clases sociales fueron más rápidas en asociar atributos positivos con las mujeres y atributos negativos con los hombres.

Los participantes no mostraron conductas misoginas sino su conceotp contrario: la misandria, un sesgo en contra de los hombres. Este estudio simplemente midió las reacciones inconscientes, por lo que no prueba que discriminan a los hombres. Los muchos críticos de la investigación implícita sostienen que las medidas del racismo inconsciente de las personas tienen escasa relación con su comportamiento consciente.

Pero cuando se trata de detectar la misandria, no necesitamos sondear al inconsciente para encontrarlo. Hay pruebas abrumadoras de discriminación consciente, flagrante y generalizada contra los niños y los hombres en las sociedades modernas.

Si usted no ha escuchado acerca de esta evidencia, se debe al sesgo misandrista bien documentado en la discusión pública de las cuestiones de género. Académicos, periodistas, políticos y activistas prestarán especial atención a un pequeño estudio defectuoso si pretende encontrar prejuicios contra las mujeres, pero van a ignorar el trabajo para suprimir la riqueza de investigaciones sólidas que muestran lo contrario.

Hace tres décadas, los psicólogos identificaron el efecto de las mujeres, con malas noticias, sobre la base de una investigación que muestra que ambos sexos tienden a calificar a las mujeres más positivamente que los hombres. Este efecto ha sido confirmado repetidamente. Las mujeres tienen calificaciones más altas que los hombres en las pruebas inteligencia, así como en las de competencia.

La masculinidad tóxica y el exceso la testosterona son ampliamente tomadas en cuanta como culpables de muchos problemas, pero no se escucha mucho sobre la feminidad tóxica o la intoxicación por estrógenos.

¿Quién critica el "femsplaining" o finge creer a todos los hombres?

Si el patriarcado realmente gobernaba nuestra sociedad, el personaje de padre de las acciones en las comedias de televisión no sería un papá disegudo, como Homer Simpson, y los comerciales no seguirían mostrando a las esposas que adoran a sus maridos.

(¿Cuándo fue la última vez que viste a un marido de la televisión hacer algo bien?)

La misandria ha sido culpable del éxito de taquilla de Barbie, que se deleita en mostrar a los hombres como desagradables parejas románticas, petulantes, bufones violentos y tiranos que hacen tonterías, y que deberían dejar que las mujeres dirijan el mundo.

Numerosos estudios han demostrado que a ambos sexos les importan más los daños a las mujeres que a los hombres. Los hombres son castigados con mayor severidad que las mujeres por el mismo delito, y los delitos contra la mujer se castigan con mayor severidad que los crímenes contra los hombres.

Las instituciones discriminan abiertamente a los hombres en las políticas de contratación y promoción y a la mayoría de los hombres, así como las mujeres, favorecen los programas de acción afirmativa para las mujeres.

El establecimiento educativo se ha obsesionado durante décadas con la escasez de mujeres en algunas disciplinas de ciencias y tecnología, pero pocos se preocupan por los hombres que se preocupan gravemente por casi todas las demás medidas académicas desde el jardín de infancia hasta la escuela de posgrado.

Para cuando los chicos terminan la escuela secundaria (si es que lo hacen), están tan atrasados que muchas universidades reducen los estándares de admisión para los hombres.uns casos raros de discriminación pro-masa, aunque no está motivado por un deseo de ayudar a los hombres. Los directores de admisiones lo hacen porque muchas mujeres están odiadas de asistir a una universidad si la proporción de género está demasiado sesgada.


Las disparidades de género generalmente sólo importan si trabajan “contra las mujeres”.

Al calcular su Global Gender Gap, el tan citado informe anual, el Foro Económico Mundial ha ignorado explícitamente las desventajas masculinas: si a los hombres les va peor en una dimensión particular, un país todavía obtiene una puntuación perfecta para la igualdad en esa medida.

Por no ir en contra de la ley federal del Título IX que prohíbe la discriminación sensual en las escuelas, los educadores se han concentrado en eliminar las disparidades en el atletismo, pero no en otros programas extracurriculares, que en su mayoría sesgaban a las mujeres.

El hecho de que ahora haya tres estudiantes universitarias por cada dos hombres no preocupa al Consejo de Política de Género de la Casa Blanca. Su Estrategia Nacional sobre Equidad e Igualdad de Género no menciona siquiera las luchas de los niños en la escuela, sino que se centra exclusivamente en nuevas formas de ayudar a las estudiantes a seguir adelante.

Por supuesto, las mujeres en el pasado sufrieron discriminación absoluta, pero la mayoría de las instituciones estadounidenses eliminaron esas barreras hace al menos 40 años. Las mujeres han sido la mayoría de graduados universitarios desde 1982 y dominan por muchas otras medidas clave.


No sólo viven más que los hombres, sino que también se benefician de una mayor proporción de fondos federales para la investigación médica. Tienen muchas menos probabilidades de ser herido fatalmente en el trabajo o suicidarse. Reciben reciben la mayor parte de financiación de la Seguridad Social y otros pagos de derechos (mientras los hombres pagan la mayor parte de los impuestos).

Deciden cómo gastar la mayor parte de los ingresos familiares. Las mujeres inician la mayoría de los divorcios y son mucho más propensas a ganar la custodia de los niños. Mientras que los hombres están por delante de alguna manera, a los políticos les encanta denunciar la brecha salarial de los géneros y el techo de cristal. supuestamente limitan a las mujeres, se ha demostrado que estas disparidades se deben en gran medida, si no por completo, debido a las preferencias y opciones personales, no a la discriminación.