Vlad_Empalador
Será en Octubre
EL CHALET DE SÚPER LUJO DEL MINISTRO PODEMITA: El titular de Universidades es propietario de una casa de más de 2 millones de dólares en el condado de Los Ángeles. Ha paralizado el Ministerio para marcharse 10 días a EEUU por un viaje personal.
OLLERO, DANIEL J.El Mundo; Madrid [Madrid]25 Jan 2020: 5.
‘PALACE’ PERO SIN TINAJA / MANUEL CASTELLS
"EL DOMINGO VOTARÉ A ADA COLAU y a su equipo por razones muy claras. En primer lugar, porque son personas como nosotros. No son burócratas y especuladores". Así jaleaba a las masas el Ministro de Universidades, Manuel Castells, durante un acto para la reelección de la alcaldesa de Barcelona. Sin embargo, las "personas como nosotros", el ciudadano medio catalán al que apela el político, no podría vivir (ni aunque se lo regalaran) en el exclusivo chalet de Castells porque sus ingresos anuales no le alcanzarían ni para pagar el IBI.
Castells ha sorprendido a los medios y a las autoridades académicas esta semana al dejar empantanados los nombramientos en el Ministerio de Universidades para, pocos días después de asumir la cartera, marcharse a Estados Unidos –un país en el que ha llevado una vida rodeado de la élite y el lujo en algunas de sus zonas más exclusivas– para tratar asuntos personales. Durante los últimos años el ministro ha vivido a caballo entre Barcelona y California, donde es propietario de una vivienda situada en Pacific Palisades, un barrio del condado de los Ángeles que tiene el honor de encontrarse entre el 1% de los vecindarios más ricos de EEUU.En concreto, la vivienda de Castells es un chalet situado en una parcela de 447 metros cuadrados que está valorado, según los registros oficiales, en 2,2 millones de dólares. Un montante del que 1,6 millones corresponden al terreno y 423.000 dólares a la edificación. Una exclusiva casa por la que Castells debe de pagar 24.853 dólares (22.409 euros) al año en concepto de impuestos a la propiedad. Unos tributos que casi duplican la renta de las "personas como nosotros", el catalán medio, que ingresa 13.338 euros al año, según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña. Una vivienda que también resultaría difícilmente asumible (incluso regalada) para un vecino de Los Ángeles, que tiene unos ingresos medios de 27.749 dólares al año, según datos de LA Weekly.
Castells compró el chalet de 183 metros cuadrados en septiembre de 2017 por 2,075 millones de dólares, según los registros a los que ha tenido acceso LOC. Un precio acorde a la media de la zona. Para la tras*acción, el ministro recurrió a Wells Fargo, "el banco de Estados Unidos más seguro del mundo", según Fitch Ratings y Standard & Poor’s. Se trata de una casa unifamiliar de acero y madera construida en 1938 que sufrió una reforma notable en 1976. Tras adquirirla, Castells solicitó permisos de obras con distintos contratistas para hacer reformas en sus cuatro dormitorios y tres baños. El barrio del ministro, que se promociona con el reclamo de que "solo un 0,4% de los vecindarios americanos son más ricos que Pacific Palisades", es una muestra del ecosistema en el que vive la gauche divine californiana. Es una zona de voto profundamente progresista en la que todos los cargos electos son del Partido Demócrata. Sus habitantes son ricos: el salario medio masculino es de 148.000 dólares al año y el femenino de 95.000, frente a los 27.749 de la media del condado de L.A y, además, un 82,8% de los habitantes de Pacific Palisades tiene estudios universitarios. Aunque sobre el papel forma parte de una gran urbe multirracial, el chalet del ministro también destaca por encontrarse en una comunidad con una amplia mayoría de blancos, el 87,1% de sus residentes, frente a la media de Los Ángeles, donde solo representan el 52,4% de la población según los datos del censo. Una buena muestra del elitismo presente en el barrio se encuentra en las profesiones más habituales de sus vecinos. La ocupación más común, según los datos micro extraídos del censo, es la de "Ejecutivos jefe y legisladores", seguida de cerca por los "gestores" y a poca distancia de la categoría de "abogados, jueces y magistrados". Además de acaudalados profesionales, el barrio del ministro es célebre por haber contado entre sus vecinos con destacados actores, deportistas y socialites de Hollywood como Ben Affleck, Jaime Lee Curtis, Matt Damon, Kurt Russell, el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger e, incluso, el expresidente Reagan, entre otros.
Sin embargo, no se trata de la primera propiedad en Los Ángeles de Castells. Hasta el comienzo de la primavera de 2017 vivió en otra exclusiva casa situada a pie de playa y con vistas al mar en Santa Mónica, la zona costera en la que se desarrollaban las aventuras del fornido David Hasselhoff y las actrices Pamela Anderson y Carmen Electra en Los vigilantes de la playa. Una casa en la que, a principios de octubre de 2016, tuvo como invitado a Pedro Sánchez, después de que el socialista fuese defenestrado del liderazgo de su partido. Un episodio que Castells cuenta en su libro Ruptura: "Le animé a que no se rindiera porque si lo hacía era el fin del PSOE, que sería fagocitado en las fauces históricas de la gran coalición", cuenta."Hablamos y hablamos, paseando entre el rumor de las olas de la playa de Santa Mónica, donde yo vivía", recuerda de forma poética. Una casa de la que fue coopropietario junto con la que figuraba como su mujer, Emma Kiselyova, entre los años 2009 (cuando la compraron por 2.150.021 dólares) y 2017, cuando la vendieron por 2.475.000 dólares. Una vivienda por la que debían pagar unos impuestos cercanos a los 30.000 dólares al año. También fuera del alcance de las "personas como nosotros".En los apenas cinco meses que tras*currieron entre ambas operaciones inmobiliarias algo sucedió en la vida de Castells. Según los documentos oficiales, mientras que en la venta de la casa de Santa Mónica figuraba como "casado con Emma Kiselyova", en la compra del chalet de Pacific Palisades aparece como un "soltero" que vivía en una residencia de la University of Southern California.Con sus nuevas funciones, el lujo de Pacific Palisades puede suponer una carga para el ministro, que tendrá que destinar un tercio de su salario bruto (que es de 73.211 euros) para pagar el IBI de su casa.
OLLERO, DANIEL J.El Mundo; Madrid [Madrid]25 Jan 2020: 5.
‘PALACE’ PERO SIN TINAJA / MANUEL CASTELLS
"EL DOMINGO VOTARÉ A ADA COLAU y a su equipo por razones muy claras. En primer lugar, porque son personas como nosotros. No son burócratas y especuladores". Así jaleaba a las masas el Ministro de Universidades, Manuel Castells, durante un acto para la reelección de la alcaldesa de Barcelona. Sin embargo, las "personas como nosotros", el ciudadano medio catalán al que apela el político, no podría vivir (ni aunque se lo regalaran) en el exclusivo chalet de Castells porque sus ingresos anuales no le alcanzarían ni para pagar el IBI.
Castells ha sorprendido a los medios y a las autoridades académicas esta semana al dejar empantanados los nombramientos en el Ministerio de Universidades para, pocos días después de asumir la cartera, marcharse a Estados Unidos –un país en el que ha llevado una vida rodeado de la élite y el lujo en algunas de sus zonas más exclusivas– para tratar asuntos personales. Durante los últimos años el ministro ha vivido a caballo entre Barcelona y California, donde es propietario de una vivienda situada en Pacific Palisades, un barrio del condado de los Ángeles que tiene el honor de encontrarse entre el 1% de los vecindarios más ricos de EEUU.En concreto, la vivienda de Castells es un chalet situado en una parcela de 447 metros cuadrados que está valorado, según los registros oficiales, en 2,2 millones de dólares. Un montante del que 1,6 millones corresponden al terreno y 423.000 dólares a la edificación. Una exclusiva casa por la que Castells debe de pagar 24.853 dólares (22.409 euros) al año en concepto de impuestos a la propiedad. Unos tributos que casi duplican la renta de las "personas como nosotros", el catalán medio, que ingresa 13.338 euros al año, según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña. Una vivienda que también resultaría difícilmente asumible (incluso regalada) para un vecino de Los Ángeles, que tiene unos ingresos medios de 27.749 dólares al año, según datos de LA Weekly.
Castells compró el chalet de 183 metros cuadrados en septiembre de 2017 por 2,075 millones de dólares, según los registros a los que ha tenido acceso LOC. Un precio acorde a la media de la zona. Para la tras*acción, el ministro recurrió a Wells Fargo, "el banco de Estados Unidos más seguro del mundo", según Fitch Ratings y Standard & Poor’s. Se trata de una casa unifamiliar de acero y madera construida en 1938 que sufrió una reforma notable en 1976. Tras adquirirla, Castells solicitó permisos de obras con distintos contratistas para hacer reformas en sus cuatro dormitorios y tres baños. El barrio del ministro, que se promociona con el reclamo de que "solo un 0,4% de los vecindarios americanos son más ricos que Pacific Palisades", es una muestra del ecosistema en el que vive la gauche divine californiana. Es una zona de voto profundamente progresista en la que todos los cargos electos son del Partido Demócrata. Sus habitantes son ricos: el salario medio masculino es de 148.000 dólares al año y el femenino de 95.000, frente a los 27.749 de la media del condado de L.A y, además, un 82,8% de los habitantes de Pacific Palisades tiene estudios universitarios. Aunque sobre el papel forma parte de una gran urbe multirracial, el chalet del ministro también destaca por encontrarse en una comunidad con una amplia mayoría de blancos, el 87,1% de sus residentes, frente a la media de Los Ángeles, donde solo representan el 52,4% de la población según los datos del censo. Una buena muestra del elitismo presente en el barrio se encuentra en las profesiones más habituales de sus vecinos. La ocupación más común, según los datos micro extraídos del censo, es la de "Ejecutivos jefe y legisladores", seguida de cerca por los "gestores" y a poca distancia de la categoría de "abogados, jueces y magistrados". Además de acaudalados profesionales, el barrio del ministro es célebre por haber contado entre sus vecinos con destacados actores, deportistas y socialites de Hollywood como Ben Affleck, Jaime Lee Curtis, Matt Damon, Kurt Russell, el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger e, incluso, el expresidente Reagan, entre otros.
Sin embargo, no se trata de la primera propiedad en Los Ángeles de Castells. Hasta el comienzo de la primavera de 2017 vivió en otra exclusiva casa situada a pie de playa y con vistas al mar en Santa Mónica, la zona costera en la que se desarrollaban las aventuras del fornido David Hasselhoff y las actrices Pamela Anderson y Carmen Electra en Los vigilantes de la playa. Una casa en la que, a principios de octubre de 2016, tuvo como invitado a Pedro Sánchez, después de que el socialista fuese defenestrado del liderazgo de su partido. Un episodio que Castells cuenta en su libro Ruptura: "Le animé a que no se rindiera porque si lo hacía era el fin del PSOE, que sería fagocitado en las fauces históricas de la gran coalición", cuenta."Hablamos y hablamos, paseando entre el rumor de las olas de la playa de Santa Mónica, donde yo vivía", recuerda de forma poética. Una casa de la que fue coopropietario junto con la que figuraba como su mujer, Emma Kiselyova, entre los años 2009 (cuando la compraron por 2.150.021 dólares) y 2017, cuando la vendieron por 2.475.000 dólares. Una vivienda por la que debían pagar unos impuestos cercanos a los 30.000 dólares al año. También fuera del alcance de las "personas como nosotros".En los apenas cinco meses que tras*currieron entre ambas operaciones inmobiliarias algo sucedió en la vida de Castells. Según los documentos oficiales, mientras que en la venta de la casa de Santa Mónica figuraba como "casado con Emma Kiselyova", en la compra del chalet de Pacific Palisades aparece como un "soltero" que vivía en una residencia de la University of Southern California.Con sus nuevas funciones, el lujo de Pacific Palisades puede suponer una carga para el ministro, que tendrá que destinar un tercio de su salario bruto (que es de 73.211 euros) para pagar el IBI de su casa.