emos_sio_engañás
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Id malaventurados, que debéis más que aire que respiráis, porque si la dicha consiste en tener la conciencia limpia, la multiplicación del vino a las mujeres hijo que vosotros pensaseis que al beber ibais a olvidar. Pero, hijas mías, no pensáis sino en beber. Malgastar para beberm, pues tenéis las conciencias sucias. Sucias de lo que hicisteis para tener el dinero que ahora debéis malgastar en mantaner vuestyra conciencia llena de felicidad.
Infeliz negocio el que se porta mal, para tener un bien y luego debe utilizar ese bien para abolir el mal de su cuepo, de su mente, de su conciencia. Hablaría de espírritu, pues cierta damisela me ha enseñado que puede ser así, pero dudo que conciencias tan negras puedan disponer de eso, sino en una versión de ultra enfado y mal.
Id, pues y bebed, bebed y tomad todo aquello que habéis hurtado, hurtado con la fin de inocentes, con el expolio de víctimas que fueron, que lo somos y que quizá lo seamos, y, sin desear ser santos no vemos sino vuestra miseria opulente que se vicia en gastar todo aquello que habéis conseguido de forma ilícita hasta explotar. Reverenciemos pues, vuestro santo explotar, pues en el radican todos vuestros bienes y todos vuestros males, y sernos de bien otra vez de nuevo, quemando, insisto quemando saludes, vidas y patrimonios de personas que debimos ser tratadas de una forma justa.
Y que vuestra injusticia os lleve al infierno de la hedonía, en donde asombrosas ambrosías sean consumidas para saciar vuestro insaciable apetito de ansiedad, dada la iniquidad. De injusticia tachada, tildada de hombría, ante la inocencia de la víctima que queréis seguir tachando de infrahumana, para poder, siguiendo haciéndole más mal, y así legitimar todo el mal que ya habéis cometido. Pues así de vuestro castigo surja el placer que llaméis vida, y la derrota hedónica y económica del que fagocita y deglute todo aquel y aquello capital, humano y material, que una vez debió pertenecer a la víctima de algún modo, y que el que robó hoy necesita para mantenerse incolumne ante el estado de las barbaridades que un día cometió.
Y no creáis en ninguna jovenlandesal, que como rizos neցros ondula en vuestras voluntades, dirimiendo la "guija" que para vosotros rige al ser humano y no su razón y su jovenlandesal, que lo menso, por más repetido os ha de llevar a alta mar, sin más toneles que la sal. Lo sobrehumano es su cielo y lo infrahumano es el esoterismo ¡de nada vale al innoble que modifique su conducta! Si con ella sacia todo su apetito de bienestar, su cieno, su sal, su adorar la infantil inocencia, aunque suene mal, lucrosos están de ella... Y siguen recta la senda de color, la senda de la ausencia de jovenlandesal, y con todo descaro, con toda arrogancia, con toda temeridad. Temeridad "del que cree que tentando al destino en forma de aumentar la apuesta la va a ganar", cuando el destino solo entiende de malestar y de bienes y que el bienestar del humilde os haya de molestar, pues sois sabedores de que vosotros sois unos acorazados del gastar para sentiros no mal.
Dicho sea, dicho está, ¡que el bienestar humilde os sienta mal! Pue sabéis todo lo que habéis hecho para conseguir ese "cieno" mental que hoy llamáis vida y plenitud, y "que solo cave beber y olvidar"; "metodología infalible" del que se sabe culpable, cuando la canción canta que nunca hizo mal, pero "el héroe atribulado" en la barra del bar es una escena demasiado fuerte para que vuestras mentes, llenas películas y canciones la puedan obviar. "Yo con 4 verdades me manejo", 3 son mentira y una es verdad "eres una mala persona". Ten piedad de ti y déjanos de tu presencia de todo y para siempre.
Infeliz negocio el que se porta mal, para tener un bien y luego debe utilizar ese bien para abolir el mal de su cuepo, de su mente, de su conciencia. Hablaría de espírritu, pues cierta damisela me ha enseñado que puede ser así, pero dudo que conciencias tan negras puedan disponer de eso, sino en una versión de ultra enfado y mal.
Id, pues y bebed, bebed y tomad todo aquello que habéis hurtado, hurtado con la fin de inocentes, con el expolio de víctimas que fueron, que lo somos y que quizá lo seamos, y, sin desear ser santos no vemos sino vuestra miseria opulente que se vicia en gastar todo aquello que habéis conseguido de forma ilícita hasta explotar. Reverenciemos pues, vuestro santo explotar, pues en el radican todos vuestros bienes y todos vuestros males, y sernos de bien otra vez de nuevo, quemando, insisto quemando saludes, vidas y patrimonios de personas que debimos ser tratadas de una forma justa.
Y que vuestra injusticia os lleve al infierno de la hedonía, en donde asombrosas ambrosías sean consumidas para saciar vuestro insaciable apetito de ansiedad, dada la iniquidad. De injusticia tachada, tildada de hombría, ante la inocencia de la víctima que queréis seguir tachando de infrahumana, para poder, siguiendo haciéndole más mal, y así legitimar todo el mal que ya habéis cometido. Pues así de vuestro castigo surja el placer que llaméis vida, y la derrota hedónica y económica del que fagocita y deglute todo aquel y aquello capital, humano y material, que una vez debió pertenecer a la víctima de algún modo, y que el que robó hoy necesita para mantenerse incolumne ante el estado de las barbaridades que un día cometió.
Y no creáis en ninguna jovenlandesal, que como rizos neցros ondula en vuestras voluntades, dirimiendo la "guija" que para vosotros rige al ser humano y no su razón y su jovenlandesal, que lo menso, por más repetido os ha de llevar a alta mar, sin más toneles que la sal. Lo sobrehumano es su cielo y lo infrahumano es el esoterismo ¡de nada vale al innoble que modifique su conducta! Si con ella sacia todo su apetito de bienestar, su cieno, su sal, su adorar la infantil inocencia, aunque suene mal, lucrosos están de ella... Y siguen recta la senda de color, la senda de la ausencia de jovenlandesal, y con todo descaro, con toda arrogancia, con toda temeridad. Temeridad "del que cree que tentando al destino en forma de aumentar la apuesta la va a ganar", cuando el destino solo entiende de malestar y de bienes y que el bienestar del humilde os haya de molestar, pues sois sabedores de que vosotros sois unos acorazados del gastar para sentiros no mal.
Dicho sea, dicho está, ¡que el bienestar humilde os sienta mal! Pue sabéis todo lo que habéis hecho para conseguir ese "cieno" mental que hoy llamáis vida y plenitud, y "que solo cave beber y olvidar"; "metodología infalible" del que se sabe culpable, cuando la canción canta que nunca hizo mal, pero "el héroe atribulado" en la barra del bar es una escena demasiado fuerte para que vuestras mentes, llenas películas y canciones la puedan obviar. "Yo con 4 verdades me manejo", 3 son mentira y una es verdad "eres una mala persona". Ten piedad de ti y déjanos de tu presencia de todo y para siempre.
