No sé si la autora es forera pero estoy bastante de acuerdo con éste artículo.
El mejor remedio para la soledad no consiste precisamente en pasar tiempo con gente
La soledad puede ser un sentimiento muy desesperanzador. Sentirse solo es una sensación que a nadie le gusta y que, normalmente, no suele esfumarse así como así. Ni siquiera cuando pasamos las 24 horas de nuestra vida ocupados o haciendo mil planes con personas distintas. La soledad va mucho más allá y muchas veces las distracciones solo son eso: distracciones.
Hay momentos de nuestra vida en los que ansiamos conectar con otras personas, sentirnos parte de un grupo con el que tengamos cosas en común, tener un sentimiento de pertenencia a algo. Diversas encuestas han demostrado que el 25% de los seres humanos en el mundo llegan a sentirse muy solos y este sentimiento, como muchos otros, no podemos simplemente ignorarlo y esperar a que se vaya, porque reaparecerá cuando menos lo esperemos.
Cuando nos sentimos así, solemos recibir siempre el mismo tipo de consejos: proponer algún plan a nuestros amigos, apuntarnos a algún hobby o deporte o pasar más tiempo con nuestra familia. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones, esto, en lugar de eliminar la soledad, simplemente hace que nos sintamos solos en una sala llena de gente. Y, ¿hay alguna sensación más triste que esa?
Esto se debe a que estas actividades son simples distracciones que no tratan la raíz del problema. No nos hacen plantearnos el por qué nos sentimos así o qué es lo que está ocurriendo en nuestra vida en ese determinado momento para que no nos sintamos completos. Al final, si no nos acostumbramos a los sentimientos negativos, tendemos a evitarlos y el remedio se vuelve peor que la enfermedad.
Entonces, ¿cuál es la verdadera cura para la soledad? Puede sonar irónico, pero es el estar solo. Sí, tal como lo lees. Los expertos afirman que si nos dejamos experimentar ese sentimiento, podremos aceptarlo y tener una relación sana con él. De esta forma, podemos hacer que, en lugar de un sentimiento negativo, pase a ser algo neutral o incluso positivo, porque nos permitirá conocernos mejor y podemos acabar beneficiándonos de él.
Aprendiendo a convivir con la soledad, podemos conocer partes de nosotros mismos que antes ignorábamos, llegando incluso a encontrar nuestro lado más creativo. Y es que, a veces, tenemos miedo de nuestros propios sentimientos y de nuestras voces interiores, y ello acaba convirtiéndose en miedo a estar solos, impidiéndonos desarrollar nuestro máximo potencial.
Es normal querer conectar con otros. Al fin y al cabo, somos humanos y ese es uno de los rasgos que nos caracterizan. Por eso nos cuesta tanto convivir con la soledad y aceptar que simplemente es una parte más de la vida.
En estos casos, los expertos recomiendan establecer una relación con nosotros mismos, conectar como lo haríamos con muchas otras personas y, sobre todo, practicar algunas actividades creativas que nos alejen de la ansiedad, pero sin olvidar que existe.
En definitiva, estar solo es el único remedio realmente útil para gestionar este tipo de ansiedad. Cuanto más cómodos estemos con el hecho de no estar acompañados, menos tendencia tendremos a rodearnos de personas que no son las adecuadas y que, finalmente, nos harán sentir aún más solos. Cuando nos enfrentamos a nuestros sufrimientos y miedos, estos dejan de doler tanto.
Pasar tiempo por nuestra cuenta será la única forma en que podremos gestionar en un futuro la sensación de sentirnos incomprendidos, o ese ansia de pertenecer a algún grupo. Si nos conocemos bien, nosotros mismos nos convertiremos en nuestra mejor compañía y eso será lo que finalmente nos llevará a encajar con personas con una visión de la vida que se asemeje en gran parte a la nuestra.
El mejor remedio para la soledad no consiste precisamente en pasar tiempo con gente
La soledad puede ser un sentimiento muy desesperanzador. Sentirse solo es una sensación que a nadie le gusta y que, normalmente, no suele esfumarse así como así. Ni siquiera cuando pasamos las 24 horas de nuestra vida ocupados o haciendo mil planes con personas distintas. La soledad va mucho más allá y muchas veces las distracciones solo son eso: distracciones.
Hay momentos de nuestra vida en los que ansiamos conectar con otras personas, sentirnos parte de un grupo con el que tengamos cosas en común, tener un sentimiento de pertenencia a algo. Diversas encuestas han demostrado que el 25% de los seres humanos en el mundo llegan a sentirse muy solos y este sentimiento, como muchos otros, no podemos simplemente ignorarlo y esperar a que se vaya, porque reaparecerá cuando menos lo esperemos.
Cuando nos sentimos así, solemos recibir siempre el mismo tipo de consejos: proponer algún plan a nuestros amigos, apuntarnos a algún hobby o deporte o pasar más tiempo con nuestra familia. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones, esto, en lugar de eliminar la soledad, simplemente hace que nos sintamos solos en una sala llena de gente. Y, ¿hay alguna sensación más triste que esa?
Esto se debe a que estas actividades son simples distracciones que no tratan la raíz del problema. No nos hacen plantearnos el por qué nos sentimos así o qué es lo que está ocurriendo en nuestra vida en ese determinado momento para que no nos sintamos completos. Al final, si no nos acostumbramos a los sentimientos negativos, tendemos a evitarlos y el remedio se vuelve peor que la enfermedad.
Entonces, ¿cuál es la verdadera cura para la soledad? Puede sonar irónico, pero es el estar solo. Sí, tal como lo lees. Los expertos afirman que si nos dejamos experimentar ese sentimiento, podremos aceptarlo y tener una relación sana con él. De esta forma, podemos hacer que, en lugar de un sentimiento negativo, pase a ser algo neutral o incluso positivo, porque nos permitirá conocernos mejor y podemos acabar beneficiándonos de él.
Aprendiendo a convivir con la soledad, podemos conocer partes de nosotros mismos que antes ignorábamos, llegando incluso a encontrar nuestro lado más creativo. Y es que, a veces, tenemos miedo de nuestros propios sentimientos y de nuestras voces interiores, y ello acaba convirtiéndose en miedo a estar solos, impidiéndonos desarrollar nuestro máximo potencial.
Es normal querer conectar con otros. Al fin y al cabo, somos humanos y ese es uno de los rasgos que nos caracterizan. Por eso nos cuesta tanto convivir con la soledad y aceptar que simplemente es una parte más de la vida.
En estos casos, los expertos recomiendan establecer una relación con nosotros mismos, conectar como lo haríamos con muchas otras personas y, sobre todo, practicar algunas actividades creativas que nos alejen de la ansiedad, pero sin olvidar que existe.
En definitiva, estar solo es el único remedio realmente útil para gestionar este tipo de ansiedad. Cuanto más cómodos estemos con el hecho de no estar acompañados, menos tendencia tendremos a rodearnos de personas que no son las adecuadas y que, finalmente, nos harán sentir aún más solos. Cuando nos enfrentamos a nuestros sufrimientos y miedos, estos dejan de doler tanto.
Pasar tiempo por nuestra cuenta será la única forma en que podremos gestionar en un futuro la sensación de sentirnos incomprendidos, o ese ansia de pertenecer a algún grupo. Si nos conocemos bien, nosotros mismos nos convertiremos en nuestra mejor compañía y eso será lo que finalmente nos llevará a encajar con personas con una visión de la vida que se asemeje en gran parte a la nuestra.