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Antiimperialista
Limpiar la mampara de la ducha puede convertirse a veces en un verdadero quebradero de cabeza, y es que, dado que el baño es una de las estancias que más se utilizan en el día a día, el ensuciado de las mamparas es casi inevitable. De hecho, cuando se observa que el biombo tiene manchas o empieza a producir cal, se tiende a pensar que está sucio por fuera, pero lo está en su interior. Los cristales de las mamparas contienen micro poros en forma de agujeros microscópicos a través de los cuales, a medida que una persona se baña, se introduce la cal del agua, los jabones y la suciedad. Poco a poco, la mampara se mancha y se vuelve opaca. Esta es una de las razones por la que cuesta tanto que quede reluciente, ya que se invierte mucho tiempo en su limpieza pensando que está sucia por fuera, sin lograr resultados satisfactorios. Normalmente, se tiende a culpar a la marca de la mampara, cuando en realidad, el material utilizado en los cristales templados de estos productos es idéntico en todas las marcas, por lo que la clave radica en qué artículos de limpieza usar y cómo tratar estos cristales.
Existen multitud de productos de higiene dedicados a la limpieza de mamparas, pero a veces el remedio ideal es muy sencillo. De hecho, en muchas ocasiones, estas se ensucian más debido al tipo de gel o jabón que se utiliza, provocando un efecto contrario al buscado. En este vídeo, se observa un potente limpiador de mamparas resultante de la mezcla de diversos productos de limpieza de uso cotidiano que están presentes en cualquier hogar. En primer lugar, se introduce un tercio de un jabón para lavar los platos, sin importar la marca, en segundo lugar, un tercio de agua oxigenada, y, para terminar, un tercio de bicarbonato. El uso de bicarbonato es esencial ya que es una sustancia que se disuelve fácilmente. De hecho, se utiliza frecuentemente para el saneamiento de diferentes estancias del hogar gracias a sus propiedades anti grasas.
Seguidamente, se agita para lograr que todos los productos se mezclen perfectamente. Una vez removido, se vierte en generosas cantidades en las partes de la ducha y la mampara que se quieren asear, y con un cepillo o un estropajo, se limpia la zona repartiendo el jabón. Para terminar, se aclara con abundante agua y se repasa con una bayeta de microfibra, obteniendo como resultado una mampara completamente reluciente.
Existen multitud de productos de higiene dedicados a la limpieza de mamparas, pero a veces el remedio ideal es muy sencillo. De hecho, en muchas ocasiones, estas se ensucian más debido al tipo de gel o jabón que se utiliza, provocando un efecto contrario al buscado. En este vídeo, se observa un potente limpiador de mamparas resultante de la mezcla de diversos productos de limpieza de uso cotidiano que están presentes en cualquier hogar. En primer lugar, se introduce un tercio de un jabón para lavar los platos, sin importar la marca, en segundo lugar, un tercio de agua oxigenada, y, para terminar, un tercio de bicarbonato. El uso de bicarbonato es esencial ya que es una sustancia que se disuelve fácilmente. De hecho, se utiliza frecuentemente para el saneamiento de diferentes estancias del hogar gracias a sus propiedades anti grasas.
Seguidamente, se agita para lograr que todos los productos se mezclen perfectamente. Una vez removido, se vierte en generosas cantidades en las partes de la ducha y la mampara que se quieren asear, y con un cepillo o un estropajo, se limpia la zona repartiendo el jabón. Para terminar, se aclara con abundante agua y se repasa con una bayeta de microfibra, obteniendo como resultado una mampara completamente reluciente.