El liberal José Mª Marco confiesa que sus ideas liberales ya no sirven. Se equivoca: seguimos en el mismo mundo; nunca sirvieron

Dice que "los instrumentos" que hasta ahora utilizaba para entender la realidad política, ya no le sirven. Creo que se equivoca; lo que ocurre es que esos instrumentos tampoco eran válidos antes y ahora ha quedado en evidencia su inutilidad. Pero eso conlleva reconocer que uno ha estado equivocado, no es que el mundo haya cambiado y tú te hayas quedado fuera (es cierto que va a cambiar, la crisis es evidente), es que has analizado con bases erróneas, puramente ideológicas. Marco, como todos los liberales, creía que esa forma de razonar era exclusiva de los marxistas, pero no, también de los liberales, no en vano muchos de ellos proceden del marxismo, y han sustituido una ideologia por otra, pero razonan igual. Y ahí está el error. No atienden a los hechos reales sino a la interpretación ideológica de los mismos; ponen el carro delante de los bueyes. Por eso son tan proclives a la acusación de conspiracionismo, negacionismo, antisemitismo: (6) Los dos pilares (en realidad, taras) del pigliberal español: la anglomanía y la ****omanía | Burbuja.info (No les perdonaré nunca que a raíz de la crisis de 2008 estuviesen años utilizando el término PIGS para referirse a España y los países mediterráneos).

Me ha gustado mucho la entrevista que LD le hace a Miguel Bosé. Tan es así que me apetece leer el libro, 'El hijo del Capitán Trueno'.

Guste o no guste, Bosé es un tipo inteligente y un personaje en la sociedad española desde finales de los 70 hasta hoy. Dado que tiene la inestabilidad propia de todos los artistas, lo han estado utilizando para desacreditar a los críticos de la banderillación.

José María Marco (fueron compañeros de clase en el Liceo Francés) reconoce que "me resunta imposible entender lo que está sucediendo; ya no tengo los instrumentos necesarios para entenderlo. Pertenezco a un mundo diferente, cuyo instrumentos ya no sirven para el actual". Inteligencia y conocimientos le sobran, pero tiene el pecado español: la incapacidad para poner las ideas políticas a un lado y entender la base de los acontecimientos históricos y políticos como un conflicto de intereses, tanto de clase, como nacionales o imperiales, tal y como explica Gustavo Bueno. De no ser así, entras de lleno en la disonancia cognitiva de Pfizerico al verte obligado a defender lo indefendible por razones ideológicas. Están en un proceso similar al de los comunistas cuando se hundió la URSS; los liberales anglómanos saben del timo del islamismo y los veinte años de crímenes en los que ellos han colaborado a base de contar mentiras; no digamos el liberalismo económico (nunca existió tal cosa) y EEUU como impulsor de esa ideología que jamás practicó, y que ahora ya es inocultable. El liberalismo es una estafa. Qué decir acerca de que nuestro 'gran amigo y aliado' proteja y arme a nuestro enemigo, jovenlandia. Ciertamente los instrumentos ya no les valen, de ahí la demencia de Pfizerico, que se empeña en que la culpa hay que buscarla en Lenin y Stalin.

En la primera parte Bosé habla de su mundo personal, familiar. Coincido en lo que dice: "Las cosas [los recuerdos] te buscan, porque si no te buscan no se dejarán encontrar". Y de esa capacidad artística para que las cosas lleguen y las captes, van sus memorias.

Siempre y cuando la salud acompañe, la vejez es una edad prodigiosa, por algo siempre fue alabada hasta que apareció la sociedad de consumo, que la ha demolido, marginado, despreciado, ridiculizado. Es una lástima que cuando empiezas a entender tantas cosas y el peso que han tenido en tu vida, resulta que te has hecho viejo. Pero ahí están listas para entender y contemplar, como hacían los estoicos.

Excelente entrevista. Se les nota a los tres que se encuentran muy a gusto conversando.

La primera parte trata de la vida familiar del clan Bosé-Dominguín, donde el orden lo llevaba la tata, que además no cobraba por su trabajo; la segunda de lo que está pasando, de las mentiras constantes que gobiernan el día a día de nuestras sociedades decadentes, a punto de desaparecer para dar paso a no se sabe qué, pero todo indica que nada bueno.