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Será en Octubre
El legado de Artur Mas
Media docena de partidos se disputan la herencia de CiU
El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, que decidió liderar el giro de la antigua CiU hacia posiciones independentistas, ha propiciado la fragmentación de la antigua federación en varios partidos políticos así como la pérdida de poder territorial de CiU en toda Cataluña.
Mas, que fue el iniciador del proceso soberanista, ha logrado fragmentar el espacio postconvergente en diferentes partidos políticos que se oponen a la línea frentista de JxCat liderada por Carles Puigdemont. El pasado sábado, la excoordinadora del PDeCat y exdirigente de CDC Marta Pascal presentó su candidatura para liderar el nuevo Partido Nacionalista de Cataluña, que pretende ser "un proyecto para construir la Cataluña del futuro, un país para todos y que no excluya a nadie".
Este no ha sido sin embargo, el único intento por captar el votante moderado nacionalista. El exdirigente de CDC Antoni Fernández Teixidó y el exmiembro de Unió Democràtica Roger Montañola ya impulsaron hace más de tres años Lliures, un partido crítico con el proceso soberanista que reclamaba "recuperar un catalanismo que ayude a recomponer la situación política".
En junio de 2017 se hizo pública la Declaración Fundacional de Units per Avançar. El partido no independentista liderado por Ramon Espadaler que se proponía recoger "la mejor tradición del catalanismo, del centro político, del federalismo europeo y del pensamiento humanista socialcristiano".
Otro intento por acaparar parte del electorado de la antigua Convergencia fue la aparición de Convergents, un partido político catalán que se define como centrista y soberanista, fundado en noviembre de 2017 por Germà Gordó y Teresa Pitarch. El partido también incluía antiguos militantes de Unió, Demòcrates de Catalunya, CDC y gente que no había militado en ningún partido.
La tras*formación de la antigua Convergencia, que ha experimentado varios cambios de nombre en los últimos años -CDC, PDeCAT, JxCat- también ha comportado en sí mismo una gran pérdida de poder territorial e influencia del partido partes. El cambio no sólo se ha producido en las siglas, también en el discurso, mucho más focalizado en la independencia, dejando de lado los eufemismos "derecho a decidir" o "Estado propio". La estrategia seguida por los exconvergents ha propiciado un descenso en los resultados electorales, con una significativa pérdida de representación en las instituciones públicas.
Media docena de partidos se disputan la herencia de CiU
El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, que decidió liderar el giro de la antigua CiU hacia posiciones independentistas, ha propiciado la fragmentación de la antigua federación en varios partidos políticos así como la pérdida de poder territorial de CiU en toda Cataluña.
Mas, que fue el iniciador del proceso soberanista, ha logrado fragmentar el espacio postconvergente en diferentes partidos políticos que se oponen a la línea frentista de JxCat liderada por Carles Puigdemont. El pasado sábado, la excoordinadora del PDeCat y exdirigente de CDC Marta Pascal presentó su candidatura para liderar el nuevo Partido Nacionalista de Cataluña, que pretende ser "un proyecto para construir la Cataluña del futuro, un país para todos y que no excluya a nadie".
Este no ha sido sin embargo, el único intento por captar el votante moderado nacionalista. El exdirigente de CDC Antoni Fernández Teixidó y el exmiembro de Unió Democràtica Roger Montañola ya impulsaron hace más de tres años Lliures, un partido crítico con el proceso soberanista que reclamaba "recuperar un catalanismo que ayude a recomponer la situación política".
En junio de 2017 se hizo pública la Declaración Fundacional de Units per Avançar. El partido no independentista liderado por Ramon Espadaler que se proponía recoger "la mejor tradición del catalanismo, del centro político, del federalismo europeo y del pensamiento humanista socialcristiano".
Otro intento por acaparar parte del electorado de la antigua Convergencia fue la aparición de Convergents, un partido político catalán que se define como centrista y soberanista, fundado en noviembre de 2017 por Germà Gordó y Teresa Pitarch. El partido también incluía antiguos militantes de Unió, Demòcrates de Catalunya, CDC y gente que no había militado en ningún partido.
La tras*formación de la antigua Convergencia, que ha experimentado varios cambios de nombre en los últimos años -CDC, PDeCAT, JxCat- también ha comportado en sí mismo una gran pérdida de poder territorial e influencia del partido partes. El cambio no sólo se ha producido en las siglas, también en el discurso, mucho más focalizado en la independencia, dejando de lado los eufemismos "derecho a decidir" o "Estado propio". La estrategia seguida por los exconvergents ha propiciado un descenso en los resultados electorales, con una significativa pérdida de representación en las instituciones públicas.