Lo que estas últimas 48 horas lleva haciendo el juez Pedraz, a parte de un evidente dislate, es algo más común de lo que parece. Situémonos en contexto, un boomer en activo con años de puesto en empleo público es alguien muy peligroso y se va haciendo más peligroso cuanto mayor sea su responsabilidad, algo que él ignora, y cuanto mayor sea la capacidad de afectar con sus decisiones a otras personas. Este perfil, el que recientemente nos ha mostrado el juez Pedraz, son el claro ejemplo del famoso efecto Dunning Kruger.
El efecto Dunning Kruger consiste en un sesgo cognitivo por el que alguien que posee conocimientos y habilidades limitadas en una determinada materia, tienden a sobreestimar sus habilidades, ello nos lleva inexorablemente a una paradoja que seguro muchos conocemos y sabemos que es muy cierta y es que, cuanto más limitados son tus conocimientos sobre algo, mayor es tu certeza, mientras que cuanto más conocimiento tienes sobre una determinada materia, surgen muchas más dudas a la hora de dictar una conclusión.
Cuando juntamos a un empleado público, como el juez Pedraz, una ignorancia supina sobre el tema en que está resolviendo, pues es posible que acaben en conclusiones que nos lleven a resoluciones como la del juez dejándonos a todos sumidos en la perplejidad, pero su señoría actuaría con la contundencia de quien no tiene duda alguna al respecto. Porque la ignorancia, por lo general, no suele ir acompañada de la prudencia.
El efecto Dunning Kruger consiste en un sesgo cognitivo por el que alguien que posee conocimientos y habilidades limitadas en una determinada materia, tienden a sobreestimar sus habilidades, ello nos lleva inexorablemente a una paradoja que seguro muchos conocemos y sabemos que es muy cierta y es que, cuanto más limitados son tus conocimientos sobre algo, mayor es tu certeza, mientras que cuanto más conocimiento tienes sobre una determinada materia, surgen muchas más dudas a la hora de dictar una conclusión.
Cuando juntamos a un empleado público, como el juez Pedraz, una ignorancia supina sobre el tema en que está resolviendo, pues es posible que acaben en conclusiones que nos lleven a resoluciones como la del juez dejándonos a todos sumidos en la perplejidad, pero su señoría actuaría con la contundencia de quien no tiene duda alguna al respecto. Porque la ignorancia, por lo general, no suele ir acompañada de la prudencia.