ATARAXIO
Madmaxista
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Los jueces y juezas criminales y prevaricadores , que tanto daño están haciendo a la sociedad española , han decidido que es mucho más leve el asesinato frustrado a un policía que una orgía en un portal de Pamplona.
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://www.elmundo.es/espana/2022/06/04/629b6f2efdddff86bf8b4576.html
Bilal Moujami, el jovenlandés de 29 años que propinó una brutal paliza a un inspector de Policía que le recriminó por no llevar mascarilla en un autobús de Zaragoza, ha vuelto a ser detenido.
Tras un acuerdo antes del juicio, que se tenía que haber celebrado este viernes en un juzgado de Zaragoza, consiguió que le rebajaran la pena de prisión, la suspensión de la condena y así quedar en libertad de forma inmediata.
Regresó a por sus cosas a la guandoca de Zuera (Zaragoza), donde permanecía desde su detención en octubre del año pasado, pero nada más salir del centro le esperaban en la puerta dos agentes de policía, que en cuanto pisó la calle procedieron a detenerlo.
Ha sido trasladado a un Centro de Internamiento de Extranjeros para ser expulsado, pues se encuentra en situación irregular en España, ya que vivía con una tarjeta falsificada que le hacía pasar por ciudadano suizo.
Por el delito de falsedad en documento oficial debe ser juzgado el próximo 5 de julio y se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de dos años de guandoca y una multa de 2.400 euros.
Además, el Ministerio de Interior le abrió un expediente de expulsión por estar en situación irregular en España.
ACUERDO ANTES DEL JUICIO
El juicio tenía que haberse celebrado este viernes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza, pero un acuerdo previo se saldó con una condena de dos años y medio de prisión y una indemnización de 12.345 euros.
Los abogados y la Fiscalía solicitaron la suspensión extraordinaria de la pena, puesto que cada condena, dos años de guandoca por lesiones y seis meses por atentado a la autoridad, no supera individualmente los dos años de prisión.
Los letrados de la acusación, en representación del Sindicato Unificado de Policía (SUP), al que pertenece el inspector herido, y de Jupol, estuvieron de acuerdo en que se le aplique la atenuante cualificada de reparación del daño, ya que antes del juicio depositó los 8.345 euros que faltaban.
Inicialmente, el fiscal pedía para el acusado cinco años de guandoca por un delito de atentado a agentes de la autoridad y uno de lesiones, con el agravante de abuso de superioridad y ensañamiento.
Por su parte, la acusación particular ejercida por el SUP solicitaba que se valorase la concurrencia de un delito de repruebo.
Pedía en total 12 años de prisión: cuatro por delito de repruebo, dos por el delito de amenazas, tres por el de atentado y otros tres por lesiones.
El agente sufrió un traumatismo facial, fractura malar, rotura de menisco, hemorragia subconjuntival y una úlcera corneal más múltiples hematomas.
Tuvo que pasar por el quirófano y le ha quedado una cefalea postraumática que se traduce en constantes dolores de cabeza.
USO OBLIGATORIO DE LA MASCARILLA
Los hechos se remontan al 17 de octubre del pasado año cuando de madrugada coincidieron víctima y agresor en el interior de un autobús urbano de la capital aragonesa.
Según la investigación policial, el agente pidió al acusado que hiciera uso de la mascarilla, respondiendo este con expresiones tales como "vete a tomar por ojo ciego" o "vete a la cosa".
Entonces el inspector de Policía de paisano sacó su placa, se identificó y le pidió por tercera vez que se pusiera la mascarilla.
La reacción fue todavía más agresiva, comenzando a grabar con su teléfono móvil y gritando al inspector expresiones como: "Pégame, pégame ahora".
De repente, aprovechando que el autobús se paraba, se colgó de las barras, tomó impulso y le propinó dos fuertes patadas en el pecho que provocó que cayera de espaldas sobre unos asientos.
Una vez el agente en el suelo, el acusado se sentó sobre él y comenzó a darle abrazos en la cabeza y la cara.
Bilal se bajó del autobús y huyó de Zaragoza cuando se enteró que lo buscaban, pero fue detenido el 29 de octubre en Alicante cuando se disponía a abandonar España con una tarjeta de residencia suiza falsificada.
Dr. Javier Calderón Polanco » Fracturas de Malar
calderonpolanco.com
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Bilal Moujami, el jovenlandés de 29 años que propinó una brutal paliza a un inspector de Policía que le recriminó por no llevar mascarilla en un autobús de Zaragoza, ha vuelto a ser detenido.
Tras un acuerdo antes del juicio, que se tenía que haber celebrado este viernes en un juzgado de Zaragoza, consiguió que le rebajaran la pena de prisión, la suspensión de la condena y así quedar en libertad de forma inmediata.
Regresó a por sus cosas a la guandoca de Zuera (Zaragoza), donde permanecía desde su detención en octubre del año pasado, pero nada más salir del centro le esperaban en la puerta dos agentes de policía, que en cuanto pisó la calle procedieron a detenerlo.
Ha sido trasladado a un Centro de Internamiento de Extranjeros para ser expulsado, pues se encuentra en situación irregular en España, ya que vivía con una tarjeta falsificada que le hacía pasar por ciudadano suizo.
Por el delito de falsedad en documento oficial debe ser juzgado el próximo 5 de julio y se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de dos años de guandoca y una multa de 2.400 euros.
Además, el Ministerio de Interior le abrió un expediente de expulsión por estar en situación irregular en España.
ACUERDO ANTES DEL JUICIO
El juicio tenía que haberse celebrado este viernes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza, pero un acuerdo previo se saldó con una condena de dos años y medio de prisión y una indemnización de 12.345 euros.
Los abogados y la Fiscalía solicitaron la suspensión extraordinaria de la pena, puesto que cada condena, dos años de guandoca por lesiones y seis meses por atentado a la autoridad, no supera individualmente los dos años de prisión.
Los letrados de la acusación, en representación del Sindicato Unificado de Policía (SUP), al que pertenece el inspector herido, y de Jupol, estuvieron de acuerdo en que se le aplique la atenuante cualificada de reparación del daño, ya que antes del juicio depositó los 8.345 euros que faltaban.
Inicialmente, el fiscal pedía para el acusado cinco años de guandoca por un delito de atentado a agentes de la autoridad y uno de lesiones, con el agravante de abuso de superioridad y ensañamiento.
Por su parte, la acusación particular ejercida por el SUP solicitaba que se valorase la concurrencia de un delito de repruebo.
Pedía en total 12 años de prisión: cuatro por delito de repruebo, dos por el delito de amenazas, tres por el de atentado y otros tres por lesiones.
El agente sufrió un traumatismo facial, fractura malar, rotura de menisco, hemorragia subconjuntival y una úlcera corneal más múltiples hematomas.
Tuvo que pasar por el quirófano y le ha quedado una cefalea postraumática que se traduce en constantes dolores de cabeza.
USO OBLIGATORIO DE LA MASCARILLA
Los hechos se remontan al 17 de octubre del pasado año cuando de madrugada coincidieron víctima y agresor en el interior de un autobús urbano de la capital aragonesa.
Según la investigación policial, el agente pidió al acusado que hiciera uso de la mascarilla, respondiendo este con expresiones tales como "vete a tomar por ojo ciego" o "vete a la cosa".
Entonces el inspector de Policía de paisano sacó su placa, se identificó y le pidió por tercera vez que se pusiera la mascarilla.
La reacción fue todavía más agresiva, comenzando a grabar con su teléfono móvil y gritando al inspector expresiones como: "Pégame, pégame ahora".
De repente, aprovechando que el autobús se paraba, se colgó de las barras, tomó impulso y le propinó dos fuertes patadas en el pecho que provocó que cayera de espaldas sobre unos asientos.
Una vez el agente en el suelo, el acusado se sentó sobre él y comenzó a darle abrazos en la cabeza y la cara.
Bilal se bajó del autobús y huyó de Zaragoza cuando se enteró que lo buscaban, pero fue detenido el 29 de octubre en Alicante cuando se disponía a abandonar España con una tarjeta de residencia suiza falsificada.