Un Jefe de Policía pierde su casa por no retirar multas a independentistas
El jefe de la Policía Local de Capellades pierde su casa por negarse a retirar multas a políticos
Miguel Ángel Hernández, jefe de la policía local de Capellades, denuncia el infierno que está viviendo por negarse a retirar multas a políticos
Todo comenzó en 2015 cuando recibió el aviso de que un coche se había estampado en la plaza del pueblo, y su conductora quintuplicaba la tasa de alcoholemia. Se trataba de la edil independentista Susana Moreno (CUP), que iba acompañada, según afirman los vecinos, del alcalde Aleix Auber y el regidor Sergi Pérez, que supuestamente se fugaron corriendo del lugar de los hechos.
El jefe de la Policía de Capellades recibe la orden de retirar multas
La CUP y ERC consiguieron poco después formar gobierno en el municipio, recayendo la alcaldía en el primero. Inmediatamente el alcalde, Aleix Auber, según afirma el jefe de la policía local de Capellades, le llamó para pedirle no solo que retirara la multa a la edil de la CUP sino también a otros tantos políticos y familiares de políticos, a lo que este se negó.
Los motivos que aludió Miguel Ángel Hernández para no retirar las multas es que él, al jurar su cargo, prometió cumplir y hacer cumplir las leyes, la Constitución y el Estatuto de Autonomía, y que por tanto en conciencia no podía hacerlo.
Miguel Ángel Hernández y su familia están viviendo un infierno por no ceder al chantaje
El alcalde de Capellades, presuntamente, advirtió al jefe de la policía local que tendría consecuencias y así ha sido. Le tuvieron dos años sin cobrar hasta que el juzgado les obligó a pagarle.
A pesar de tener un historial intachable durante 30 años, le abrieron 14 expedientes seguidos por los motivos más disparatados, como que “robaba gasolina” o que “se quedaba dinero de las grúas”. Todos estos expedientes se ha demostrado en los juzgados que eran falsos, pero mientras tanto han conseguido su objetivo: Miguel Ángel ha sido provisionalmente suspendido de empleo y sueldo, ocasionándole gravísimas consecuencias económicas a él, a su mujer y a sus hijas (han perdido su casa).
Miguel Ángel denuncia que sus compañeros, algunos de los cuales él mismo seleccionó para el puesto, han obedecido las ordenes del gobierno independentista por miedo a perder también su puesto de trabajo. «Han estado persiguiéndome a mí y a mi familia», “me han roto la mesa, han echado aceite sobre mi ordenador y el teléfono, me han dejado carteles con amenazas en mi taquilla, han roto mi oficina a martillazos, la silla, los cajones, todo».
Agradece a la Guardia Civil de Barcelona que hiciera un informe impecable sobre sus denuncias, pero finalmente (como han perdido sus competencias a favor de los Mossos) su denuncia ha estado 2 años en un cajón en el juzgado de instrucción número 5 de Igualada, y ha sido abierto y cerrado el caso tres veces.
En los últimos seis años la audiencia provincial ha ordenado hasta tres veces reabrir el expediente, porque “no se ha hecho nada”, “los jueces no han hecho su trabajo”. Miguel Ángel advierte que “no va a parar”, que le está costando todo una verdadera fortuna, y que a consecuencia de ello ha perdido su casa, sus muebles, su coche o su perro. «Lo he perdido todo, he perdido la casa que construí con mi padre, los ahorros de toda mi vida».
Su mujer y sus tres hijos viven gracias a las ayudas de la familia. El abogado que le enviaron desde el sindicato de Policies Locals i Cos de Mossos d’Esquadra, al que estuvo pagando cuota durante 20 años, no hizo absolutamente nada por ayudarle.
«No tengo miedo de nada porque ya lo he perdido todo. Como si me queréis apiolar»
El ex jefe de la policía local de Capellades afirma haber aportado infinidad de pruebas en los juzgados, desde fotografías, registros y declaraciones durante 6 años. También reconoce que no se arrepiente, porque ha hecho lo correcto, lo ético y lo decente y que respetar las leyes y no ceder al chantaje no debería ser motivo de purga política. «Espero que la justicia me reponga en mi lugar, me devuelva mi honor y mi profesionalidad perdida porque si no tendré que irme a Europa a buscar justicia.»
Los hijos de Miguel Ángel piden ayuda «Lo hemos perdido todo»
Los hijos de Miguel Ángel denuncian en redes sociales que «hemos ido viendo deteriorarse físicamente a mi padre, hundiéndose en una gran depresión, siempre está triste, no quiere hacer nada con su vida, ha perdido su trabajo y su vocación de ser policía, se lo han quitado todo», y añaden: «Solo queremos recuperar a nuestro padre, un hombre bueno, trabajador, amable, y gran profesional, que ya no es ni la sombra de lo que era.
Suplican que aquellos que quieran y puedan aportar algo lo hagan a través de este enlace, y que difundan esta noticia.
El jefe de la Policía Local de Capellades pierde su casa por negarse a retirar multas a políticos
Miguel Ángel Hernández, jefe de la policía local de Capellades, denuncia el infierno que está viviendo por negarse a retirar multas a políticos
Todo comenzó en 2015 cuando recibió el aviso de que un coche se había estampado en la plaza del pueblo, y su conductora quintuplicaba la tasa de alcoholemia. Se trataba de la edil independentista Susana Moreno (CUP), que iba acompañada, según afirman los vecinos, del alcalde Aleix Auber y el regidor Sergi Pérez, que supuestamente se fugaron corriendo del lugar de los hechos.
El jefe de la Policía de Capellades recibe la orden de retirar multas
La CUP y ERC consiguieron poco después formar gobierno en el municipio, recayendo la alcaldía en el primero. Inmediatamente el alcalde, Aleix Auber, según afirma el jefe de la policía local de Capellades, le llamó para pedirle no solo que retirara la multa a la edil de la CUP sino también a otros tantos políticos y familiares de políticos, a lo que este se negó.
Los motivos que aludió Miguel Ángel Hernández para no retirar las multas es que él, al jurar su cargo, prometió cumplir y hacer cumplir las leyes, la Constitución y el Estatuto de Autonomía, y que por tanto en conciencia no podía hacerlo.
Miguel Ángel Hernández y su familia están viviendo un infierno por no ceder al chantaje
El alcalde de Capellades, presuntamente, advirtió al jefe de la policía local que tendría consecuencias y así ha sido. Le tuvieron dos años sin cobrar hasta que el juzgado les obligó a pagarle.
A pesar de tener un historial intachable durante 30 años, le abrieron 14 expedientes seguidos por los motivos más disparatados, como que “robaba gasolina” o que “se quedaba dinero de las grúas”. Todos estos expedientes se ha demostrado en los juzgados que eran falsos, pero mientras tanto han conseguido su objetivo: Miguel Ángel ha sido provisionalmente suspendido de empleo y sueldo, ocasionándole gravísimas consecuencias económicas a él, a su mujer y a sus hijas (han perdido su casa).
Miguel Ángel denuncia que sus compañeros, algunos de los cuales él mismo seleccionó para el puesto, han obedecido las ordenes del gobierno independentista por miedo a perder también su puesto de trabajo. «Han estado persiguiéndome a mí y a mi familia», “me han roto la mesa, han echado aceite sobre mi ordenador y el teléfono, me han dejado carteles con amenazas en mi taquilla, han roto mi oficina a martillazos, la silla, los cajones, todo».
Agradece a la Guardia Civil de Barcelona que hiciera un informe impecable sobre sus denuncias, pero finalmente (como han perdido sus competencias a favor de los Mossos) su denuncia ha estado 2 años en un cajón en el juzgado de instrucción número 5 de Igualada, y ha sido abierto y cerrado el caso tres veces.
En los últimos seis años la audiencia provincial ha ordenado hasta tres veces reabrir el expediente, porque “no se ha hecho nada”, “los jueces no han hecho su trabajo”. Miguel Ángel advierte que “no va a parar”, que le está costando todo una verdadera fortuna, y que a consecuencia de ello ha perdido su casa, sus muebles, su coche o su perro. «Lo he perdido todo, he perdido la casa que construí con mi padre, los ahorros de toda mi vida».
Su mujer y sus tres hijos viven gracias a las ayudas de la familia. El abogado que le enviaron desde el sindicato de Policies Locals i Cos de Mossos d’Esquadra, al que estuvo pagando cuota durante 20 años, no hizo absolutamente nada por ayudarle.
«No tengo miedo de nada porque ya lo he perdido todo. Como si me queréis apiolar»
El ex jefe de la policía local de Capellades afirma haber aportado infinidad de pruebas en los juzgados, desde fotografías, registros y declaraciones durante 6 años. También reconoce que no se arrepiente, porque ha hecho lo correcto, lo ético y lo decente y que respetar las leyes y no ceder al chantaje no debería ser motivo de purga política. «Espero que la justicia me reponga en mi lugar, me devuelva mi honor y mi profesionalidad perdida porque si no tendré que irme a Europa a buscar justicia.»
Los hijos de Miguel Ángel piden ayuda «Lo hemos perdido todo»
Los hijos de Miguel Ángel denuncian en redes sociales que «hemos ido viendo deteriorarse físicamente a mi padre, hundiéndose en una gran depresión, siempre está triste, no quiere hacer nada con su vida, ha perdido su trabajo y su vocación de ser policía, se lo han quitado todo», y añaden: «Solo queremos recuperar a nuestro padre, un hombre bueno, trabajador, amable, y gran profesional, que ya no es ni la sombra de lo que era.
Suplican que aquellos que quieran y puedan aportar algo lo hagan a través de este enlace, y que difundan esta noticia.