CONTEXTO
Hoy se cumple el 50 aniversario desde que el gobierno británico publicó y ocultó el Informe McCron, en el cual se detallaba que Escocia podría haber sido un país independiente próspero al estilo de Noruega gracias a los recursos naturales. En 2005 a petición del Partido Nacionalista Escocés, el informe salió a la luz pero es en estos últimos años en los cuales está cobrando especial vigencia e importancia.
El periódico escocés independentista The National lo ha publicado hoy en sus ediciones impresa y digital, en la digital solamente está gratis en el día de hoy, pero lo voy a traducir y aquí, para quien tenga curiosidad o interés, estará entero.
Eso sí, es largo, muy largo (claro, habla de un potencial país entero).
¿ES ESTE EL SUBFORO ADECUADO?
No sabía si publicarlo aquí en III Guerra Mundial o en el principal, lo he traído aquí porque las guerras se nutren de naciones que se putean entre si y lo sucedido con este informe va de ello.
EL INFORME
Y ahora ya, sin enrollarme más, os dejo con el informe en sí (primero pongo el enlace de la fuente original y abajo del enlace ya el informe)
www.thenational.scot
El informe completo
Sr. Reid
DEPARTAMENTO DE PLANIFICACIÓN ECONÓMICA DE ESCOCÉS
New St Andrew's House
St.James Centre, Edimburgo , EH13TA
Teléfono 031-556 840. ext, 4017
J Garlick Esq
Cabinet Office
Great George Street
London SW1
23 de abril de 1975
En la reunión que usted celebró la semana pasada sobre varios Aspectos del petróleo del Mar del Norte y la devolución Sugerí enviar el documento adjunto con la esperanza de que sirviera como punto de partida para cualquier evaluación que la Unidad desee realizar sobre la economía de la independencia de Escocia .
El documento fue escrito hace más de un año, en las semanas inmediatamente previas a las elecciones de febrero de 1974 . Esto será particularmente evidente en la página 5 donde, por supuesto, los pronunciamientos ministeriales mencionados se relacionan con el Gobierno Conservador . No he intentado actualizar ninguna de las cifras, ya que aunque habría diferencias éstas no me parecen tales que alteren el argumento.
Como se dará cuenta, el debate sobre el nacionalismo escocés se ha basado en una sorprendente medida en argumentos económicos y el propósito de este artículo era examinar hasta qué punto esto se vio afectado por el petróleo del Mar del Norte. La primera parte repasa la mayoría de los argumentos habituales que se han utilizado contra los nacionalistas en el pasado con efectos bastante convincentes; la segunda parte establece el tipo de estrategia económica que un gobierno del SNP podría intentar seguir, indicando tanto los peligros como las posibilidades. Como dije en la reunión, se puede llegar a casi cualquier conclusión dependiendo de las suposiciones que se hagan sobre los aranceles, una moneda común, las prioridades de gasto del gobierno escocés y su éxito en el control de la inflación. Mi artículo puede dar a un gobierno del SNP el beneficio de demasiadas dudas, pero estaba ansioso por ver si se podía elaborar una estrategia económica creíble que pareciera ser más convincente en términos de resolver los problemas económicos tradicionales de Escocia que las políticas regionales. de los Gobiernos unionistas han sido hasta ahora. Creo que la conclusión es que la forma más convincente de quitarle el viento al SNP es demostrando que ahora contamos con políticas que pueden hacer grandes avances en estos problemas.
Cuando escribí mi artículo, estaba clasificado como "secreto" y sólo se le dio una circulación muy restringida en la Oficina Escocesa debido a la extrema sensibilidad del tema. Se lo copio ahora a Leo Pliatzky, Dick Ross, Jim Hamilton, John Liverman y Stuart Scott Whyte.
RGL McCrone
SECRETO
------------------------
LA ECONOMÍA DEL NACIONALISMO REEXAMINADA
Es un lugar común que el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte y la entrada en la CEE sean factores de gran importancia económica para Escocia.
Ambos temas, especialmente el primero, ya aparecen ampliamente en el material electoral del SNP. El propósito de este artículo es reevaluar los argumentos económicos a favor de una Escocia independiente a la luz de estos acontecimientos, especialmente el descubrimiento de petróleo. Se demostrará que todo el marco dentro del cual se argumentaron las implicaciones económicas del nacionalismo ha sido efectivamente alterado. La importancia de esto es probablemente mayor de lo que reconoce actualmente la mayoría del público y es muy posible, por lo tanto, que el descubrimiento de petróleo del Mar del Norte llegue a ser visto como una especie de hito en la vida económica y política de Escocia.
Los argumentos a favor del nacionalismo escocés son, por supuesto, mucho más que una cuestión económica. Este artículo no intenta examinar las cuestiones más amplias. Baste decir que el nacionalismo escocés ha estado mucho más preocupado por la prosperidad económica que los movimientos nacionalistas de otros países. A diferencia de Gales, no existe un gran movimiento cultural vinculado a la preservación de una lengua.
La principal causa del descontento es el desempeño económico insatisfactorio del país durante el último medio siglo, especialmente el desempleo persistente y la emigración neta, sobre todo en el oeste de Escocia.
Las malas condiciones sociales y ambientales, especialmente en la ciudad de Glasgow y sus alrededores , acompañan a este marco económico obsoleto y son también una fuente de descontento.
A pesar de la política regional y los esfuerzos de los planificadores, estos problemas no se han superado, ni parece que vayan a serlo en un futuro previsible. Por lo tanto, el SNP ha basado su campaña en la afirmación de que Escocia estaría económicamente mejor si fuera independiente; Y es por esta razón que las estimaciones presupuestarias siempre han ocupado un lugar tan importante en la controversia. Sin embargo, a pesar del indudable pobre desempeño económico de Escocia, el caso del SNP hasta hace poco carece de credibilidad. La mayoría de la gente consideraba sospechosos tanto sus estadísticas como sus argumentos y seguían creyendo que Escocia obtenía más ventajas económicas que desventajas de la Unión.
La importancia del petróleo del Mar del Norte es que plantea precisamente esta cuestión de forma más aguda que en cualquier otro momento desde que se aprobó el Acta de Unión.
El caso contra el nacionalismo
El argumento económico tradicional contra el nacionalismo siempre ha sido que una Escocia políticamente independiente sería incapaz de obtener suficiente soberanía económica para resolver sus problemas con éxito.
Esto es en parte una cuestión de la escala de la economía escocesa , pero más bien del grado en que se ha integrado con la del resto del Reino Unido durante los últimos 270 años.
Escocia necesita una tasa de crecimiento económico más rápida que la que ella o el Reino Unido han tenido en los últimos años si quiere absorber su exceso de recursos laborales y así reducir tanto el desempleo como la migración.
Hay tres formas principales en que un gobierno independiente podría tratar de lograrlo. En primer lugar, podría intentar fomentar y proteger la industria escocesa mediante aranceles y controles de importación. Pero tales medidas correrían el riesgo de sufrir represalias por parte de Inglaterra que, dados los estrechos vínculos comerciales de Escocia con Inglaterra, podrían causar daños muy superiores a cualquier beneficio que pueda esperarse. Esas políticas también serían incompatibles con la permanencia en la CEE y su retirada, especialmente si Inglaterra, Gales e Irlanda siguen siendo miembros, claramente tendría consecuencias muy perjudiciales.
En segundo lugar, las políticas fiscales podrían usarse para otorgar beneficios especialmente grandes a nuevas inversiones industriales o desgravaciones fiscales y subsidios a la industria existente. Esto podría implicar la imposición de una frontera fiscal en la frontera, como todavía existe entre la mayoría de los países de la CEE, pero esto no significa que sea impracticable. La República de Irlanda ha utilizado estas políticas con considerable éxito desde mediados de los años cincuenta. La principal desventaja es que Inglaterra probablemente se sentiría obligada a igualar las medidas escocesas con subvenciones o desgravaciones fiscales equivalentes para la industria en las zonas de desarrollo inglesas y galesas. Hasta ahora, Inglaterra siempre ha estado en una situación financiera en la que, si lo hubiera deseado, podría haber igualado con creces cualquier medida que un gobierno escocés pudiera afrontar.
Es aquí donde cobra importancia la situación presupuestaria del Gobierno escocés. Varios estudios, en particular el presupuesto escocés del Tesoro de 1967/68 y el trabajo de la Comisión Kilbrandon, han demostrado que el gasto público per cápita en Escocia está generalmente por encima de la media del Reino Unido, mientras que los ingresos públicos en Escocia son ligeramente inferiores, en gran parte porque los ingresos escoceses están por debajo el promedio del Reino Unido. El resultado es que las estimaciones presupuestarias para Escocia muestran una necesidad de endeudamiento proporcionalmente mayor que para el Reino Unido en su conjunto. Su posición queda confirmada en la estimación más reciente de la situación presupuestaria de Escocia realizada por la Unidad Económica y Estadística del SEPD para 1971/72. Esto muestra un superávit de cuenta corriente escocés de 24 millones de libras. pero un requisito de endeudamiento neto de £447 millones. en general.
Por supuesto, hay varias maneras de abordar esto. En primer lugar, no es necesario equilibrar el presupuesto. Financiar préstamos y diversos elementos de inversión de capital, particularmente aquellos que producen un rendimiento mediante préstamos, es bastante razonable; Otros elementos también pueden cubrirse mediante préstamos de vez en cuando, especialmente si es necesario un presupuesto expansivo para generar un mayor nivel de actividad económica en la economía. Por estas diversas razones, el presupuesto del Reino Unido normalmente implica un requisito de endeudamiento neto y, aunque normalmente será bastante pequeño, no siempre es así; En el presente año, por ejemplo, las necesidades de endeudamiento alcanzaron la cifra récord de 4.000 millones de libras esterlinas.
Si se tienen en cuenta los elementos de capital que normalmente sería razonable financiar mediante préstamos, esto aún dejaría un déficit escocés de más de 200 millones de libras esterlinas, una cifra muy similar en 1971/72 a la de 1967/68. Si bien esta cifra podría cubrirse si surgiera sólo de manera excepcional, no podría tolerarse como una característica regular del presupuesto. Implicaría una deuda escocesa en constante aumento y tendría graves implicaciones tanto para las tasas de interés como para la política monetaria, a menos que una parte sustancial de ella pudiera financiarse desde el exterior. Por lo tanto, un gobierno escocés tendría que tomar medidas para reducir el déficit, ya sea aumentando los impuestos o recortando el gasto. Tales medidas son perfectamente posibles y, en la escala necesaria, no tienen por qué provocar una situación intolerable, especialmente si la defensa fue uno de los elementos eliminados; pero crearían un contexto de aguda rigurosidad presupuestaria contra el cual es difícil ver que sea posible proporcionar un estímulo fiscal importante para alentar la expansión económica.
El tercer curso de acción posible sería devaluar la moneda escocesa. Esto estimularía la actividad económica al aumentar la demanda de exportaciones y hacer que los productos escoceses sean más competitivos frente a las importaciones en su mercado interno. En muchos aspectos, la devaluación sería la medida obvia para una economía en la condición de Escocia con un desempleo persistente, un déficit presupuestario y probablemente un saldo adverso grave en la balanza de pagos.
De hecho, si esto último fuera persistente, podría ser que la devaluación fuera inevitable.
El ajuste del tipo de cambio es, por supuesto, el arma definitiva y más eficaz mediante la cual un Estado económicamente soberano mantiene aproximadamente el pleno empleo y al mismo tiempo evita el desequilibrio de la balanza de pagos. De hecho, si Escocia hubiera podido devaluar un 2 por ciento y haber hecho el ajuste efectivo en términos de costos, ésta sería, con diferencia, la mejor manera de resolver los problemas económicos de Escocia de las últimas dos décadas. Se ha argumentado que el "problema regional" sólo surge porque el ajuste del tipo de cambio, la forma normal de abordar los desequilibrios entre países, no es posible entre regiones.
Sin embargo, el argumento económico contra el nacionalismo escocés siempre se ha reducido en el fondo a la afirmación de que a una Escocia independiente no le sería posible llevar a cabo una devaluación efectiva.
Para ser eficaz, la devaluación implica que un país reduzca sus niveles de vida reales al menos hasta el momento en que la producción sea capaz de ponerse al día. Pero el mercado laboral escocés está tan estrechamente vinculado con el del resto del Reino Unido que resulta difícil ver cómo los ingresos reales podrían ajustarse a la baja sin dar lugar a las dificultades más graves.
Para un país tan pequeño que depende en gran medida del comercio internacional, la devaluación tendría, por supuesto, graves consecuencias inflacionarias, ya que todas las importaciones aumentarían de precio. Los sindicatos se basan en gran medida en Gran Bretaña y es difícil verlos aceptando un intento deliberado de recortar los salarios reales en Escocia en comparación con Inglaterra, cualquiera que sea la razón. Además, incluso con la independencia , es probable que continúe la libertad de movimiento laboral entre Inglaterra y Escocia; un idioma común y dos siglos y medio de libre movimiento lo hacen fácil. Por lo tanto, los cambios en los niveles de salarios reales probablemente se reflejarían en las cifras de migración y podrían conducir a una escasez de ciertos tipos de mano de obra calificada en Escocia, incluso mientras persistiera un excedente entre los trabajadores no calificados con menos movilidad.
Es por estas razones que muchos economistas han concluido en el pasado que Escocia, si fuera independiente, probablemente no podría devaluar efectivamente frente al resto del Reino Unido.
Al carecer de esta arma fundamental de soberanía económica y estar limitada por la situación presupuestaria en el uso que podía hacer de la política fiscal, no parecía que la independencia política otorgaría a Escocia suficiente soberanía económica para permitirle abordar sus problemas económicos con éxito. , cualquiera que sea el marco constitucional, la economía escocesa permanecería estrechamente integrada con la del resto del Reino Unido y se vería muy afectada por las decisiones políticas adoptadas en Londres, aunque como Estado independiente su capacidad para influir en esas decisiones se vería muy reducida. .
Hoy se cumple el 50 aniversario desde que el gobierno británico publicó y ocultó el Informe McCron, en el cual se detallaba que Escocia podría haber sido un país independiente próspero al estilo de Noruega gracias a los recursos naturales. En 2005 a petición del Partido Nacionalista Escocés, el informe salió a la luz pero es en estos últimos años en los cuales está cobrando especial vigencia e importancia.
El periódico escocés independentista The National lo ha publicado hoy en sus ediciones impresa y digital, en la digital solamente está gratis en el día de hoy, pero lo voy a traducir y aquí, para quien tenga curiosidad o interés, estará entero.
Eso sí, es largo, muy largo (claro, habla de un potencial país entero).
¿ES ESTE EL SUBFORO ADECUADO?
No sabía si publicarlo aquí en III Guerra Mundial o en el principal, lo he traído aquí porque las guerras se nutren de naciones que se putean entre si y lo sucedido con este informe va de ello.
EL INFORME
Y ahora ya, sin enrollarme más, os dejo con el informe en sí (primero pongo el enlace de la fuente original y abajo del enlace ya el informe)
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Sr. Reid
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Teléfono 031-556 840. ext, 4017
J Garlick Esq
Cabinet Office
Great George Street
London SW1
23 de abril de 1975
En la reunión que usted celebró la semana pasada sobre varios Aspectos del petróleo del Mar del Norte y la devolución Sugerí enviar el documento adjunto con la esperanza de que sirviera como punto de partida para cualquier evaluación que la Unidad desee realizar sobre la economía de la independencia de Escocia .
El documento fue escrito hace más de un año, en las semanas inmediatamente previas a las elecciones de febrero de 1974 . Esto será particularmente evidente en la página 5 donde, por supuesto, los pronunciamientos ministeriales mencionados se relacionan con el Gobierno Conservador . No he intentado actualizar ninguna de las cifras, ya que aunque habría diferencias éstas no me parecen tales que alteren el argumento.
Como se dará cuenta, el debate sobre el nacionalismo escocés se ha basado en una sorprendente medida en argumentos económicos y el propósito de este artículo era examinar hasta qué punto esto se vio afectado por el petróleo del Mar del Norte. La primera parte repasa la mayoría de los argumentos habituales que se han utilizado contra los nacionalistas en el pasado con efectos bastante convincentes; la segunda parte establece el tipo de estrategia económica que un gobierno del SNP podría intentar seguir, indicando tanto los peligros como las posibilidades. Como dije en la reunión, se puede llegar a casi cualquier conclusión dependiendo de las suposiciones que se hagan sobre los aranceles, una moneda común, las prioridades de gasto del gobierno escocés y su éxito en el control de la inflación. Mi artículo puede dar a un gobierno del SNP el beneficio de demasiadas dudas, pero estaba ansioso por ver si se podía elaborar una estrategia económica creíble que pareciera ser más convincente en términos de resolver los problemas económicos tradicionales de Escocia que las políticas regionales. de los Gobiernos unionistas han sido hasta ahora. Creo que la conclusión es que la forma más convincente de quitarle el viento al SNP es demostrando que ahora contamos con políticas que pueden hacer grandes avances en estos problemas.
Cuando escribí mi artículo, estaba clasificado como "secreto" y sólo se le dio una circulación muy restringida en la Oficina Escocesa debido a la extrema sensibilidad del tema. Se lo copio ahora a Leo Pliatzky, Dick Ross, Jim Hamilton, John Liverman y Stuart Scott Whyte.
RGL McCrone
SECRETO
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LA ECONOMÍA DEL NACIONALISMO REEXAMINADA
Es un lugar común que el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte y la entrada en la CEE sean factores de gran importancia económica para Escocia.
Ambos temas, especialmente el primero, ya aparecen ampliamente en el material electoral del SNP. El propósito de este artículo es reevaluar los argumentos económicos a favor de una Escocia independiente a la luz de estos acontecimientos, especialmente el descubrimiento de petróleo. Se demostrará que todo el marco dentro del cual se argumentaron las implicaciones económicas del nacionalismo ha sido efectivamente alterado. La importancia de esto es probablemente mayor de lo que reconoce actualmente la mayoría del público y es muy posible, por lo tanto, que el descubrimiento de petróleo del Mar del Norte llegue a ser visto como una especie de hito en la vida económica y política de Escocia.
Los argumentos a favor del nacionalismo escocés son, por supuesto, mucho más que una cuestión económica. Este artículo no intenta examinar las cuestiones más amplias. Baste decir que el nacionalismo escocés ha estado mucho más preocupado por la prosperidad económica que los movimientos nacionalistas de otros países. A diferencia de Gales, no existe un gran movimiento cultural vinculado a la preservación de una lengua.
La principal causa del descontento es el desempeño económico insatisfactorio del país durante el último medio siglo, especialmente el desempleo persistente y la emigración neta, sobre todo en el oeste de Escocia.
Las malas condiciones sociales y ambientales, especialmente en la ciudad de Glasgow y sus alrededores , acompañan a este marco económico obsoleto y son también una fuente de descontento.
A pesar de la política regional y los esfuerzos de los planificadores, estos problemas no se han superado, ni parece que vayan a serlo en un futuro previsible. Por lo tanto, el SNP ha basado su campaña en la afirmación de que Escocia estaría económicamente mejor si fuera independiente; Y es por esta razón que las estimaciones presupuestarias siempre han ocupado un lugar tan importante en la controversia. Sin embargo, a pesar del indudable pobre desempeño económico de Escocia, el caso del SNP hasta hace poco carece de credibilidad. La mayoría de la gente consideraba sospechosos tanto sus estadísticas como sus argumentos y seguían creyendo que Escocia obtenía más ventajas económicas que desventajas de la Unión.
La importancia del petróleo del Mar del Norte es que plantea precisamente esta cuestión de forma más aguda que en cualquier otro momento desde que se aprobó el Acta de Unión.
El caso contra el nacionalismo
El argumento económico tradicional contra el nacionalismo siempre ha sido que una Escocia políticamente independiente sería incapaz de obtener suficiente soberanía económica para resolver sus problemas con éxito.
Esto es en parte una cuestión de la escala de la economía escocesa , pero más bien del grado en que se ha integrado con la del resto del Reino Unido durante los últimos 270 años.
Escocia necesita una tasa de crecimiento económico más rápida que la que ella o el Reino Unido han tenido en los últimos años si quiere absorber su exceso de recursos laborales y así reducir tanto el desempleo como la migración.
Hay tres formas principales en que un gobierno independiente podría tratar de lograrlo. En primer lugar, podría intentar fomentar y proteger la industria escocesa mediante aranceles y controles de importación. Pero tales medidas correrían el riesgo de sufrir represalias por parte de Inglaterra que, dados los estrechos vínculos comerciales de Escocia con Inglaterra, podrían causar daños muy superiores a cualquier beneficio que pueda esperarse. Esas políticas también serían incompatibles con la permanencia en la CEE y su retirada, especialmente si Inglaterra, Gales e Irlanda siguen siendo miembros, claramente tendría consecuencias muy perjudiciales.
En segundo lugar, las políticas fiscales podrían usarse para otorgar beneficios especialmente grandes a nuevas inversiones industriales o desgravaciones fiscales y subsidios a la industria existente. Esto podría implicar la imposición de una frontera fiscal en la frontera, como todavía existe entre la mayoría de los países de la CEE, pero esto no significa que sea impracticable. La República de Irlanda ha utilizado estas políticas con considerable éxito desde mediados de los años cincuenta. La principal desventaja es que Inglaterra probablemente se sentiría obligada a igualar las medidas escocesas con subvenciones o desgravaciones fiscales equivalentes para la industria en las zonas de desarrollo inglesas y galesas. Hasta ahora, Inglaterra siempre ha estado en una situación financiera en la que, si lo hubiera deseado, podría haber igualado con creces cualquier medida que un gobierno escocés pudiera afrontar.
Es aquí donde cobra importancia la situación presupuestaria del Gobierno escocés. Varios estudios, en particular el presupuesto escocés del Tesoro de 1967/68 y el trabajo de la Comisión Kilbrandon, han demostrado que el gasto público per cápita en Escocia está generalmente por encima de la media del Reino Unido, mientras que los ingresos públicos en Escocia son ligeramente inferiores, en gran parte porque los ingresos escoceses están por debajo el promedio del Reino Unido. El resultado es que las estimaciones presupuestarias para Escocia muestran una necesidad de endeudamiento proporcionalmente mayor que para el Reino Unido en su conjunto. Su posición queda confirmada en la estimación más reciente de la situación presupuestaria de Escocia realizada por la Unidad Económica y Estadística del SEPD para 1971/72. Esto muestra un superávit de cuenta corriente escocés de 24 millones de libras. pero un requisito de endeudamiento neto de £447 millones. en general.
Por supuesto, hay varias maneras de abordar esto. En primer lugar, no es necesario equilibrar el presupuesto. Financiar préstamos y diversos elementos de inversión de capital, particularmente aquellos que producen un rendimiento mediante préstamos, es bastante razonable; Otros elementos también pueden cubrirse mediante préstamos de vez en cuando, especialmente si es necesario un presupuesto expansivo para generar un mayor nivel de actividad económica en la economía. Por estas diversas razones, el presupuesto del Reino Unido normalmente implica un requisito de endeudamiento neto y, aunque normalmente será bastante pequeño, no siempre es así; En el presente año, por ejemplo, las necesidades de endeudamiento alcanzaron la cifra récord de 4.000 millones de libras esterlinas.
Si se tienen en cuenta los elementos de capital que normalmente sería razonable financiar mediante préstamos, esto aún dejaría un déficit escocés de más de 200 millones de libras esterlinas, una cifra muy similar en 1971/72 a la de 1967/68. Si bien esta cifra podría cubrirse si surgiera sólo de manera excepcional, no podría tolerarse como una característica regular del presupuesto. Implicaría una deuda escocesa en constante aumento y tendría graves implicaciones tanto para las tasas de interés como para la política monetaria, a menos que una parte sustancial de ella pudiera financiarse desde el exterior. Por lo tanto, un gobierno escocés tendría que tomar medidas para reducir el déficit, ya sea aumentando los impuestos o recortando el gasto. Tales medidas son perfectamente posibles y, en la escala necesaria, no tienen por qué provocar una situación intolerable, especialmente si la defensa fue uno de los elementos eliminados; pero crearían un contexto de aguda rigurosidad presupuestaria contra el cual es difícil ver que sea posible proporcionar un estímulo fiscal importante para alentar la expansión económica.
El tercer curso de acción posible sería devaluar la moneda escocesa. Esto estimularía la actividad económica al aumentar la demanda de exportaciones y hacer que los productos escoceses sean más competitivos frente a las importaciones en su mercado interno. En muchos aspectos, la devaluación sería la medida obvia para una economía en la condición de Escocia con un desempleo persistente, un déficit presupuestario y probablemente un saldo adverso grave en la balanza de pagos.
De hecho, si esto último fuera persistente, podría ser que la devaluación fuera inevitable.
El ajuste del tipo de cambio es, por supuesto, el arma definitiva y más eficaz mediante la cual un Estado económicamente soberano mantiene aproximadamente el pleno empleo y al mismo tiempo evita el desequilibrio de la balanza de pagos. De hecho, si Escocia hubiera podido devaluar un 2 por ciento y haber hecho el ajuste efectivo en términos de costos, ésta sería, con diferencia, la mejor manera de resolver los problemas económicos de Escocia de las últimas dos décadas. Se ha argumentado que el "problema regional" sólo surge porque el ajuste del tipo de cambio, la forma normal de abordar los desequilibrios entre países, no es posible entre regiones.
Sin embargo, el argumento económico contra el nacionalismo escocés siempre se ha reducido en el fondo a la afirmación de que a una Escocia independiente no le sería posible llevar a cabo una devaluación efectiva.
Para ser eficaz, la devaluación implica que un país reduzca sus niveles de vida reales al menos hasta el momento en que la producción sea capaz de ponerse al día. Pero el mercado laboral escocés está tan estrechamente vinculado con el del resto del Reino Unido que resulta difícil ver cómo los ingresos reales podrían ajustarse a la baja sin dar lugar a las dificultades más graves.
Para un país tan pequeño que depende en gran medida del comercio internacional, la devaluación tendría, por supuesto, graves consecuencias inflacionarias, ya que todas las importaciones aumentarían de precio. Los sindicatos se basan en gran medida en Gran Bretaña y es difícil verlos aceptando un intento deliberado de recortar los salarios reales en Escocia en comparación con Inglaterra, cualquiera que sea la razón. Además, incluso con la independencia , es probable que continúe la libertad de movimiento laboral entre Inglaterra y Escocia; un idioma común y dos siglos y medio de libre movimiento lo hacen fácil. Por lo tanto, los cambios en los niveles de salarios reales probablemente se reflejarían en las cifras de migración y podrían conducir a una escasez de ciertos tipos de mano de obra calificada en Escocia, incluso mientras persistiera un excedente entre los trabajadores no calificados con menos movilidad.
Es por estas razones que muchos economistas han concluido en el pasado que Escocia, si fuera independiente, probablemente no podría devaluar efectivamente frente al resto del Reino Unido.
Al carecer de esta arma fundamental de soberanía económica y estar limitada por la situación presupuestaria en el uso que podía hacer de la política fiscal, no parecía que la independencia política otorgaría a Escocia suficiente soberanía económica para permitirle abordar sus problemas económicos con éxito. , cualquiera que sea el marco constitucional, la economía escocesa permanecería estrechamente integrada con la del resto del Reino Unido y se vería muy afectada por las decisiones políticas adoptadas en Londres, aunque como Estado independiente su capacidad para influir en esas decisiones se vería muy reducida. .
