El Pionero
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El genio de la música Ludwig van Beethoven no era 100 por 100 alemán, sino que por sus venas corría sangre catalana. Así lo sostiene Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès (una de las más prestigiosas orquestas de Cataluña, dicho sea de paso), a quien el Institut Nova Història (INH) le ha hecho un hueco en su galería de estudiosos revisionistas de la historia. El INH es la entidad que agrupa a ‘historiadores’ independentistas partidarios de algunas descabelladas teorías que reivindican como catalanes a Miguel de Cervantes, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, William Shakespeare, Santa Teresa de Jesús, Francisco Pizarro, Miguel Servet, el Gran Capitán y decenas de personajes históricos a los que, según su tesis, una gran conjura de Castilla cambió los nombres y ‘castellanizó’ en la mayor operación de falsificación de la historia de la humanidad.
La teoría parte de la base de que una de las abuelas del genio de la música se llamaba Maria Josepa Polls. De hecho, que una de sus abuelas era española ya se conocía, pero los ‘investigadores’ del INH han creado una historia que liga con el ‘procés’, la han hecho independentista y han colgado al músico una serie de acciones antiespañolas en protesta por el padecimiento que el Estado español opresor ocasionó a su antepasada, que tuvo que ‘exiliarse’ tras la Guerra de Sucesión por la represión de España.
Estatua de Beethoven. (EFE)
Por Antonio Fernández
18/07/2021 - 05:00
El genio de la música Ludwig van Beethoven no era 100 por 100 alemán, sino que por sus venas corría sangre catalana. Así lo sostiene Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès (una de las más prestigiosas orquestas de Cataluña, dicho sea de paso), a quien el Institut Nova Història (INH) le ha hecho un hueco en su galería de estudiosos revisionistas de la historia. El INH es la entidad que agrupa a ‘historiadores’ independentistas partidarios de algunas descabelladas teorías que reivindican como catalanes a Miguel de Cervantes, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, William Shakespeare, Santa Teresa de Jesús, Francisco Pizarro, Miguel Servet, el Gran Capitán y decenas de personajes históricos a los que, según su tesis, una gran conjura de Castilla cambió los nombres y ‘castellanizó’ en la mayor operación de falsificación de la historia de la humanidad. La teoría parte de la base de que una de las abuelas del genio de la música se llamaba Maria Josepa Polls. De hecho, que una de sus abuelas era española ya se conocía, pero los ‘investigadores’ del INH han creado una historia que liga con el ‘procés’, la han hecho independentista y han colgado al músico una serie de acciones antiespañolas en protesta por el padecimiento que el Estado español opresor ocasionó a su antepasada, que tuvo que ‘exiliarse’ tras la Guerra de Sucesión por la represión de España.
Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (d); el presidente de JxCAT, Carles Puigdemont (i); el líder de ERC, Oriol Junqueras (d), y Jordi Cuixart (c). (EFE)
Òmnium busca reconciliar a Puigdemont y Junqueras para "vencer" al Estado
Agencias
Su existencia fue documentada por Andrés Ruiz Tarazona en 2018, que descubrió que María Josefa Poll llegó a Bonn, donde conoció a su futuro marido (llamado Ludwig van Beethoven) y se casó en 1733. Murió en 1775, cuando Ludwig van Beethoven (el músico) tenía cinco años. El abuelo era maestro de capilla y ella dio a luz al padre del genio, Johann, que se convertiría en cantante, antes de acabar alcoholizada en una clínica, posiblemente debido al consumo de alcohol en el negocio de tienda de vinos que tenía el matrimonio. Jordi Cos prescinde de la parte negativa y sitúa la patria chica de María Josefa (a quien rebautiza como Maria Josepa) en Vilassar de Dalt, una localidad de la comarca del Maresme donde, casualmente, tienen casa de veraneo políticos como Jordi Pujol o Artur Mas. ¿Hay algún indicio de esa pertenencia a Vilassar? No. “Su nombre lo insinúa -explica Cos en su texto del INH-. Pero Maria Josepa tiene un apellido común en la villa de Vilassar de Dalt de la época, entre otros pueblos del litoral mediterráneo”. Y señala a continuación que el historiador David Jacobs y el profesor de música de Harvard Elliot Forbes “sostienen que Maria Josepa emigró al norte de Europa después de la Guerra de Sucesión en 1714, para acabar casándose con el contante Ludwig van Beethoven, el abuelo homónimo del compositor”. Ese relato es cierto, pero los dos estudiosos norteamericanos jamás ubicaron a la abuela en Cataluña. Es más, en sus teorías dicen sólo que era “española”.
La venganza de un genio
Con esos mimbres, el estudioso del INH teje una historia épica para demostrar que el compositor alemán era poco menos que un furibundo independentista. "Ahora nos emociona que tras el entusiasmo que Beethoven mostró al recibir el encargo para componer la música para el drama de Goethe 'Egmont' (1810) no sólo porque sentía admiración por el autor y pensador alemán", dice el texto. El motivo, según afirma el autor, era mucho más heroico: "El relato sobre la lucha del héroe de Flandes por la libertad de su pueblo contra la dominación española habrían reavivado en el compositor el recuerdo de sus raíces y los padecimientos que su abuela aprendió a conservar en alcohol detrás del mostrador de la tienda de vinos que regentaba su esposo". Teje una historia épica para demostrar que el compositor alemán era poco menos que un furibundo independentista El músico alemán se convierte, así, en un supuesto abanderado de la lucha contra la opresión española. Para el musicólogo catalán, “no era la primera vez que Beethoven introducía a España como parte sospechosa en una lucha por la libertad. Cinco años atrás escogió la ciudad de Sevilla como marco para la acción para ‘Fidelio’ (1805), la única ópera del compositor, un canto de libertad consagrado a los ideales de la Revolución Francesa”. La teoría independentista es que Beethoven dejó constancia en sus cuadernos de conversaciones "de su interés por el pronunciamiento antiabsolutista del general Riego en Cabezas de San Juan, la Sevilla de ‘Fidelio’, en defensa de la Constitución de 1812". A partir de ahí, relaciona sentimentalmente las ansias de libertad del músico con la crítica antiespañola y la fin del general Riego en la horca en 1823. Y es esta última, según Cos, la que le permite “encontrar el encaje de la música con el texto del poema ‘Oda a la libertad’, de Schiller, reconvertido por el mismo autor en la ‘Oda a la Alegría’ para eludir las tijeras de la censura austriaca”. En otras palabras, que la Novena Sinfonía fue producto del enconamiento que uno de los mejores compositores de todos los tiempos tenía en contra de la opresora España.
El sambenito del independentismo
En esta historia alucinante, hay un detalle que al independentismo no se le pasa por alto, pero sobre el que prefiere no incidir: A Beethoven le llamaban 'El español'. O al menos así lo afirmaba en sus memorias Gotfried Fischer, hijo del propietario de la casa donde vivían los padres del compositor en Bonn. "Los atributos más estandarizados del modelo español, es decir, físico robusto, una estatura más baja de lo normal y la piel morena contribuyeron a apuntalar a los ojos de los otros el hecho de ser nieto de la ‘iaia’ Maria Josepa", añade Jordi Cos. Además, como apunta el ‘estudioso’ del INH, la historia del compositor tiene "regusto ibérico", ya que "murió en 1827 en su último domicilio, un antiguo monasterio de monjes españoles, conocido por este hecho como la 'Casa del español Moreno'". Así, por más que el independentismo reivindique la figura del genio como afín a sus teorías, nadie le podrá quitar el sambenito de que de puertas afuera el compositor fuese conocido como ‘el español’ y no ‘el catalán’.
A pesar de sus sospechosas (y a veces disparatadas) teorías, el INH goza de amplias simpatías entre la clase política catalana. El propio Jordi Pujol envió a la entidad una carta ensalzando a sus ‘investigadores’ y animándoles a seguir por el camino del revisionismo. Y otros dirigentes políticos han aplaudido sus informes dándoles una pátina de veracidad que es puesta en duda por otros historiadores independentistas serios. Entre esos políticos, está el actual diputado de JxCat y expresidente de la Cámara de comercio de Barcelona Joan Canadell. El exconsejero convergente Josep Rull, recientemente indultado, es otro de los fans de del INH, lo mismo que el diputado Ramon Tremosa (exeurodiputado de CiU y exconsejero de Empresa hasta hace poco más de un mes). Otros defensores del instituto son el exeurodiputado republicano Josep Maria Terricabras, Núria Cadenas, presidenta de Solidaritat Catalana per la Independència o Toni Strubell, exdiputado de este último partido. El exvicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira también participó en algunos de sus actos. ERC le concedió a la entidad (denostada por los historiadores independentistas serios) el Premio Nacional President Lluís Companys, un galardón que otorga la agrupación republicana de Sants-Montjuïc “por su labor de investigación, estudio y divulgación de la historia de Cataluña, con un carácter iconoclasta e innovador, explotando al máximo las posibilidades de interacción, participación e internacionalización de los estudios, y por su compromiso con el conocimiento de la historia de Cataluña”.
La teoría parte de la base de que una de las abuelas del genio de la música se llamaba Maria Josepa Polls. De hecho, que una de sus abuelas era española ya se conocía, pero los ‘investigadores’ del INH han creado una historia que liga con el ‘procés’, la han hecho independentista y han colgado al músico una serie de acciones antiespañolas en protesta por el padecimiento que el Estado español opresor ocasionó a su antepasada, que tuvo que ‘exiliarse’ tras la Guerra de Sucesión por la represión de España.
Estatua de Beethoven. (EFE)
Por Antonio Fernández
18/07/2021 - 05:00
El genio de la música Ludwig van Beethoven no era 100 por 100 alemán, sino que por sus venas corría sangre catalana. Así lo sostiene Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès (una de las más prestigiosas orquestas de Cataluña, dicho sea de paso), a quien el Institut Nova Història (INH) le ha hecho un hueco en su galería de estudiosos revisionistas de la historia. El INH es la entidad que agrupa a ‘historiadores’ independentistas partidarios de algunas descabelladas teorías que reivindican como catalanes a Miguel de Cervantes, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, William Shakespeare, Santa Teresa de Jesús, Francisco Pizarro, Miguel Servet, el Gran Capitán y decenas de personajes históricos a los que, según su tesis, una gran conjura de Castilla cambió los nombres y ‘castellanizó’ en la mayor operación de falsificación de la historia de la humanidad. La teoría parte de la base de que una de las abuelas del genio de la música se llamaba Maria Josepa Polls. De hecho, que una de sus abuelas era española ya se conocía, pero los ‘investigadores’ del INH han creado una historia que liga con el ‘procés’, la han hecho independentista y han colgado al músico una serie de acciones antiespañolas en protesta por el padecimiento que el Estado español opresor ocasionó a su antepasada, que tuvo que ‘exiliarse’ tras la Guerra de Sucesión por la represión de España.
Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (d); el presidente de JxCAT, Carles Puigdemont (i); el líder de ERC, Oriol Junqueras (d), y Jordi Cuixart (c). (EFE)
Òmnium busca reconciliar a Puigdemont y Junqueras para "vencer" al Estado
Agencias
Su existencia fue documentada por Andrés Ruiz Tarazona en 2018, que descubrió que María Josefa Poll llegó a Bonn, donde conoció a su futuro marido (llamado Ludwig van Beethoven) y se casó en 1733. Murió en 1775, cuando Ludwig van Beethoven (el músico) tenía cinco años. El abuelo era maestro de capilla y ella dio a luz al padre del genio, Johann, que se convertiría en cantante, antes de acabar alcoholizada en una clínica, posiblemente debido al consumo de alcohol en el negocio de tienda de vinos que tenía el matrimonio. Jordi Cos prescinde de la parte negativa y sitúa la patria chica de María Josefa (a quien rebautiza como Maria Josepa) en Vilassar de Dalt, una localidad de la comarca del Maresme donde, casualmente, tienen casa de veraneo políticos como Jordi Pujol o Artur Mas. ¿Hay algún indicio de esa pertenencia a Vilassar? No. “Su nombre lo insinúa -explica Cos en su texto del INH-. Pero Maria Josepa tiene un apellido común en la villa de Vilassar de Dalt de la época, entre otros pueblos del litoral mediterráneo”. Y señala a continuación que el historiador David Jacobs y el profesor de música de Harvard Elliot Forbes “sostienen que Maria Josepa emigró al norte de Europa después de la Guerra de Sucesión en 1714, para acabar casándose con el contante Ludwig van Beethoven, el abuelo homónimo del compositor”. Ese relato es cierto, pero los dos estudiosos norteamericanos jamás ubicaron a la abuela en Cataluña. Es más, en sus teorías dicen sólo que era “española”.
La venganza de un genio
Con esos mimbres, el estudioso del INH teje una historia épica para demostrar que el compositor alemán era poco menos que un furibundo independentista. "Ahora nos emociona que tras el entusiasmo que Beethoven mostró al recibir el encargo para componer la música para el drama de Goethe 'Egmont' (1810) no sólo porque sentía admiración por el autor y pensador alemán", dice el texto. El motivo, según afirma el autor, era mucho más heroico: "El relato sobre la lucha del héroe de Flandes por la libertad de su pueblo contra la dominación española habrían reavivado en el compositor el recuerdo de sus raíces y los padecimientos que su abuela aprendió a conservar en alcohol detrás del mostrador de la tienda de vinos que regentaba su esposo". Teje una historia épica para demostrar que el compositor alemán era poco menos que un furibundo independentista El músico alemán se convierte, así, en un supuesto abanderado de la lucha contra la opresión española. Para el musicólogo catalán, “no era la primera vez que Beethoven introducía a España como parte sospechosa en una lucha por la libertad. Cinco años atrás escogió la ciudad de Sevilla como marco para la acción para ‘Fidelio’ (1805), la única ópera del compositor, un canto de libertad consagrado a los ideales de la Revolución Francesa”. La teoría independentista es que Beethoven dejó constancia en sus cuadernos de conversaciones "de su interés por el pronunciamiento antiabsolutista del general Riego en Cabezas de San Juan, la Sevilla de ‘Fidelio’, en defensa de la Constitución de 1812". A partir de ahí, relaciona sentimentalmente las ansias de libertad del músico con la crítica antiespañola y la fin del general Riego en la horca en 1823. Y es esta última, según Cos, la que le permite “encontrar el encaje de la música con el texto del poema ‘Oda a la libertad’, de Schiller, reconvertido por el mismo autor en la ‘Oda a la Alegría’ para eludir las tijeras de la censura austriaca”. En otras palabras, que la Novena Sinfonía fue producto del enconamiento que uno de los mejores compositores de todos los tiempos tenía en contra de la opresora España.
El sambenito del independentismo
En esta historia alucinante, hay un detalle que al independentismo no se le pasa por alto, pero sobre el que prefiere no incidir: A Beethoven le llamaban 'El español'. O al menos así lo afirmaba en sus memorias Gotfried Fischer, hijo del propietario de la casa donde vivían los padres del compositor en Bonn. "Los atributos más estandarizados del modelo español, es decir, físico robusto, una estatura más baja de lo normal y la piel morena contribuyeron a apuntalar a los ojos de los otros el hecho de ser nieto de la ‘iaia’ Maria Josepa", añade Jordi Cos. Además, como apunta el ‘estudioso’ del INH, la historia del compositor tiene "regusto ibérico", ya que "murió en 1827 en su último domicilio, un antiguo monasterio de monjes españoles, conocido por este hecho como la 'Casa del español Moreno'". Así, por más que el independentismo reivindique la figura del genio como afín a sus teorías, nadie le podrá quitar el sambenito de que de puertas afuera el compositor fuese conocido como ‘el español’ y no ‘el catalán’.
A pesar de sus sospechosas (y a veces disparatadas) teorías, el INH goza de amplias simpatías entre la clase política catalana. El propio Jordi Pujol envió a la entidad una carta ensalzando a sus ‘investigadores’ y animándoles a seguir por el camino del revisionismo. Y otros dirigentes políticos han aplaudido sus informes dándoles una pátina de veracidad que es puesta en duda por otros historiadores independentistas serios. Entre esos políticos, está el actual diputado de JxCat y expresidente de la Cámara de comercio de Barcelona Joan Canadell. El exconsejero convergente Josep Rull, recientemente indultado, es otro de los fans de del INH, lo mismo que el diputado Ramon Tremosa (exeurodiputado de CiU y exconsejero de Empresa hasta hace poco más de un mes). Otros defensores del instituto son el exeurodiputado republicano Josep Maria Terricabras, Núria Cadenas, presidenta de Solidaritat Catalana per la Independència o Toni Strubell, exdiputado de este último partido. El exvicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira también participó en algunos de sus actos. ERC le concedió a la entidad (denostada por los historiadores independentistas serios) el Premio Nacional President Lluís Companys, un galardón que otorga la agrupación republicana de Sants-Montjuïc “por su labor de investigación, estudio y divulgación de la historia de Cataluña, con un carácter iconoclasta e innovador, explotando al máximo las posibilidades de interacción, participación e internacionalización de los estudios, y por su compromiso con el conocimiento de la historia de Cataluña”.
El independentismo se apropia ahora de Beethoven: su abuela era del Maresme
El Institut Nova Historia ve en la antepasada del músico, Maria Josepa Polls, otra represaliada más del Estado 'opresor', y creen que compuso reivindicando su padecimiento
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