El hombre que lleva 40 años viviendo sólo en un bosque

Chapapote1

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Ken Smith recibió una paliza de una banda de matones cuando tenía 26 años. Tras 23 días sin conocimiento, decidió alejarse del mundo civilizado e instalarse en una cabaña.




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El hombre que lleva 40 años viviendo sólo en un bosque
Ken Smith Ken Smith
Quizás recuerden cómo el periodista Jon Krakauer contó la historia de Christopher McCandless, un joven estadounidense que una vez abandonó su casa, familia, amigos, pertenencias y hasta un coche en mitad de un desierto para internarse en la salvaje Alaska y vivir en la naturaleza.
Digamos que McCandless, procedente de una familia pudiente y licenciado en Historia y Antropología, decidió apartarse de la vida civilizada motivado por lecturas de Tolstói o Thoreau, entre otras razones. Existen muchos motivos por los que renunciar a un estilo de vida, pero Ken Smith lo encontró de una forma mucho más cruda: pasó 23 días sin conocimiento después de recibir una paliza de una banda de matones.
Comenzó a andar “a ninguna parte”

"Dijeron que nunca me recuperaría. Dijeron que nunca volvería a hablar. Dijeron que nunca volvería a caminar, pero lo hice. Fue entonces cuando decidí que nunca viviría en los términos de nadie más que en los míos", indica Smith.
Ken Smith es un hombre de 74 años procedente de Derbyshire. A los 26 años fue golpeado por una banda de matones, lo que le produjo una hemorragia cerebral y una pérdida de conocimiento durante más de tres semanas. Desde entonces comenzó a viajar y a preguntarse qué pasaría si echase a andar “a ninguna parte”.




Así empieza la aventura de Smith, quién confiesa que caminó a lo largo de Reino Unido: "Estuve dando vueltas y seguí cada bahía y cada cumbre donde no hubiera una casa construida. Cientos y cientos de kilómetros de nada. Miré al otro lado del lago y vi este bosque". Smith había elegido el lugar donde establecería su vida. Así, construyó una cabaña con troncos y un tejado de metal.

Pesca y verduras como alimento
Ahora, Smith se alimenta a base de verduras que él mismo cultiva, frutos del bosque y pescado del lago. "Si quieres aprender a vivir una vida independiente, lo que tienes que hacer es aprender a pescar", señala. Bajo el mando de la cineasta Lizzie McKenzie, la BBC de Escocia ha grabado el documental ‘The Hermit of Treig’ sobre la vida del ermitaño.




Diez días después de que McKenzie dejara la cabaña, en febrero de 2019, Smith sufrió un derrame cerebral mientras estaba afuera en la nieve. Tuvo que recurrir a un GPS para enviar una señal SOS hasta un centro de respuesta en Houston. Un avión tuvo que trasladarlo al hospital en Fort William, ya que su cabaña está a dos horas a pie de la carretera más cercana.

"No venimos a la tierra para siempre. Me quedaré aquí hasta que lleguen mis últimos días, definitivamente. He tenido muchos incidentes, pero parece que los he sobrevivido a todos. Seguramente me enfermaré de nuevo en algún momento. Algo me sucederá que me llevará un día como a todos los demás. Pero espero llegar a 102 años", concluye el ermitaño.


Menudo chollo. 40 años sin aguantar a vecinos.
 
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Envidia sana de este señor. El hombre es lobo para el hombre, con perdón para los lobos.
Dicho esto, aquí en España esa historia sería imposible. El Seprona te denunciaría por cualquier cosa, la taifa de turno por constricción ilegal, el Ayuntamiento por falta de licencia de obras, etcétera...
Yo le tengo el ojo echado a varias minas abandonadas, y lo que parecía una fantasía cada vez parece menos disparatado. Acabaremos escondiéndonos de la Gestapo covidiana...
 
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