FuturoEuropeo
Madmaxista
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El gran éxodo del streaming: 150 millones de personas cancelarán alguna suscripción en 2022
Los servicios de video bajo demanda se enfrentarán en 2022 a un éxodo masivo de usuarios. Más del 30% de los hogares prescindirá de al menos uno de los que ahora tiene
Una pareja viendo la plataforma Netflix en el ordenador,
La tormenta perfecta para servicios como Netflix, HBO Max o Disney+ llegará en 2022. Según la consultora Deloitte, el próximo año más de 150 millones de personas cancelarán alguna de las suscripciones que tienen contratadas a estos servicios de entretenimiento bajo demanda y, en medio de este éxodo, las compañías tendrán que invertir aún más en producción y catálogo para mantener a los usuarios más fieles.
La predicción forma parte del informe anual que la consultora elabora sobre el mercado de los medios de comunicación, y pinta un escenario complejo y muy dinámico por la avalancha de servicios, tanto gratuitos como de pago, y la fatiga que empiezan a generar las suscripciones entre los consumidores. "Muchos se han visto abrumados al administrar y pagar todas esas suscripciones, y se han vuelto más sensibles a su coste", indican desde la consultora.
No se trata tanto de una caída general del número de suscriptores a servicios de streaming (de hecho es posible que el número total de suscripciones aumente en 2022) sino a una rotación bastante alta entre los diferentes servicios y, en muchos casos, una migración hacia ofertas de entretenimiento bajo demanda gratuitas soportadas por anuncios en lugar de los modelos sin anuncios de pago de las plataformas más conocidas.
Las razones son varias, pero en mercados maduros, como Estados Unidos, el número de hogares que cancelará algún servicio rozará el 35%. En Europa, que es un mercado más joven y con una dinámica diferente por la cantidad de contenido gratuito disponible a través de cadenas locales de televisión, es probable que la cifra se mantenga por debajo del 25%, según datos de Deloitte.
Para las plataformas de pago, esta falta de fidelidad es peligrosa. Captar un nuevo cliente tiene un coste medio aproximado de unos 200 dólares, lo que quiere decir que si permanece menos de 15 meses en la plataforma, pierde dinero.
La mayor variedad de servicios y la cantidad de lanzamientos exclusivos ha creado además un tipo de usuario conocido como hit and run, que se suscribe a una plataforma sólo para ver una serie o película de éxito (hit) y que después no vuelve a suscribirse o no lo hace hasta pasados unos meses, cuando el catálogo vuelve a tener algo que les interesa.
En Estados Unidos este tipo de usuario puede llegar a suponer el 62% de las nuevas altas en un servicio y el 43% de ellos cancela su suscripción el mismo día que termina de ver el contenido por el que se suscribieron.
Algunos servicios de streaming han comenzado a contrarrestar este efecto volviendo a la fórmula de emisiones semanales de nuevos episodios de una serie, por ejemplo, en lugar de volcar todo el contenido a la vez, o escalonando las producciones de forma que los suscriptores tengan otra serie de éxito a la que engancharse una vez terminan la que les llevó a contratar por primera vez el servicio. Es lo que Disney+ ha conseguido, por ejemplo, alternando miniseries de nueve o diez episodios de sus franquicias más populares, como Marvel o Star Wars.
Pero para lograrlo, deben invertir cantidades ingentes de dinero en nuevas producciones. "Buscan retener clientes a través de la fuerza de su contenido y están gastando miles de millones de dólares al año para desarrollar y adquirir programación de primer nivel. No es sostenible gastar tanto, y los consumidores no van a soportar muchos aumentos de precio", explican desde la consultora.
Netflix es una de las empresas de vídeo bajo demanda que ha tenido que subir los precios de la suscripción recientemente para que las cuentas cuadren. El coste de sus servicios de suscripción Standard y Premium en EE.UU. ha pasado de 16 a 17 dólares al mes en el primer caso y de 20 a 23 dólares al mes en el segundo. En España subió hasta los 17,99 euros. "Hemos aumentado los precios para poder seguir invirtiendo en producir películas y series", justifican desde la compañía.
Entre quienes cancelan los servicios, sin embargo, la exclusividad y calidad del contenido no tienen tanto peso como el coste. El 28% de los encuestados por Deloitte dice que tener planes de precios más reducidos, aunque vengan acompañados de anuncios, sería la mejor forma de reconsiderar su decisión. Otra demanda popular es la inclusión de películas el mismo día del estreno en cines, una estrategia de lanzamiento con la que se ha experimentado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Los servicios de video bajo demanda se enfrentarán en 2022 a un éxodo masivo de usuarios. Más del 30% de los hogares prescindirá de al menos uno de los que ahora tiene
Una pareja viendo la plataforma Netflix en el ordenador,
- ÁNGEL JIMÉNEZ DE LUIS
Atlanta
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La tormenta perfecta para servicios como Netflix, HBO Max o Disney+ llegará en 2022. Según la consultora Deloitte, el próximo año más de 150 millones de personas cancelarán alguna de las suscripciones que tienen contratadas a estos servicios de entretenimiento bajo demanda y, en medio de este éxodo, las compañías tendrán que invertir aún más en producción y catálogo para mantener a los usuarios más fieles.
La predicción forma parte del informe anual que la consultora elabora sobre el mercado de los medios de comunicación, y pinta un escenario complejo y muy dinámico por la avalancha de servicios, tanto gratuitos como de pago, y la fatiga que empiezan a generar las suscripciones entre los consumidores. "Muchos se han visto abrumados al administrar y pagar todas esas suscripciones, y se han vuelto más sensibles a su coste", indican desde la consultora.
No se trata tanto de una caída general del número de suscriptores a servicios de streaming (de hecho es posible que el número total de suscripciones aumente en 2022) sino a una rotación bastante alta entre los diferentes servicios y, en muchos casos, una migración hacia ofertas de entretenimiento bajo demanda gratuitas soportadas por anuncios en lugar de los modelos sin anuncios de pago de las plataformas más conocidas.
Las razones son varias, pero en mercados maduros, como Estados Unidos, el número de hogares que cancelará algún servicio rozará el 35%. En Europa, que es un mercado más joven y con una dinámica diferente por la cantidad de contenido gratuito disponible a través de cadenas locales de televisión, es probable que la cifra se mantenga por debajo del 25%, según datos de Deloitte.
Para las plataformas de pago, esta falta de fidelidad es peligrosa. Captar un nuevo cliente tiene un coste medio aproximado de unos 200 dólares, lo que quiere decir que si permanece menos de 15 meses en la plataforma, pierde dinero.
La mayor variedad de servicios y la cantidad de lanzamientos exclusivos ha creado además un tipo de usuario conocido como hit and run, que se suscribe a una plataforma sólo para ver una serie o película de éxito (hit) y que después no vuelve a suscribirse o no lo hace hasta pasados unos meses, cuando el catálogo vuelve a tener algo que les interesa.
En Estados Unidos este tipo de usuario puede llegar a suponer el 62% de las nuevas altas en un servicio y el 43% de ellos cancela su suscripción el mismo día que termina de ver el contenido por el que se suscribieron.
Algunos servicios de streaming han comenzado a contrarrestar este efecto volviendo a la fórmula de emisiones semanales de nuevos episodios de una serie, por ejemplo, en lugar de volcar todo el contenido a la vez, o escalonando las producciones de forma que los suscriptores tengan otra serie de éxito a la que engancharse una vez terminan la que les llevó a contratar por primera vez el servicio. Es lo que Disney+ ha conseguido, por ejemplo, alternando miniseries de nueve o diez episodios de sus franquicias más populares, como Marvel o Star Wars.
Pero para lograrlo, deben invertir cantidades ingentes de dinero en nuevas producciones. "Buscan retener clientes a través de la fuerza de su contenido y están gastando miles de millones de dólares al año para desarrollar y adquirir programación de primer nivel. No es sostenible gastar tanto, y los consumidores no van a soportar muchos aumentos de precio", explican desde la consultora.
Netflix es una de las empresas de vídeo bajo demanda que ha tenido que subir los precios de la suscripción recientemente para que las cuentas cuadren. El coste de sus servicios de suscripción Standard y Premium en EE.UU. ha pasado de 16 a 17 dólares al mes en el primer caso y de 20 a 23 dólares al mes en el segundo. En España subió hasta los 17,99 euros. "Hemos aumentado los precios para poder seguir invirtiendo en producir películas y series", justifican desde la compañía.
Entre quienes cancelan los servicios, sin embargo, la exclusividad y calidad del contenido no tienen tanto peso como el coste. El 28% de los encuestados por Deloitte dice que tener planes de precios más reducidos, aunque vengan acompañados de anuncios, sería la mejor forma de reconsiderar su decisión. Otra demanda popular es la inclusión de películas el mismo día del estreno en cines, una estrategia de lanzamiento con la que se ha experimentado durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
El gran éxodo del streaming: 150 millones de personas cancelarán alguna suscripción en 2022
La tormenta perfecta para servicios como Netflix, HBO Max o Disney+ llegará en 2022. Según la consultora Deloitte, el próximo año más de 150 millones de personas cancelarán...
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