Vlad_Empalador
Será en Octubre
Ahora dicen que la quema de leña o rastrojos en entornos rurales emite tóxicos más nocivos que los coches
En un estudio de un Instituto perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación
8 febrero, 2023
La quema de biomasa, como la leña o los rastrojos, en entornos rurales emite compuestos tóxicos que producen más efectos nocivos en las células humanas que el tráfico de vehículos en las ciudades, según ha concluido un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).
El trabajo, hecho en diferentes zonas de Cataluña y que publica la ‘Revista de la Sociedad Catalana de Química’, ha identificado las fuentes de emisión de los contaminantes orgánicos más nocivos presentes en los aerosoles atmosféricos más pequeños en diferentes zonas de Cataluña.
Los resultados muestran que, en zonas suburbanas y rurales, estos aerosoles provienen mayoritariamente de la quema de biomasa y que los efectos tóxicos que provocan en las células son más perjudiciales en personas que los generados por el tráfico.
«Nuestro trabajo muestra que, durante el invierno, los pueblos pueden tener una calidad de aire mucho peor que en Barcelona», ha asegurado el investigador del IDAEA y autor principal del estudio, Joan Grimalt, que ha subrayado que quemar madera, rastrojos y otros combustibles, junto con el estancamiento de aire, genera una gran cantidad de aerosoles tóxicos.
Para analizar su toxicidad, los investigadores expusieron células pulmonares a niveles reales de estos aerosoles en el laboratorio.
Así observaron que el 75 % de las células analizadas morían a las 24 horas de exponerlas a aerosoles provenientes de zonas suburbanas y rurales, mientras que un 35 % de las células morían al exponerlas a los aerosoles provenientes de Barcelona.
«En ambos casos, estos ensayos ponen de manifiesto que la inhalación de estos aerosoles daña el tejido pulmonar de las personas», ha advertido Grimalt.
Los aerosoles orgánicos son micropartículas sólidas o líquidas que, debido a su tamaño microscópico, quedan suspendidas en el aire durante mucho tiempo.
«En nuestro estudio, analizamos los aerosoles de menos de 10 micrómetros, la milésima parte de un milímetro, que son los más peligrosos, ya que pueden atravesar la barrera pulmonar y llegar directamente al torrente sanguíneo», ha detallado la investigadora del IDAEA Clara Jaén.
Los investigadores analizaron los filtros en donde quedaban retenidos estos aerosoles en tres zonas de Cataluña: Barcelona (distrito del Eixample) como núcleo urbano, Manlleu (Barcelona) como zona suburbana y Bellver de lechonanya (Girona) como área rural.
Además de los filtros, también utilizaron un globo aerostático de helio para analizar la distribución vertical a 500 metros de altura de la contaminación cuando el aire queda estancado.
Esto se produce debido a una inversión térmica: se forma una capa de aire caliente en la atmósfera a una cierta distancia de la superficie lo que provoca que el aire contaminado, más frío, no pueda escapar y se estanque.
Los resultados del globo muestran que cuando se produce una inversión térmica, hay una concentración entre dos y diez veces mayor de aerosoles orgánicos que quedan atrapados en la superficie con respecto a las condiciones atmosféricas normales.
Estos aerosoles provienen, mayoritariamente, del tráfico rodado (en el caso de Barcelona) o de la quema de rastrojos, madera y otros combustibles (en las zonas suburbanas y rurales).
«Estas condiciones suponen un riesgo para la población si el estancamiento de aire persiste durante varios días», ha avisado Grimalt, que ha indicado la necesidad de revisar y la quema de biomasa y las chimeneas domésticas en las zonas rurales, además de cambiar los tipos de coches y mejorar el tras*porte colectivo en las zonas urbanas. EFEAGRO
En un estudio de un Instituto perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación
8 febrero, 2023
La quema de biomasa, como la leña o los rastrojos, en entornos rurales emite compuestos tóxicos que producen más efectos nocivos en las células humanas que el tráfico de vehículos en las ciudades, según ha concluido un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).
El trabajo, hecho en diferentes zonas de Cataluña y que publica la ‘Revista de la Sociedad Catalana de Química’, ha identificado las fuentes de emisión de los contaminantes orgánicos más nocivos presentes en los aerosoles atmosféricos más pequeños en diferentes zonas de Cataluña.
Los resultados muestran que, en zonas suburbanas y rurales, estos aerosoles provienen mayoritariamente de la quema de biomasa y que los efectos tóxicos que provocan en las células son más perjudiciales en personas que los generados por el tráfico.
«Nuestro trabajo muestra que, durante el invierno, los pueblos pueden tener una calidad de aire mucho peor que en Barcelona», ha asegurado el investigador del IDAEA y autor principal del estudio, Joan Grimalt, que ha subrayado que quemar madera, rastrojos y otros combustibles, junto con el estancamiento de aire, genera una gran cantidad de aerosoles tóxicos.
Para analizar su toxicidad, los investigadores expusieron células pulmonares a niveles reales de estos aerosoles en el laboratorio.
Así observaron que el 75 % de las células analizadas morían a las 24 horas de exponerlas a aerosoles provenientes de zonas suburbanas y rurales, mientras que un 35 % de las células morían al exponerlas a los aerosoles provenientes de Barcelona.
«En ambos casos, estos ensayos ponen de manifiesto que la inhalación de estos aerosoles daña el tejido pulmonar de las personas», ha advertido Grimalt.
Los aerosoles orgánicos son micropartículas sólidas o líquidas que, debido a su tamaño microscópico, quedan suspendidas en el aire durante mucho tiempo.
«En nuestro estudio, analizamos los aerosoles de menos de 10 micrómetros, la milésima parte de un milímetro, que son los más peligrosos, ya que pueden atravesar la barrera pulmonar y llegar directamente al torrente sanguíneo», ha detallado la investigadora del IDAEA Clara Jaén.
Los investigadores analizaron los filtros en donde quedaban retenidos estos aerosoles en tres zonas de Cataluña: Barcelona (distrito del Eixample) como núcleo urbano, Manlleu (Barcelona) como zona suburbana y Bellver de lechonanya (Girona) como área rural.
Además de los filtros, también utilizaron un globo aerostático de helio para analizar la distribución vertical a 500 metros de altura de la contaminación cuando el aire queda estancado.
Esto se produce debido a una inversión térmica: se forma una capa de aire caliente en la atmósfera a una cierta distancia de la superficie lo que provoca que el aire contaminado, más frío, no pueda escapar y se estanque.
Los resultados del globo muestran que cuando se produce una inversión térmica, hay una concentración entre dos y diez veces mayor de aerosoles orgánicos que quedan atrapados en la superficie con respecto a las condiciones atmosféricas normales.
Estos aerosoles provienen, mayoritariamente, del tráfico rodado (en el caso de Barcelona) o de la quema de rastrojos, madera y otros combustibles (en las zonas suburbanas y rurales).
«Estas condiciones suponen un riesgo para la población si el estancamiento de aire persiste durante varios días», ha avisado Grimalt, que ha indicado la necesidad de revisar y la quema de biomasa y las chimeneas domésticas en las zonas rurales, además de cambiar los tipos de coches y mejorar el tras*porte colectivo en las zonas urbanas. EFEAGRO