david53
Madmaxista
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El Ministerio de Cultura otorga cada año 35.000.000 euros cada año en ayudas y subvenciones al desarrollo de largometrajes, mientras que 400.000 euros van destinados a cortometrajes, según recoge la página oficial del Estado y cuenta COPE. Unas cifras que se mantienen estables en los últimos 5 años, a pesar de la rebaja del IVA al sector, que bajó el pasado año del polémico 21% hasta el 10%, cifras más acordes al resto de países de la Unión Europea. Lo que no se mantiene tan estable es la recaudación media de taquilla del cine español cada año, que no hace más que menguar. Mientras en 2014, año de cifra récord, se alcanzaron los 125,7 millones de euros de taquilla, desde entonces nunca se había bajado de la centena… Hasta 2019.
El pasado año fue uno de los más neցros en dinero en entradas que se recuerda en mucho tiempo, alcanzando únicamente los 92 millones a nivel nacional. En 2014, año de la cifra récord de taquilla, la película “Ocho apellidos vascos” salió triunfante consiguiendo 60.000.000 de euros del dinero de los espectadores. Este año la película más taquillera ha sido “Padre no hay más que uno”, que consiguió 4,2 millones. “Dolor y Gloria” ya le ha superado en recaudación nacional gracias a las semanas enero.
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El montante máximo concedido por película es de un millón de euros, por lo que algunas de las nominada a Mejor Película en la pasada gala de los Goya como “Dolor y Gloria” de Pedro Almodóvar recibió en forma de subvención casi el 10% de su presupuesto. En el caso de “Intemperie” de Benito Zambrano, fue hasta el 30% del coste de producción de la película. “Dolor y Gloria” casi ha triplicado su presupuesto gracias al mercado extranjero (en España recaudó poco más de 6 millones), mientras que “Intemperie”, hasta poco antes de la entrega de galardones, superó por poco los 500.000 euros.
FINANCIACIÓN EN OTROS SECTORES
El actor y director, Eduardo Casanova, se convirtió en toda una figura polémica la pasada gala de los Goya después de pedir en la alfombra roja «más dinero público» para el cine. Algo que no terminó de gustar a algunas figuras de otros sectores como el cantante José Manuel Soto o el escritor Pérez-Reverte, que criticaban las palabras del realizador de «Pieles». El autor de «La Reina del Sur escribía en Twitter: «Viendo anoche los Goya, pensaba que a mí también me gustaría que el Estado subvencionara a los editores, a los libreros, a los escritores e incluso a los lectores. Y también, de paso, a la media docena de sobrinos que tengo trabajando en el extranjero».
Por ello hemos indagado: ¿cuánto se subvenciona a la Literatura en España en comparación con el cine? Según los datos oficial del Ministerio de Cultura, hasta 300.000 euros se dedican al año en ayudas a la creación literaria, 100.000 euros menos que a la producción de cortometrajes. De igual forma, 985.000 euros son destinados a la promoción de la lectura en nuestro país. Por lo que, podría decirse, en España se destina poco más de 1.200.000 euros a ayudar a novelistas y a promocionar que se lean estos libros.
En el caso del teatro está más diseminado. Existen ayudas y subvenciones tanto a la promoción de festivales, a su desarrollo, a actividades circenses y teatrales y toda una serie de eventos. En total, el montante destinado es de 7.667.728 euros al año.
FINANCIACIÓN EN OTROS PAÍSES
Al igual que es fundamental comparar datos con otros sectores, es fundamental conocer qué sucede al respecto en Estados Unidos y países europeos como Francia, Italia, Alemania o Reino Unido nos dará una mayor y mejor visión de conjunto. Aunque ya se sabe que las comparaciones son odiosas, resultan necesarias para saber en qué lugar queda nuestra industria cinematográfica.
El gigante estadounidense sí cuenta con ayudas procedentes del Gobierno, a pesar de que algunos crean lo contrario. Quizá las subvenciones no sean directas, pero cada Estado de la tierra de las oportunidades cuenta con deducciones fiscales en lo referente al cine. Dependen del coste de la producción (con esas deducciones se busca minimizarlo) y muchas se pueden reintegrar.
La película elegida paga menos impuestos, y ya sabe que contará con esos beneficios fiscales antes de que su rodaje comience. Podría decirse que hay una suerte de competición entre estados por hacerse con los filmes, ya que cada uno ofrece condiciones distintas. Por ejemplo, Luisiana deducía el 40% en impuestos reintegrables en 2017, mientras que Nueva York se quedaba en un 30% ese mismo año.
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Datos como el siguiente dejan claro que los norteamericanos juegan en otra liga: California destina hasta 10 veces más presupuesto que España a la producción de películas (330 millones de dólares desde 2015 frente a los 35 millones de euros patrios en 2019). No obstante, el control de la Administración sobre los contenidos también adquiere una dimensión superior.
Sólo hay que fijarse en casos como el del Pentágono. Poder utilizar su arsenal de vehículos militares para alguna película a un precio irrisorio supone que Defensa inspeccione con detalle el guion de esta. Con sugerencias e incluso censura al respecto a las que hay que plegarse para contar con el beneplácito del Ejército estadounidense (algo que, por otro lado, siempre suma). Ocurre algo parecido con la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional.
¿Qué ocurre en los principales países europeos? Francia, sin duda, cuida el cine más que ninguna otra nación. No sólo por haber llegado a invertir hasta 666 millones de euros en el sector (2016), sino por la fiscalidad que impone a los títulos internacionales, lo cual permite ayudar más a los nacionales.
Para hacerse una idea de esa preponderancia de lo autóctono en el cine galo, entre el 15 y 20% del presupuesto de las producciones francesas llegaba vía ayudas públicas en 2017. El Estado también echaba entonces una mano importante en cuanto a los sueldos: costeaba el 19% de lo percibido por los técnicos y el 12% de lo que cobraban los actores, entre otros.
Reino Unido es otra potencia europea bastante implicada en el cine, al que ha llegado a destinar hasta 583 millones de libras en ayudas. Hay que tener en cuenta que Londres es uno de los mayores centros de producción cinematográfica del mundo, con unas exenciones fiscales para la producción de películas en suelo británico de hasta el 61% (2017).
Italia también destaca, ya que desde noviembre de 2016 aporta a su cine, por ley, no menos de 400 millones de euros al año. Hasta 2021, hay un plan de 120 millones al año para abrir salas nuevas y reabrir otras que estaban cerradas. Además, se busca cuidar con un mimo especial tanto a los jóvenes creadores como a quien invierte en salas nuevas.
Por último, Alemania ha ganado enteros en los últimos tiempos. No es para menos, ya que desde 2017 aumentó en un 55% la cantidad destinada a la producción de películas. En total, una inversión de 150 millones de euros, justificada en el hecho de que el cine alemán devuelve entre dos y cuatro euros por cada uno recibido del Gobierno. Uno de sus puntos fuertes es el IVA reducido, de tan sólo el 7% y que incluye hasta las palomitas, refrescos y demás productos consumibles en las salas.
QUIÉN RECIBE LAS AYUDAS Y CUÁLES SON LOS REQUISITOS
Y es que para entender quién recibe qué, hay que saber cómo funciona el sistema de ayudas. Una realidad desconocida fuera del mundillo y cuyos entresijos hemos logrado desgranar en COPE con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte. Para empezar, hay que saber que no todas las empresas productoras de cine y audiovisual pueden optar a las ayudas. “Situaciones de insolvencia, condenas por malversación y no estar al corriente de obligaciones tributarias”, según apuntan a COPE fuentes ministeriales, son algunos motivos de exclusión. Sin olvidar “el incumplimiento de la normativa en materia de igualdad entre mujeres y hombres”.
Además, hay que cumplir una serie de requisitos. En lo que respecta a las ayudas a la producción, son “experiencia mínima; tener garantizada la financiación de una parte del proyecto; repercutir al menos el 50% del presupuesto en autores, equipos técnicos o de servicios españoles; exhibir la película en un número determinado de salas de cine en España y no ser deudor por reintegro de subvenciones y estar al corriente del pago de sus obligaciones con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social”. Los largometrajes, por su parte, deben “tener contratada a una persona con una discapacidad reconocida de al menos el 33%”.
Hay una serie de criterios a seguir a la hora de seleccionar cuáles son los proyectos que reciben ayuda. La puntuación que determina si hay o no subvención sale a partir de la suma de todos ellos: carácter cultural del proyecto (hasta 3 puntos), trayectoria del director (3), solvencia de la empresa o productor-gestor solicitante (18), viabilidad económica y financiera del proyecto (41) e impacto socioeconómico y de la inversión e innovación (hasta 35).
Si nos ceñimos a los largometrajes, nos encontramos con hasta tres fases para evaluar los proyectos. Primero, se tiene en cuenta la viabilidad, financiación y trayectoria de productora y cineasta (se otorgan hasta 50 puntos como máximo: se necesitan 25 para pasar el corte). Después, entran en juego calidad, valor artístico y nivel de desarrollo del proyecto (un máximo de 35 puntos: 15 como mínimo para seguir adelante). Por último, se valora la adecuación del presupuesto presentado al proyecto (hasta 15 puntos como máximo).
“Según la puntuación obtenida, se otorgará la cantidad solicitada o una menor. No es arbitrario, sino que está claramente establecido por tramos de puntos. Cuantos más puntos, más cerca se está de la cantidad solicitada”, apuntan desde el Ministerio de Cultura y Deporte al respecto de por qué se da más o menos dinero a los proyectos. Con un matiz importante: “Las ayudas nunca pueden superar cierto porcentaje del presupuesto presentado y está limitado por una cantidad máxima por cada línea de ayuda”.
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Los encargados de seleccionar y puntuar son “14 vocales a partir de las propuestas realizadas por parte de distintas asociaciones de productores, de guionistas, de cineastas y responsables del audiovisual de las Comunidades Autónomas”, elegidos por los subdirectores del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).
En 2019, la conclusión de todo este proceso fue que “80 proyectos” se beneficiaron de las subvenciones, de entre los “alrededor de 300” que optaron a las ayudas. En cuanto a los cortometrajes, “32 proyectos y 39 cortos” recibieron subvención, tras presentarse “311 proyectos y 105 cortos”.
El Gobierno gasta 35 millones de euros en subvenciones al cine y la película más taquillera solo recaudó 4,5 millones en 2019
El pasado año fue uno de los más neցros en dinero en entradas que se recuerda en mucho tiempo, alcanzando únicamente los 92 millones a nivel nacional. En 2014, año de la cifra récord de taquilla, la película “Ocho apellidos vascos” salió triunfante consiguiendo 60.000.000 de euros del dinero de los espectadores. Este año la película más taquillera ha sido “Padre no hay más que uno”, que consiguió 4,2 millones. “Dolor y Gloria” ya le ha superado en recaudación nacional gracias a las semanas enero.
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El montante máximo concedido por película es de un millón de euros, por lo que algunas de las nominada a Mejor Película en la pasada gala de los Goya como “Dolor y Gloria” de Pedro Almodóvar recibió en forma de subvención casi el 10% de su presupuesto. En el caso de “Intemperie” de Benito Zambrano, fue hasta el 30% del coste de producción de la película. “Dolor y Gloria” casi ha triplicado su presupuesto gracias al mercado extranjero (en España recaudó poco más de 6 millones), mientras que “Intemperie”, hasta poco antes de la entrega de galardones, superó por poco los 500.000 euros.
FINANCIACIÓN EN OTROS SECTORES
El actor y director, Eduardo Casanova, se convirtió en toda una figura polémica la pasada gala de los Goya después de pedir en la alfombra roja «más dinero público» para el cine. Algo que no terminó de gustar a algunas figuras de otros sectores como el cantante José Manuel Soto o el escritor Pérez-Reverte, que criticaban las palabras del realizador de «Pieles». El autor de «La Reina del Sur escribía en Twitter: «Viendo anoche los Goya, pensaba que a mí también me gustaría que el Estado subvencionara a los editores, a los libreros, a los escritores e incluso a los lectores. Y también, de paso, a la media docena de sobrinos que tengo trabajando en el extranjero».
Por ello hemos indagado: ¿cuánto se subvenciona a la Literatura en España en comparación con el cine? Según los datos oficial del Ministerio de Cultura, hasta 300.000 euros se dedican al año en ayudas a la creación literaria, 100.000 euros menos que a la producción de cortometrajes. De igual forma, 985.000 euros son destinados a la promoción de la lectura en nuestro país. Por lo que, podría decirse, en España se destina poco más de 1.200.000 euros a ayudar a novelistas y a promocionar que se lean estos libros.
En el caso del teatro está más diseminado. Existen ayudas y subvenciones tanto a la promoción de festivales, a su desarrollo, a actividades circenses y teatrales y toda una serie de eventos. En total, el montante destinado es de 7.667.728 euros al año.
FINANCIACIÓN EN OTROS PAÍSES
Al igual que es fundamental comparar datos con otros sectores, es fundamental conocer qué sucede al respecto en Estados Unidos y países europeos como Francia, Italia, Alemania o Reino Unido nos dará una mayor y mejor visión de conjunto. Aunque ya se sabe que las comparaciones son odiosas, resultan necesarias para saber en qué lugar queda nuestra industria cinematográfica.
El gigante estadounidense sí cuenta con ayudas procedentes del Gobierno, a pesar de que algunos crean lo contrario. Quizá las subvenciones no sean directas, pero cada Estado de la tierra de las oportunidades cuenta con deducciones fiscales en lo referente al cine. Dependen del coste de la producción (con esas deducciones se busca minimizarlo) y muchas se pueden reintegrar.
La película elegida paga menos impuestos, y ya sabe que contará con esos beneficios fiscales antes de que su rodaje comience. Podría decirse que hay una suerte de competición entre estados por hacerse con los filmes, ya que cada uno ofrece condiciones distintas. Por ejemplo, Luisiana deducía el 40% en impuestos reintegrables en 2017, mientras que Nueva York se quedaba en un 30% ese mismo año.
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Datos como el siguiente dejan claro que los norteamericanos juegan en otra liga: California destina hasta 10 veces más presupuesto que España a la producción de películas (330 millones de dólares desde 2015 frente a los 35 millones de euros patrios en 2019). No obstante, el control de la Administración sobre los contenidos también adquiere una dimensión superior.
Sólo hay que fijarse en casos como el del Pentágono. Poder utilizar su arsenal de vehículos militares para alguna película a un precio irrisorio supone que Defensa inspeccione con detalle el guion de esta. Con sugerencias e incluso censura al respecto a las que hay que plegarse para contar con el beneplácito del Ejército estadounidense (algo que, por otro lado, siempre suma). Ocurre algo parecido con la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional.
¿Qué ocurre en los principales países europeos? Francia, sin duda, cuida el cine más que ninguna otra nación. No sólo por haber llegado a invertir hasta 666 millones de euros en el sector (2016), sino por la fiscalidad que impone a los títulos internacionales, lo cual permite ayudar más a los nacionales.
Para hacerse una idea de esa preponderancia de lo autóctono en el cine galo, entre el 15 y 20% del presupuesto de las producciones francesas llegaba vía ayudas públicas en 2017. El Estado también echaba entonces una mano importante en cuanto a los sueldos: costeaba el 19% de lo percibido por los técnicos y el 12% de lo que cobraban los actores, entre otros.
Reino Unido es otra potencia europea bastante implicada en el cine, al que ha llegado a destinar hasta 583 millones de libras en ayudas. Hay que tener en cuenta que Londres es uno de los mayores centros de producción cinematográfica del mundo, con unas exenciones fiscales para la producción de películas en suelo británico de hasta el 61% (2017).
Italia también destaca, ya que desde noviembre de 2016 aporta a su cine, por ley, no menos de 400 millones de euros al año. Hasta 2021, hay un plan de 120 millones al año para abrir salas nuevas y reabrir otras que estaban cerradas. Además, se busca cuidar con un mimo especial tanto a los jóvenes creadores como a quien invierte en salas nuevas.
Por último, Alemania ha ganado enteros en los últimos tiempos. No es para menos, ya que desde 2017 aumentó en un 55% la cantidad destinada a la producción de películas. En total, una inversión de 150 millones de euros, justificada en el hecho de que el cine alemán devuelve entre dos y cuatro euros por cada uno recibido del Gobierno. Uno de sus puntos fuertes es el IVA reducido, de tan sólo el 7% y que incluye hasta las palomitas, refrescos y demás productos consumibles en las salas.
QUIÉN RECIBE LAS AYUDAS Y CUÁLES SON LOS REQUISITOS
Y es que para entender quién recibe qué, hay que saber cómo funciona el sistema de ayudas. Una realidad desconocida fuera del mundillo y cuyos entresijos hemos logrado desgranar en COPE con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte. Para empezar, hay que saber que no todas las empresas productoras de cine y audiovisual pueden optar a las ayudas. “Situaciones de insolvencia, condenas por malversación y no estar al corriente de obligaciones tributarias”, según apuntan a COPE fuentes ministeriales, son algunos motivos de exclusión. Sin olvidar “el incumplimiento de la normativa en materia de igualdad entre mujeres y hombres”.
Además, hay que cumplir una serie de requisitos. En lo que respecta a las ayudas a la producción, son “experiencia mínima; tener garantizada la financiación de una parte del proyecto; repercutir al menos el 50% del presupuesto en autores, equipos técnicos o de servicios españoles; exhibir la película en un número determinado de salas de cine en España y no ser deudor por reintegro de subvenciones y estar al corriente del pago de sus obligaciones con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social”. Los largometrajes, por su parte, deben “tener contratada a una persona con una discapacidad reconocida de al menos el 33%”.
Hay una serie de criterios a seguir a la hora de seleccionar cuáles son los proyectos que reciben ayuda. La puntuación que determina si hay o no subvención sale a partir de la suma de todos ellos: carácter cultural del proyecto (hasta 3 puntos), trayectoria del director (3), solvencia de la empresa o productor-gestor solicitante (18), viabilidad económica y financiera del proyecto (41) e impacto socioeconómico y de la inversión e innovación (hasta 35).
Si nos ceñimos a los largometrajes, nos encontramos con hasta tres fases para evaluar los proyectos. Primero, se tiene en cuenta la viabilidad, financiación y trayectoria de productora y cineasta (se otorgan hasta 50 puntos como máximo: se necesitan 25 para pasar el corte). Después, entran en juego calidad, valor artístico y nivel de desarrollo del proyecto (un máximo de 35 puntos: 15 como mínimo para seguir adelante). Por último, se valora la adecuación del presupuesto presentado al proyecto (hasta 15 puntos como máximo).
“Según la puntuación obtenida, se otorgará la cantidad solicitada o una menor. No es arbitrario, sino que está claramente establecido por tramos de puntos. Cuantos más puntos, más cerca se está de la cantidad solicitada”, apuntan desde el Ministerio de Cultura y Deporte al respecto de por qué se da más o menos dinero a los proyectos. Con un matiz importante: “Las ayudas nunca pueden superar cierto porcentaje del presupuesto presentado y está limitado por una cantidad máxima por cada línea de ayuda”.
ctv-8fx-almodovar
Los encargados de seleccionar y puntuar son “14 vocales a partir de las propuestas realizadas por parte de distintas asociaciones de productores, de guionistas, de cineastas y responsables del audiovisual de las Comunidades Autónomas”, elegidos por los subdirectores del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).
En 2019, la conclusión de todo este proceso fue que “80 proyectos” se beneficiaron de las subvenciones, de entre los “alrededor de 300” que optaron a las ayudas. En cuanto a los cortometrajes, “32 proyectos y 39 cortos” recibieron subvención, tras presentarse “311 proyectos y 105 cortos”.
El Gobierno gasta 35 millones de euros en subvenciones al cine y la película más taquillera solo recaudó 4,5 millones en 2019