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El Ministerio del Interior francés tiene ya registrados 3.200 arrestos durante las revueltas violentas desatadas —apoyadas por el islamismo, los antifa y los antisistema— desde el pasado martes, un dato que alcanza ya al de las masivas protestas de 2005.
La fin de Nahel por el disparo efectuado por un agente en acto de servicio ha derivado en disturbios diarios en distintas ciudades de Francia. Aunque en la noche del domingo hubo algo más de 150 detenciones, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha confirmado que se ha llegado ya a un nivel de arrestos «sin precedentes».
De los 3.200, «un 60% no tienen antecedentes policiales y no han sido nunca objeto de ningún control». En cuanto a la edad, la media ronda los 17 años, con casos incluso de menores de 12 o 13 años vinculados a incendios, ataques contra las fuerzas de seguridad o contra las instituciones públicas.
En las cinco noches de protestas, el Gobierno ha contabilizado 5.000 vehículos y 10.000 papeleras incendiadas, 1.000 inmuebles dañados, 250 ataques contra comisarías y más de 700 policías o gendarmes heridos.
Darmanin ha prometido que las autoridades seguirán «muy movilizadas» con vistas a «restablecer el orden». El dispositivo de seguridad de los últimos días ha contemplado el despliegue de 45.000 policías y gendarmes.
También este lunes han tenido lugar en distintas ciudades de Francia, entre ellas París, concentraciones de apoyo al alcalde de L’Hay-Les Roses, Vincent Jeanbrun, contra cuya vivienda se lanzó el sábado un coche en llamas. La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, ha reclamado «una explosión de respeto» como «contrapeso» a la violencia.
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Policía de Bruselas. Europa Press
POR MARINA RUIZ
JULIO 3, 2023
Bruselas está tratando de evitar un estallido violento como el sucedido en Francia —y cuyo balance hasta el momento es de 3.200 detenidos y más de 700 policías heridos— tras la fin de Nahel en un control policial.
El alcalde de la ciudad, Philippe Close (PS), se ha reunido con diversas asociaciones y vecinos de la ciudad con el objetivo de prevenir disturbios como los ocurridos el pasado jueves, que «imitaron» las protestas en varias ciudades francesas.
La semana pasada estallaron disturbios en el barrio de Anneessens y en sus alrededores, así como en la cercana estación de Midi (Sur), las cuales se atribuyeron «casi exclusivamente a menores de edad». El balance fue de 100 detenciones en total.
Posteriormente, las fuerzas del orden de Bruselas llevaron a cabo detenciones «preventivas» para evitar más disturbios después de los llamamientos a reunirse en el centro de la ciudad (unas 200). Otras medidas preventivas se vieron en grandes comercios como Apple Store.
Close afirmó que quiere complementar estas medidas policiales con trabajos «preventivos con jóvenes», ya que «a veces estos incidentes involucran a delincuentes» de edades muy tempranas.
Con este fin, el regidor se reunió con varias asociaciones juveniles para discutir «por qué los jóvenes se sienten impulsados a imitar los disturbios en Francia» y de medidas «para evitar más actos de desorden público». «La intención es desalentarlos», dijo Close, al tiempo que valoró el papel de los comités vecinales en la prevención de más disturbios durante el fin de semana.
La fin de Nahel por el disparo efectuado por un agente en acto de servicio ha derivado en disturbios diarios en distintas ciudades de Francia. Aunque en la noche del domingo hubo algo más de 150 detenciones, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha confirmado que se ha llegado ya a un nivel de arrestos «sin precedentes».
De los 3.200, «un 60% no tienen antecedentes policiales y no han sido nunca objeto de ningún control». En cuanto a la edad, la media ronda los 17 años, con casos incluso de menores de 12 o 13 años vinculados a incendios, ataques contra las fuerzas de seguridad o contra las instituciones públicas.
En las cinco noches de protestas, el Gobierno ha contabilizado 5.000 vehículos y 10.000 papeleras incendiadas, 1.000 inmuebles dañados, 250 ataques contra comisarías y más de 700 policías o gendarmes heridos.
Darmanin ha prometido que las autoridades seguirán «muy movilizadas» con vistas a «restablecer el orden». El dispositivo de seguridad de los últimos días ha contemplado el despliegue de 45.000 policías y gendarmes.
También este lunes han tenido lugar en distintas ciudades de Francia, entre ellas París, concentraciones de apoyo al alcalde de L’Hay-Les Roses, Vincent Jeanbrun, contra cuya vivienda se lanzó el sábado un coche en llamas. La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, ha reclamado «una explosión de respeto» como «contrapeso» a la violencia.
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Posteriormente, las fuerzas del orden de Bruselas llevaron a cabo detenciones «preventivas» para evitar más disturbios después de los llamamientos a reunirse en el centro de la ciudad (unas 200). Otras medidas preventivas se vieron en grandes comercios como Apple Store.
Close afirmó que quiere complementar estas medidas policiales con trabajos «preventivos con jóvenes», ya que «a veces estos incidentes involucran a delincuentes» de edades muy tempranas.
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