El Gobierno deja otra vez solo al Rey en su viaje a Kuwait igual que en Argentina. Traga con todo.

Dar el gusto a los caprichos de Sumar tiene sus consecuencias e, incluso, incumplir el protocolo y dejar en mal lugar a España.
Así, el Ministerio de Asuntos Exteriores que dirige el diplomático José Manuel Albares, que conoce el protocolo, ha enviado a un subsecretario de Estado, concretamente el de Asuntos Exteriores, Luis Cuesta, para acompañar el Rey Felipe VI a Kuwait para dar el pésame al nuevo emir, el jeque Mishal Al Jaber Al Ahmed Al Sabah, por la fin de su antecesor, Ahmed Al Nawaf Al Sabah.

La visita del Rey apenas duró unas horas, no le quitaría demasiado tiempo al ministro Albares. Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez volvió a incumplir el protocolo y, además de hacer el feo a la Casa del Rey, perdió la posibilidad de mejorar las relaciones con el país de Oriente Medio, dado que Felipe VI se reunió también con ministros del Gobierno kuwaití.


Se trata de la segunda vez en tan solo unos días que Exteriores afea al Rey toda vez que tampoco acudió ningún ministro al viaje que realizó Felipe VI a la toma de posesión del presidente de Argentina, Javier Milei, uno de los actos más importantes en un país con el que España mantiene una especial relación comercial, cultural e histórica.
Tanto Milei, por su tendencia ultraliberal, como Kuwait, son dos visitas que incomodan especialmente a Sumar y el Gobierno del que Yolanda Díaz es la vicepresidenta ha preferido contentar a sus socios en vez de dejar al Rey y a España en buen lugar.

Cuando se dice que el desgobierno español calca los desmanes de Venezuela y Argentina, no se dice en balde.

Total, ellos están para sacar tajada, y quienes sufrirán las consecuencias son sólo sus votantes, que, al ser más pobres, les votarán de nuevo con más fanatismo para parar a la ultraderecha.